27 de marzo 2012    /   BUSINESS
por
 

Cómo estimular el pensamiento creativo de tus hijos

27 de marzo 2012    /   BUSINESS     por          
Compártelo twitter facebook whatsapp
thumb image

Dentro de cada niño hay muchos adultos posibles. Que se convierta en uno u otro depende, decisivamente, de la educación. El pensamiento creativo es una pieza clave en el desarrollo intelectual de un individuo pero no siempre se le da la importancia que merece. Ni en el colegio ni en la familia.

En muchos colegios de EEUU y el Reino Unido existe una asignatura dedicada a fomentar el pensamiento creativo. Aquí aún no. Mientras llega el momento de que entre en los planes escolares hay otras opciones para extraer todo el potencial creativo que un niño guarda en su interior. Eso es lo que hace Creativity Hospital.

Un especialista en pensamiento creativo se reúne con el niño y su familia para averiguar las capacidades y los intereses del menor. Mediante juegos y una serie de metodologías en muy poco tiempo saltan a la vista sus habilidades e inquietudes.

“Intentamos que el niño crezca en un ambiente que le haga descubrir sus talentos. Si el niño es muy visual, por ejemplo, hay que ofrecerle la posibilidad de que desarrolle esa aptitud”, comenta Nuria Pérez Paredes, fundadora de Creativity Hospital. “Con los niños se puede trabajar muy deprisa. Si ganas su confianza, avanzas rapidísimo”.

Este proceso no es una terapia ni tiene como misión resolver ningún problema. Pérez Paredes insiste en que la misión de Creativity Hospital no tiene nada que ver con el trabajo de un psicólogo o un pedagogo. “Nosotros enseñamos a pensar de forma creativa. Eso no significa únicamente que el niño pinte. Hay que ayudarle a desarrollar esa capacidad. Nosotros damos ideas para estimular la creatividad de un niño en todos sus aspectos”.

El especialista entra en el hogar. Explora cómo vive esa familia. Observa sus valores, sus objetivos, sus problemas, sus oportunidades… “Después ayudamos a los padres a que conozcan mejor a sus hijos y descubran cómo piensan y cómo pueden estimular sus capacidades intelectuales”, especifica la fundadora. “Luego les dejamos ideas y herramientas personalizadas para que realicen en su tiempo libre y les informamos de espectáculos y actividades culturales a las que pueden acudir. También les aconsejamos sobre cómo aprovechar mejor los espacios de su casa para que el niño pueda ampliar al máximo sus actividades. Por ejemplo, encontramos huecos del piso que no se utilizaban antes para que el niño pueda ensuciar y jugar libremente”.

La primera sesión es solo con los padres. La segunda, solo con el niño. La tercera, con toda la familia. “Lo que tenemos que hacer es sacar lo mejor de ese nene”, explica.

El pensamiento creativo se concibe aquí en toda su amplitud. No se trata de estimular el pensamiento artístico, sino el pensamiento creativo. Es decir, aumentar la capacidad de encontrar respuestas ante un reto o, como dice Pérez Paredes, “entrenar la elasticidad mental imprescindible hoy en día”.

El pasado educaba para la seguridad. El presente debe educar para el cambio. Ese es el futuro que van a encontrar los niños de hoy. “Las próximas generaciones van a tener que reinventarse constantemente. Su futuro va a ser muy cambiante y hay que educar en consecuencia. Tendrán que saber cambiar de profesión, de lugar de residencia, de modo de vida…”.

La fundadora de Creativity Hospital insiste en que “la educación estandarizada ya no funciona”. Piensa que cada niño es distinto y lo ideal es trabajar específicamente los talentos de cada uno.

Esta compañía nació en Londres hace siete años y desde hace unos meses atiende a familias que viven en Madrid. El programa se puede desarrollar en colegios o en el hogar. Este año han empezado a impartir charlas y talleres en centros educativos, y también desarrollan programas personalizados para familias que no saben qué hacer con sus niños durante el fin de semana y cómo mejorar su educación durante el tiempo que pasan fuera del colegio.

Educar y, de paso, según dicen en su blog, “vacunamos contra la apatía mortal”.

Dentro de cada niño hay muchos adultos posibles. Que se convierta en uno u otro depende, decisivamente, de la educación. El pensamiento creativo es una pieza clave en el desarrollo intelectual de un individuo pero no siempre se le da la importancia que merece. Ni en el colegio ni en la familia.

En muchos colegios de EEUU y el Reino Unido existe una asignatura dedicada a fomentar el pensamiento creativo. Aquí aún no. Mientras llega el momento de que entre en los planes escolares hay otras opciones para extraer todo el potencial creativo que un niño guarda en su interior. Eso es lo que hace Creativity Hospital.

Un especialista en pensamiento creativo se reúne con el niño y su familia para averiguar las capacidades y los intereses del menor. Mediante juegos y una serie de metodologías en muy poco tiempo saltan a la vista sus habilidades e inquietudes.

“Intentamos que el niño crezca en un ambiente que le haga descubrir sus talentos. Si el niño es muy visual, por ejemplo, hay que ofrecerle la posibilidad de que desarrolle esa aptitud”, comenta Nuria Pérez Paredes, fundadora de Creativity Hospital. “Con los niños se puede trabajar muy deprisa. Si ganas su confianza, avanzas rapidísimo”.

Este proceso no es una terapia ni tiene como misión resolver ningún problema. Pérez Paredes insiste en que la misión de Creativity Hospital no tiene nada que ver con el trabajo de un psicólogo o un pedagogo. “Nosotros enseñamos a pensar de forma creativa. Eso no significa únicamente que el niño pinte. Hay que ayudarle a desarrollar esa capacidad. Nosotros damos ideas para estimular la creatividad de un niño en todos sus aspectos”.

El especialista entra en el hogar. Explora cómo vive esa familia. Observa sus valores, sus objetivos, sus problemas, sus oportunidades… “Después ayudamos a los padres a que conozcan mejor a sus hijos y descubran cómo piensan y cómo pueden estimular sus capacidades intelectuales”, especifica la fundadora. “Luego les dejamos ideas y herramientas personalizadas para que realicen en su tiempo libre y les informamos de espectáculos y actividades culturales a las que pueden acudir. También les aconsejamos sobre cómo aprovechar mejor los espacios de su casa para que el niño pueda ampliar al máximo sus actividades. Por ejemplo, encontramos huecos del piso que no se utilizaban antes para que el niño pueda ensuciar y jugar libremente”.

La primera sesión es solo con los padres. La segunda, solo con el niño. La tercera, con toda la familia. “Lo que tenemos que hacer es sacar lo mejor de ese nene”, explica.

El pensamiento creativo se concibe aquí en toda su amplitud. No se trata de estimular el pensamiento artístico, sino el pensamiento creativo. Es decir, aumentar la capacidad de encontrar respuestas ante un reto o, como dice Pérez Paredes, “entrenar la elasticidad mental imprescindible hoy en día”.

El pasado educaba para la seguridad. El presente debe educar para el cambio. Ese es el futuro que van a encontrar los niños de hoy. “Las próximas generaciones van a tener que reinventarse constantemente. Su futuro va a ser muy cambiante y hay que educar en consecuencia. Tendrán que saber cambiar de profesión, de lugar de residencia, de modo de vida…”.

La fundadora de Creativity Hospital insiste en que “la educación estandarizada ya no funciona”. Piensa que cada niño es distinto y lo ideal es trabajar específicamente los talentos de cada uno.

Esta compañía nació en Londres hace siete años y desde hace unos meses atiende a familias que viven en Madrid. El programa se puede desarrollar en colegios o en el hogar. Este año han empezado a impartir charlas y talleres en centros educativos, y también desarrollan programas personalizados para familias que no saben qué hacer con sus niños durante el fin de semana y cómo mejorar su educación durante el tiempo que pasan fuera del colegio.

Educar y, de paso, según dicen en su blog, “vacunamos contra la apatía mortal”.

Compártelo twitter facebook whatsapp
Crónicas de un pueblo
Todo lo que imaginas de la discapacidad no es cierto
El santuario del neón en Las Vegas
Madrid tiene «paseador oficial de la villa»: el poeta Sergio Fanjul
 
Especiales
 
facebook twitter whatsapp
Opiniones 12
  • Me parece un proyecto genial, es necesario prestar más atención a la creatividad, es algo esencial para el desarrollo del ser humano que salgamos de esta sociedad bsasada en unos valores tan materialista y nos dediquemos más al desarollo pleno de las personas, creo que la creatividad es más importante de lo que pensamos.
    Me he emocionado mucho al ver el articulo, estoy muy agradecida de ver gente con este tipo de preocupaciones y proyectos .

    Gracias:
    La Margarita Roja*.

  • Te admiro por tu trabajo.Yo hago lo mismo con mi hija Carla la enseño siempre fomentando su imaginacion.Me gustaria q me dieras consejos.Yo tengo 38 años y mi hija 4 años.Si alguna vez necesitas a alguien y siempre he trabajado con niños.Un saludo Nuria Perez Paredes.

  • Comentarios cerrados.