
Rafael Puetter convirtió una pequeƱa habitación, con nada mĆ”s que una cama, en su estudio de televisión particular. Solo necesitó de su cĆ”mara, un par de fondos para la pared y unos cuantos disfraces para convertirse en la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en un dictador gay y en una familia tradicional brasileƱa. A travĆ©s de sus personajes y un poquito de humor, pretende concienciar al paĆs para luchar a favor de los derechos humanos, la igualdad social y la injusticia.
Sus vĆdeos, que va colgando en su blog Rafucko y difunde a travĆ©s de redes sociales, han tenido mĆ”s de 1.400.000 visitas en menos de dos aƱos e incluso, Marcelo Freixo, quien se postuló a alcalde RĆo el aƱo pasado, utilizó sus contenidos como parte de su campaƱa polĆtica.
Rafucko hace activismo casero. Si el gobierno de RĆo de Janeiro sube el precio del metro, el hace un vĆdeo cómico, ya sea imitando al prefecto, actuando como uno de los afectados o de periodista. Lo mismo si una favela o barrio serĆ” derribado para construir un estadio para los Juegos OlĆmpicos o si algĆŗn polĆtico evangelista critica los derechos de la comunidad homosexual āde hecho se ha convertido en un Ćcono del movimiento LGBT en la ciudad–.
āCuando veo que el gobierno estĆ” haciendo algo mal, me duele. Me sorprende que la gente lea los periódicos y no haga nada (ā¦) Mi trabajo esĀ una manera de evocar esa rabia, riĆ©ndome de las visiones retrógradas de conservadores, evangelistas y polĆticos que no se preocupan por la ciudadā, explica Rafael a unos metros de su estudio de televisión, en el salón de su casa, a lado de una ventana por donde entra el sol.
Su proyecto comenzó en la universidad cuando hizo un vĆdeo para concienciar sobre los prejuicios que habĆa en RĆo de Janeiro contra las personas de color, homosexuales y aquellos que viven en favelas. QuerĆa hablar sobre la discriminación y sobre lo que no contaban los medios de comunicación pero perdĆa mucho tiempo en contratar actores, hacer un guión y filmar, asĆ que decidió hacer todo por sĆ mismo.
āYo querĆa hacer vĆdeos de humor, con algo cotidiano. EmpecĆ© a hablar de lo que nos importa, a mostrar que el mundo estĆ” lleno de prejuicios y a burlarme de los discursos polĆticos absurdosā, dice este comunicólogo y actor que trabaja como freelance en edición y producción de video.
En sus vĆdeos de dos minutos, que son siempre basados en noticias y hechos reales, interpreta hasta cuatro o cinco personas. Los sube casi cada semana. Poco a poco se han hecho virales. Algunos tienen mĆ”s de 100.000 visitas. Los brasileƱos se identifican, rĆen, apoyan su contenido y lo difunden. Sin darse cuenta, Rafucko se convirtió en un activista web con un estudio de TV en casa, aunque algunas veces tambiĆ©n sale a la calle.
Recibe cientos de mails con peticiones para hablar de los temas que les afectan como ciudadanos y en algunas ciudades como en AcarajĆŗ, al norte del paĆs, empezaron a copiar su trabajo y a hacer vĆdeos similares mezclando activismo polĆtico y social con sentido del humor.
Pretende impartir un curso gratuito próximamente para que otras personas puedan hacer lo mismo. Aunque no gana nada de dinero con este proyecto, ha servido de inspiración. āHay mucha gente que tambiĆ©n quiere luchar de esta maneraā. El humor, el ridĆculo, la autoproducción y su opinión son finalmente su contribución para cambiar el mundo.
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