Manejar una explotación ganadera en medio de un valle perdido de los Alpes suizos, a mil metros de altura, es un asunto duro. Es cierto que las vistas son espectaculares: peñascos enormes a tu alrededor, un lago, hierba verde, cabritas… todo muy del estilo del abuelo de Heidi. Pero se trata de currar. Y aquà el despertador suena a las 5 de la mañana y la jornada se alarga hasta las siete de la tarde.
Pero a lo que Ãbamos: todo esto cuesta, y mucho. Hay que subir hasta el valle a todo el ganado —a pata, pasito a pasito, aquà no llegan los trailers de transporte—, mimar las vacas durante el verano, ordeñarlas a diario, vender la leche, y reconducirlas en septiembre valle abajo hasta el pueblo. Para soportar mejor los costes, a los granjeros no les queda otra que devanarse los sesos para buscar financiación extra. Y no hay mucho de donde elegir. AquÃ, además del turismo de naturaleza, lo que hay son vacas. Muchas. De hecho hay tantas vacas como humanos (alrededor de 15.000).
Asà es como funciona el asunto: entras en el catálogo online, le echas un vistazo a las fotos de las vacas y eliges. Para no jugártela dejándote llevar por un primer impulso fÃsico, Albert incluye una pequeña descripción del carácter de cada candidata. Wanda, por ejemplo, es un ejemplar ya maduro, pero “sigue siendo divertida”. Valerie “es tranquila y a menudo desconfiada, pero muy bondadosa”. Y Charlieze tiene un carácter impulsivo, “pero una vez alimentada se calma rápidamente”. El alquiler es por toda la temporada de verano y el precio ronda los 300 euros. El cliente, a cambio, recibe una fotografÃa de su ejemplar; una noche de hospedaje en la cabaña junto a los establos, desayuno, una visita a una queserÃa alpina —con descuento en los precios del queso—, una excursión por los alrededores del lago Seealpsee acompañado del pastor y, por supuesto, conocer en persona a Geraldine. Y ordeñarla.
Manejar una explotación ganadera en medio de un valle perdido de los Alpes suizos, a mil metros de altura, es un asunto duro. Es cierto que las vistas son espectaculares: peñascos enormes a tu alrededor, un lago, hierba verde, cabritas… todo muy del estilo del abuelo de Heidi. Pero se trata de currar. Y aquà el despertador suena a las 5 de la mañana y la jornada se alarga hasta las siete de la tarde.
Pero a lo que Ãbamos: todo esto cuesta, y mucho. Hay que subir hasta el valle a todo el ganado —a pata, pasito a pasito, aquà no llegan los trailers de transporte—, mimar las vacas durante el verano, ordeñarlas a diario, vender la leche, y reconducirlas en septiembre valle abajo hasta el pueblo. Para soportar mejor los costes, a los granjeros no les queda otra que devanarse los sesos para buscar financiación extra. Y no hay mucho de donde elegir. AquÃ, además del turismo de naturaleza, lo que hay son vacas. Muchas. De hecho hay tantas vacas como humanos (alrededor de 15.000).
Asà es como funciona el asunto: entras en el catálogo online, le echas un vistazo a las fotos de las vacas y eliges. Para no jugártela dejándote llevar por un primer impulso fÃsico, Albert incluye una pequeña descripción del carácter de cada candidata. Wanda, por ejemplo, es un ejemplar ya maduro, pero “sigue siendo divertida”. Valerie “es tranquila y a menudo desconfiada, pero muy bondadosa”. Y Charlieze tiene un carácter impulsivo, “pero una vez alimentada se calma rápidamente”. El alquiler es por toda la temporada de verano y el precio ronda los 300 euros. El cliente, a cambio, recibe una fotografÃa de su ejemplar; una noche de hospedaje en la cabaña junto a los establos, desayuno, una visita a una queserÃa alpina —con descuento en los precios del queso—, una excursión por los alrededores del lago Seealpsee acompañado del pastor y, por supuesto, conocer en persona a Geraldine. Y ordeñarla.
Aguante el SharingCow
Eso voy hacer yo con mis pollos
…si pero ahora los Alpes estan blancos yo estoy aqui no estan verdes! jjjj
Hola Daniel!
Hace muy poco descubrà que en España también se realizan actividades interesantes, de este tipo, con distintos animales de granja.
Se pueden amadrinar o apadrinar, adoptar y también alquilar gallinas, cabras, vacas, burros, colmenas… Hay quienes incluso los rescatan de las fauces del maltrato ligado a la industria alimentaria.
En este post hay unos cuantos enlaces http://bit.ly/1hodXPS
Un saludo!
Gracias por la aportación, Andrea!
También muy interesante lo que se hace por aquÃ.
Saludos!
En España también hay programas de intercambio internacional para formación en profesiones que se están extinguiendo, como esta.
Comentarios cerrados.