Creatividad brasileƱa contra el Mundial

”Yorokobu gratis en formato digital!
Luces, proyector, acción. La frase Gringo, the world cup is fake (extranjero, el Mundial es mentira). Luces, proyector. La frase Fifa Go Home (Fifa, vuelve a casa), estampada en la fachada del lujoso hotel Copacabana Palace de RĆo. Luces. Y frases, muchas frases, proyectadas yĀ diseminadas en todos los rincones de Brasil: Ā«- Repression, + DemocracyĀ», Ā«#fifagohomeĀ», Ā«Brazilian Investment, FIFA profitĀ». El Coletivo Projetação representa como ninguno la ola de creatividad anti Mundial y anti FIFA que sacude Brasil. Y muestra que el dilema manifestación vs violencia policial que reina en los medios de comunicación es insuficiente para retratar lo que estĆ” ocurriendo en Brasil durante el Mundial. La bola rueda. La represión crece. Y la creatividad estalla en todas direcciones.
Del grafiti a las remezclas audiovisuales, de la mĆŗsica a la performance, de las artes visuales a la literatura, la efervescencia creativa de los brasileƱos inunda redes y calles. Las marcas despliegan su rodillo de creatividad publicitaria pro Mundial. Pero la ciudadanĆa hackea sus mensajes en las brechas. Y cocina creaciones crĆticas, lĆŗdicas, reflexivas. Ā«No pretendemos cambiar el mundo. Pero tenemos la esperanza de que las próximas generaciones tengan un futuro mejor si comenzamos a plantar semillas ahoraĀ», asegura Henry Thoreau, uno de los miembros del Coletivo Projetação, que ha conseguido que sus mensajes se proyecten en los Ćŗltimos dĆas en paredes de Nueva York o BerlĆn.
El territorio āparedes, muros, edificios, calles, plazasā es uno de los grandes palcos de la creatividad anti Mundial. El Movimiento Decoração Anti Copa recopila en su fan page pintadas, grafitis y murales contra el Mundial de todos los rincones de Brasil. Especialmente prolija estĆ” la creación de grafitis. Incluso algunos artistas reconocidos, como Cranio, denuncian en los muros el derroche de dinero pĆŗblico o los excesos de la FIFA. Otro buen ejemplo de creación callejera es la intervención de la Casa da Lapa en el barrio Itaquera de SĆ£o Paulo, en el que han colocado seƱales de trĆ”fico con las palabras Territorio FIFA, criticando el hecho de que el barrio estĆ” en el perĆmetro de seguridad de dos kilómetros que la FIFA decreta alrededor de los estadios. El cartel de UnFAIR players, dedicado a la FIFA, que el colectivo Nós temporĆ”rios desplegó en el Museo de Arte do Rio (Mar) de RĆo de Janeiro es otro destacable gatillazo anti Mundial.
En el territorio suceden tambiĆ©n los actos e intervenciones que no encajan en la definición de manifestación. Escraches, como La Quadrilha da FIFA, que sorprendió al ministro de deporte Aldo Rebelo en su visita a RĆo de Janeiro. Desfiles lĆŗdicos, como el de los pink blocs que el grupo Carnavandalirização organiza en las calles de RĆo de Janeiro. Y espĆritu del Carnaval, como el del Bloco CaveirĆ£o (caveirĆ£o es el vehĆculo del cuerpo de las tropas especiales de la PolicĆa Militar), del colectivo Nova Pasta, que se cuela con su pasacalles en centros urbanos, periferias y manifestaciones.
Disonancias y disidencias, remezclas y alteraciones de códigos. Y performances, muchas performances. Pocos formatos consiguen esquivar la represión policial como el de la performance. Y quizĆ” por eso es uno de los mĆ”s utilizados en el Brasil del Mundial. El coletivo Ogiva despliega sus acciones en los dĆas en los que juega la selección de Brasil: Aquele Mario simula estar muerto con la cabeza sustituida por un balón, mientras Marie Aipe sujeta un cartel con Toast to FIFA (brindemos por la FIFA) disfrazada de azafata. La Marcha Silenciosa, que tuvo lugar en RĆo de Janeiro el pasado domingo, sembró las calles de personas con la boca amordazada (crĆtica a la libertad de expresión) y camisetas de la Canarinha con el nĆŗmero -1 y el nombre de personas muertas. Por su parte, el artista FabrĆcio ChabĆ“ preparó una revisita al Pensador de Auguste Rodin con una bola de fĆŗtbol enĀ la cabeza para el encuentro creativo C.O.P.A.S, Doce ciudades en tensión.
Copa. RepressĆ£o. Povo. Fuck Fifa. Molotov. Spray de Pimenta na Cara. Las palabras se suceden sin orden. Se enredan, circulando, conformando frases, gritos. Los veintiseis segundos de Copa DadĆ”, la obra de Pablo Souza, se concentran rabias e indignaciones de millones de brasileƱos. En otras pĆldoras, como Gol o Loversberto, coração grande (FIFA go to hell), Pablo busca nuevos caminos audiovisuales para deconstruir los mensajes de los medios masas. Ā«Necesitamos reciclar los modos de lucha, debemos extender la percepción de la creación como necesidad polĆtica, inventar nuevos modos de vivirĀ», asegura Pablo Souza.
Y en lo audiovisual los brasileƱos tienen uno de sus mĆ”s amplios terrenos creativos. El Coletivo Vinhetando, que cocina pĆldoras audiovisuales con paisajes sonoros, domina como ninguno el arte de la remezcla. Ā«En el siglo XXI, una de las fuerzas mĆ”s evidentes y contundentes es la de la reapropiación de los códigosĀ», aseguran en una respuesta colectiva. Su Ćŗltimo vĆdeo, Rutina de Excepción, con una persona caminando con una mĆ”scara de gas por las calles de RĆo de Janeiro y con mĆŗsica rag time, es un buen ejemplo. Por su parte, Pedro Paulo Rocha estĆ” facturando piezas eclĆ©cticas, donde el arte visual y lo multimedia se encuentran, como este GO #2.
Remezcla, reapropiación, detournement situacionista, culture jamming (hackeo de logos comerciales). El tan criticado Mundial de fĆŗtbol ha acelerado la natural inercia remix de los brasileƱos. El pintor Alex Frechette se ha lanzado a realizar revisiones de cuadros cĆ©lebres con mensajes anti Mundial, especialmente crĆticos contra la violencia policial. Empezó con el Guernica de Picasso. Continuó con Goya. Y con El Grito de Munch. Y con Chagall. Y con Basquiat. Y con Roy Lichtenstein, reinventando Thinking of him y colocando la imagen del preso Rafael Braga Vieira. Ā«Es una gran oportunidad de revivirlos, dejarlos mĆ”s pulsantes, colocĆ”ndolos en el ambiente brasileƱoĀ», afirma Alex Frechette.
Por su parte, el colectivo Bijari apuesta por lenguajes visuales disruptivos. Ā«Nos interesa la construcción simbólica y la ocupación subjetivaĀ», aseguró Geandre Tomazoni en el encuentro C.O.P.A.S de SĆ£o Paulo, citando la bola de fĆŗtbol de Bijari, que recibe video mapping con consignas o sĆmbolos crĆticos. En muchos casos, la creación es colectiva y se diluye en una cadena del copiapega y se contagia con sĆ”tira o ironĆa, como en el proyecto kamasurra, que critica la violencia policial jugando con el imaginario del Kamasutra. El proyecto PoemaCoContraCopa es un buen ejemplo de creación grĆ”fico-poĆ©tica. En sus recovecos se encuentra el interesantĆsimo poema concretista COPA, de Thiago Cervan, que imita el mĆtico poema contra la Coca-Cola de DĆ©cio Pignatari. Copa, copa, opaca, cloaca.
Remezcla, reapropiación, hackeos de logos. Y ahĆ, en el cĆ©lebre culture jamming que despedaza a las marcas, la lista de acciones podrĆa ser infinita. Los logos de la FIFA y de VISA se fusionan en una grĆŗa que derriba viviendas. En un out door, un indĆgena recibe gas en la cara en un anuncio oficial de Coca-Cola. Y hay mĆ”s, mucho mĆ”s. Destaca la sutileza vĆrico-lateral que cambió el logo del banco ItaĆŗ en todas las biciletas turĆsticas de RĆo de Janeiro por Luta (lucha), con la misma tipografĆa.
Y la mĆŗsica. En el exuberante ocĆ©ano sonoro de Brasil, en el subcontinente de los mil ritmos, la creación musical crĆtica con el Mundial es intensa. Sin lugar a dudas, el gran hit del sentimiento anti Mundial tiene el sello de la banda Apanhador Só. El vĆdeo clip Mordido, lanzado a finales de 2013 con una remezcla de imĆ”genes de violencia policial, se ha convertido en un autĆ©ntico viral. Su letra, especialmente crĆtica con los acuerdos comerciales del Mundial, habla por sĆ sola: Ā«No cuela mĆ”s, da para ver que el Ćŗnico que ganas eres tĆŗĀ». Desde RĆo de Janeiro, el grupo Construção Coletiva cocinó su Rap da Rua #NĆ£oVaiTerCopa, en el que se formula una pregunta que representa a buena parte de la periferia: «¿Es tan absurdo que nos rebelemos contra la Copa do Mundo?Ā». Algunos artistas consagrados como Edu Krygier, hace meses que aportaron canciones crĆticas como Desculpe, Neymar.
Pero sin embargo, los ritmos combativos como el hip hop son mucho mÔs frecuentes en la creación anti COPA & FIFA. El Rap da Copa (Mussoumano) o Legado (Lyric Hulle) (Dudu de Morro Agudo) son dos buenos ejemplos. Por su parte, el heavy metal también se ha unido al estruendo anti Copa. Los trabajos de Shadowside y Confronto han repercutido incluso en el diario Le Monde. La camiseta Foda-se a Copa, Confronto 14 es un auténtico viral en la red. Y, cómo no, el remix recorre la red, como este Jam 100% anti Mundial que data de las revueltas de junio de 2013 y que despedaza a «esa élite que tiene residencia na Europa».
Una frase del Coletivo Projetação sobre un cartel del estado MaracanĆ£ de RĆo de Janeiro, con policĆas de fondo, resume a la perfección el clima creativo del Brasil del Mundial: Brasil, estadio de excepción.
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Luces, proyector, acción. La frase Gringo, the world cup is fake (extranjero, el Mundial es mentira). Luces, proyector. La frase Fifa Go Home (Fifa, vuelve a casa), estampada en la fachada del lujoso hotel Copacabana Palace de RĆo. Luces. Y frases, muchas frases, proyectadas yĀ diseminadas en todos los rincones de Brasil: Ā«- Repression, + DemocracyĀ», Ā«#fifagohomeĀ», Ā«Brazilian Investment, FIFA profitĀ». El Coletivo Projetação representa como ninguno la ola de creatividad anti Mundial y anti FIFA que sacude Brasil. Y muestra que el dilema manifestación vs violencia policial que reina en los medios de comunicación es insuficiente para retratar lo que estĆ” ocurriendo en Brasil durante el Mundial. La bola rueda. La represión crece. Y la creatividad estalla en todas direcciones.
Del grafiti a las remezclas audiovisuales, de la mĆŗsica a la performance, de las artes visuales a la literatura, la efervescencia creativa de los brasileƱos inunda redes y calles. Las marcas despliegan su rodillo de creatividad publicitaria pro Mundial. Pero la ciudadanĆa hackea sus mensajes en las brechas. Y cocina creaciones crĆticas, lĆŗdicas, reflexivas. Ā«No pretendemos cambiar el mundo. Pero tenemos la esperanza de que las próximas generaciones tengan un futuro mejor si comenzamos a plantar semillas ahoraĀ», asegura Henry Thoreau, uno de los miembros del Coletivo Projetação, que ha conseguido que sus mensajes se proyecten en los Ćŗltimos dĆas en paredes de Nueva York o BerlĆn.
El territorio āparedes, muros, edificios, calles, plazasā es uno de los grandes palcos de la creatividad anti Mundial. El Movimiento Decoração Anti Copa recopila en su fan page pintadas, grafitis y murales contra el Mundial de todos los rincones de Brasil. Especialmente prolija estĆ” la creación de grafitis. Incluso algunos artistas reconocidos, como Cranio, denuncian en los muros el derroche de dinero pĆŗblico o los excesos de la FIFA. Otro buen ejemplo de creación callejera es la intervención de la Casa da Lapa en el barrio Itaquera de SĆ£o Paulo, en el que han colocado seƱales de trĆ”fico con las palabras Territorio FIFA, criticando el hecho de que el barrio estĆ” en el perĆmetro de seguridad de dos kilómetros que la FIFA decreta alrededor de los estadios. El cartel de UnFAIR players, dedicado a la FIFA, que el colectivo Nós temporĆ”rios desplegó en el Museo de Arte do Rio (Mar) de RĆo de Janeiro es otro destacable gatillazo anti Mundial.
En el territorio suceden tambiĆ©n los actos e intervenciones que no encajan en la definición de manifestación. Escraches, como La Quadrilha da FIFA, que sorprendió al ministro de deporte Aldo Rebelo en su visita a RĆo de Janeiro. Desfiles lĆŗdicos, como el de los pink blocs que el grupo Carnavandalirização organiza en las calles de RĆo de Janeiro. Y espĆritu del Carnaval, como el del Bloco CaveirĆ£o (caveirĆ£o es el vehĆculo del cuerpo de las tropas especiales de la PolicĆa Militar), del colectivo Nova Pasta, que se cuela con su pasacalles en centros urbanos, periferias y manifestaciones.
Disonancias y disidencias, remezclas y alteraciones de códigos. Y performances, muchas performances. Pocos formatos consiguen esquivar la represión policial como el de la performance. Y quizĆ” por eso es uno de los mĆ”s utilizados en el Brasil del Mundial. El coletivo Ogiva despliega sus acciones en los dĆas en los que juega la selección de Brasil: Aquele Mario simula estar muerto con la cabeza sustituida por un balón, mientras Marie Aipe sujeta un cartel con Toast to FIFA (brindemos por la FIFA) disfrazada de azafata. La Marcha Silenciosa, que tuvo lugar en RĆo de Janeiro el pasado domingo, sembró las calles de personas con la boca amordazada (crĆtica a la libertad de expresión) y camisetas de la Canarinha con el nĆŗmero -1 y el nombre de personas muertas. Por su parte, el artista FabrĆcio ChabĆ“ preparó una revisita al Pensador de Auguste Rodin con una bola de fĆŗtbol enĀ la cabeza para el encuentro creativo C.O.P.A.S, Doce ciudades en tensión.
Copa. RepressĆ£o. Povo. Fuck Fifa. Molotov. Spray de Pimenta na Cara. Las palabras se suceden sin orden. Se enredan, circulando, conformando frases, gritos. Los veintiseis segundos de Copa DadĆ”, la obra de Pablo Souza, se concentran rabias e indignaciones de millones de brasileƱos. En otras pĆldoras, como Gol o Loversberto, coração grande (FIFA go to hell), Pablo busca nuevos caminos audiovisuales para deconstruir los mensajes de los medios masas. Ā«Necesitamos reciclar los modos de lucha, debemos extender la percepción de la creación como necesidad polĆtica, inventar nuevos modos de vivirĀ», asegura Pablo Souza.
Y en lo audiovisual los brasileƱos tienen uno de sus mĆ”s amplios terrenos creativos. El Coletivo Vinhetando, que cocina pĆldoras audiovisuales con paisajes sonoros, domina como ninguno el arte de la remezcla. Ā«En el siglo XXI, una de las fuerzas mĆ”s evidentes y contundentes es la de la reapropiación de los códigosĀ», aseguran en una respuesta colectiva. Su Ćŗltimo vĆdeo, Rutina de Excepción, con una persona caminando con una mĆ”scara de gas por las calles de RĆo de Janeiro y con mĆŗsica rag time, es un buen ejemplo. Por su parte, Pedro Paulo Rocha estĆ” facturando piezas eclĆ©cticas, donde el arte visual y lo multimedia se encuentran, como este GO #2.
Remezcla, reapropiación, detournement situacionista, culture jamming (hackeo de logos comerciales). El tan criticado Mundial de fĆŗtbol ha acelerado la natural inercia remix de los brasileƱos. El pintor Alex Frechette se ha lanzado a realizar revisiones de cuadros cĆ©lebres con mensajes anti Mundial, especialmente crĆticos contra la violencia policial. Empezó con el Guernica de Picasso. Continuó con Goya. Y con El Grito de Munch. Y con Chagall. Y con Basquiat. Y con Roy Lichtenstein, reinventando Thinking of him y colocando la imagen del preso Rafael Braga Vieira. Ā«Es una gran oportunidad de revivirlos, dejarlos mĆ”s pulsantes, colocĆ”ndolos en el ambiente brasileƱoĀ», afirma Alex Frechette.
Por su parte, el colectivo Bijari apuesta por lenguajes visuales disruptivos. Ā«Nos interesa la construcción simbólica y la ocupación subjetivaĀ», aseguró Geandre Tomazoni en el encuentro C.O.P.A.S de SĆ£o Paulo, citando la bola de fĆŗtbol de Bijari, que recibe video mapping con consignas o sĆmbolos crĆticos. En muchos casos, la creación es colectiva y se diluye en una cadena del copiapega y se contagia con sĆ”tira o ironĆa, como en el proyecto kamasurra, que critica la violencia policial jugando con el imaginario del Kamasutra. El proyecto PoemaCoContraCopa es un buen ejemplo de creación grĆ”fico-poĆ©tica. En sus recovecos se encuentra el interesantĆsimo poema concretista COPA, de Thiago Cervan, que imita el mĆtico poema contra la Coca-Cola de DĆ©cio Pignatari. Copa, copa, opaca, cloaca.
Remezcla, reapropiación, hackeos de logos. Y ahĆ, en el cĆ©lebre culture jamming que despedaza a las marcas, la lista de acciones podrĆa ser infinita. Los logos de la FIFA y de VISA se fusionan en una grĆŗa que derriba viviendas. En un out door, un indĆgena recibe gas en la cara en un anuncio oficial de Coca-Cola. Y hay mĆ”s, mucho mĆ”s. Destaca la sutileza vĆrico-lateral que cambió el logo del banco ItaĆŗ en todas las biciletas turĆsticas de RĆo de Janeiro por Luta (lucha), con la misma tipografĆa.
Y la mĆŗsica. En el exuberante ocĆ©ano sonoro de Brasil, en el subcontinente de los mil ritmos, la creación musical crĆtica con el Mundial es intensa. Sin lugar a dudas, el gran hit del sentimiento anti Mundial tiene el sello de la banda Apanhador Só. El vĆdeo clip Mordido, lanzado a finales de 2013 con una remezcla de imĆ”genes de violencia policial, se ha convertido en un autĆ©ntico viral. Su letra, especialmente crĆtica con los acuerdos comerciales del Mundial, habla por sĆ sola: Ā«No cuela mĆ”s, da para ver que el Ćŗnico que ganas eres tĆŗĀ». Desde RĆo de Janeiro, el grupo Construção Coletiva cocinó su Rap da Rua #NĆ£oVaiTerCopa, en el que se formula una pregunta que representa a buena parte de la periferia: «¿Es tan absurdo que nos rebelemos contra la Copa do Mundo?Ā». Algunos artistas consagrados como Edu Krygier, hace meses que aportaron canciones crĆticas como Desculpe, Neymar.
Pero sin embargo, los ritmos combativos como el hip hop son mucho mÔs frecuentes en la creación anti COPA & FIFA. El Rap da Copa (Mussoumano) o Legado (Lyric Hulle) (Dudu de Morro Agudo) son dos buenos ejemplos. Por su parte, el heavy metal también se ha unido al estruendo anti Copa. Los trabajos de Shadowside y Confronto han repercutido incluso en el diario Le Monde. La camiseta Foda-se a Copa, Confronto 14 es un auténtico viral en la red. Y, cómo no, el remix recorre la red, como este Jam 100% anti Mundial que data de las revueltas de junio de 2013 y que despedaza a «esa élite que tiene residencia na Europa».
Una frase del Coletivo Projetação sobre un cartel del estado MaracanĆ£ de RĆo de Janeiro, con policĆas de fondo, resume a la perfección el clima creativo del Brasil del Mundial: Brasil, estadio de excepción.
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