25 de agosto 2017    /   CREATIVIDAD
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Consejos llenos de ironĂ­a para obtener un doctorado

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doctorados

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Stephen Stearns y Ray Huey, dos estudiantes universitarios, reunieron una serie de consejos muy Ăºtiles para todo aquel que estĂ© en mitad de un doctorado o se disponga a empezar uno.

La lista fue escrita originalmente en 1976, en el marco de un seminario del Departamento de Zoología de la Universidad de Berkeley, como protesta ante la actitud que algunos profesores tenían hacia los alumnos de postgrado. Sin embargo, poco después, esos consejos comenzaron a ser compartidos por los alumnos, que los transcribían y se los pasaban de mano en mano, no solo en California sino por todo Estados Unidos.

Tal fue el Ă©xito de los consejos que en 1986 un grupo de profesores pidieron a Stearns y Huey que los publicasen. Aunque los autores reconocieron que el texto era demasiado crĂ­tico y que ya no se sentĂ­an tan identificados con Ă©l, mĂ¡s aĂºn despuĂ©s de haberse convertido ellos mismos en profesores, aceptaron la propuesta. SegĂºn dijeron, «muchas de las grandes catĂ¡strofes en el mundo de la educaciĂ³n podrĂ­an haberse evitado con un poco de inteligencia y previsiĂ³n».

Para Stearns y Huey, los estudiantes acostumbran a ser demasiado optimistas. Piensan que todo el mundo tiene la misma opiniĂ³n constructiva, la misma ilusiĂ³n y el mismo empuje que ellos. Sin embargo, no hay que descartar que el encargado de supervisar la tesis no estĂ© muy por la labor de hacerlo o que incluso llegue a ser hostil con el estudiante. Por eso, los autores son claros: «sĂ© un poco cĂ­nico y prepĂ¡rate para lo peor».

1.- PasarĂ¡n de ti… o no
Los profesores suelen estar muy ocupados. Por eso, si necesitas su ayuda, acude a ellos. No podrĂ¡n negarse porque es su obligaciĂ³n. Si no se lo pides, algunos harĂ¡n todo lo posible por escaquearse.

2.- TĂ³mate tu tiempo
No tengas demasiada prisa para decidir cuĂ¡l serĂ¡ el tema de tu tesis. Dedica tiempo a leer hasta dar con Ă©l y no aceptes presiones de catedrĂ¡ticos u otros profesores. SegĂºn Stearns y Huey, esto es importante porque, si no encuentras un tema que te guste, no tendrĂ¡s la voluntad suficiente como para dedicarle años de investigaciĂ³n y mucho menos dedicar tu vida laboral a ello.

3.- No te vuelvas loco, literalmente
Hacer una tesis puede desestabilizar psicolĂ³gicamente a cualquiera. Un doctorado pone en juego muchas variables relacionadas con el investigador. Desde su capacidad acadĂ©mica hasta su talento, su resistencia a la presiĂ³n o su inteligencia.

Por eso hay que ser consciente de ciertos hechos. Por ejemplo, que no hay una tesis perfecta y que el doctorado no es la Ăºnica salida profesional. Si en un momento dado la investigaciĂ³n se torna algo insoportable, no pasa nada por dejarlo y probar otras opciones. De lo contrario, el coste psicolĂ³gico puede ser muy grande.

4.- Evita las clases magistrales
Si tienes un bagaje suficientemente bueno en el campo en el que vas a investigar, pasa de las clases magistrales. Suelen ser eventos para el lucimiento de los catedrĂ¡ticos y profesores que acostumbran a carecer de interĂ©s para los alumnos. AdemĂ¡s, quitan mucho tiempo.

5.- No seas pelma
Es importante que el preparador de tesis estĂ© enterado de los avances de la investigaciĂ³n, pero no seas agonĂ­as. La relaciĂ³n tiene que ser cordial y productiva. AdemĂ¡s de reuniones periĂ³dicas, puedes mantenerle informado enviĂ¡ndole resĂºmenes cada cierto tiempo, pero sin pasarte.

6.- HĂ­nchate a publicar
En el mundo universitario, las publicaciones son clave para darse a conocer y obtener puntos en un posible concurso de mĂ©ritos. Por eso, es necesario que comiences a escribir pronto y que lo hagas con frecuencia y de modo abundante, aunque sin dejar de lado la calidad. CĂºrratelo.

7.- Ponte en la picota
Si quieres hacer una buena tesis, lo mejor es utilizar un sistema de acierto y error. Proponte un tema, escrĂ­belo y espera las crĂ­ticas de tus colegas y profesores. No todo lo que a ti te parece importante lo es desde el punto de vista cientĂ­fico. AdemĂ¡s, este ejercicio te permitirĂ¡ familiarizarte con el lenguaje acadĂ©mico e incluso con la forma de citar bibliografĂ­a y autores. Mejor meter la pata ahora que ante el tribunal de tesis.

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Stephen Stearns y Ray Huey, dos estudiantes universitarios, reunieron una serie de consejos muy Ăºtiles para todo aquel que estĂ© en mitad de un doctorado o se disponga a empezar uno.

La lista fue escrita originalmente en 1976, en el marco de un seminario del Departamento de Zoología de la Universidad de Berkeley, como protesta ante la actitud que algunos profesores tenían hacia los alumnos de postgrado. Sin embargo, poco después, esos consejos comenzaron a ser compartidos por los alumnos, que los transcribían y se los pasaban de mano en mano, no solo en California sino por todo Estados Unidos.

Tal fue el Ă©xito de los consejos que en 1986 un grupo de profesores pidieron a Stearns y Huey que los publicasen. Aunque los autores reconocieron que el texto era demasiado crĂ­tico y que ya no se sentĂ­an tan identificados con Ă©l, mĂ¡s aĂºn despuĂ©s de haberse convertido ellos mismos en profesores, aceptaron la propuesta. SegĂºn dijeron, «muchas de las grandes catĂ¡strofes en el mundo de la educaciĂ³n podrĂ­an haberse evitado con un poco de inteligencia y previsiĂ³n».

Para Stearns y Huey, los estudiantes acostumbran a ser demasiado optimistas. Piensan que todo el mundo tiene la misma opiniĂ³n constructiva, la misma ilusiĂ³n y el mismo empuje que ellos. Sin embargo, no hay que descartar que el encargado de supervisar la tesis no estĂ© muy por la labor de hacerlo o que incluso llegue a ser hostil con el estudiante. Por eso, los autores son claros: «sĂ© un poco cĂ­nico y prepĂ¡rate para lo peor».

1.- PasarĂ¡n de ti… o no
Los profesores suelen estar muy ocupados. Por eso, si necesitas su ayuda, acude a ellos. No podrĂ¡n negarse porque es su obligaciĂ³n. Si no se lo pides, algunos harĂ¡n todo lo posible por escaquearse.

2.- TĂ³mate tu tiempo
No tengas demasiada prisa para decidir cuĂ¡l serĂ¡ el tema de tu tesis. Dedica tiempo a leer hasta dar con Ă©l y no aceptes presiones de catedrĂ¡ticos u otros profesores. SegĂºn Stearns y Huey, esto es importante porque, si no encuentras un tema que te guste, no tendrĂ¡s la voluntad suficiente como para dedicarle años de investigaciĂ³n y mucho menos dedicar tu vida laboral a ello.

3.- No te vuelvas loco, literalmente
Hacer una tesis puede desestabilizar psicolĂ³gicamente a cualquiera. Un doctorado pone en juego muchas variables relacionadas con el investigador. Desde su capacidad acadĂ©mica hasta su talento, su resistencia a la presiĂ³n o su inteligencia.

Por eso hay que ser consciente de ciertos hechos. Por ejemplo, que no hay una tesis perfecta y que el doctorado no es la Ăºnica salida profesional. Si en un momento dado la investigaciĂ³n se torna algo insoportable, no pasa nada por dejarlo y probar otras opciones. De lo contrario, el coste psicolĂ³gico puede ser muy grande.

4.- Evita las clases magistrales
Si tienes un bagaje suficientemente bueno en el campo en el que vas a investigar, pasa de las clases magistrales. Suelen ser eventos para el lucimiento de los catedrĂ¡ticos y profesores que acostumbran a carecer de interĂ©s para los alumnos. AdemĂ¡s, quitan mucho tiempo.

5.- No seas pelma
Es importante que el preparador de tesis estĂ© enterado de los avances de la investigaciĂ³n, pero no seas agonĂ­as. La relaciĂ³n tiene que ser cordial y productiva. AdemĂ¡s de reuniones periĂ³dicas, puedes mantenerle informado enviĂ¡ndole resĂºmenes cada cierto tiempo, pero sin pasarte.

6.- HĂ­nchate a publicar
En el mundo universitario, las publicaciones son clave para darse a conocer y obtener puntos en un posible concurso de mĂ©ritos. Por eso, es necesario que comiences a escribir pronto y que lo hagas con frecuencia y de modo abundante, aunque sin dejar de lado la calidad. CĂºrratelo.

7.- Ponte en la picota
Si quieres hacer una buena tesis, lo mejor es utilizar un sistema de acierto y error. Proponte un tema, escrĂ­belo y espera las crĂ­ticas de tus colegas y profesores. No todo lo que a ti te parece importante lo es desde el punto de vista cientĂ­fico. AdemĂ¡s, este ejercicio te permitirĂ¡ familiarizarte con el lenguaje acadĂ©mico e incluso con la forma de citar bibliografĂ­a y autores. Mejor meter la pata ahora que ante el tribunal de tesis.

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Opiniones 2
  • Saludo cordial y muy sincero. Pienso que este tema, es aplicable para la obtenciĂ³n de cualquier grado acadĂ©mico, y me atreverĂ­a a decir que es aplicado en diversas instituciones (pĂºblicas y privadas).

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