Si en lugar de rallado con ‘ll’ lo está con ‘y’, el pan no sirve para empanar croquetas, vive obsesionado y malhumorado. Incluso puede soltar algún improperio. A Andrés Requena su tiempo de recreo le da para en pensar en juegos de palabras y dibujarlos.
«No es algo premeditado. No hay proceso, vienen solos, sin filtro. A veces más acertados, otras menos (mierda pura)». Pero cuando se trata de ideas para su serie Recreo, el diseñador prescinde por completo de la autocensura: «Si vienen hay que quererlas, como a los hijos yonquis».
No tratan de un tema concreto («lo que tengo más a mano, música, política, fútbol, famoseo, películas… En general, la basura pop») ni tienen fecha fija porque aunque la intención inicial de Requena era subir uno de estos guiños gráficos al día en su cuenta de Instagram, al fin y al cabo se trata de un pasatiempo: «No es algo matemático ni estricto. A veces me junto con 2 o 3 y otras estoy sin nada durante días (bajón)».
Si en lugar de rallado con ‘ll’ lo está con ‘y’, el pan no sirve para empanar croquetas, vive obsesionado y malhumorado. Incluso puede soltar algún improperio. A Andrés Requena su tiempo de recreo le da para en pensar en juegos de palabras y dibujarlos.
«No es algo premeditado. No hay proceso, vienen solos, sin filtro. A veces más acertados, otras menos (mierda pura)». Pero cuando se trata de ideas para su serie Recreo, el diseñador prescinde por completo de la autocensura: «Si vienen hay que quererlas, como a los hijos yonquis».
No tratan de un tema concreto («lo que tengo más a mano, música, política, fútbol, famoseo, películas… En general, la basura pop») ni tienen fecha fija porque aunque la intención inicial de Requena era subir uno de estos guiños gráficos al día en su cuenta de Instagram, al fin y al cabo se trata de un pasatiempo: «No es algo matemático ni estricto. A veces me junto con 2 o 3 y otras estoy sin nada durante días (bajón)».
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