20 de septiembre 2011    /   CREATIVIDAD
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Colegios construidos con botellas de plástico

20 de septiembre 2011    /   CREATIVIDAD     por          
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En Guatemala sobran botellas y faltan ladrillos. En un país en el que no es fácil construir colegios se amontonan los envases de plásticos en los bordes de las carreteras. Algo falla cuando, por un lado, algo sobra y, por otro, algo falta. La ONG Hug It Forward observó la carencia y observó el exceso. La solución no tenía más remedio que encontrarse en el equilibrio. Habría que hacer colegios con botellas de plástico para sustituir los materiales de construcción que no tenían y eliminar los envases que le sobraban.
La organización empleó una alternativa al ladrillo llamada eco-block que consiste en llenar de residuos inorgánicos las botellas de plástico de bebidas y refrescos. La pieza sustituye al ladrillo como elemento de construcción y, para unir unos con otros, se utiliza una fina capa de cemento.
Hug It Forward, que ya ha levantado una docena de centros educativos, involucra a los niños en la construcción de las escuelas. Ellos recogen los envases PET de las calles y los rellenan con bolsas vacías de patatas fritas y residuos inorgánicos similares.
Es una forma de contribuir a la construcción del colegio y, a la vez, aprender la importancia del reciclaje y el cuidado del medio ambiente.
La organización lo plantea como un proyecto en el que “todos ganan”. El medio ambiente, porque se limpian las calles, el aire y el agua. Los animales, porque les quitan de la boca todos esos plásticos tóxicos que al final se acaban comiendo los perros, gatos, cabras, vacas… Los niños, por la educación que reciben, porque les ayuda a reducir su pobreza y porque les muestra que ellos pueden hacer grandes proyectos. La comunidad, porque todos contribuyen en un reto común y porque mejora la economía local.

 
La invasión del plástico
Existe una isla flotante de botes y residuos de plástico que navega por el Océano Pacífico. No sería de extrañar que un escritor de ficción con sentido común acabara escribiendo una historia de un planeta paralelo hecho a base de botellas PET. Pero antes de que eso ocurra, algunas organizaciones como Hug It Forward alertan del abuso de este material y proponen alternativas para convertir un residuo en una pieza aprovechable. Es la teoría que promueve el modelo económico de la Blue Economy, basada en imitar los procesos de la naturaleza porque no generan residuos.
La organización asegura que, según The New York Times, los estadounidenses consumen 30.000 millones de botellas de plástico al año y tiran 2,5 millones de envases cada hora, de acuerdo con la web de Florida City of Clearwater.
En los países en desarrollo, el consumo de refrescos y bebidas envasadas en plástico ha crecido notablemente en la última década porque representan los mercados con mayor crecimiento para muchas multinacionales. Según un estudio de Dumpsoftdrinks.org, citado por la organización, en América Latina el consumo de refrescos ha crecido de 108 unidades al año en 1986 a 235 en 2006.
En Africa, esta cifra aumentó de 18 en 1986 a 37 en 2006, y las predicciones apuntan a que la invasión de PET seguirá avanzando. Según la ONG, “las multinacionales de refrescos están planificando agresivas campañas de publicidad en países como México, Egipto y China. Muchas veces, dirigidas a los niños y los jóvenes”.
Visto en Good.




 


 



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En Guatemala sobran botellas y faltan ladrillos. En un país en el que no es fácil construir colegios se amontonan los envases de plásticos en los bordes de las carreteras. Algo falla cuando, por un lado, algo sobra y, por otro, algo falta. La ONG Hug It Forward observó la carencia y observó el exceso. La solución no tenía más remedio que encontrarse en el equilibrio. Habría que hacer colegios con botellas de plástico para sustituir los materiales de construcción que no tenían y eliminar los envases que le sobraban.
La organización empleó una alternativa al ladrillo llamada eco-block que consiste en llenar de residuos inorgánicos las botellas de plástico de bebidas y refrescos. La pieza sustituye al ladrillo como elemento de construcción y, para unir unos con otros, se utiliza una fina capa de cemento.
Hug It Forward, que ya ha levantado una docena de centros educativos, involucra a los niños en la construcción de las escuelas. Ellos recogen los envases PET de las calles y los rellenan con bolsas vacías de patatas fritas y residuos inorgánicos similares.
Es una forma de contribuir a la construcción del colegio y, a la vez, aprender la importancia del reciclaje y el cuidado del medio ambiente.
La organización lo plantea como un proyecto en el que “todos ganan”. El medio ambiente, porque se limpian las calles, el aire y el agua. Los animales, porque les quitan de la boca todos esos plásticos tóxicos que al final se acaban comiendo los perros, gatos, cabras, vacas… Los niños, por la educación que reciben, porque les ayuda a reducir su pobreza y porque les muestra que ellos pueden hacer grandes proyectos. La comunidad, porque todos contribuyen en un reto común y porque mejora la economía local.

 
La invasión del plástico
Existe una isla flotante de botes y residuos de plástico que navega por el Océano Pacífico. No sería de extrañar que un escritor de ficción con sentido común acabara escribiendo una historia de un planeta paralelo hecho a base de botellas PET. Pero antes de que eso ocurra, algunas organizaciones como Hug It Forward alertan del abuso de este material y proponen alternativas para convertir un residuo en una pieza aprovechable. Es la teoría que promueve el modelo económico de la Blue Economy, basada en imitar los procesos de la naturaleza porque no generan residuos.
La organización asegura que, según The New York Times, los estadounidenses consumen 30.000 millones de botellas de plástico al año y tiran 2,5 millones de envases cada hora, de acuerdo con la web de Florida City of Clearwater.
En los países en desarrollo, el consumo de refrescos y bebidas envasadas en plástico ha crecido notablemente en la última década porque representan los mercados con mayor crecimiento para muchas multinacionales. Según un estudio de Dumpsoftdrinks.org, citado por la organización, en América Latina el consumo de refrescos ha crecido de 108 unidades al año en 1986 a 235 en 2006.
En Africa, esta cifra aumentó de 18 en 1986 a 37 en 2006, y las predicciones apuntan a que la invasión de PET seguirá avanzando. Según la ONG, “las multinacionales de refrescos están planificando agresivas campañas de publicidad en países como México, Egipto y China. Muchas veces, dirigidas a los niños y los jóvenes”.
Visto en Good.




 


 



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Opiniones 20
    • No sé si hay que hablar de “niños trabajando”… no me parece mal que participen en un proyecto comunitario y tengan un rol en la construcción de algo que luego les “pertenece”… además se los ve más bien divertidos en las fotos. A los niños por lo general les encanta integrarse al mundo de los adultos, siempre que no estén obligados a hacerlo.

      • Hola Guillermina,
        Trabajar no es malo. Lo negativo es la explotación laboral. Quizá la palabra se haya empapado de connotaciones negativas pero en este artículo se emplea con el significado de la RAE: “ocuparse en cualquier actividad física o intelectual” y con la idea de aportar, contribuir, participar en un proyecto…
        Muchas gracias por tu comentario.
        : )

  • Gracias a todos por su apoyo y por sus interesantes comentarios! Nos encontramos que cuando los niños trabajan en las escuelas, les da un sentido real que son SUS escuelas: no son las escuelas que los gringos han construido para ellos. No es la explotación de ninguna manera – los niños que participan en el proceso se divierten mucho!
    Déjame saber si tiene más preguntas:)
    Heenal Rajani
    heenal@hugitforward.org

  • Siempre me he preguntado por qué no se construye también con plástico en los países ricos… ¿por qué vemos bien esto cuando está hecho en los países pobres pero no lo queremos en los ricos?

    • Buenísima reflexión. Es ridículo hacerlo solo en unos poquísimos lugares. Deberíamos darnos prisa en convertir en algo positivo las toneladas y toneladas de plástico que están contaminando el planeta…

    • Mira te voy a contar que yo realmente escuche la noticia y al principio me parecio absurdo pero me arrepiento de aver pensado asi, apenas vi las imagenes del resultado de su ingenio y digo WOW! es muy muy sorprendente y hasta pienso que yo tambien podria hacer algo asi aprovechando los residuos materiales.
      Mi forma de pensar cambio viendo el ejemplo y creo que si dan mas publicidad a esta idea puede tener mucha aceptacion no importa si el pais es rico o es pobre.

  • La iniciativa me parece buena pero me asalta una duda. Si el plástico es tóxico para el medio ambiente no lo les para los niños? puede tener algún efecto en la salud estar rodeado de toneladas de plástico?

  • Nosé; …. si éstos niños seran buenos o seran malos:.. noo lo sé. Créo;…que estos niños no llegaran nunca a ser unos …delincuentes…creeo… Lo que si Sé,…. es que ahora estan en una gran escuela aprendiendo: lo que en el futuro los hara; … ser los mejores. eso sí lo sé.

  • Una solucion fantastica para proveer espacio para estudiantes. Que valentia la de los Latinoamericanos. Buscando soluciones y llenos de esperanzas!

  • Comentarios cerrados.