
España produce mĂĄs basura y recicla menos que la media de los estados europeos. AsĂ lo afirma la oficina estadĂstica comunitaria Eurostat. SegĂșn los datos revelados en este estudio debemos empeñarnos mĂĄs en mejorar nuestros hĂĄbitos de consumo y reciclaje. Que cada ciudadano genere al año 547 kilos de basura no es una noticia alentadora, y que de esta suma solo se reciclen 82 kilos no indica que nos encaminemos a un consumo responsable ni a una gestiĂłn apropiada de los desechos.
Cada vez compramos mĂĄs, acumulamos mĂĄs y nos desprendemos con mayor facilidad de las cosas. Si reflexionamos y aplicamos el sentido de la responsabilidad para determinar quĂ© necesitamos, quĂ© es basura y de quĂ© manera la gestionamos ÂżmejorarĂamos algo mĂĄs que las estadĂsticas?
Para los chicos de LikenStudio no hay lugar a dudas. El taller integrado por un grupo de creativos con intereses y preocupaciones sociales comunes establece en su manifiesto un firme compromiso con la naturaleza, la sostenibilidad y las personas. Desde su estudio, situado en el municipio barcelonés de Sabadell, impulsan la participación de la comunidad en iniciativas en las que el diseño se sirve de elementos y escenarios cotidianos para crear soluciones respetuosas con el medio ambiente.
El primer proyecto que organizaron juntos fue Starter, una exposiciĂłn conjunta orientada al diseño de barrio y la revitalizaciĂłn de objetos rescatados del desuso. Los resultados de esta muestra circularon por la red y el colectivo Transfodesign les extendiĂł una invitaciĂłn para participar en un evento anual que convoca a diseñadores, grupos y escuelas de diseño para desarrollar un proyecto partiendo de elementos recuperados de la basura. Para el equipo de LikenStudio resultĂł tentadora la posibilidad de participar en Trashkitchens, un nuevo desafĂo que consistĂa en fabricar una cocina que debĂa ser autosuficiente, mĂłvil y con componentes 100% reciclados.
“Dos caballetes de pintor era todo lo que tenĂamos a mano para empezar a desarrollar la idea”, comenta IvĂĄn Merino, diseñador industrial fundador de LikenStudio. “Que los caballetes fueran extensibles fue determinante. A partir de ese momento tuvimos claro que serian la base sobre la cual empezarĂamos a trabajar”.
Cada uno de los implicados empezĂł una bĂșsqueda individual exhaustiva. Primero en sus respectivas casas y luego, entre risas y miradas cĂłmplices, confiesan que asaltaron los contenedores de su ciudad. “Es increĂble lo que la gente llega a tirar”,  comenta Merino. “TambiĂ©n es cierto que si te dedicas a guardarlo todo, puedes llegar a acumular una gran cantidad de cosas, pero resulta sorprendente cĂłmo muchas de las cosas que tiramos pueden reutilizarse y cumplir con una funciĂłn Ăștil y estĂ©tica”.

Las pesquisas empezaron a dar resultados. Almudena Conesa encontrĂł una antigua palangana de hierro esmaltado con posibilidades como fregadero. Durante una visita al mercado, Merino rescatĂł unas cajas de fruta con aire retro que resultaron ideales para almacenar. Descubrieron que un viejo recipiente de cafĂ© podĂa ser el depĂłsito para la basura orgĂĄnica y que un embudo vendrĂa bien como lĂĄmpara.
Cuando precisaron la disposiciĂłn de la estructura decidieron que uno de los caballetes irĂa en posiciĂłn vertical y el otro en horizontal; este pequeño detalle serĂa el primero de una serie de casualidades que definieron el nombre de la cocina. Merino comenta entusiasmado que es un fan de Leonardo da Vinci y que Ă©ste tambiĂ©n incluyĂł la gastronomĂa en la extensa lista de disciplinas en las que incursionĂł. Las proporciones ĂĄureas, utilizadas por el artista italiano en sus pinturas, se repetĂan en la medida que avanzaba la ejecuciĂłn del plan. Primero fueron los caballetes y luego una sucesiĂłn de descubrimientos fortuitos que contribuyeron a que la decisiĂłn fuera unĂĄnime. La cocina ya no era solo la cocina, ahora era la cocina de Leonardo.
El diseñador de moda Arnau Aguilar y Merino trabajaron los aspectos tĂ©cnicos y mecĂĄnicos de la estructura. Claudia Permanyer, diseñadora de joyas, descubriĂł los azulejos de la encimera en una casa abandonada y se dedicĂł a dar el toque de gracia a los pequeños detalles. Almudena hizo fotografĂas de diferentes tipos de panes que luego imprimiĂł en el material de vinilo con el que cubriĂł los taburetes. Poco a poco, y de manera progresiva y casi misteriosa, empezaron a aparecer objetos que encajaban a la perfecciĂłn con la idea. El entusiasmo y la buena sintonĂa generada por el grupo fortalecieron el nivel de compromiso con el proyecto, y la suma de estos elementos facilitĂł el trabajo en equipo y los animĂł a ir mĂĄs allĂĄ de lo esperado.
En la cocina de Leonardo se podĂa hacer de todo y mucho mĂĄs: almacenar menaje y alimentos, lavar los platos, comer, sentarse a tomar una infusiĂłn y cocinar, por supuesto.
Y una vez terminada la cocina Âżpor quĂ© no diseñar tambiĂ©n un menĂș? La propuesta incluyĂł algas, setas y unas minihamburguesas artesanas, el tĂĄndem perfecto para organizar una celebraciĂłn que, para mĂĄs inri, coincidiĂł con el 33 cumpleaños de Aguilar. Y lo celebraron por todo lo alto, con una primera-Ășltima cena.






ImaginaciĂłn, creatividad, bĂșsqueda, compromiso. Tengo una amiga que fue capaz de crear y decorar una mesa con objetos reciclados, otros olvidados, algunos rescatados sin gastar un euro…Y fue, sin duda, la mejor mesa del evento…lo fĂĄcil era, hasta hace poco, pasar la visa. Las nuevas fĂłrmulas pasan por buscar soluciones mucho mĂĄs imaginativas siendo mĂĄs activo y mĂĄs comprometido con el medio ambiente y con uno mismo.
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