En julio de 1917 una serie de cinco fotografĂas tomadas por Elsie Wright y Frances Griffiths, dos primas de 10 y 16 años que vivĂan en Cottingley, cerca de la ciudad inglesa de Bradford, conmocionaron el mundo cientĂfico. En esas imágenes aparecĂan las niñas jugando con lo que inequĂvocamente eran hadas.
La atmĂłsfera supersticiosa que envolvĂa las sociedades secretas y cientĂficas inglesas en el siglo XIX propiciaba que intelectuales de la Ă©poca y personalidades diversas prestaran su nombre y su prestigio a apoyar investigaciones relacionadas con el ocultismo, lo paranormal o lo decididamente bizarro.
Sir Arthur Conan Doyle, el prolĂfico creador de Sherlock Holmes y el autor de novelas de aventuras con fondo cientĂfico, como El mundo perdido, era además un reconocido espiritualista, y le fue encargado un artĂculo sobre el asunto para la revista Strand Magazine.
ConsiguiĂł las cinco fotografĂas que habĂan tomado las niñas, que fueron puestas en tela de juicio por unos y otros, por lo que resolviĂł enviar a un colaborador al pequeño pueblo provisto de veinte placas y una cámara, para que Elsie y Frances pudieran obtener más imágenes de las pequeñas criaturas luminosas que pueblan el imaginario popular.
Su buen amigo Houdini, el famoso mago y escapista, era racionalista y rechazaba la pasiĂłn de Conan Doyle por el mundo de los espĂritus, y el asunto de las hadas terminĂł por enemistarlos y romper su relaciĂłn.
Tal fue el entusiasmo que el asunto despertĂł en la Ă©poca, a pesar del escepticismo de muchos, que los tabloides se hicieron eco de los supuestos descubrimientos, y la gente se agolpaba a las puertas de los auditorios donde se celebraban las conferencias sobre el tema, y donde se proyectaban las misteriosas fotografĂas de las pequeñas y esquivas criaturas.
Lo cierto es que entonces no existĂa Photoshop, y las tĂ©cnicas de revelado y manipulaciĂłn de imágenes eran muy limitadas, pero aun asĂ, algunos artistas lograron crear esas ilusiones. Houdini no muriĂł durante la ejecuciĂłn de una de sus complicadas fugas, sino a causa de una apendicitis, pero Conan Doyle, mantuvo hasta el final su apoyo a la existencia de estos seres.
Para quien esto escribe un hada es una criatura capaz de disipar la dolorosa y a menudo injusta realidad con su sola presencia, abriendo un resquicio entre lo que creemos probado y lo que deseamos posible, más allá de su viabilidad. En medicina esto recibe el nombre de placebo.
Las niñas con las que abrĂamos esta pieza admitieron finalmente haber retocado cuatro de las cinco imágenes (se supo despuĂ©s que Elsie, la mayor, habĂa estudiado fotografĂa). Pero siempre sostuvieron que habĂan visto a las hadas en realidad, y la quinta imagen, en la que aparecen dos hadas con los rostros que ahora sabemos que pertenecen a JoaquĂn Reyes y Ernesto Sevilla, nunca pudo ser explicada por los expertos.
MenciĂłn especial merece el cine, cuando se tenĂan que buscar mil y un trucos para crear “efectos especiales” rudimentarios a principios del siglo XX: http://cinelibreonline.blogspot.com.es/2017/11/las-primeras-peliculas-de-ciencia-ficcion.html
Soy amante del tema de las hadas. La verdad es que lo que importa es que esas fotos están bellas e inspiradoras. Realmente muy pocas o casi ninguna foto será 100% real y menos las de hoy en dĂa por tanta tecnologĂa, el materialismo y la sobrepoblacion de ciudades. Además que este mundo feerico es subjetivo y no suele manifestarse a cualquiera del mismo modo. Aprendamos a conectar con los elementales desde nuestros corazones primero. “Creer para ver”. Ellos existirán en tu vida solo en la medida que tĂş lo permitas.
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