Con esos libros que las personas tiran a la basura se podrÃa montar una biblioteca o, mejor dicho, se puede montar, pues eso es lo que han hecho justamente los basureros de Ankara.
Situada en una fábrica en el barrio de Çsankaya de la capital turca, la biblioteca está compuesta por libros y revistas que los operarios del servicio de limpieza encuentran durante sus jornadas laborales.
Aunque el local ha sido cedido por el Ayuntamiento de Ankara, el hecho de que los principales donantes y gestores del lugar fueran los barrenderos hizo que, en un primer momento, los libros solo se prestasen a ellos y sus familias. Sin embargo, al correrse la voz, muchos ciudadanos han donado los volúmenes que no desean. Un acto de generosidad que ha permitido flexibilizar esas normas.
Con esos libros que las personas tiran a la basura se podrÃa montar una biblioteca o, mejor dicho, se puede montar, pues eso es lo que han hecho justamente los basureros de Ankara.
Situada en una fábrica en el barrio de Çsankaya de la capital turca, la biblioteca está compuesta por libros y revistas que los operarios del servicio de limpieza encuentran durante sus jornadas laborales.
Aunque el local ha sido cedido por el Ayuntamiento de Ankara, el hecho de que los principales donantes y gestores del lugar fueran los barrenderos hizo que, en un primer momento, los libros solo se prestasen a ellos y sus familias. Sin embargo, al correrse la voz, muchos ciudadanos han donado los volúmenes que no desean. Un acto de generosidad que ha permitido flexibilizar esas normas.