Me he comprado una bicicleta hipster. Una Orbea de carretera con un porrón de años que he arreglado para su uso urbanita. Interiormente y de cara a mi público, justifico la elección hablando en términos de «ligereza», «velocidad» y «aerodinamismo».
La cruda realidad de Madrid Centro es que no puedo dejar de ser moderno.
Y como ocurre cuando nos vestimos para salir de noche, me hice un montón de expectativas previas.
VIDA IMAGINARIA/PUBLICITARIA:
Pedaleo por Madrid a una velocidad de vĆ©rtigo sin despeinarme el tupĆ©. Los colores del cuadro combinan con mi outfit de joven propietario de una startup sostenible. Ya no existen barreras o distancias. Puedo rodar por carreteras o calles peatonales mejorando los tiempos de cualquier otro vehĆculo con dos ruedas. La movilidad es absoluta y la clase, tambiĆ©n. Un montón de veganas macizorras me miran con hambre cuando clavo el freno en EspĆritu Santo para enjuagarme la Ćŗnica āy sexyā gota de sudor que me recorre la frente. Normal. Cada dĆa estoy mĆ”s en forma y mi renovado espĆritu ecologista me ha vuelto muy atractivo. AdemĆ”s, por fin entiendo cómo funcionan las etapas del Tour.
VIDA REAL/PUTA MIERDA:
7:15 Desayuno un zumo de naranja de tres naranjas y me preparo un bocadillo de queso para después (mejor pedalear con el estómago ligero). Salgo por la puerta con la mochila de los tuppers y cargo en el hombro libre la Orbea. ”Vaya hierro! La golpeo durante dos pisos contra todos los Ôngulos de la escalera, hasta que llego al portal.
7:45Ā Me subo a la bicicleta en la cuesta que es mi calle. Gran error. Me crujen las dos rodillas y tengo que ponerme de pie en los pedales para lograr que giren. Estaba en el piñón duro y no me habĆa fijado.
7:55  Enfilo por la calle León en dirección al Parlamento. Mi destino estÔ a 6,4 kilómetros, según Google Maps. Todo va bien. El ritmo en las piernas me ayuda a despertar y en llano voy bastante cómodo. Saludo con una mano al resto de  autónomos madrugadores.
8:01Ā Bajo hacia el paseo del Prado y me acerco por primera vez a la carretera. Me da Ā miedo lanzarme a ella, asĆ, sin mĆ”s, y cometo el segundo gran error de la maƱana: tratar de seguir por la acera hasta la Plaza de Cibeles.
8:03Ā Atropello a una pareja de guiris vestidos de Decathlon.
8:04 Atropello a una señora en pijama.
8:05 Atropello al Yorkshire de la señora en pijama.
8:06Ā Atropello a la Baronesa Thyssen.
8:09Ā Llego a Cibeles decidido a entrar en la carretera. Veo a los coches en la rotonda Ā Ā como a niƱos saltando a la comba. SĆ© que me toca entrar a mĆ pero no encuentro el hueco. Cuento mentalmente: uno, dos y tr… Nada. De repente, una ciclista con todo el outfit de joven propietaria de una startup sostenible desciende desde la calle AlcalĆ” y se mete en la rotonda sin abandonar el carril. Me agarro a la parte curva del manillar, bajo la columna y pedaleo con furia tras ella. Escucho a los automóviles llegar antes de verlos pasar a mi siniestra. Me pongo nervioso. Me centro en el culo de la ciclista.
8:15Ā ContinĆŗo por el paseo de Recoletos y doblo a la derecha al llegar a Colón. Empieza a hacer calor y no recuerdo cómo se llega hasta Alfonso XIII. Decido coger el metro y terminar los 6,4 kilómetros otro dĆa.
8:19Ā En la parada de Serrano el hombrecillo de la ventanilla me dice que los horarios de bicicletas en el Metro son de 10:00 a 10:30 y de 22:30 a 23:00; o algo asĆ.
8:23 En la parada de VelÔzquez paso rÔpidamente por la barrera metÔlica levantando la Orbea sobre mi cabeza. La falta de coordinación pies-torno-brazos-bicicleta consigue que me caiga estrepitosamente y casi me trague un freno. La mujercilla de la ventanilla no me dice nada.
8:27Ā Ā Espero en la vĆa al Ćŗltimo vagón para pegarme a la pared del fondo. Los tres pasajeros que estĆ”n en esa pared me miran mal y tengo que atravesar la bici en el compartimento. Joder, estoy llegando tarde.
8:33Ā En Lista se sube una mujer con un carrito de bebĆ© y un bebĆ© dentro. Las rudecitas del carrito se fusionan con las ruedas de la Orbea, parapetando la salida por la Ćŗltima puerta del vagón. La gente empieza a ponerse nerviosa y a buscar hueco cinco minutos antes de su parada. En Avenida de AmĆ©rica, una ejecutiva con pantalón blanco se ha despistado y trata de bajarse cuando comienzan a cerrarse las puertas. Tropieza contra las gomas negras de mi bicicleta, grita algo inteligible con cara de desquiciada y salta por encima del sillĆn hacia el exterior.
8:42Ā Llego a mi oficina pavoneĆ”ndome de venir en bicicleta. Mis compaƱeros aplauden y tomo asiento en mi escritorio entre vĆtores. Tengo la espalda sudada y comienza a subirme el calor por las piernas. No me importa, soy el hĆ©roe de la jornada.
9:00  Trabajo sudado e incómodo.
12:00 Trabajo sudado e incómodo.
13:00 Hago que trabajo sudado e incómodo, pero en realidad subo una foto de la bici a Instagram. #ClÔsica #HeVenidoPedaleando #NoAlDopaje
15:30 Abandono mi escritorio después de memorizar la ruta de vuelta. Imagino a BÔrbol diciendo: «Siempre me gustó ir al Sur, es como ir cuesta abajo».
15:52Ā Descubro que el carril bici de la calle Serrano es una pista de motocross. Cada quince metros hay un desnivel que serĆa divertidĆsimo de bajar si llevase una Mountain Bike o un tractor, pero no es el caso. Sufro por las llantas de la Orbea y al quinto escalón decido invadir la zona de peatones. Calculo mal la frenada y golpeo a un viandante pijazo con el manillar. El iPhone 5 que lleva en la mano sale disparado hacia arriba y cae con demasiado estrĆ©pito para ser un móvil. Me apeo con una disculpa y lo recojo. El cristal de la pantalla estĆ” hecho aƱicos. Mierda de designed by Apple in California. Esto con un Nokia 3210 no pasarĆa. Me veo vendiendo la bici y pagĆ”ndole el arreglo cuando me dice que ya estaba asĆ. Bendito pijazo honrado.
15:58Ā A los taxistas de Madrid los carga el diablo.
16:07Ā Llego sin mĆ”s incidentes a casa tarareando Adoro las cuestas de mi ciudad con melodĆa de Costa Brava. Al menos de bajada. Cargo la bici al hombro libre y la golpeo durante dos pisos contra todos los Ć”ngulos de la escalera. Ā”Vaya hierro!
ā¦
DespuĆ©s de estirar los gemelos en la ducha y beberme tres litros de zumo de manzana Hacendado, me siento a escribir estas lĆneas con un cojĆn en la silla. Empieza a dolerme el culo en sitios que no sabĆa que eran culo, pero estoy encantado con mi nuevo medio de transporte. MaƱana saldrĆ© a comprarle un soporte para colgarlo en la pared. QuedarĆ” chulĆsimo. La Orbea a juego con el mobiliario vintage que tambiĆ©n tengo en mente.
Foto: SolominViktor/Shutterstock
Me he comprado una bicicleta hipster. Una Orbea de carretera con un porrón de años que he arreglado para su uso urbanita. Interiormente y de cara a mi público, justifico la elección hablando en términos de «ligereza», «velocidad» y «aerodinamismo».
La cruda realidad de Madrid Centro es que no puedo dejar de ser moderno.
Y como ocurre cuando nos vestimos para salir de noche, me hice un montón de expectativas previas.
VIDA IMAGINARIA/PUBLICITARIA:
Pedaleo por Madrid a una velocidad de vĆ©rtigo sin despeinarme el tupĆ©. Los colores del cuadro combinan con mi outfit de joven propietario de una startup sostenible. Ya no existen barreras o distancias. Puedo rodar por carreteras o calles peatonales mejorando los tiempos de cualquier otro vehĆculo con dos ruedas. La movilidad es absoluta y la clase, tambiĆ©n. Un montón de veganas macizorras me miran con hambre cuando clavo el freno en EspĆritu Santo para enjuagarme la Ćŗnica āy sexyā gota de sudor que me recorre la frente. Normal. Cada dĆa estoy mĆ”s en forma y mi renovado espĆritu ecologista me ha vuelto muy atractivo. AdemĆ”s, por fin entiendo cómo funcionan las etapas del Tour.
VIDA REAL/PUTA MIERDA:
7:15 Desayuno un zumo de naranja de tres naranjas y me preparo un bocadillo de queso para después (mejor pedalear con el estómago ligero). Salgo por la puerta con la mochila de los tuppers y cargo en el hombro libre la Orbea. ”Vaya hierro! La golpeo durante dos pisos contra todos los Ôngulos de la escalera, hasta que llego al portal.
7:45Ā Me subo a la bicicleta en la cuesta que es mi calle. Gran error. Me crujen las dos rodillas y tengo que ponerme de pie en los pedales para lograr que giren. Estaba en el piñón duro y no me habĆa fijado.
7:55  Enfilo por la calle León en dirección al Parlamento. Mi destino estÔ a 6,4 kilómetros, según Google Maps. Todo va bien. El ritmo en las piernas me ayuda a despertar y en llano voy bastante cómodo. Saludo con una mano al resto de  autónomos madrugadores.
8:01Ā Bajo hacia el paseo del Prado y me acerco por primera vez a la carretera. Me da Ā miedo lanzarme a ella, asĆ, sin mĆ”s, y cometo el segundo gran error de la maƱana: tratar de seguir por la acera hasta la Plaza de Cibeles.
8:03Ā Atropello a una pareja de guiris vestidos de Decathlon.
8:04 Atropello a una señora en pijama.
8:05 Atropello al Yorkshire de la señora en pijama.
8:06Ā Atropello a la Baronesa Thyssen.
8:09Ā Llego a Cibeles decidido a entrar en la carretera. Veo a los coches en la rotonda Ā Ā como a niƱos saltando a la comba. SĆ© que me toca entrar a mĆ pero no encuentro el hueco. Cuento mentalmente: uno, dos y tr… Nada. De repente, una ciclista con todo el outfit de joven propietaria de una startup sostenible desciende desde la calle AlcalĆ” y se mete en la rotonda sin abandonar el carril. Me agarro a la parte curva del manillar, bajo la columna y pedaleo con furia tras ella. Escucho a los automóviles llegar antes de verlos pasar a mi siniestra. Me pongo nervioso. Me centro en el culo de la ciclista.
8:15Ā ContinĆŗo por el paseo de Recoletos y doblo a la derecha al llegar a Colón. Empieza a hacer calor y no recuerdo cómo se llega hasta Alfonso XIII. Decido coger el metro y terminar los 6,4 kilómetros otro dĆa.
8:19Ā En la parada de Serrano el hombrecillo de la ventanilla me dice que los horarios de bicicletas en el Metro son de 10:00 a 10:30 y de 22:30 a 23:00; o algo asĆ.
8:23 En la parada de VelÔzquez paso rÔpidamente por la barrera metÔlica levantando la Orbea sobre mi cabeza. La falta de coordinación pies-torno-brazos-bicicleta consigue que me caiga estrepitosamente y casi me trague un freno. La mujercilla de la ventanilla no me dice nada.
8:27Ā Ā Espero en la vĆa al Ćŗltimo vagón para pegarme a la pared del fondo. Los tres pasajeros que estĆ”n en esa pared me miran mal y tengo que atravesar la bici en el compartimento. Joder, estoy llegando tarde.
8:33Ā En Lista se sube una mujer con un carrito de bebĆ© y un bebĆ© dentro. Las rudecitas del carrito se fusionan con las ruedas de la Orbea, parapetando la salida por la Ćŗltima puerta del vagón. La gente empieza a ponerse nerviosa y a buscar hueco cinco minutos antes de su parada. En Avenida de AmĆ©rica, una ejecutiva con pantalón blanco se ha despistado y trata de bajarse cuando comienzan a cerrarse las puertas. Tropieza contra las gomas negras de mi bicicleta, grita algo inteligible con cara de desquiciada y salta por encima del sillĆn hacia el exterior.
8:42Ā Llego a mi oficina pavoneĆ”ndome de venir en bicicleta. Mis compaƱeros aplauden y tomo asiento en mi escritorio entre vĆtores. Tengo la espalda sudada y comienza a subirme el calor por las piernas. No me importa, soy el hĆ©roe de la jornada.
9:00  Trabajo sudado e incómodo.
12:00 Trabajo sudado e incómodo.
13:00 Hago que trabajo sudado e incómodo, pero en realidad subo una foto de la bici a Instagram. #ClÔsica #HeVenidoPedaleando #NoAlDopaje
15:30 Abandono mi escritorio después de memorizar la ruta de vuelta. Imagino a BÔrbol diciendo: «Siempre me gustó ir al Sur, es como ir cuesta abajo».
15:52Ā Descubro que el carril bici de la calle Serrano es una pista de motocross. Cada quince metros hay un desnivel que serĆa divertidĆsimo de bajar si llevase una Mountain Bike o un tractor, pero no es el caso. Sufro por las llantas de la Orbea y al quinto escalón decido invadir la zona de peatones. Calculo mal la frenada y golpeo a un viandante pijazo con el manillar. El iPhone 5 que lleva en la mano sale disparado hacia arriba y cae con demasiado estrĆ©pito para ser un móvil. Me apeo con una disculpa y lo recojo. El cristal de la pantalla estĆ” hecho aƱicos. Mierda de designed by Apple in California. Esto con un Nokia 3210 no pasarĆa. Me veo vendiendo la bici y pagĆ”ndole el arreglo cuando me dice que ya estaba asĆ. Bendito pijazo honrado.
15:58Ā A los taxistas de Madrid los carga el diablo.
16:07Ā Llego sin mĆ”s incidentes a casa tarareando Adoro las cuestas de mi ciudad con melodĆa de Costa Brava. Al menos de bajada. Cargo la bici al hombro libre y la golpeo durante dos pisos contra todos los Ć”ngulos de la escalera. Ā”Vaya hierro!
ā¦
DespuĆ©s de estirar los gemelos en la ducha y beberme tres litros de zumo de manzana Hacendado, me siento a escribir estas lĆneas con un cojĆn en la silla. Empieza a dolerme el culo en sitios que no sabĆa que eran culo, pero estoy encantado con mi nuevo medio de transporte. MaƱana saldrĆ© a comprarle un soporte para colgarlo en la pared. QuedarĆ” chulĆsimo. La Orbea a juego con el mobiliario vintage que tambiĆ©n tengo en mente.
Foto: SolominViktor/Shutterstock
Buena mierda Nestor!
Madrid es probablemente la peor ciudad de espaƱa para ir en bici x mucho q insistan los jipsters
Jajajaja! Muy al estilo de “Sin noticias de Gurb”!
jajajajaja, a por ellos!!!! no dejes de insistir. Te recomendarĆa cambiar de ruta, lo de cibeles es como una ruleta rusa.
Ɣnimo!!!!
No tiene desperdicio el post. Me he hartado de reĆr. Esas seƱoras en pijama… Ese perrito… Parece de los Alvarez Quintero. Gracias por las risas.
Moraleja:
1- Ponte un poco en forma y practica con la bici antes de usarla como medio de transporte.
2- Una mountain bike es muuuucho mƔs versƔtil que una fixie tan de moda ahora. Frenan mejor, tienes mƔs control, mƔs variedad de desarrollos, disfrutas saltando bordillos y encima te sirven para hacerte una ruta el fin de semana.
3- Yo no soy muy partidario de compartir la calzada con los coches, no me gusta poner mi vida en las manos de otros, asà que a veces asumo que tengo que parar unos segundos hasta que puedo adelantar a un peatón.
4- Estoy totalmente de acuerdo en que Madrid es un mal sitio para los ciclistas, pero es lo que tenemos…
Gracias por el artĆculo, el humor es bueno sieeeempre!
Madrid no es tan malo para ir en bici, suele hacer buen tiempo y no sopla demasiado el viento, aunque cada vez sople mĆ”s. Solo hay que conocer la topografĆa y jugar con el desnivel. Al final quedan pocas cuestas con pendiente q siempre se pueden subir andando y que sirven para ganar cota. Desde lo alto y administrando esa cota se puede llegar muy lejos. El Ayuntamiento podĆa haber montado cintas transportadoras en algunas cuestas y cobrar por usarlas. Era la alternativa a Bicimad cuyas bicis son usadas como si fueran motos por algunos desaprensivos que ni se molestan en poner los sillines a la altura correcta. No obstante bicimad es, por ahora, una atracción turĆstica notable y una solución inteligente que, con el tiempo, implantaran otras ciudades. En algunas, las bicis de los Ayuntamientos estĆ”n de adorno. Solo se usan para los trayectos planos, por ejemplo; Cagliari. El estilo Mendoza estĆ” muy pasado de moda, salvo para Mendoza.
El pijazo del iphone 5 era yo y al llegar a casa no me funcionaba el wasƔp, sabes?
Ay que risa! yo tengo que indagar sobre este concepto ” outfit de joven propietario de una startup sostenible”
Muy bueno, pareces el Bukowski de la bicicleta.
En esa lĆnea os dejo este antigua “Sesudo estudio sobre las diferentes tribus ciclistas”:
http://www.cronoramia.com/2010/11/02/sesudo-estudio-sobre-tribus-ciclistas/
Me uno a lo dicho por el compaƱero. Has elegido mal la bici. Si eres lego, te parecera una tonterĆa: en todas las bicis hay que dar pedales…
Si, pero no. Una mountainbike barata, con amortiguacion delantera, el piƱon grande de 32 o 34 dientes, el cambio muy bien ajustado y las ruedas hinchadas a 5kg/cm y todo te parecerƔ diferente,
Lo que mĆ”s me gusta es el detalle de decir quiĆ©n es el autor de la fotografĆa, sĆ seƱor!!!!! -como siempre yorokobu y su gran eĀ“tica profesional!!-
Hola Carlos, estamos muy agradecidos de tu interés por nuestra ética profesional. La foto es de nuestro banco de imÔgenes Shutterstock por el que pagamos una cuota mensual. La foto en cuestión no requiere atribución pero lo vamos a meter de todas maneras atendiendo a tu sugerencia.
Saludos
Te gustó “Sin noticias de Gurb”?
La verdad es que describe un panorama desolador pero debido, sobre todo, a malas decisiones. Ya existen bicicletas plegables muy pequeƱas que puedes llevar en el metro con cambios y todo a un precio asequible.
Desde la elección de la bici hasta la falta de planeación de la ruta es mejorable. Se puede evitar circular por avenidas principales sin problemas planeando un poco con anticipación y aumentando su seguridad.
Entiendo que el post es en tono humoristico, pero yo lo que leo es que eres un poco trenco desenvolviendote con la bicicleta en el centro de la ciudad. Que una cosa no quita que Madrid no sea la creme de creme para andar en bici ojo.
Todos esos problemas se solucionan con una plegable!
Commuting is the future. š
Si se pusiese de moda montar en perro para ir a trabajar, irĆas montado en perro. #NoAlDopaje??? Esto me desconcierta. Me parto.
Oye que chapó para todo el que se mueve en bicicleta. Pedalear es bonito en Madrid y en China, nada de sueño roto.
Jajaja! Me ha encantado y me he sentido identificada. Antes vivĆa en las tablas y trabajaba cerca (a casi 3km) y yo iba feliz en mi bici. Era una bicicleta de montaƱa que me regalaron mis padres a los 12 aƱos, rosa y bastante destrozada (los cambios no funcionaban) a la que le puse con bridas una cestita para meter los tacones, la americana, el bolso y los tuppers. A mi me daba igual lo que dijera la gente, yo era feliz tardando menos de 10 min en ir a trabajar y hacerlo en bici. De hecho viendo lo maravilloso que era, me comprĆ© una superbici urbana, ligerita y con marchas funcionando! Vaya diferencia!. Aunque con algunas anecdotas, los trayectos eran tranquilos, casi todos por acera, ya que las de ese barrio son muy anchas, por la carretera lo intentĆ©, pero los conductores se estresan y te estresan… DespuĆ©s me mudĆ© al centro y cada vez que cojo la bici es una aventura, pero bueno, ahĆ voy, aunque evito la hora punta… Cada vez que veo a alguien en bici se me pone una sonrisa y pienso cada vez somos mĆ”s… a ver si entre todos y dado que el ayuntamiento se ha coronado con las bicis de alquiler, poco a poco nos van facilitando las cosas!
Querido Bill W. no sabĆa de tu faceta de escritor hipstĆ©rico pseudorealista. Me quedo mejor con tu mĆŗsica..
Joder… Sere de otro planeta, pero me parece una mierda de escrito, es una especie de realismo magico pijo? o eres un taxista con infulas de yuppie wannabe enfadado con los ciclistas? Venga, a montar mas y a rebusnar menos, que va mejorando en Madrid la cosa con la bici, no seamos catetos autocriticos y acomplejados. Y al que le compara con Bukowski, a leer mas chaval.
XD ”qué lastima! Tu experiencia no fue buena, pero tampoco para decir que Madrid no es ciudad para bicis, es como todo, tienes que adaptarte a las circunstancias.
Madrid es perfecta para ir en bici, prĆ”cticamente todo el aƱo hace bueno, apenas llueve, muchas horas de luz y el desnivel no es exagerado si llevas cambio de marchas. Aunque el carril bici es precario, los parques como Retiro y Madrid RĆo son una buena alternativa (agradables, seguros y asfaltados).
La bici de carretera es muy bonita y rÔpida, pero nada cómoda ni resistente. Si quieres un consejo, hazte con una bici urbana (plegable si tienes que bajar escaleras) y con buen mantenimiento, lo verÔs de otro modo.
Saludos.
Tal vez una bici mas cómoda, o una bici plegable, o una bici con asistencia eléctrica, o una bici plegable con asistencia eléctrica, o simplemente una bici mas cómoda, dejar la bici en otro lugar que no tengas que bajar dos plantas por escaleras también ayuda, hay quien se cambia en el curro, hay desodorantes que no te abandonaran, y una ropa que traspire mucho también, en resumen, no abandones la idea de la bici, es sorprendente como el cuerpo se acostumbra a pedalear, dale tiempo, y te sera pan comido.
JAJAJJAJAJAJJA, antes que nada felicidades por tan buena redacción, muy util y graciosa a la vez. Yo he empezado hoy a venir en Bici aprovechando la Semana Europea de la Movilidad, unos 6 o 7 KM segun google desde Villaverde Alto hasta Oporto.
Al igual que tu coincido en que por la calzada con los vehĆculos corro el riesgo de no llegar mĆ”s que al Doce de Octubre, y por la acera pues perdone, permiso, me permite pasar….Sientes como que vas molestando y te ven todos con mala cara.
Es cierto que gran parte del recorrido lo he hecho entre carril bici y parques pero el carril bici en madrid…hay que dar un cursillo, entre gente paseando el perro, jubilados en grupos de 3 o cuatro ocupando todo el ancho del mismo y la basura, bueno no se si es mĆ”s seguro lanzarme a la carretera.
Y por Ćŗltimo los desniveles repentinos…En holanda todos van en bici, promocionan los mĆ”s ecologistas, bien , pero Holanda no es Madrid. SAlgo de casa a 500 y pico metros y llego al curro cercano a los 600 metros, vamos que terminare como Indurain, subiendo puertos.
Y los conductores que se hacen los que no te ven en los cruces de zebra…simplemente miran hacia otro lado y pasan como si tu no existieras, luego no me extraƱa que tengamos tantos accidentes con ciclistas involucrados, sera que no se dan cuenta del peligro que representa una caida nuestra.
Pero a pesar de todo esto, la sensación es agradable, no he tomado el Metro y he llegado mĆ”s relajado, sin las carreras de los trasbordos y la gente estornudando y tosiendo sobre mi. Espero que a medida que pasen los dĆas vaya mejorando mi ritmo y vaya tomando mejor forma.
Recomendación olviden la mochila, esta maƱana con muy buena temperatura, frescor casi frio agradable, lo Ćŗnico que sudĆ© fue la espalda…maƱana la mochila se queda en casa.
Ćnimo, ir en bici al trabajo es posible…aunque en Madrid todavia hay mucho que aprender.
Muy buena y muy realista tu crónica Nestor, pero estoy seguro de que cuando lleves unos meses de ciclista urbano en Madrid y consigas mitigar los inconvenientes habituales de la bici vas a disfrutar a tope de sus ventajas que son muchas y muy gratificantes š
Has cogido la bici dos veces, evidentemente.
Llevo ya aƱos moviendome en bici por Madrid, y si te cuesta subir esa cuesta a las 7:45 es porque no has insistido ni una misera semana o te acuestas todas las noches borracho.
Porque la bici es tan agradecida que a la semana te subes esa cuesta sin despeinarte.
No es que Madrid no sea una ciudad para bicis. Solo es que eres inĆŗtil. Y un comodón…
Ni jipsters ni nada… Madrid, como cualquier otra ciudad es ideal para ir en bici… NY, la cuna de los mensajeros en bicicleta probablemente tenga el peor asfalto del mundo occidental, los baches allĆ son como el Cañón del Colorado y no por ellos se deja de ir en bici. San Francisco con sus empinadas cuestas otro ejemplo. Y aquĆ en Europa montones de ciudades y pueblos del norte no son tan llanos como se piensa. Para ir en bicicleta hay que saber ir en bicicleta y circular como si de una moto se tratase…. ocupar el centro del carril, adelantar por la izquierda, etc… En definitiva, ni Madrid ni ninguna ciudad es mala para la bicicleta. Hombre si quieres fardar y te pones una paellera de 58 dientes… no me extraƱa que no puedas subir ni una pendiente del 1%.
Necesitas una ruta mejor, busca consejo aquĆ: http://www.enbicipormadrid.es/
Yo uso bici. Pero solo en verano. Mountain bike y 7 km de ida y 7 de vuelta para ir al currele. Solo he tenido problemas dos veces con taxistas y un flipado de un bmw. Por lo demĆ”s… fuera topicazos que no da tanto miedo ir por la carretera.
Hacer un resumen divertido de la cruenta realidad, no tiene precio. Genial!
Trabajas en una startup y llegas a casa a las 16?
Nos timas!
O me timan a mi!!
š
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