La del barrio valenciano de El Cabanyal es una historia de resistencia. Asà lo ha sido en los últimos años contra la especulación por parte de las autoridades de la ciudad. La lucha continúa. Un centenar de personas desarrollan Cabanyal Z, una serie cooperativa en la que los enemigos, en poética metÔfora, son los zombis.
La pelea estĆ” en el ADN de los vecinos de El Cabanyal. La defensa contra la prolongación de la avenida Blasco IbƔƱez, que dividirĆa el barrio en dos y supondrĆa la destrucción de mĆ”s de 1.500 viviendas, se remonta a hace mĆ”s de una dĆ©cada. Dice Joan Alamar, uno de los creadores de Cabanyal Z junto a Gerardo J. Núñez, que Ā«es la experiencia adquirida en ese tiempo de lucha vecinal y la organización de diferentes colectivos lo que hace al Barrio resistir en la serie ante la invasión zombiĀ».
Billy Wilder dijo que no habĆa que trabajar ni con animales ni con niƱos ni con Charles Laughton, pero de zombis no dijo nada y, hasta donde sabemos, ninguno de los zombis de Cabanyal Z es el cadĆ”ver del actor britĆ”nico. Como Gerardo J. Núñez tenĆa ganas de trabajar con zombis desde hacĆa tiempo -barajaba un largometraje de zombis contra yonkis-, se puso manos a la obra con la ayuda de diversos colectivos del barrio.
Alamar cuenta que el proyecto es totalmente autofinanciado y Ā«con presupuesto cero. Una de las vĆas para sacar adelante la serie es el mĆtico CSO Samaruc, un local donde se reĆŗne cada jueves el equipo para ponerse al dĆa del proyecto. Pero el activo mĆ”s importante para sacar adelante la serie son las casi 100 personas (entre equipo tĆ©cnico, personajes, zombisā¦) que han colaborado desinteresadamente de una u otra manera en el proyectoĀ».

«Cabanyal Z es fundamentalmente un producto de entretenimiento que utiliza un género de la cultura popular como es el zombi». Joan Alamar explica que la realidad que vivimos se adapta muy bien a la metÔfora zombi. «Unos pocos ricos se atrincheran ante una avalancha de ciudadanos hambrientos y desesperados. En el caso de Cabanyal Z, hemos tenido también otras razones por la que hemos escogido esta temÔtica como la resistencia ante la avalancha especulativa».
El cocreador de Cabanyal Z dice que Valencia vive en una situación de anestesia a causa de la manipulación mediĆ”tica y la corrupción. Ā«Gran parte de la población es incapaz de reaccionar, el miedo al poder cacique estĆ” muy instalado en la menteĀ», remarca. Sin embargo, cree que eso no ocurre en su barrio donde, ademĆ”s, se dan las circunstancias para que sea el escenario perfecto para el rodaje. Ā«Es perfecto para ilustrar un mundo postapocalĆptico. Ā”Hay zonas en las que la acción demoledora del Ayuntamiento ha dejado solares y edificios tapiados que recuerdan al BerlĆn de la Segunda Guerra Mundial!Ā».

La serie se encuentra en su ecuador, con 6Ā capĆtulos estrenadosĀ de un total de 10. Cada uno de ellos tarda un trimestre en crearse y emitirse. Esa elongación de plazos obliga a los responsables a ser muy flexibles en asuntos como el guion. Ā«Cambia la actualidad, hay actores que se marchan a otros lugares⦠El guion se adapta a las nuevas realidades, opiniones de los colaboradores, vecinos, espectadoresā¦Ā», dice.
A pesar de las dificultades, la serie cumple con su objetivo de dinamizar un barrio con muchos problemas y tiene la meta de crecer Ā«con la participación de otros colectivos o personas que a nivel personal quieran crear su propio episodio paralelo a la trama. En este sentido, Cabanyal Z ha colaborado con el Centro de dĆa de menores El Arca de NoĆ© de NazaretĀ en la realización de su propio corto de zombis que se estrenarĆ” próximamente y en el que han participado los niƱos y niƱas del centro, tanto de actores como de tĆ©cnicosĀ».
Con la prolongación de la Avenida Blasco IbÔñez ya en el olvido, Alamar dice que el barrio tiene un nuevo enemigo. «Se llama gentrificación». Por eso, la lucha seguirÔ formando parte de la cotidianeidad de El Cabanyal.
Actualización: Nos comenta Lorena PapĆ, una de las participantes en el proyecto, que Ā«en el estreno del Ćŗltimo capĆtulo, el 11 de julio,Ā tuvimos en vivo a Chimo Bayo, grabando el videoclip del tema que ha compuesto para nuestra banda sonora. Como Ć©l, otros artistas valencianos han hecho cameos en la serie: Arturo Valls (la cabeza desmembrada que aparece en la foto junto a Chimo), Tonino y Tono SanmartĆnĀ».




La del barrio valenciano de El Cabanyal es una historia de resistencia. Asà lo ha sido en los últimos años contra la especulación por parte de las autoridades de la ciudad. La lucha continúa. Un centenar de personas desarrollan Cabanyal Z, una serie cooperativa en la que los enemigos, en poética metÔfora, son los zombis.
La pelea estĆ” en el ADN de los vecinos de El Cabanyal. La defensa contra la prolongación de la avenida Blasco IbƔƱez, que dividirĆa el barrio en dos y supondrĆa la destrucción de mĆ”s de 1.500 viviendas, se remonta a hace mĆ”s de una dĆ©cada. Dice Joan Alamar, uno de los creadores de Cabanyal Z junto a Gerardo J. Núñez, que Ā«es la experiencia adquirida en ese tiempo de lucha vecinal y la organización de diferentes colectivos lo que hace al Barrio resistir en la serie ante la invasión zombiĀ».
Billy Wilder dijo que no habĆa que trabajar ni con animales ni con niƱos ni con Charles Laughton, pero de zombis no dijo nada y, hasta donde sabemos, ninguno de los zombis de Cabanyal Z es el cadĆ”ver del actor britĆ”nico. Como Gerardo J. Núñez tenĆa ganas de trabajar con zombis desde hacĆa tiempo -barajaba un largometraje de zombis contra yonkis-, se puso manos a la obra con la ayuda de diversos colectivos del barrio.
Alamar cuenta que el proyecto es totalmente autofinanciado y Ā«con presupuesto cero. Una de las vĆas para sacar adelante la serie es el mĆtico CSO Samaruc, un local donde se reĆŗne cada jueves el equipo para ponerse al dĆa del proyecto. Pero el activo mĆ”s importante para sacar adelante la serie son las casi 100 personas (entre equipo tĆ©cnico, personajes, zombisā¦) que han colaborado desinteresadamente de una u otra manera en el proyectoĀ».

«Cabanyal Z es fundamentalmente un producto de entretenimiento que utiliza un género de la cultura popular como es el zombi». Joan Alamar explica que la realidad que vivimos se adapta muy bien a la metÔfora zombi. «Unos pocos ricos se atrincheran ante una avalancha de ciudadanos hambrientos y desesperados. En el caso de Cabanyal Z, hemos tenido también otras razones por la que hemos escogido esta temÔtica como la resistencia ante la avalancha especulativa».
El cocreador de Cabanyal Z dice que Valencia vive en una situación de anestesia a causa de la manipulación mediĆ”tica y la corrupción. Ā«Gran parte de la población es incapaz de reaccionar, el miedo al poder cacique estĆ” muy instalado en la menteĀ», remarca. Sin embargo, cree que eso no ocurre en su barrio donde, ademĆ”s, se dan las circunstancias para que sea el escenario perfecto para el rodaje. Ā«Es perfecto para ilustrar un mundo postapocalĆptico. Ā”Hay zonas en las que la acción demoledora del Ayuntamiento ha dejado solares y edificios tapiados que recuerdan al BerlĆn de la Segunda Guerra Mundial!Ā».

La serie se encuentra en su ecuador, con 6Ā capĆtulos estrenadosĀ de un total de 10. Cada uno de ellos tarda un trimestre en crearse y emitirse. Esa elongación de plazos obliga a los responsables a ser muy flexibles en asuntos como el guion. Ā«Cambia la actualidad, hay actores que se marchan a otros lugares⦠El guion se adapta a las nuevas realidades, opiniones de los colaboradores, vecinos, espectadoresā¦Ā», dice.
A pesar de las dificultades, la serie cumple con su objetivo de dinamizar un barrio con muchos problemas y tiene la meta de crecer Ā«con la participación de otros colectivos o personas que a nivel personal quieran crear su propio episodio paralelo a la trama. En este sentido, Cabanyal Z ha colaborado con el Centro de dĆa de menores El Arca de NoĆ© de NazaretĀ en la realización de su propio corto de zombis que se estrenarĆ” próximamente y en el que han participado los niƱos y niƱas del centro, tanto de actores como de tĆ©cnicosĀ».
Con la prolongación de la Avenida Blasco IbÔñez ya en el olvido, Alamar dice que el barrio tiene un nuevo enemigo. «Se llama gentrificación». Por eso, la lucha seguirÔ formando parte de la cotidianeidad de El Cabanyal.
Actualización: Nos comenta Lorena PapĆ, una de las participantes en el proyecto, que Ā«en el estreno del Ćŗltimo capĆtulo, el 11 de julio,Ā tuvimos en vivo a Chimo Bayo, grabando el videoclip del tema que ha compuesto para nuestra banda sonora. Como Ć©l, otros artistas valencianos han hecho cameos en la serie: Arturo Valls (la cabeza desmembrada que aparece en la foto junto a Chimo), Tonino y Tono SanmartĆnĀ».




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