13 de octubre 2013    /   CINE/TV
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Los sueƱos como motor creativo

13 de octubre 2013    /   CINE/TV     por          
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Lee gratis la revista PlacerĀ haciendo clic aquĆ­.

Hay un lugar escondido en nuestras mentes que descansa por el día. Un compartimento situado en el cerebro que almacena información inconscientemente. Cuando llegan las horas de dormir se abren compuertas que acaban en situaciones y escenarios difícilmente explicables para la mente racional. En este paraje imprevisible llamado sueños es donde Luis Buñuel acudía frecuentemente para encontrar la inspiración para sus películas. Un lugar que se convirtió en un motor de creatividad para el cineasta a lo largo de su carrera.

ā€œSi me dijeran: ā€œte quedan veinte aƱos de vida, ĀæquĆ© te gustarĆ­a hacer durante las veinticuatro horas de cada uno de los dĆ­as que vas a vivir?, yo responderĆ­a ā€œDadme dos horas de vida activa y veinte horas de sueƱos, con la condición de que luego pueda recordarlosā€, porque el sueƱo solo existe por el recuerdo que lo acariciaā€,Ā relata el cineasta en el capĆ­tulo ‘SueƱos y ensueƱos’ de su autobiografĆ­a, Mi Ćŗltimo suspiro.

No fue casualidad que Luis BuƱuel acabase uniƩndose al acotado grupo de intelectuales que se hacƭan llamar los surrealistas en el Parƭs de los aƱos 20. Aquellos que preferƭan los sueƱos al mundo real y que encontraban refugio creativo en las secuencias de imƔgenes desordenadas que se producƭan en sus mentes mientras dormƭan.

ā€œEsta locura por los sueƱos, por el placer de soƱar, que nunca he tratado de explicar, es una de las inclinaciones profundas que me han acercado al surrealismoā€, rememora en el libro.

El director podaba escenarios que vivƭa cuando dormƭa y los introducƭa en sus obras cinematogrƔficas. Los sueƱos eran un fiel aliado cuando todo lo demƔs fallaba:

Un dĆ­a le dije a un productor mexicano, a quien la broma no hizo mucha gracia: ā€œSi la pelĆ­cula es demasiado corta, meterĆ© un sueƱoā€

LOS SUEƑOS ESCRIBEN GUIONES

Sin los sueƱos, Un chien andalou (Un perro andaluz), la primera pelƭcula de BuƱuel, no existirƭa como la conocemos hoy:

1hormigas
Foto: Un Chien Andalou (BBC)

DalĆ­ me invitó a pasar unos dĆ­as en su casa y, al llegar a Figueras, yo le contĆ© un sueƱo que habĆ­a tenido poco antes en el que una nube desflecada cortaba la luna y una cuchilla de afeitar hendĆ­a un ojo. Ɖl, a su vez, me dijo que la noche anterior habĆ­a visto en sueƱos una mano llena de hormigas.

A raíz de estas dos experiencias que se habían contado, el pintor catalÔn propuso crear una película. Pero la influencia de los sueños fue mÔs allÔ del guion. Condicionó también la forma de trabajar entre los dos creadores:

Escribimos el guion en menos de una semana, siguiendo una regla muy simple, adoptada de común acuerdo: no aceptar idea ni imagen alguna que pudiera dar lugar a una explicación racional, psicológica o cultural. Abrir todas las puertas a lo irracional. No admitir mÔs que las imÔgenes que nos impresionaran, sin tratar de averiguar por qué.

EL INCONSCIENTE COMO ALIADO CREATIVO

El cineasta consideraba el huir de los sueƱos, por muy malos que fueran, una especie de cobardƭa creativa:

Nadie se interesa por los sueños ajenos, pero ¿cómo contar la propia vida sin hablar de la parte subterrÔnea, imaginativa, irreal?

Se dice que, durante el sueƱo, el cerebro se protege del mundo exterior, que es mucho menos sensible a los ruidos, a los olores y a la luz. Pero, por el contrario, parece estar bombardeado desde el interior por una tempestad de sueƱos que afluyen en oleadas. Miles y miles de millones de imƔgenes surgen, pues, cada noche, para disiparse casi enseguida, envolviendo la Tierra en un manto de sueƱos perdidos. Todo, absolutamente todo, es imaginado una u otra noche por uno u otro cerebro, y olvidado.

EL ENCUENTRO DE BUƑUEL CON GALA DALƍ

La mujer de Dalí nunca fue objeto de devoción de Buñuel y en sus memorias lo deja bien claro:

ā€œEs una mujer a la que siempre he procurado evitar, no tengo por quĆ© ocultarloā€

La primera vez que la conoció fue en CadaquĆ©s en 1929. En ese entonces, la que mĆ”s adelante serĆ­a la compaƱera y esposa inseparable de DalĆ­, estaba casada con otro hombre, Paul Ɖluard.

El pintor no paraba de expresar su mÔs profunda admiración por ella. Buñuel, en cambio, la detestó desde el momento en el que entró en contacto con ella en gran parte por cómo afectó en su relación con su amigo:

De la noche a la mañana, Dalí ya no era el mismo. Toda concordancia de ideas desapareció entre nosotros, hasta el extremo de que yo renuncié a trabajar con él en el guion de La edad de oro. No hablaba mÔs que de Gala, repitiendo todo lo que decía ella. Una transformación total.

Tras una jornada de tensión entre los dos, la cosa llegó a mayores. Después de una tarde de copas, Buñuel se enzarzó con Gala tras recibir insultos de ella:

No recuerdo exactamente por quƩ. Yo me levantƩ bruscamente, la tirƩ al suelo y la agarrƩ por el cuello.

Tras las súplicas de Dalí, Buñuel la soltó y no se volvieron a ver hasta muchas décadas después. Pero el encuentro no fue uno cualquiera. Gala reapareció en la profundidad de la noche:

Todo esto es para confesar que una noche, en México, cincuenta años después, a los ochenta, soñé con Gala. La vi de espaldas, en el palco de un teatro. La llamé en voz baja, ella se levantó, se volvió hacia mí y me besó amorosamente en los labios. Aún recuerdo su perfume y la suavidad de su piel.

LA ENSOƑACIƓN ES CASI TAN IMPORTANTE COMO LOS SUEƑOS

1viri

El sueño común no era la única modalidad de abstracción que disfrutaba el director de cine. Soñar despierto era también una forma de dejar que la mente fuese libre de divagar.

En la ensoƱación diurna, por el contrario, que he practicado durante toda mi vida con deleite, la aventura erótica, larga y minuciosamente preparada ha podido o no alcanzar su objetivo, segĆŗn los casos. Por ejemplo, de muy joven soƱaba despierto con la guapa reina Victoria de EspaƱa. (…) A los catorce aƱos, incluso imaginĆ© un pequeƱo guion en el que se hallaba ya el origen de Viridiana.

La ensoñación es casi tan importante como los sueños, y tan imprevisible y poderosa. Durante toda mi vida, con gran regodeo, como sin duda les habrÔ ocurrido a muchas otras personas, he imaginado que era invisible e impalpable.

BuƱuel disfrutaba poniĆ©ndose en el lugar de un dictador que tuviese el poder sobre todo el mundo. UrdĆ­a planes maestros con un grupo de biólogos para controlar la explosión demogrĆ”fica de MĆ©xico, paĆ­s donde vivió los Ćŗltimos aƱos de su vida. Incluso logró crear un plan en su cabeza para acabar con el petróleo “haciendo explotar setenta y cinco bombas atómicas subterrĆ”neas en los yacimientos mĆ”s importantes. Un mundo sin petróleo me ha parecido una especie de paraĆ­so posible en el marco de mi utopĆ­a medieval. Pero me parece que las setenta y cinco explosiones atómicas plantean ciertos problemas de orden prĆ”ctico, por lo que habrĆ” que esperar. QuizĆ” volvamos sobre ellos”.

En otras ocasiones le sirvió para gastar bromas imaginarias a sus amigos. El cineasta cuenta que un día se encontraba con su amigo Luis Alcoriza cenando en un restaurante en la localidad de San José de Purúa y sucedió lo siguiente:

-Una mujer guapĆ­sima y sola se sienta en una mesa cercana. Inmediatamente, y como es natural, la mirada de Luis se dirige hacia ella.

-Yo le digo: Luis, ya sabes que hemos venido aquĆ­ a trabajar y que no me gusta que pierdas el tiempo mirando a las mujeres.

-Sƭ ya lo sƩ -contesta Ʃl-. Perdona.

Los dos continúan la cena pero los ojos de su compañero siguen guiÔndose hacia la atractiva mujer. Buñuel, furioso, se marcha del restaurante y se dirige a su habitación de hotel:

Alocriza se calma, termina el postre y se sienta con su hermosa vecina. Se presentan, toman cafĆ© y charlan un rato. DespuĆ©s, Alcoriza acompaƱa a su conquista a su habitación, la desnuda amorosamente y descubre, tatuadas en su vientre estas cuatro palabras: ā€œCortesĆ­a de Luis BuƱuelā€.Ā La mujer es una elegante puta de MĆ©xico a la que yo he traĆ­do a San JosĆ©, pagando su peso en oro, y que ha seguido fielmente mis instrucciones. Por supuesto, son bromas soƱadas, nada mĆ”s.

Información recopilada del capĆ­tulo ‘SueƱos y Suspiros’ del libro Mi Ćŗltimo suspiro, de Luis BuƱuel.

El Museo Thyssen tiene programada una exposición sobre los sueños y el surrealismo hasta el 14 de enero de 2014.

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Hay un lugar escondido en nuestras mentes que descansa por el día. Un compartimento situado en el cerebro que almacena información inconscientemente. Cuando llegan las horas de dormir se abren compuertas que acaban en situaciones y escenarios difícilmente explicables para la mente racional. En este paraje imprevisible llamado sueños es donde Luis Buñuel acudía frecuentemente para encontrar la inspiración para sus películas. Un lugar que se convirtió en un motor de creatividad para el cineasta a lo largo de su carrera.

ā€œSi me dijeran: ā€œte quedan veinte aƱos de vida, ĀæquĆ© te gustarĆ­a hacer durante las veinticuatro horas de cada uno de los dĆ­as que vas a vivir?, yo responderĆ­a ā€œDadme dos horas de vida activa y veinte horas de sueƱos, con la condición de que luego pueda recordarlosā€, porque el sueƱo solo existe por el recuerdo que lo acariciaā€,Ā relata el cineasta en el capĆ­tulo ‘SueƱos y ensueƱos’ de su autobiografĆ­a, Mi Ćŗltimo suspiro.

No fue casualidad que Luis BuƱuel acabase uniƩndose al acotado grupo de intelectuales que se hacƭan llamar los surrealistas en el Parƭs de los aƱos 20. Aquellos que preferƭan los sueƱos al mundo real y que encontraban refugio creativo en las secuencias de imƔgenes desordenadas que se producƭan en sus mentes mientras dormƭan.

ā€œEsta locura por los sueƱos, por el placer de soƱar, que nunca he tratado de explicar, es una de las inclinaciones profundas que me han acercado al surrealismoā€, rememora en el libro.

El director podaba escenarios que vivƭa cuando dormƭa y los introducƭa en sus obras cinematogrƔficas. Los sueƱos eran un fiel aliado cuando todo lo demƔs fallaba:

Un dĆ­a le dije a un productor mexicano, a quien la broma no hizo mucha gracia: ā€œSi la pelĆ­cula es demasiado corta, meterĆ© un sueƱoā€

LOS SUEƑOS ESCRIBEN GUIONES

Sin los sueƱos, Un chien andalou (Un perro andaluz), la primera pelƭcula de BuƱuel, no existirƭa como la conocemos hoy:

1hormigas
Foto: Un Chien Andalou (BBC)

DalĆ­ me invitó a pasar unos dĆ­as en su casa y, al llegar a Figueras, yo le contĆ© un sueƱo que habĆ­a tenido poco antes en el que una nube desflecada cortaba la luna y una cuchilla de afeitar hendĆ­a un ojo. Ɖl, a su vez, me dijo que la noche anterior habĆ­a visto en sueƱos una mano llena de hormigas.

A raíz de estas dos experiencias que se habían contado, el pintor catalÔn propuso crear una película. Pero la influencia de los sueños fue mÔs allÔ del guion. Condicionó también la forma de trabajar entre los dos creadores:

Escribimos el guion en menos de una semana, siguiendo una regla muy simple, adoptada de común acuerdo: no aceptar idea ni imagen alguna que pudiera dar lugar a una explicación racional, psicológica o cultural. Abrir todas las puertas a lo irracional. No admitir mÔs que las imÔgenes que nos impresionaran, sin tratar de averiguar por qué.

EL INCONSCIENTE COMO ALIADO CREATIVO

El cineasta consideraba el huir de los sueƱos, por muy malos que fueran, una especie de cobardƭa creativa:

Nadie se interesa por los sueños ajenos, pero ¿cómo contar la propia vida sin hablar de la parte subterrÔnea, imaginativa, irreal?

Se dice que, durante el sueƱo, el cerebro se protege del mundo exterior, que es mucho menos sensible a los ruidos, a los olores y a la luz. Pero, por el contrario, parece estar bombardeado desde el interior por una tempestad de sueƱos que afluyen en oleadas. Miles y miles de millones de imƔgenes surgen, pues, cada noche, para disiparse casi enseguida, envolviendo la Tierra en un manto de sueƱos perdidos. Todo, absolutamente todo, es imaginado una u otra noche por uno u otro cerebro, y olvidado.

EL ENCUENTRO DE BUƑUEL CON GALA DALƍ

La mujer de Dalí nunca fue objeto de devoción de Buñuel y en sus memorias lo deja bien claro:

ā€œEs una mujer a la que siempre he procurado evitar, no tengo por quĆ© ocultarloā€

La primera vez que la conoció fue en CadaquĆ©s en 1929. En ese entonces, la que mĆ”s adelante serĆ­a la compaƱera y esposa inseparable de DalĆ­, estaba casada con otro hombre, Paul Ɖluard.

El pintor no paraba de expresar su mÔs profunda admiración por ella. Buñuel, en cambio, la detestó desde el momento en el que entró en contacto con ella en gran parte por cómo afectó en su relación con su amigo:

De la noche a la mañana, Dalí ya no era el mismo. Toda concordancia de ideas desapareció entre nosotros, hasta el extremo de que yo renuncié a trabajar con él en el guion de La edad de oro. No hablaba mÔs que de Gala, repitiendo todo lo que decía ella. Una transformación total.

Tras una jornada de tensión entre los dos, la cosa llegó a mayores. Después de una tarde de copas, Buñuel se enzarzó con Gala tras recibir insultos de ella:

No recuerdo exactamente por quƩ. Yo me levantƩ bruscamente, la tirƩ al suelo y la agarrƩ por el cuello.

Tras las súplicas de Dalí, Buñuel la soltó y no se volvieron a ver hasta muchas décadas después. Pero el encuentro no fue uno cualquiera. Gala reapareció en la profundidad de la noche:

Todo esto es para confesar que una noche, en México, cincuenta años después, a los ochenta, soñé con Gala. La vi de espaldas, en el palco de un teatro. La llamé en voz baja, ella se levantó, se volvió hacia mí y me besó amorosamente en los labios. Aún recuerdo su perfume y la suavidad de su piel.

LA ENSOƑACIƓN ES CASI TAN IMPORTANTE COMO LOS SUEƑOS

1viri

El sueño común no era la única modalidad de abstracción que disfrutaba el director de cine. Soñar despierto era también una forma de dejar que la mente fuese libre de divagar.

En la ensoƱación diurna, por el contrario, que he practicado durante toda mi vida con deleite, la aventura erótica, larga y minuciosamente preparada ha podido o no alcanzar su objetivo, segĆŗn los casos. Por ejemplo, de muy joven soƱaba despierto con la guapa reina Victoria de EspaƱa. (…) A los catorce aƱos, incluso imaginĆ© un pequeƱo guion en el que se hallaba ya el origen de Viridiana.

La ensoñación es casi tan importante como los sueños, y tan imprevisible y poderosa. Durante toda mi vida, con gran regodeo, como sin duda les habrÔ ocurrido a muchas otras personas, he imaginado que era invisible e impalpable.

BuƱuel disfrutaba poniĆ©ndose en el lugar de un dictador que tuviese el poder sobre todo el mundo. UrdĆ­a planes maestros con un grupo de biólogos para controlar la explosión demogrĆ”fica de MĆ©xico, paĆ­s donde vivió los Ćŗltimos aƱos de su vida. Incluso logró crear un plan en su cabeza para acabar con el petróleo “haciendo explotar setenta y cinco bombas atómicas subterrĆ”neas en los yacimientos mĆ”s importantes. Un mundo sin petróleo me ha parecido una especie de paraĆ­so posible en el marco de mi utopĆ­a medieval. Pero me parece que las setenta y cinco explosiones atómicas plantean ciertos problemas de orden prĆ”ctico, por lo que habrĆ” que esperar. QuizĆ” volvamos sobre ellos”.

En otras ocasiones le sirvió para gastar bromas imaginarias a sus amigos. El cineasta cuenta que un día se encontraba con su amigo Luis Alcoriza cenando en un restaurante en la localidad de San José de Purúa y sucedió lo siguiente:

-Una mujer guapĆ­sima y sola se sienta en una mesa cercana. Inmediatamente, y como es natural, la mirada de Luis se dirige hacia ella.

-Yo le digo: Luis, ya sabes que hemos venido aquĆ­ a trabajar y que no me gusta que pierdas el tiempo mirando a las mujeres.

-Sƭ ya lo sƩ -contesta Ʃl-. Perdona.

Los dos continúan la cena pero los ojos de su compañero siguen guiÔndose hacia la atractiva mujer. Buñuel, furioso, se marcha del restaurante y se dirige a su habitación de hotel:

Alocriza se calma, termina el postre y se sienta con su hermosa vecina. Se presentan, toman cafĆ© y charlan un rato. DespuĆ©s, Alcoriza acompaƱa a su conquista a su habitación, la desnuda amorosamente y descubre, tatuadas en su vientre estas cuatro palabras: ā€œCortesĆ­a de Luis BuƱuelā€.Ā La mujer es una elegante puta de MĆ©xico a la que yo he traĆ­do a San JosĆ©, pagando su peso en oro, y que ha seguido fielmente mis instrucciones. Por supuesto, son bromas soƱadas, nada mĆ”s.

Información recopilada del capĆ­tulo ‘SueƱos y Suspiros’ del libro Mi Ćŗltimo suspiro, de Luis BuƱuel.

El Museo Thyssen tiene programada una exposición sobre los sueños y el surrealismo hasta el 14 de enero de 2014.

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