2 de diciembre 2015    /   CREATIVIDAD
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A los delantales se les queda pequeña la cocina

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Fueron concebidos como simples parapetos. Su función, proteger a la ropa ‘de verdad’, evitar que esas prendas con las que uno sí sale a la calle se llenen de lamparones mientras cocinamos o limpiamos. «El delantal ha sido una prenda muy maltratada a lo largo de la historia, asociada a labores del hogar », nos cuentan Tiziana y Marta, de Bird Aprons.
Su reto desde hace un tiempo es dar una oportunidad al delantal más allá de la cocina. «Si el jeans, en su día, dio el salto y pasó de ser un pantalón de faena a una de las prendas más utilizadas por hombres y mujeres de todo el mundo, ¿por qué no podría ocurrir algo semejante al delantal».
Taller-cerámica
Proceder de familias numerosas, en las que heredar ropa era lo más normal, dicen que les enseñó a amar los vestidos, camisas, faldas, etc. con historia.
«Del delantal nos gusta que sea una prenda atemporal, unisex, que tiene una larga vida y no acostumbra a tener dueño, se comparte. Cada una de sus características nos inspiran. En lo que se refiere al diseño, era un desafío modernizar su concepto y forma».
Buscan en antiguos almacenes, fabricas cerradas, pequeñas tiendas de barrio y de fabricación artesanal para encontrar esas telas «fabricadas como antaño, cuando las personas participaban en todo el proceso de producción creando un tejido de alta calidad y único».
Con sus delantales, dicen, tratan de respetar la esencia de la prenda: la protección y la funcionalidad, pero aportando comodidad, practicidad y un diseño que inspire a la gente no solo a llevarlo en el hogar o trabajo sino sobretodo para salir a la calle.

Cornixo-dorsal Cornixo-frente-3

«Es fantástico que hoy en día se rescate el trabajo artesanal. Constantemente nos encontramos jóvenes que están aportando conceptos actuales a panaderías, zapaterías, talleres de cerámica, etc. Nuestra idea es que tanto profesionales como particulares puedan dar a estos delantales un uso ya sea práctico y/o estético, que les ayuden a contar su historia independientemente de si es fuera o dentro de la cocina».
Su nueva colección se llama Sóller 4714 y está inspirada en la postguerra, «un tema que nos toca al ser una Italiana y otra española, desde pequeñas hemos escuchado las historias de nuestros abuelos y padres, historias contadas no con odio, si no como una lección para que valoremos lo que tenemos y para no cometer errores pasados». Por eso, para confeccionar estos delantales eligieron el tejido de Sóller porque les transporta al pasado, «a un tiempo de austeridad…»
Huerto-1024x682
DSC_4241
Estudio
Albaina-2 Babaiana

Beta-rave-detalle-dorsal
Bussot-3
Carrota-dorsal-3
Llombrígol
Xitxol-lateral

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Fueron concebidos como simples parapetos. Su función, proteger a la ropa ‘de verdad’, evitar que esas prendas con las que uno sí sale a la calle se llenen de lamparones mientras cocinamos o limpiamos. «El delantal ha sido una prenda muy maltratada a lo largo de la historia, asociada a labores del hogar », nos cuentan Tiziana y Marta, de Bird Aprons.
Su reto desde hace un tiempo es dar una oportunidad al delantal más allá de la cocina. «Si el jeans, en su día, dio el salto y pasó de ser un pantalón de faena a una de las prendas más utilizadas por hombres y mujeres de todo el mundo, ¿por qué no podría ocurrir algo semejante al delantal».
Taller-cerámica
Proceder de familias numerosas, en las que heredar ropa era lo más normal, dicen que les enseñó a amar los vestidos, camisas, faldas, etc. con historia.
«Del delantal nos gusta que sea una prenda atemporal, unisex, que tiene una larga vida y no acostumbra a tener dueño, se comparte. Cada una de sus características nos inspiran. En lo que se refiere al diseño, era un desafío modernizar su concepto y forma».
Buscan en antiguos almacenes, fabricas cerradas, pequeñas tiendas de barrio y de fabricación artesanal para encontrar esas telas «fabricadas como antaño, cuando las personas participaban en todo el proceso de producción creando un tejido de alta calidad y único».
Con sus delantales, dicen, tratan de respetar la esencia de la prenda: la protección y la funcionalidad, pero aportando comodidad, practicidad y un diseño que inspire a la gente no solo a llevarlo en el hogar o trabajo sino sobretodo para salir a la calle.

Cornixo-dorsal Cornixo-frente-3

«Es fantástico que hoy en día se rescate el trabajo artesanal. Constantemente nos encontramos jóvenes que están aportando conceptos actuales a panaderías, zapaterías, talleres de cerámica, etc. Nuestra idea es que tanto profesionales como particulares puedan dar a estos delantales un uso ya sea práctico y/o estético, que les ayuden a contar su historia independientemente de si es fuera o dentro de la cocina».
Su nueva colección se llama Sóller 4714 y está inspirada en la postguerra, «un tema que nos toca al ser una Italiana y otra española, desde pequeñas hemos escuchado las historias de nuestros abuelos y padres, historias contadas no con odio, si no como una lección para que valoremos lo que tenemos y para no cometer errores pasados». Por eso, para confeccionar estos delantales eligieron el tejido de Sóller porque les transporta al pasado, «a un tiempo de austeridad…»
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