Calculadoras con ilustraciones de mujeres cientĆficas para que las adolescentes se interesen por la ciencia
La serie de calculadoras #cientĆficasCASIO presenta en sus carcasas una ilustración de grandes cientĆficas como Marie Curie, Ada Lovelace o Ćngela Ruiz Robles

”Yorokobu gratis en formato digital!
MĆ”s de la mitad de las profesiones del futuro estĆ”n por inventar. Y se prevĆ© que la mayorĆa estĆ©n relacionadas con la programación, la ingenierĆa, las ciencias y las matemĆ”ticas. Pero muy pocas mujeres se dedican a estas disciplinas.
Ā«No podemos infravalorar o prescindir del talento de mĆ”s de la mitad de la poblaciónĀ», dice Eloy Bernal, responsable de marketing de la división educativa de Casio. Ā«Los estereotipos de gĆ©nero creados en edades tempranas pesan muchĆsimo y, ademĆ”s, hay una gran falta de referentes. Se ha invisibilizado a muchas grandes mujeres y sus contribuciones a la humanidad. Y una niƱa no puede querer ser algo que no conoceĀ».
Esta idea ha llevado a Casio a crear una colección de calculadoras para que las niƱas y los niƱos descubran a grandes cientĆficas de hoy y del pasado, #cientĆficasCASIO. En este proyecto educativo, las cientĆficas aparecen dibujadas por una serie de ilustradoras porque, segĆŗn Bernal, Ā«el arte y la ciencia estĆ”n mucho mĆ”s cerca de lo que se piensa y en las carcasas de las calculadoras se funden en un solo elementoĀ».
ADA LOVELACE
La primera programadora de ordenadores
El desamor llevó a Ada Lovelace (1815-1852) a estudiar matemĆ”ticas. AĆŗn era un bebĆ© cuando su madre, Anabella Milbanke, huyó de su marido, Lord Byron, por sus escĆ”ndalos sexuales. La mujer decidió entonces que la niƱa no debĆa parecerse en nada al poeta y, desde pequeƱa, la instruyó en las ciencias.
Ada Lovelace quedó fascinada cuando descubrió la mĆ”quina analĆtica (el antecesor del ordenador). La adolescente se empeñó en conocer a su inventor, Charles Babbage, y llegó incluso a trabajar con Ć©l. Empezó a imaginar entonces mĆ”quinas mecĆ”nicas para hacer matemĆ”ticas y mĆŗsica. Pero aquello era tan adelantado a su tiempo que nadie la entendió.
La joven tambiĆ©n dejó escritos en una revista cientĆfica inglesa de 1843 los principios de la programación moderna y de los algoritmos que se utilizaron para programar los primeros ordenadores. La mujer que llamaban Ā«la princesa del paralelogramoĀ» solĆa decir: Ā«Soy mĆ”s que nunca la novia de la cienciaĀ».
ĆNGELA RUIZ ROBLES
La inventora de la enciclopedia mecƔnica
Ćngela Ruiz Robles (1895-1975) tenĆa una pesadumbre: el peso de tantos libros que los niƱos tenĆan que llevar en sus mochilas. Esta profesora de escuelas gallegas decidió entonces inventar un material pedagógico mĆ”s ligero y mĆ”s moderno.
Por las noches, despuĆ©s de acostar a sus hijas, trabajaba en estos inventos. Primero creó un libro mecĆ”nico (un soporte de lectura compuesto por lĆ”minas que se iluminaban cuando el niƱo las tocaba) y despuĆ©s lo mejoró hasta llegar a la enciclopedia mecĆ”nica (un libro que parecĆa un pequeƱo maletĆn). Ā«No tiene pĆ”ginas. Tiene materias que van en bobinas como mĆ”quinas de fotografiar o el mismo cine. Puede llevar sonoridad y tiene la posibilidad del cristal aumentadoĀ», dijo Ćngela Ruiz Robles en una presentación de la enciclopedia mecĆ”nica.
La profesora llegó a fabricar un prototipo de su invento, pero nunca se comercializó. Ella, sin saberlo, introdujo conceptos como el hipervĆnculo o el zoom, y diseñó un aparato que la ha convertido en la precursora del libro electrónico.
CECILIA PAYNE-GAPOSCHKIN
La astrónoma que descubrió cómo calcular la temperatura de las estrellas
Cecilia Payne-Gaposchkin (1900-1979) dejó atónitos a sus profesores. La estudiante de 25 aƱos entregó lo que entonces designaron como Ā«la mĆ”s brillante tesis doctoral escrita nunca en astronomĆaĀ».
Esa investigación se atrevió a contradecir la creencia cientĆfica de la Ć©poca: todos pensaban que el Sol y la Tierra estaban formados por los mismos elementos. Payne-Gaposchkin tenĆa otra idea: pensaba que en la composición del Sol habĆa, sobre todo, hidrógeno y helio. Aunque, por temor a que pensaran que sus ideas eran disparatadas y no la tomaran en serio en la comunidad cientĆfica, hizo una anotación en sus tesis para decir que sus resultados eran Ā«espuriosĀ». Unos aƱos despuĆ©s, otros cientĆficos llegaron a la misma conclusión: su tesis era cierta.
Payne-Gaposchkin tuvo que esperar a los 56 aƱos para que la admitieran como profesora de AstronomĆa en Harvard. Pero su trabajo fue mucho mĆ”s relevante que el de cualquiera de sus compaƱeros: ella enseñó a los astrónomos a interpretar los espectros estelares.
CHIEN-SHIUNG WU
«La reina de la investigación nuclear»
Esta niƱa china tuvo la suerte de que su padre fundara una escuela en la ciudad donde vivĆan. Eso le permitió estudiar en una sociedad que solo esperaba de las mujeres que fueran madres y esposas. Chien-Shiung Wu (1912-1997) tenĆa ambición y a los 24 aƱos se fue a Estados Unidos para poder dedicarse a la fĆsica.
Wu iba a estudiar en la Universidad de Michigan, pero al descubrir que las mujeres no podĆan acceder por la entrada principal del campus, decidió estudiar en Berkeley. La primera parte de su tesis se centró en el decaimiento beta y, con el tiempo, se convirtió en una autoridad en el tema. La segunda parte versaba sobre la fisión nuclear del uranio.
Esta fĆsica experimental desmontó la ley hipotĆ©tica de la conservación de la paridad. Fue una revelación sensacional que, en 1957, llevó a que sus colegas Tsung-Dao y Chen Ning Yang ganaran el Nobel de FĆsica. Ella tuvo que esperar a 1978 para recibir el primer Premio Wolf en FĆsica y hoy ha quedado en la historia como Ā«la Primera Dama de la FĆsicaĀ», Ā«la reina de la investigación nuclearĀ» y Ā«la Marie Curie chinaĀ».
DONNA STRICKLAND
La fĆsica que ha hecho del lĆ”ser una herramienta para curar enfermedades oculares
En 1985 publicó un estudio sobre el lÔser. Donna Strickland (1959) era aún una estudiante en la Universidad de Rochester, en Nueva York, pero desde entonces no ha hecho mÔs que profundizar en aquel descubrimiento de producir pulsos ultracortos de lÔser.
Todo este trabajo, junto a su mentor GĆ©rard Mourou, la llevó a recibir el Nobel de FĆsica en 2018. Ahora, como profesora asociada del Departamento de FĆsica y AstronomĆa de la Universidad de Waterloo, investiga sobre el tratamiento de lĆ”seres de alta potencia en la cirugĆa ocular.
HEDY LAMARR
La precursora del wifi y las comunicaciones inalƔmbricas
Era actriz. La llamaban Ā«la mujer mĆ”s bella del cineĀ». Pero odiaba las fiestas, el alcohol y la frivolidad. Ella lo que querĆa era inventar.
Hedy Lamarr fue autodidacta hasta que, de mayor, consiguió el tĆtulo de ingeniera de telecomunicaciones. Un dĆa conoció al compositor George Antheil y juntos idearon un sistema de transmisión de seƱales secretas que no podĆan ser interferidas. Ocurrió en los aƱos 40, cuando el mundo ardĆa en la II Guerra Mundial.
Lamarr y Antheil ofrecieron el invento al ejĆ©rcito de EEUU para luchar contra los nazis, pero no lo aceptaron. Dejaron de lado esta tecnologĆa hasta que, dĆ©cadas despuĆ©s, la recuperaron y se convirtió en la base de las comunicaciones inalĆ”mbricas actuales: el bluetooth, el wifi y el GPS. Desde hace aƱos, cada 9 de noviembre se celebra en su honor el DĆa del Inventor.
HIPATIA
Una de las primeras matemƔticas de la historia
Es la primera mujer matemĆ”tica que recuerda la historia. Hipatia (370-415) era profesora y filósofa. Fue una estudiosa del Ć”lgebra, la geometrĆa y la astronomĆa.
En la AlejandrĆa de los siglos II y III, mirando al cielo y haciendo cĆ”lculos matemĆ”ticos, perfeccionó los instrumentos que usaban entonces para ver la posición de las estrellas: los astrolabios. TambiĆ©n inventó un densĆmetro para calcular la masa y la temperatura de los materiales.
Hipatia dedicó su vida a la ciencia y murió por ello. A los cristianos no les gustaba que promulgara la ciencia en vez de la fe a Dios y la lincharon hasta matarla. Los impulsores de la Ilustración rescataron su memoria y la declararon una «mÔrtir de la ciencia».
JESS WADE
La fĆsica que anima a las niƱas a estudiar ciencia y tecnologĆa
Esta fĆsica britĆ”nica investiga diodos emisores de luz con baja polarización polimĆ©rica y circular, y con su trabajo, ha ayudado a que los móviles y las televisiones sean mĆ”s sostenibles y consuman menos electricidad.
Jess Wade (1988) lleva aƱos dando charlas a padres, profesores y alumnos para animar a las chicas a dedicarse a la ciencia y la tecnologĆa, y no vean estas disciplinas como una actividad de hombres.
TambiĆ©n estĆ” empeƱada en dar a conocer a muchas cientĆficas a las que el mundo acadĆ©mico y la historia no han prestado atención. En 2018, Wade escribió mĆ”s de 450 artĆculos sobre mujeres cientĆficas en la Wikipedia.
KATHERINE JOHNSON
La cientĆfica espacial pionera en diseƱar viajes al espacio
MatemĆ”tica, informĆ”tica, fĆsica e ingeniera espacial. En la historia de los primeros viajes espaciales quedarĆ” siempre el nombre de Katherine Johnson (1918). Esta mujer, desde la NASA, hizo los cĆ”lculos necesarios para que los vuelos al espacio fueran un Ć©xito.
Ella calculaba las trayectorias y las rutas de vuelta de emergencia de las naves espaciales. Johnson evitó que la misión del Apolo 13 a la Luna acabara en desastre. En el lanzamiento, la nave sufrió una averĆa y ella, con sus cĆ”lculos, consiguió que la tripulación volviera a salvo a la Tierra.
Johnson es la autora del primer manual para viajar al espacio y ha escrito mĆ”s de una veintena de artĆculos cientĆficos. La larga colección de premios que ha recibido a lo largo de su carrera la sitĆŗan como pionera en computación y ciencia espacial.
MARIE CURIE
Pionera en el estudio de la radioactividad y ganadora de dos Nobel: en FĆsica y en QuĆmica
Marie Curie (1867-1934) realizó las primeras investigaciones sobre radioactividad. En el siglo XIX la radiación nuclear era tan desconocida que esta cientĆfica polaca fue quien le dio el nombre.
El estudio de la radioactividad hizo de Curie una de las cientĆficas mĆ”s relevantes de la historia. Fue la primera mujer en ganar un premio Nobel, la Ćŗnica mujer que ha recibido dos Nobel y la Ćŗnica persona que tiene un Nobel en dos disciplinas distintas. Fue la primera mujer que entró como profesora en la Universidad de ParĆs, y en 1995 se convirtió en la primera mujer que entró en el mausoleo de franceses ilustres, el Panteón de ParĆs (al casarse con el fĆsico Pierre Curie, a su nacionalidad polaca se sumó la nacionalidad francesa).
En 1934 la misma radioactividad a la que dedicó su vida le dio la muerte. Marie Curie falleció de una anemia aplĆ”sica provocada por la radiación. AĆŗn no conocĆan el daƱo que hacĆa a la salud y ella, durante dĆ©cadas, habĆa llevado tubos con isótopos radioactivos en los bolsillos y habĆa trabajado con rayos X sin ninguna protección. Acababa asĆ una vida apasionante dedicada a la investigación cientĆfica junto a su marido y compaƱero de laboratorio. Y entre su amplĆsimo legado, quedó tambiĆ©n el descubrimiento de dos elementos quĆmicos: el radio y el polonio.
MARYAM MIRZAKHANI
La genia de la geometrĆa y los sistemas dinĆ”micos
Maryam Mirzakhani (1977-2017) fue la primera mujer en recibir la Medalla Fields (el Nobel de las matemĆ”ticas). En 2014 le concedieron este premio por su complejo trabajo en geometrĆa y en sistemas dinĆ”micos.
Desde niƱa se descubrió su genialidad. A los 17 aƱos empezó a ganar competiciones internacionales de matemĆ”ticas y, despuĆ©s, en la Universidad de Harvard, dejó a los cientĆficos asombrados por su capacidad de solucionar problemas que fueron un enigma durante dĆ©cadas para la comunidad cientĆfica.
SOPHIE GERMAIN
La primera mujer que ganó un Premio Extraordinario en MatemĆ”ticas de la Academia de Ciencias de ParĆs
En aquel ParĆs de finales del XVIII no era fĆ”cil ser cientĆfica. Era mujer y eso le cerraba las puertas de la universidad. Pero Sophie Germain (1776-1831) estudió por su cuenta lo que mĆ”s le gustaba: las matemĆ”ticas. Las aprendió de los libros de las bibliotecas y de los apuntes que conseguĆa de los universitarios. No era fĆ”cil. Hasta tuvo que disfrazarse de hombre para poder entrar a clase, como hizo despuĆ©s en EspaƱa Concepción Arenal: con sombrero de copa y capa, y el pelo cortado como un varón, asistĆa a las clases de Derecho de la Universidad Central de Madrid.
Sophie Germain se escondió en el nombre de un antiguo alumno para poder presentar un trabajo en la universidad: Auguste Le Blanc. Era preciso un nombre masculino para entrar en el mundo de las matemĆ”ticas. Por eso lo utilizó en adelante: para que la admitieran en el cĆrculo de cientĆficos y poder intercambiar ideas con ellos.
Pero solo fue por carta; en estas hojas era el Sr. Le Blanc. Sophie Germain permanecĆa escondida. En su soledad estudió las superficies elĆ”sticas e hizo grandes aportaciones a la TeorĆa de NĆŗmeros. En 1816 ganó un concurso en la Academia Francesa de las Ciencias por su estudio Memorias sobre las vibraciones de superficies elĆ”sticas. El premio le abrió la puerta a las sesiones de esta academia y allĆ trabajó junto a los mejores matemĆ”ticos de su Ć©poca.
”Yorokobu gratis en formato digital!
MĆ”s de la mitad de las profesiones del futuro estĆ”n por inventar. Y se prevĆ© que la mayorĆa estĆ©n relacionadas con la programación, la ingenierĆa, las ciencias y las matemĆ”ticas. Pero muy pocas mujeres se dedican a estas disciplinas.
Ā«No podemos infravalorar o prescindir del talento de mĆ”s de la mitad de la poblaciónĀ», dice Eloy Bernal, responsable de marketing de la división educativa de Casio. Ā«Los estereotipos de gĆ©nero creados en edades tempranas pesan muchĆsimo y, ademĆ”s, hay una gran falta de referentes. Se ha invisibilizado a muchas grandes mujeres y sus contribuciones a la humanidad. Y una niƱa no puede querer ser algo que no conoceĀ».
Esta idea ha llevado a Casio a crear una colección de calculadoras para que las niƱas y los niƱos descubran a grandes cientĆficas de hoy y del pasado, #cientĆficasCASIO. En este proyecto educativo, las cientĆficas aparecen dibujadas por una serie de ilustradoras porque, segĆŗn Bernal, Ā«el arte y la ciencia estĆ”n mucho mĆ”s cerca de lo que se piensa y en las carcasas de las calculadoras se funden en un solo elementoĀ».
ADA LOVELACE
La primera programadora de ordenadores
El desamor llevó a Ada Lovelace (1815-1852) a estudiar matemĆ”ticas. AĆŗn era un bebĆ© cuando su madre, Anabella Milbanke, huyó de su marido, Lord Byron, por sus escĆ”ndalos sexuales. La mujer decidió entonces que la niƱa no debĆa parecerse en nada al poeta y, desde pequeƱa, la instruyó en las ciencias.
Ada Lovelace quedó fascinada cuando descubrió la mĆ”quina analĆtica (el antecesor del ordenador). La adolescente se empeñó en conocer a su inventor, Charles Babbage, y llegó incluso a trabajar con Ć©l. Empezó a imaginar entonces mĆ”quinas mecĆ”nicas para hacer matemĆ”ticas y mĆŗsica. Pero aquello era tan adelantado a su tiempo que nadie la entendió.
La joven tambiĆ©n dejó escritos en una revista cientĆfica inglesa de 1843 los principios de la programación moderna y de los algoritmos que se utilizaron para programar los primeros ordenadores. La mujer que llamaban Ā«la princesa del paralelogramoĀ» solĆa decir: Ā«Soy mĆ”s que nunca la novia de la cienciaĀ».
ĆNGELA RUIZ ROBLES
La inventora de la enciclopedia mecƔnica
Ćngela Ruiz Robles (1895-1975) tenĆa una pesadumbre: el peso de tantos libros que los niƱos tenĆan que llevar en sus mochilas. Esta profesora de escuelas gallegas decidió entonces inventar un material pedagógico mĆ”s ligero y mĆ”s moderno.
Por las noches, despuĆ©s de acostar a sus hijas, trabajaba en estos inventos. Primero creó un libro mecĆ”nico (un soporte de lectura compuesto por lĆ”minas que se iluminaban cuando el niƱo las tocaba) y despuĆ©s lo mejoró hasta llegar a la enciclopedia mecĆ”nica (un libro que parecĆa un pequeƱo maletĆn). Ā«No tiene pĆ”ginas. Tiene materias que van en bobinas como mĆ”quinas de fotografiar o el mismo cine. Puede llevar sonoridad y tiene la posibilidad del cristal aumentadoĀ», dijo Ćngela Ruiz Robles en una presentación de la enciclopedia mecĆ”nica.
La profesora llegó a fabricar un prototipo de su invento, pero nunca se comercializó. Ella, sin saberlo, introdujo conceptos como el hipervĆnculo o el zoom, y diseñó un aparato que la ha convertido en la precursora del libro electrónico.
CECILIA PAYNE-GAPOSCHKIN
La astrónoma que descubrió cómo calcular la temperatura de las estrellas
Cecilia Payne-Gaposchkin (1900-1979) dejó atónitos a sus profesores. La estudiante de 25 aƱos entregó lo que entonces designaron como Ā«la mĆ”s brillante tesis doctoral escrita nunca en astronomĆaĀ».
Esa investigación se atrevió a contradecir la creencia cientĆfica de la Ć©poca: todos pensaban que el Sol y la Tierra estaban formados por los mismos elementos. Payne-Gaposchkin tenĆa otra idea: pensaba que en la composición del Sol habĆa, sobre todo, hidrógeno y helio. Aunque, por temor a que pensaran que sus ideas eran disparatadas y no la tomaran en serio en la comunidad cientĆfica, hizo una anotación en sus tesis para decir que sus resultados eran Ā«espuriosĀ». Unos aƱos despuĆ©s, otros cientĆficos llegaron a la misma conclusión: su tesis era cierta.
Payne-Gaposchkin tuvo que esperar a los 56 aƱos para que la admitieran como profesora de AstronomĆa en Harvard. Pero su trabajo fue mucho mĆ”s relevante que el de cualquiera de sus compaƱeros: ella enseñó a los astrónomos a interpretar los espectros estelares.
CHIEN-SHIUNG WU
«La reina de la investigación nuclear»
Esta niƱa china tuvo la suerte de que su padre fundara una escuela en la ciudad donde vivĆan. Eso le permitió estudiar en una sociedad que solo esperaba de las mujeres que fueran madres y esposas. Chien-Shiung Wu (1912-1997) tenĆa ambición y a los 24 aƱos se fue a Estados Unidos para poder dedicarse a la fĆsica.
Wu iba a estudiar en la Universidad de Michigan, pero al descubrir que las mujeres no podĆan acceder por la entrada principal del campus, decidió estudiar en Berkeley. La primera parte de su tesis se centró en el decaimiento beta y, con el tiempo, se convirtió en una autoridad en el tema. La segunda parte versaba sobre la fisión nuclear del uranio.
Esta fĆsica experimental desmontó la ley hipotĆ©tica de la conservación de la paridad. Fue una revelación sensacional que, en 1957, llevó a que sus colegas Tsung-Dao y Chen Ning Yang ganaran el Nobel de FĆsica. Ella tuvo que esperar a 1978 para recibir el primer Premio Wolf en FĆsica y hoy ha quedado en la historia como Ā«la Primera Dama de la FĆsicaĀ», Ā«la reina de la investigación nuclearĀ» y Ā«la Marie Curie chinaĀ».
DONNA STRICKLAND
La fĆsica que ha hecho del lĆ”ser una herramienta para curar enfermedades oculares
En 1985 publicó un estudio sobre el lÔser. Donna Strickland (1959) era aún una estudiante en la Universidad de Rochester, en Nueva York, pero desde entonces no ha hecho mÔs que profundizar en aquel descubrimiento de producir pulsos ultracortos de lÔser.
Todo este trabajo, junto a su mentor GĆ©rard Mourou, la llevó a recibir el Nobel de FĆsica en 2018. Ahora, como profesora asociada del Departamento de FĆsica y AstronomĆa de la Universidad de Waterloo, investiga sobre el tratamiento de lĆ”seres de alta potencia en la cirugĆa ocular.
HEDY LAMARR
La precursora del wifi y las comunicaciones inalƔmbricas
Era actriz. La llamaban Ā«la mujer mĆ”s bella del cineĀ». Pero odiaba las fiestas, el alcohol y la frivolidad. Ella lo que querĆa era inventar.
Hedy Lamarr fue autodidacta hasta que, de mayor, consiguió el tĆtulo de ingeniera de telecomunicaciones. Un dĆa conoció al compositor George Antheil y juntos idearon un sistema de transmisión de seƱales secretas que no podĆan ser interferidas. Ocurrió en los aƱos 40, cuando el mundo ardĆa en la II Guerra Mundial.
Lamarr y Antheil ofrecieron el invento al ejĆ©rcito de EEUU para luchar contra los nazis, pero no lo aceptaron. Dejaron de lado esta tecnologĆa hasta que, dĆ©cadas despuĆ©s, la recuperaron y se convirtió en la base de las comunicaciones inalĆ”mbricas actuales: el bluetooth, el wifi y el GPS. Desde hace aƱos, cada 9 de noviembre se celebra en su honor el DĆa del Inventor.
HIPATIA
Una de las primeras matemƔticas de la historia
Es la primera mujer matemĆ”tica que recuerda la historia. Hipatia (370-415) era profesora y filósofa. Fue una estudiosa del Ć”lgebra, la geometrĆa y la astronomĆa.
En la AlejandrĆa de los siglos II y III, mirando al cielo y haciendo cĆ”lculos matemĆ”ticos, perfeccionó los instrumentos que usaban entonces para ver la posición de las estrellas: los astrolabios. TambiĆ©n inventó un densĆmetro para calcular la masa y la temperatura de los materiales.
Hipatia dedicó su vida a la ciencia y murió por ello. A los cristianos no les gustaba que promulgara la ciencia en vez de la fe a Dios y la lincharon hasta matarla. Los impulsores de la Ilustración rescataron su memoria y la declararon una «mÔrtir de la ciencia».
JESS WADE
La fĆsica que anima a las niƱas a estudiar ciencia y tecnologĆa
Esta fĆsica britĆ”nica investiga diodos emisores de luz con baja polarización polimĆ©rica y circular, y con su trabajo, ha ayudado a que los móviles y las televisiones sean mĆ”s sostenibles y consuman menos electricidad.
Jess Wade (1988) lleva aƱos dando charlas a padres, profesores y alumnos para animar a las chicas a dedicarse a la ciencia y la tecnologĆa, y no vean estas disciplinas como una actividad de hombres.
TambiĆ©n estĆ” empeƱada en dar a conocer a muchas cientĆficas a las que el mundo acadĆ©mico y la historia no han prestado atención. En 2018, Wade escribió mĆ”s de 450 artĆculos sobre mujeres cientĆficas en la Wikipedia.
KATHERINE JOHNSON
La cientĆfica espacial pionera en diseƱar viajes al espacio
MatemĆ”tica, informĆ”tica, fĆsica e ingeniera espacial. En la historia de los primeros viajes espaciales quedarĆ” siempre el nombre de Katherine Johnson (1918). Esta mujer, desde la NASA, hizo los cĆ”lculos necesarios para que los vuelos al espacio fueran un Ć©xito.
Ella calculaba las trayectorias y las rutas de vuelta de emergencia de las naves espaciales. Johnson evitó que la misión del Apolo 13 a la Luna acabara en desastre. En el lanzamiento, la nave sufrió una averĆa y ella, con sus cĆ”lculos, consiguió que la tripulación volviera a salvo a la Tierra.
Johnson es la autora del primer manual para viajar al espacio y ha escrito mĆ”s de una veintena de artĆculos cientĆficos. La larga colección de premios que ha recibido a lo largo de su carrera la sitĆŗan como pionera en computación y ciencia espacial.
MARIE CURIE
Pionera en el estudio de la radioactividad y ganadora de dos Nobel: en FĆsica y en QuĆmica
Marie Curie (1867-1934) realizó las primeras investigaciones sobre radioactividad. En el siglo XIX la radiación nuclear era tan desconocida que esta cientĆfica polaca fue quien le dio el nombre.
El estudio de la radioactividad hizo de Curie una de las cientĆficas mĆ”s relevantes de la historia. Fue la primera mujer en ganar un premio Nobel, la Ćŗnica mujer que ha recibido dos Nobel y la Ćŗnica persona que tiene un Nobel en dos disciplinas distintas. Fue la primera mujer que entró como profesora en la Universidad de ParĆs, y en 1995 se convirtió en la primera mujer que entró en el mausoleo de franceses ilustres, el Panteón de ParĆs (al casarse con el fĆsico Pierre Curie, a su nacionalidad polaca se sumó la nacionalidad francesa).
En 1934 la misma radioactividad a la que dedicó su vida le dio la muerte. Marie Curie falleció de una anemia aplĆ”sica provocada por la radiación. AĆŗn no conocĆan el daƱo que hacĆa a la salud y ella, durante dĆ©cadas, habĆa llevado tubos con isótopos radioactivos en los bolsillos y habĆa trabajado con rayos X sin ninguna protección. Acababa asĆ una vida apasionante dedicada a la investigación cientĆfica junto a su marido y compaƱero de laboratorio. Y entre su amplĆsimo legado, quedó tambiĆ©n el descubrimiento de dos elementos quĆmicos: el radio y el polonio.
MARYAM MIRZAKHANI
La genia de la geometrĆa y los sistemas dinĆ”micos
Maryam Mirzakhani (1977-2017) fue la primera mujer en recibir la Medalla Fields (el Nobel de las matemĆ”ticas). En 2014 le concedieron este premio por su complejo trabajo en geometrĆa y en sistemas dinĆ”micos.
Desde niƱa se descubrió su genialidad. A los 17 aƱos empezó a ganar competiciones internacionales de matemĆ”ticas y, despuĆ©s, en la Universidad de Harvard, dejó a los cientĆficos asombrados por su capacidad de solucionar problemas que fueron un enigma durante dĆ©cadas para la comunidad cientĆfica.
SOPHIE GERMAIN
La primera mujer que ganó un Premio Extraordinario en MatemĆ”ticas de la Academia de Ciencias de ParĆs
En aquel ParĆs de finales del XVIII no era fĆ”cil ser cientĆfica. Era mujer y eso le cerraba las puertas de la universidad. Pero Sophie Germain (1776-1831) estudió por su cuenta lo que mĆ”s le gustaba: las matemĆ”ticas. Las aprendió de los libros de las bibliotecas y de los apuntes que conseguĆa de los universitarios. No era fĆ”cil. Hasta tuvo que disfrazarse de hombre para poder entrar a clase, como hizo despuĆ©s en EspaƱa Concepción Arenal: con sombrero de copa y capa, y el pelo cortado como un varón, asistĆa a las clases de Derecho de la Universidad Central de Madrid.
Sophie Germain se escondió en el nombre de un antiguo alumno para poder presentar un trabajo en la universidad: Auguste Le Blanc. Era preciso un nombre masculino para entrar en el mundo de las matemĆ”ticas. Por eso lo utilizó en adelante: para que la admitieran en el cĆrculo de cientĆficos y poder intercambiar ideas con ellos.
Pero solo fue por carta; en estas hojas era el Sr. Le Blanc. Sophie Germain permanecĆa escondida. En su soledad estudió las superficies elĆ”sticas e hizo grandes aportaciones a la TeorĆa de NĆŗmeros. En 1816 ganó un concurso en la Academia Francesa de las Ciencias por su estudio Memorias sobre las vibraciones de superficies elĆ”sticas. El premio le abrió la puerta a las sesiones de esta academia y allĆ trabajó junto a los mejores matemĆ”ticos de su Ć©poca.