Las cifras que el sector de la bicicleta ha alcanzado en España en los últimos años son mareantes. Según se dijo en la primera feria de emprendedores del sector, Bicity.org, celebrada en Madrid a principios de 2015, ya se venden más vehÃculos de dos ruedas a pedales que coches y, si se duplicase su uso como medio de transporte, se podrÃan generar más de 36.000 nuevos empleos. No es moco de pavo.
Como buen ecosistema en auge, surgen a su alrededor starts ups y empresas. Una de estas nuevas compañÃas es Bkie, una aplicación para la compra y venta de bicis y componentes de segunda mano entre ciclistas. El hecho de que sea entre, por y para amantes de las dos ruedas permite que el grado de especialización y preguntas entre usuarios sea elevado.

Es decir, como todos son unos locos de lo suyo, pueden preguntarse entre ellos detalles técnicos sabiendo de lo que hablan, incluso probar los vehÃculos en venta antes de lanzarse a por ellos. Una de las caracterÃsticas principales del sistema es el sistema de geolocalización, que muestra a los usuarios más cercanos.
Esto permite una de las grandes caracterÃsticas de esta aplicación, según sus creadores: la creación de comunidad y la interacción entre personas con gustos afines. Aunque se puede comerciar con bicis en decenas de plataformas, este amor compartido es un valor añadido. Esa es la idea que tuvo Marc Borrel, su fundador, cuando tras intentar comprar una bicicleta de segunda mano en una de esas webs para cualquier cosa, decidió montar una propia donde los usuarios supieran de qué hablaban.
Los datos, de momento, le avalan. Según publica Hipertextual, en los primeros meses lograron 100.000 descargas y un inventario de objetos en venta por valor de 2,5 millones de euros. Hasta ahora, Bkie lleva dos premios en su mochila, StartupBit Baleares e IMPACT, y forma parte de una nueva clasificación de empresas creadas especÃficamente para ciclistas, que ofrecen servicios como las bicis inrobables o las plataformas colaborativas para compartirlas.
Las cifras que el sector de la bicicleta ha alcanzado en España en los últimos años son mareantes. Según se dijo en la primera feria de emprendedores del sector, Bicity.org, celebrada en Madrid a principios de 2015, ya se venden más vehÃculos de dos ruedas a pedales que coches y, si se duplicase su uso como medio de transporte, se podrÃan generar más de 36.000 nuevos empleos. No es moco de pavo.
Como buen ecosistema en auge, surgen a su alrededor starts ups y empresas. Una de estas nuevas compañÃas es Bkie, una aplicación para la compra y venta de bicis y componentes de segunda mano entre ciclistas. El hecho de que sea entre, por y para amantes de las dos ruedas permite que el grado de especialización y preguntas entre usuarios sea elevado.

Es decir, como todos son unos locos de lo suyo, pueden preguntarse entre ellos detalles técnicos sabiendo de lo que hablan, incluso probar los vehÃculos en venta antes de lanzarse a por ellos. Una de las caracterÃsticas principales del sistema es el sistema de geolocalización, que muestra a los usuarios más cercanos.
Esto permite una de las grandes caracterÃsticas de esta aplicación, según sus creadores: la creación de comunidad y la interacción entre personas con gustos afines. Aunque se puede comerciar con bicis en decenas de plataformas, este amor compartido es un valor añadido. Esa es la idea que tuvo Marc Borrel, su fundador, cuando tras intentar comprar una bicicleta de segunda mano en una de esas webs para cualquier cosa, decidió montar una propia donde los usuarios supieran de qué hablaban.
Los datos, de momento, le avalan. Según publica Hipertextual, en los primeros meses lograron 100.000 descargas y un inventario de objetos en venta por valor de 2,5 millones de euros. Hasta ahora, Bkie lleva dos premios en su mochila, StartupBit Baleares e IMPACT, y forma parte de una nueva clasificación de empresas creadas especÃficamente para ciclistas, que ofrecen servicios como las bicis inrobables o las plataformas colaborativas para compartirlas.