Orgullo Gordo: un manifiesto por la revolución de las grasas y el fin de la gordofobia

”Yorokobu gratis en formato digital!
Virgie Tovar dice que tuvo la mala suerte de crecer como una chica gorda y de tez oscura en un mundo que odia a las gordas, la gente de color y las mujeres. Durante aƱos, sufrió trastorno de estrĆ©s postraumĆ”tico y pensó que solo podrĆa lograr que la gente la quisiera mĆ”s si perdĆa peso.
AsĆ, se enfrascó en una serie de dietas que nunca terminaron de funcionar. Hasta que un dĆa descubrió el feminismo, comenzó a salir con un chico activista de la gordura que adoraba su cuerpo y se topó con un grupo de chicas gordas que le ayudaron a ver lo genial que podĆa ser su vida con su tamaƱo.
Fue entonces cuando comprendió que su cuerpo no era algo que debiera arreglarse. Decidió dejar de lado las dietas porque querĆa comenzar a vivir su vida en lugar de seguir soƱando con esa idea. Al poco tiempo, comenzó a investigar sobre todo este asunto y a impartir algunas charlas con la intención de poder ayudar a otras mujeres en una situación similar.
Y ahora acaba de publicar el libro Tienes derecho a permanecer gorda, un manifiesto por la revolución de las grasas donde Tovar invita a sus lectores a plantarle cara a una sociedad sexista, que define lo bello y lo sano, y que estandariza y controla cuerpos y deseos.
[pullquote ]Nos aterroriza lo que significarĆa para nosotras estar gordas porque entendemos muy bien lo mal que se trata a la gente gorda[/pullquote]
Uno de los objetivos del manual es acabar con la cultura de la dieta. ĀæPor quĆ© razón? Porque hacer dieta es una prĆ”ctica gordofóbica. Ā«Es el resultado de una gordofobia sin resolver. Nos aterroriza lo que significarĆa para nosotras estar gordas porque entendemos muy bien lo mal que se trata a la gente gordaĀ», explica la autora.
Muchas personas con sobrepeso se pasan la vida deseando perder los kilos que consideran que les sobran (por encima de cualquier otra cosa). Y llegan a autoconvencerse de que la vida solo comenzarÔ mÔs tarde. Que se pondrÔn un bikini después, que se enamorarÔn después, que se sentirÔn felices y hermosos después⦠En resumen, asumen (erróneamente) que su cuerpo es su peor enemigo y su mayor fracaso.
Tovar comenta que mucha gente se da cuenta demasiado tarde de que ninguna cantidad de pĆ©rdida de peso o alteración corporal les libera de esa mentalidad de Ā«nunca soy lo suficientemente buenaĀ». Ā«No es la pĆ©rdida de peso o el cambio de cuerpo lo que termina con esa mentalidad, sino la erradicación de la mentalidad en sĆĀ», asegura la autora en una entrevista digital. TĆŗ no eres el problema; la sociedad es el problema.
Y, para mĆ”s inri, las dietas son un engaƱabobos. Ā«A pesar de todas las promesas de la industria de la dieta, paradójicamente, a largo plazo las dietas engordan. [ā¦] No hacen aquello para lo que se supone que estĆ”n diseƱadas, pero ponerse a dieta sĆ que logra otra serie de resultados: baja autoestima y menos capacidad de negociación sexual a nuestro favor (hay algunos estudios que sugieren que las mujeres gordas negocian con menos frecuencia el uso de condones que sus homólogas delgadas)Ā».
Ā«Las personas gordas sufrimos mĆ”s ansiedad en nuestra vida diaria. Experimentamos los efectos de lo que se conoce como estrĆ©s de las minorĆas: los resultados fisiológicos negativos a lo largo de la vida de la discriminación, la crueldad y la condena al ostracismo socialĀ», explica la escritora en su combativo y apasionado libro.
Pero Āæhay alguna alternativa a todo esto? Parece que sĆ. Y pasa por dejar de tener miedo a la gordura y dejar de marginar a la gente gorda. Ā«Reconocer que no hay un cuerpo que sea superior o inferior a otro. El nĆŗcleo de mis creencias es a la vez dolorosamente obvio y completamente subversivo: toda persona, independientemente de su peso o de su estado de salud, merece vivir una vida totalmente libre de intolerancia y discriminaciónĀ», seƱala.
Solo asĆ, asegura Tovar, esas personas tendrĆan acceso total a todas las cosas que mĆ”s les importan, sin que afectase para ello lo grandes o pequeƱas que son, sin que importase si el dĆa que salieron a hacer senderismo con los colegas fueron capaces de subir a lo mĆ”s alto de la montaƱa o si no han practicado ejercicio en su jodida vida.
Ā«No tendrĆas la necesitas de cambiar el tamaƱo de tu cuerpo para que te tomaran en serio como pareja romĆ”ntica. No tendrĆas que considerar los lĆmites de tu cuerpo como un fallo personal, porque no tendrĆas un marco de referencia de tu cuerpo como origen del fracasoĀ».
Ā«Esto es, no se te castigarĆa socialmente si engordaras veinte kilos, ni se te recompensarĆa socialmente si perdieras veinteĀ», aƱade la activista, fundadora tambiĆ©n de Babecamp, un curso online de cuatro semanas diseƱado para ayudar a las mujeres que estĆ”n preparadas para romper con la cultura de la dieta.
«En nuestra cultura, a las personas gordas se nos usa como chivo expiatorio de ansiedades tales como los excesos, la inmoralidad, la relación irrefrenada con el deseo y el consumo», cuenta Tovar.
Ā«A la mayor parte de la gente se la educa para creer miles de conceptos intolerantes sobre la inferioridad de la gordura, y ven esta creación ficticia como una verdad natural. No ven estas creencias como algo polĆtico, cultural o especialmente problemĆ”ticoĀ». Y aƱade que, muchas veces, esas personas no son totalmente conscientes de tener esos sentimientos y perciben la gordofobia como parte de la vida.
[pullquote ]A la mayor parte de la gente se la educa para creer miles de conceptos intolerantes sobre la inferioridad de la gordura, y ven esta creación ficticia como una verdad natural[/pullquote]
Dice la activista que muchas veces el sentido de la inferioridad de las mujeres gordas estĆ” oculto. Y afirma, convencida, que las manifestaciones de la ideologĆa de inferioridad de esas mujeres pueden incluso aparecer de forma agradable.
Ā«Como la sensación de emoción que te invade cuando alguien dice que parece que has perdido peso. O el orgullo que sientes cuando consigues evitar comer algo que lleva azĆŗcar. O la euforia que sientes cuando alguien que te atraĆa por fin se da cuenta de que existes debido a los pasos que has dado para hacer que tu cuerpo sea mĆ”s aceptable para la sociedadĀ».
Parece claro que todas las mujeres estÔn sometidas. «A las mujeres delgadas se las deshumaniza igual que a las mujeres gordas, pero a menudo esa deshumanización tiene un aspecto diferente. Las mujeres muy delgadas estÔn en puestos mucho mÔs públicos (como esposas y novias), mientras que las mujeres gordas estÔn en puestos mucho mÔs privados (como amantes y secretos)», relata Tovar en el libro.
Pero hay mĆ”s: incluso entre las mujeres gordas varĆa el trato segĆŗn el comportamiento y la posición social.
«Es mÔs probable que se trate de forma diferente a una mujer gorda que sea cisgénero que a una mujer gorda que sea trans. Debido a que tanto las mujeres gordas como las mujeres trans estÔn muy marginadas, las relaciones con mujeres gordas o trans a menudo se esconden del público. Las mujeres gordas trans experimentan la violencia que se encuentran en el nexo entre el sexismo, la gordofobia y la transfobia».
Asimismo, la raza es otro factor atenuante: parece que cuanto mƔs clara es tu piel, mƔs se te valora en esta cultura.
El libro, por lo pronto, busca acabar con la aceptación de la tiranĆa de una belleza canónica que excluye toda diferencia o desvĆo del modelo ideal. La apuesta de la autora es clara: merece la pena vivir en un mundo donde todos los cuerpos se valoren por igual. Empezando por desaprender la gordofobia.
”Yorokobu gratis en formato digital!
Virgie Tovar dice que tuvo la mala suerte de crecer como una chica gorda y de tez oscura en un mundo que odia a las gordas, la gente de color y las mujeres. Durante aƱos, sufrió trastorno de estrĆ©s postraumĆ”tico y pensó que solo podrĆa lograr que la gente la quisiera mĆ”s si perdĆa peso.
AsĆ, se enfrascó en una serie de dietas que nunca terminaron de funcionar. Hasta que un dĆa descubrió el feminismo, comenzó a salir con un chico activista de la gordura que adoraba su cuerpo y se topó con un grupo de chicas gordas que le ayudaron a ver lo genial que podĆa ser su vida con su tamaƱo.
Fue entonces cuando comprendió que su cuerpo no era algo que debiera arreglarse. Decidió dejar de lado las dietas porque querĆa comenzar a vivir su vida en lugar de seguir soƱando con esa idea. Al poco tiempo, comenzó a investigar sobre todo este asunto y a impartir algunas charlas con la intención de poder ayudar a otras mujeres en una situación similar.
Y ahora acaba de publicar el libro Tienes derecho a permanecer gorda, un manifiesto por la revolución de las grasas donde Tovar invita a sus lectores a plantarle cara a una sociedad sexista, que define lo bello y lo sano, y que estandariza y controla cuerpos y deseos.
[pullquote ]Nos aterroriza lo que significarĆa para nosotras estar gordas porque entendemos muy bien lo mal que se trata a la gente gorda[/pullquote]
Uno de los objetivos del manual es acabar con la cultura de la dieta. ĀæPor quĆ© razón? Porque hacer dieta es una prĆ”ctica gordofóbica. Ā«Es el resultado de una gordofobia sin resolver. Nos aterroriza lo que significarĆa para nosotras estar gordas porque entendemos muy bien lo mal que se trata a la gente gordaĀ», explica la autora.
Muchas personas con sobrepeso se pasan la vida deseando perder los kilos que consideran que les sobran (por encima de cualquier otra cosa). Y llegan a autoconvencerse de que la vida solo comenzarÔ mÔs tarde. Que se pondrÔn un bikini después, que se enamorarÔn después, que se sentirÔn felices y hermosos después⦠En resumen, asumen (erróneamente) que su cuerpo es su peor enemigo y su mayor fracaso.
Tovar comenta que mucha gente se da cuenta demasiado tarde de que ninguna cantidad de pĆ©rdida de peso o alteración corporal les libera de esa mentalidad de Ā«nunca soy lo suficientemente buenaĀ». Ā«No es la pĆ©rdida de peso o el cambio de cuerpo lo que termina con esa mentalidad, sino la erradicación de la mentalidad en sĆĀ», asegura la autora en una entrevista digital. TĆŗ no eres el problema; la sociedad es el problema.
Y, para mĆ”s inri, las dietas son un engaƱabobos. Ā«A pesar de todas las promesas de la industria de la dieta, paradójicamente, a largo plazo las dietas engordan. [ā¦] No hacen aquello para lo que se supone que estĆ”n diseƱadas, pero ponerse a dieta sĆ que logra otra serie de resultados: baja autoestima y menos capacidad de negociación sexual a nuestro favor (hay algunos estudios que sugieren que las mujeres gordas negocian con menos frecuencia el uso de condones que sus homólogas delgadas)Ā».
Ā«Las personas gordas sufrimos mĆ”s ansiedad en nuestra vida diaria. Experimentamos los efectos de lo que se conoce como estrĆ©s de las minorĆas: los resultados fisiológicos negativos a lo largo de la vida de la discriminación, la crueldad y la condena al ostracismo socialĀ», explica la escritora en su combativo y apasionado libro.
Pero Āæhay alguna alternativa a todo esto? Parece que sĆ. Y pasa por dejar de tener miedo a la gordura y dejar de marginar a la gente gorda. Ā«Reconocer que no hay un cuerpo que sea superior o inferior a otro. El nĆŗcleo de mis creencias es a la vez dolorosamente obvio y completamente subversivo: toda persona, independientemente de su peso o de su estado de salud, merece vivir una vida totalmente libre de intolerancia y discriminaciónĀ», seƱala.
Solo asĆ, asegura Tovar, esas personas tendrĆan acceso total a todas las cosas que mĆ”s les importan, sin que afectase para ello lo grandes o pequeƱas que son, sin que importase si el dĆa que salieron a hacer senderismo con los colegas fueron capaces de subir a lo mĆ”s alto de la montaƱa o si no han practicado ejercicio en su jodida vida.
Ā«No tendrĆas la necesitas de cambiar el tamaƱo de tu cuerpo para que te tomaran en serio como pareja romĆ”ntica. No tendrĆas que considerar los lĆmites de tu cuerpo como un fallo personal, porque no tendrĆas un marco de referencia de tu cuerpo como origen del fracasoĀ».
Ā«Esto es, no se te castigarĆa socialmente si engordaras veinte kilos, ni se te recompensarĆa socialmente si perdieras veinteĀ», aƱade la activista, fundadora tambiĆ©n de Babecamp, un curso online de cuatro semanas diseƱado para ayudar a las mujeres que estĆ”n preparadas para romper con la cultura de la dieta.
«En nuestra cultura, a las personas gordas se nos usa como chivo expiatorio de ansiedades tales como los excesos, la inmoralidad, la relación irrefrenada con el deseo y el consumo», cuenta Tovar.
Ā«A la mayor parte de la gente se la educa para creer miles de conceptos intolerantes sobre la inferioridad de la gordura, y ven esta creación ficticia como una verdad natural. No ven estas creencias como algo polĆtico, cultural o especialmente problemĆ”ticoĀ». Y aƱade que, muchas veces, esas personas no son totalmente conscientes de tener esos sentimientos y perciben la gordofobia como parte de la vida.
[pullquote ]A la mayor parte de la gente se la educa para creer miles de conceptos intolerantes sobre la inferioridad de la gordura, y ven esta creación ficticia como una verdad natural[/pullquote]
Dice la activista que muchas veces el sentido de la inferioridad de las mujeres gordas estĆ” oculto. Y afirma, convencida, que las manifestaciones de la ideologĆa de inferioridad de esas mujeres pueden incluso aparecer de forma agradable.
Ā«Como la sensación de emoción que te invade cuando alguien dice que parece que has perdido peso. O el orgullo que sientes cuando consigues evitar comer algo que lleva azĆŗcar. O la euforia que sientes cuando alguien que te atraĆa por fin se da cuenta de que existes debido a los pasos que has dado para hacer que tu cuerpo sea mĆ”s aceptable para la sociedadĀ».
Parece claro que todas las mujeres estÔn sometidas. «A las mujeres delgadas se las deshumaniza igual que a las mujeres gordas, pero a menudo esa deshumanización tiene un aspecto diferente. Las mujeres muy delgadas estÔn en puestos mucho mÔs públicos (como esposas y novias), mientras que las mujeres gordas estÔn en puestos mucho mÔs privados (como amantes y secretos)», relata Tovar en el libro.
Pero hay mĆ”s: incluso entre las mujeres gordas varĆa el trato segĆŗn el comportamiento y la posición social.
«Es mÔs probable que se trate de forma diferente a una mujer gorda que sea cisgénero que a una mujer gorda que sea trans. Debido a que tanto las mujeres gordas como las mujeres trans estÔn muy marginadas, las relaciones con mujeres gordas o trans a menudo se esconden del público. Las mujeres gordas trans experimentan la violencia que se encuentran en el nexo entre el sexismo, la gordofobia y la transfobia».
Asimismo, la raza es otro factor atenuante: parece que cuanto mƔs clara es tu piel, mƔs se te valora en esta cultura.
El libro, por lo pronto, busca acabar con la aceptación de la tiranĆa de una belleza canónica que excluye toda diferencia o desvĆo del modelo ideal. La apuesta de la autora es clara: merece la pena vivir en un mundo donde todos los cuerpos se valoren por igual. Empezando por desaprender la gordofobia.
Aceptar la obesidad y el sobrepeso es peligroso para tĆŗ salud, no es el camino. https://www.fitnessrevolucionario.com/2017/04/08/no-aceptemos-la-obesidad-cambiemos-el-entorno/
Perdona, una cosa es que la obesidad no sea sana, y otra muy distinta que no sea aceptable: la gente el mismo derecho que otros a decidir el tipo de cuerpo que quiere para sĆ.
La sociedad no decide si ser gordo es saludable o no, eso lo hacen los estudios de la esperanza de vida y calidad de vida de la gente.
Cada cual tiene derecho a arruinar su vida como quiera, pero promover estilos de vida no saludables deberĆa ser delictivo, es como escrivir un libro diciendo que fumar mejorarĆ” tu salud pulmonar y te blanquearĆ” lo dientes.
La sociedad no decide si ser gordo es saludable o no, eso lo hacen los estudios de la esperanza de vida y calidad de vida de la gente.
Cada cual tiene derecho a arruinar su vida como quiera, pero promover estilos de vida no saludables deberĆa ser delictivo, es como escrivir un libro diciendo que fumar mejorarĆ” tu salud pulmonar y te blanquearĆ” lo dientes.
La obesidad no es natural, ni hermosa, ni aceptable. No es saludable. Una persona gorda no vale menos, pero ser gordo con orgullo tampoco es la solución
Pensar que la dieta es simplemente algo para enfocarse en perder peso es un tabú que debemos ir derrotan, no obstante hay que reconocer que el primer factor para iniciar el cambio es aceptar nuestra situación actual y luego encaminarnos por la resolución que deseamos.
https://guiafitness.xyz/como-prevenir-la-obesidad-abdominal/
Difiero mucho con el articulo, si bien hay quw tratar con dignidad y respeto a todas las personas. Ademad de quererse a si mismo. Debe uno cuidar su cuerpo, eso de que las dietas no funcionan es una mentira, yo lleguƩ a pesar 85 kilos, los bajƩ en 6 meses con asesoria de una verdadera nutriologa y sin rebote. Quise bajar de peso, no por vanidad si no por que me estaba cansando mucho al caminar. Saludos
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