A pesar de haber sido estudiantes del conservatorio, Ralf y Florian no tenÃan contactos en los circuitos musicales, por lo que sus primeras actuaciones fueron en escuelas de arte y entornos universitarios. Y esa relación con las artes visuales no solo se ha mantenido hasta nuestros dÃas, sino que se fue reforzando. Sus esquemáticos diseños y sus espectáculos minimalistas de músicos estáticos y ambientes robóticos se convirtieron en algo tan vanguardista, rompedor e influyente como su música.
Kraftwerk ya llevaban unos años depurando el look pulcro, sin emoción, andrógino y robótico, que culminaron con la construcción de sus dobles autómatas con los que refinaron la idea del hombre máquina. Y con esa imagen lanzaron Computer World, un disco que muchos ven como una oda incondicional a los avances tecnológicos, pero que en realidad no está exento de crÃticas y advertencias sobre la que se nos venÃa encima.
Y aunque tu memoria no asocie este tÃtulo a ninguna canción conocida, es muy probable que su riff te suene muchÃsimo. Incluso en el caso de que jamás te hayas topado con la música de Kratfwerk. Y esto es difÃcil, porque además de la producción propia, tienen fragmentos sampleados de sus temas esparcidos por medio mundo: si has oÃdo a Afrika Bambaataa, LCD Soundsystem, Madonna, 808 State, DJ Shadow o Dr Dre, entre otros, puede que hayas escuchado algún trozo de los alemanes.
Pero incluso en ese raro supuesto de que nunca hubieras tenido contacto con los hombres-máquina, la melodÃa que se repite cÃclicamente en Computer love está grabada en tu cabeza y no entiendes el motivo.
A pesar de haber sido estudiantes del conservatorio, Ralf y Florian no tenÃan contactos en los circuitos musicales, por lo que sus primeras actuaciones fueron en escuelas de arte y entornos universitarios. Y esa relación con las artes visuales no solo se ha mantenido hasta nuestros dÃas, sino que se fue reforzando. Sus esquemáticos diseños y sus espectáculos minimalistas de músicos estáticos y ambientes robóticos se convirtieron en algo tan vanguardista, rompedor e influyente como su música.
Kraftwerk ya llevaban unos años depurando el look pulcro, sin emoción, andrógino y robótico, que culminaron con la construcción de sus dobles autómatas con los que refinaron la idea del hombre máquina. Y con esa imagen lanzaron Computer World, un disco que muchos ven como una oda incondicional a los avances tecnológicos, pero que en realidad no está exento de crÃticas y advertencias sobre la que se nos venÃa encima.
Y aunque tu memoria no asocie este tÃtulo a ninguna canción conocida, es muy probable que su riff te suene muchÃsimo. Incluso en el caso de que jamás te hayas topado con la música de Kratfwerk. Y esto es difÃcil, porque además de la producción propia, tienen fragmentos sampleados de sus temas esparcidos por medio mundo: si has oÃdo a Afrika Bambaataa, LCD Soundsystem, Madonna, 808 State, DJ Shadow o Dr Dre, entre otros, puede que hayas escuchado algún trozo de los alemanes.
Pero incluso en ese raro supuesto de que nunca hubieras tenido contacto con los hombres-máquina, la melodÃa que se repite cÃclicamente en Computer love está grabada en tu cabeza y no entiendes el motivo.