Es esta sombra y esta luz la forma que tiene la artista Rebeca Khamlichi de entender el pico y pala, el trabajo, el asunto del que trata la revista impresa de Yorokobu de este mes de abril.
«Es mi forma de representar esta contraposición», dice. «La expresión pico y pala siempre me ha recordado a luces y sombras».
Khamlichi dibujó a una mujer que parece surgir del resplandor de una ventana, rompiendo la oscuridad, iluminando la cubierta de este nuevo número de la revista de papel.
En ella unió la artista Rebeca Khamlichi sus Ā«dos cosas favoritas: utilizar iconografĆa religiosa y pintar mujeres de color rosa o azulĀ». Esta vez tocó el azul.
āĀæPor quĆ© te gustan esos dos colores?
āNo sé⦠Va por Ć©pocas. Suelo emplear el azul en momentos mĆ”s tristes. Para mĆ, el azul estĆ” entre la tristeza y la fuerza. Van unidos porque la tristeza te hace sacar tu parte mĆ”s fuerte.
En el rostro de esta mujer no estĆ”n todas las lĆneas. Ā«En la posición de la cara hay algo de ambigüedadĀ», indica la artista. Ā«En la parte dibujada y en la parte sin dibujar estĆ” la contraposición. Es como la vida misma: a ratos hay oscuridad y a ratos hay luzĀ».

Otros asuntos de la artista Rebeca Khamlichi
A esta pintora le encanta los iconos de las religiones y los rostros de mujer. Es fÔcil encontrar cualquiera de estas dos cosas en mucho de su trabajo. Pero a la autora también le apasionan los animales. En 2016, junto a otra artista, Mari Quiñonero, crearon Las muy perras: una plataforma que da a conocer la tragedia a la que se enfrentan cientos de galgos abandonados y que recauda fondos que después donan a albergues, refugios y protectoras de animales.
«El maltrato ya estÔ contado», cuenta la pintora en esta entrevista. «Nosotras queremos mostrar la parte bonita, la recuperación, y enseñar cómo son los galgos. Tienen cualidades que ya las quisiéramos los humanos. Fieles, tranquilos, elegantes. Su mirada es impresionante. Dicen muchas cosas con sus ojos».
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