
Tres puntos de vista sobre el diseño visto desde una óptica “slow”. Arquitectura (Borja y Lucia Ferrater, de
OAB), diseño industrial (John Sahs, diseñador de coches de Nissan) y moda (
Josep Abril). Todos tienen una cosa en común. Están sometidos a la velocidad frenética de la vida actual, de los procesos, ciclos y exigencias de mercados que cada vez piden ir más rápido. Pero entre todo esto, ¿es posible parar y coger un poco de aire? ¿Se puede tener una filosofÃa slow sin quedarse totalmente fuera?
El evento barcelonés
Cava&Twitts, celebrado en el
Roca Gallery, dentro de las
Cube sessions de Nissan, puso esta cuestión sobre la mesa. La conclusión general es que ahora más que nunca tenemos una oportunidad para replantearnos las cosas y hacer borrón y cuenta nueva. Pero el legado industrial que arrastramos nos lo pone difÃcil.
Inspirado en el movimiento
Slow Food, en los últimos años ha surgido el Slow Life Design, una filosofÃa que busca:
– Recuperar el diseño hecho con mimo y sin estridencias.
– Invertir en investigación y ensayo del impacto.
– Tener en cuenta lo local y la cultura como fuente de inspiración.
– Retomar el diseño centrado en la estabilidad y la sostenibilidad.
Según Josep Abril, el Slow Life Design choca frontalmente con la industria de la moda. “Persigue nacer, vivir y morir en un periodo de tiempo muy corto. El placer de disfrutarlo desaparece. Por eso prefiero considerar lo que hago como indumentaria en vez de moda. El problema es que por el momento el único segmento que se puede permitir un modelo slow es el lujo. Tienes a marcas como Hermes y Zegna. Controlan todos los procesos de su negocio. Ellos se pueden permitir ser propietarios de manadas de ovejas en Perú que se utilizan para confeccionar sus prendas. El low cost que tanto está de moda es la antÃtesis de la filosofÃa slow. Alimenta lo efÃmero y crea una cultura del usar y tirar”.
¿Y qué pasa cuando esto se traslada a la creación de un vehÃculo?
“Las marcas de coches piden que un modelo dure cinco años de media. Con este tipo de objetivos, no se pone suficiente énfasis en la creación de coches atemporales”, según John Sahs.
En cambio, en la arquitectura, que en su esencia, según Lucia Ferrater, deberÃa perseguir la creación de “edificios que perduran en el tiempo”, ha traicionado sus principios a favor del dinero fácil, de acuerdo con Borja Ferrater.
“Hemos estado completamente sometidos a un star system que convierte la arquitectura en espectáculo. Sirve a los egos de los polÃticos y especuladores en vez de los ciudadanos”, añadió Borja Latorre.
¿Que alternativas existen?
“En Japón cada vez hay más jóvenes interesados en aprender sobre el modo en que se fabrican las cosas, en tomar su tiempo y aprender, en volver a sus raÃces. Es una reacción a la homogenización y la pérdida de identidad”, explica John Sahs.
El evento, llevado a cabo como parte de la presentación de la tercera generación del Nissan Cube (obra en parte de Sahs), representa, según el diseñador, esta filosofÃa. El coche ha sido creado como un antÃdoto a la percepción del vehÃculo como un producto agresivo que arrasa con todo que se mete en medio. Tiene un toque “zen” espiritual y humano.
“El interior se concibió como un jacuzzi para 4 personas. La parte trasera se inspira en las curvas de Jennifer López. La parte delantera, en cambio, emula un bulldog con gafas de sol, un animal seguro de sà mismo pero a la vez agradable. Con esto lo que quiero decir es que es un coche humano y cercano. Es el anti-coche. Está creado para gente que no le gustan los coches. Para una nueva generación que prefiere gadgets. La parte trasera del coche se abre como un frigorÃfico. La figura es asimétrica, es anti-macho. Busca ser atemporal”, según Sahs.

En la moda, Abril explicó que se trata de comprar calidad y no cantidad. “Yo te puedo decir quién ha realizado cada prenda, pero esto resulta muy caro. Pero pienso que la gente se dará cuenta de que más vale comprar calidad que cantidad. Pasaremos a tener uno o dos vaqueros que duran más de un año”.
Un cambio de mentalidad en la forma de trabajar es clave para implantar una mentalidad más slow, según Sahs. “Cuando llegué al estudio de Nissan en Japón, la gente ni siquiera se paraba a comer. HabÃa una cierta rigidez. Ahora nos juntamos todos a la hora de la comida. Hablamos de la vida. Se intercambian opiniones. Es aquà donde tenemos vivencias que nos llevan a ser más creativos y a estar en contacto con la naturaleza”.
Borja Ferrater destacó la importancia de no convertir esta filosofÃa en una simple moda. “Lo importante no es vender esto como una estrategia o un eslogan, si no se quedará vacÃo”.
En lÃnea con la filosofÃa slow, para rematar el evento se sirvió CastellRoig, un cava en palabras del moderador de la mesa redonda Marc Cortés y co-organizador de Cava & Twitts “muy slow” debido a su proceso de elaboración.
Más info:
Slow Design vs Real Time Web: ¿son tan distintos?
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