Por eso comenzaron a buscar fórmulas que evitasen o, al menos, paliasen las consecuencias de este tipo de accidentes. En 1930, dos inventores de Sheiffeld (Inglaterra) presentaron un dispositivo que se instalaba en el parachoques delantero de los automóviles para evitar que el peatón fuese aplastado en caso de atropello.
Una de las pegas de este atrapapeatones era, precisamente, que quien debÃa activar el dispositivo era el conductor, y si no disponÃa del tiempo o de los reflejos suficientes para frenar o esquivar al peatón, ¿los tendrÃa para accionar la palanquita?
Por eso comenzaron a buscar fórmulas que evitasen o, al menos, paliasen las consecuencias de este tipo de accidentes. En 1930, dos inventores de Sheiffeld (Inglaterra) presentaron un dispositivo que se instalaba en el parachoques delantero de los automóviles para evitar que el peatón fuese aplastado en caso de atropello.
Una de las pegas de este atrapapeatones era, precisamente, que quien debÃa activar el dispositivo era el conductor, y si no disponÃa del tiempo o de los reflejos suficientes para frenar o esquivar al peatón, ¿los tendrÃa para accionar la palanquita?