La ecuación de la creatividad en nuestro cerebro

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La creatividad -como todos los fenómenos que suceden en el cerebro- no pasa de ser una amalgama de actividad neuronal. Los cuadros de Goya, un poema de RubĆ©n DarĆo, las estatuas esculpidas en la antigua Grecia o cualquiera de las sinfonĆas compuestas por Beethoven surgieron de un determinado uso que se hizo de los recursos que posee el cerebro.
No hay una fórmula maestra de la creatividad y la ciencia aún estÔ muy lejos de comprender cómo funciona realmente el cerebro.
Pero estÔ en ello. Pablo Varona, profesor de la Universidad Autónoma en Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, es especialista en modelos de atención. Parte de su trabajo consiste en intentar explicar la actividad neuronal de forma secuencial. Uno de los retos es describir cómo algunos procesos cognitivos interactúan entre sà y lo cierto es que estos procesos interactúan compitiendo por los recursos que tiene el cerebro.
Los procesos cognitivos -todos aquellos que implican un conocimiento por parte de la persona o la percepción de algo a través de sus sentidos- reclutan distintos tipos de grupos neuronales. Si alguien estÔ trabajando con el ordenador y mientras tanto atiende a la chÔchara de su compañero, tiene repartidos los recursos del cerebro entre estos dos procesos cognitivos (y entre muchos otros inconscientes). Sin embargo, en cuanto su trabajo requiera una dosis mayor de atención, dejarÔ de prestar atención a lo que le dicen pues su actividad neuronal se concentrarÔ allà donde mÔs la necesita, dejando huérfana a la otra tarea.
«La atención es un recurso limitado. La cantidad de neuronas que se reclutan para mantener esa atención es limitada y por tanto los distintos procesos cognitivos que simultÔneamente puede realizar una persona tienen una limitación, esto es algo evidente», comenta Pablo Varona. Se ve claramente en ejemplos cotidianos, como cuando estamos leyendo un libro en el metro, muy concentrados en la lectura, y nos pasamos de estación. «Esto tiene que ver con la competición que hay de recursos. La atención lo que hace es focalizar todos los recursos de procesamiento de información del cerebro en un tema particular».
Existen, claro estÔ, distintos tipos de tareas cognitivas. Las hay exigentes, de las que necesitan todos los recursos posibles. Como por ejemplo la memoria a corto plazo, la que se usa para recordar números de teléfono entre otras cosas. El cerebro tiene muy poco tiempo para establecer esta memoria y por eso usa muchos recursos para este propósito, aunque esta exigencia se difumina pronto y la memoria se borra.
Y la creatividad, ¿dónde estÔ?
En toda tarea creativa entran en juego los sentimientos. Cierto es que sin la debida atención no se puede llevar a cabo un trabajo creativo con unos objetivos, pero la creatividad requiere algo mĆ”s que estar concentrado en lo que se estĆ” haciendo. Se necesita depositar parte de las propias emociones en la tarea: la alegrĆa, la decepción, la agresividad, la gratitud, el odio, la ansiedad, el miedo, la euforia.
Ā«Balancear adecuadamente los procesos de atención y de emoción viene bien, por ejemplo, para componer una canción si alguien es mĆŗsico, o para crear un cuadro si alguien es pintor. Tiene que estar muy atento a lo que estĆ” haciendo, muy concentrado en cuĆ”l es el objetivo, pero tambiĆ©n la emoción le va guiando hacia ese objetivoā, explica Varona. La clave estĆ” en encontrar āya sea por casualidad o cada uno como puedaā ese balance entre atención y emoción.
Si el trabajo que se va a realizar requiere mucha concentración, es difĆcil que fluyan las emociones pues se pueden dedicar a ellas muy pocos recursos. Claro que tambiĆ©n puede ocurrir lo contrario. Ā«Muchas veces la atención y la emoción van de la mano, colaborando para desarrollar esa tarea creativa. Pero en otras ocasiones, dependiendo de quĆ© tipo de emoción sea, puede resultar algo que compite demasiado con las tareas de atenciónĀ», indica el especialista en modelos de atención del cerebro.
Una emoción muy fuerte puede anular a una persona. De ahĆ que cuando alguien estĆ” en una situación emocional compleja le resulta difĆcil concentrarse. Ā«En todas las tareas cognitivas que estamos haciendo en un momento dado existe esa competición por recursos. Por eso, cuando se estĆ” en una situación personal complicada, la gente se despista, comete errores en el trabajo, se olvida de cosas. Gran parte de sus recursos cognitivos se estĆ”n dedicando a preocuparse por esa situación y quedan menos para concentrarse en otras cosasĀ», apunta Varona.
La creatividad revierte positivamente en la atención
Ā«Me encanta que los planes salgan bienĀ» no es solo la frase que decĆa el bueno de Hannibal cuando su Equipo A lo reventaba todo y conseguĆa salir triunfante al final de cada capĆtulo. En un trabajo creativo, cuando revisas lo que has logrado y sientes satisfacción porque va bien, se obtiene un refuerzo positivo. Esto hace que la persona sea capaz de poner mĆ”s atención aĆŗn en la tarea, descuidando otras como ir al baƱo o comer, porque se estĆ” inmerso en un proceso creativo que refuerza mantener la atención de forma constante, segĆŗn explica Varona.
La situación cambia si el trabajo no resulta agradable. Ā«Si tienes que mantener la atención en una tarea que no te gusta, evidentemente te puedes cansar mucho antes porque no hay ese refuerzo, la satisfacción de que vas a llegar al objetivoĀ», asegura el profesor,y aƱade que difĆcilmente se descuidarĆ” en esta tesitura la hora de comer, porque los recursos del cerebro no tienen ningĆŗn estĆmulo para volcarse en la tarea no agradable.
Pese a lo anterior, una tarea creativa que retroalimenta nuestra atención también suele resultar mÔs exigente. Otras se convierten en mecÔnicas a fuerza de hacerlas y desarrollamos automatismos que no necesitan tantos recursos. Aquà el cansancio se atenúa, mientras que la tarea se puede simultanear con pensar en otra cosa o atender a una conversación.
La pérdida de la noción del tiempo
Sucede a veces que estando sumergidos de lleno en una tarea concreta no nos damos cuenta del paso del tiempo. Esto āya sea porque estamos haciendo un trabajo creativo, disfrutando de unas vacaciones o cualquier otra tarea absorbenteā tiene su origen en el balance de recursos en el cerebro. Ā«La percepción temporal es parte del conjunto de tareas cognitivas que realiza una persona. Pero cuando pones mĆ”s atención en una cosa, los sistemas neuronales que se encargan de mantener esa percepción temporal pierden prioridadĀ», seƱala Varona.
Cuando estamos muy concentrados en algo no podemos prestar atención al resto de cosas a las que habitualmente prestamos atención. El paso del tiempo es una de ellas. Una persona siempre realiza ese proceso inconsciente de llevar la cuenta del tiempo que ha pasado, para saber si es la hora de comer o si toca hacer otra cosa. Pero cuando llevamos a cabo una tarea absorbente, hasta los recursos dedicados a ese proceso inconsciente que se ejecuta en segundo plano en nuestro cerebro se ponen a echar una mano, descuidando el paso de los minutos y, a veces, de las horas.
ImÔgenes: markchadwickart,  goldsardine,  pedrosimoes7 y Sharon Drummond
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La creatividad -como todos los fenómenos que suceden en el cerebro- no pasa de ser una amalgama de actividad neuronal. Los cuadros de Goya, un poema de RubĆ©n DarĆo, las estatuas esculpidas en la antigua Grecia o cualquiera de las sinfonĆas compuestas por Beethoven surgieron de un determinado uso que se hizo de los recursos que posee el cerebro.
No hay una fórmula maestra de la creatividad y la ciencia aún estÔ muy lejos de comprender cómo funciona realmente el cerebro.
Pero estÔ en ello. Pablo Varona, profesor de la Universidad Autónoma en Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, es especialista en modelos de atención. Parte de su trabajo consiste en intentar explicar la actividad neuronal de forma secuencial. Uno de los retos es describir cómo algunos procesos cognitivos interactúan entre sà y lo cierto es que estos procesos interactúan compitiendo por los recursos que tiene el cerebro.
Los procesos cognitivos -todos aquellos que implican un conocimiento por parte de la persona o la percepción de algo a través de sus sentidos- reclutan distintos tipos de grupos neuronales. Si alguien estÔ trabajando con el ordenador y mientras tanto atiende a la chÔchara de su compañero, tiene repartidos los recursos del cerebro entre estos dos procesos cognitivos (y entre muchos otros inconscientes). Sin embargo, en cuanto su trabajo requiera una dosis mayor de atención, dejarÔ de prestar atención a lo que le dicen pues su actividad neuronal se concentrarÔ allà donde mÔs la necesita, dejando huérfana a la otra tarea.
«La atención es un recurso limitado. La cantidad de neuronas que se reclutan para mantener esa atención es limitada y por tanto los distintos procesos cognitivos que simultÔneamente puede realizar una persona tienen una limitación, esto es algo evidente», comenta Pablo Varona. Se ve claramente en ejemplos cotidianos, como cuando estamos leyendo un libro en el metro, muy concentrados en la lectura, y nos pasamos de estación. «Esto tiene que ver con la competición que hay de recursos. La atención lo que hace es focalizar todos los recursos de procesamiento de información del cerebro en un tema particular».
Existen, claro estÔ, distintos tipos de tareas cognitivas. Las hay exigentes, de las que necesitan todos los recursos posibles. Como por ejemplo la memoria a corto plazo, la que se usa para recordar números de teléfono entre otras cosas. El cerebro tiene muy poco tiempo para establecer esta memoria y por eso usa muchos recursos para este propósito, aunque esta exigencia se difumina pronto y la memoria se borra.
Y la creatividad, ¿dónde estÔ?
En toda tarea creativa entran en juego los sentimientos. Cierto es que sin la debida atención no se puede llevar a cabo un trabajo creativo con unos objetivos, pero la creatividad requiere algo mĆ”s que estar concentrado en lo que se estĆ” haciendo. Se necesita depositar parte de las propias emociones en la tarea: la alegrĆa, la decepción, la agresividad, la gratitud, el odio, la ansiedad, el miedo, la euforia.
Ā«Balancear adecuadamente los procesos de atención y de emoción viene bien, por ejemplo, para componer una canción si alguien es mĆŗsico, o para crear un cuadro si alguien es pintor. Tiene que estar muy atento a lo que estĆ” haciendo, muy concentrado en cuĆ”l es el objetivo, pero tambiĆ©n la emoción le va guiando hacia ese objetivoā, explica Varona. La clave estĆ” en encontrar āya sea por casualidad o cada uno como puedaā ese balance entre atención y emoción.
Si el trabajo que se va a realizar requiere mucha concentración, es difĆcil que fluyan las emociones pues se pueden dedicar a ellas muy pocos recursos. Claro que tambiĆ©n puede ocurrir lo contrario. Ā«Muchas veces la atención y la emoción van de la mano, colaborando para desarrollar esa tarea creativa. Pero en otras ocasiones, dependiendo de quĆ© tipo de emoción sea, puede resultar algo que compite demasiado con las tareas de atenciónĀ», indica el especialista en modelos de atención del cerebro.
Una emoción muy fuerte puede anular a una persona. De ahĆ que cuando alguien estĆ” en una situación emocional compleja le resulta difĆcil concentrarse. Ā«En todas las tareas cognitivas que estamos haciendo en un momento dado existe esa competición por recursos. Por eso, cuando se estĆ” en una situación personal complicada, la gente se despista, comete errores en el trabajo, se olvida de cosas. Gran parte de sus recursos cognitivos se estĆ”n dedicando a preocuparse por esa situación y quedan menos para concentrarse en otras cosasĀ», apunta Varona.
La creatividad revierte positivamente en la atención
Ā«Me encanta que los planes salgan bienĀ» no es solo la frase que decĆa el bueno de Hannibal cuando su Equipo A lo reventaba todo y conseguĆa salir triunfante al final de cada capĆtulo. En un trabajo creativo, cuando revisas lo que has logrado y sientes satisfacción porque va bien, se obtiene un refuerzo positivo. Esto hace que la persona sea capaz de poner mĆ”s atención aĆŗn en la tarea, descuidando otras como ir al baƱo o comer, porque se estĆ” inmerso en un proceso creativo que refuerza mantener la atención de forma constante, segĆŗn explica Varona.
La situación cambia si el trabajo no resulta agradable. Ā«Si tienes que mantener la atención en una tarea que no te gusta, evidentemente te puedes cansar mucho antes porque no hay ese refuerzo, la satisfacción de que vas a llegar al objetivoĀ», asegura el profesor,y aƱade que difĆcilmente se descuidarĆ” en esta tesitura la hora de comer, porque los recursos del cerebro no tienen ningĆŗn estĆmulo para volcarse en la tarea no agradable.
Pese a lo anterior, una tarea creativa que retroalimenta nuestra atención también suele resultar mÔs exigente. Otras se convierten en mecÔnicas a fuerza de hacerlas y desarrollamos automatismos que no necesitan tantos recursos. Aquà el cansancio se atenúa, mientras que la tarea se puede simultanear con pensar en otra cosa o atender a una conversación.
La pérdida de la noción del tiempo
Sucede a veces que estando sumergidos de lleno en una tarea concreta no nos damos cuenta del paso del tiempo. Esto āya sea porque estamos haciendo un trabajo creativo, disfrutando de unas vacaciones o cualquier otra tarea absorbenteā tiene su origen en el balance de recursos en el cerebro. Ā«La percepción temporal es parte del conjunto de tareas cognitivas que realiza una persona. Pero cuando pones mĆ”s atención en una cosa, los sistemas neuronales que se encargan de mantener esa percepción temporal pierden prioridadĀ», seƱala Varona.
Cuando estamos muy concentrados en algo no podemos prestar atención al resto de cosas a las que habitualmente prestamos atención. El paso del tiempo es una de ellas. Una persona siempre realiza ese proceso inconsciente de llevar la cuenta del tiempo que ha pasado, para saber si es la hora de comer o si toca hacer otra cosa. Pero cuando llevamos a cabo una tarea absorbente, hasta los recursos dedicados a ese proceso inconsciente que se ejecuta en segundo plano en nuestro cerebro se ponen a echar una mano, descuidando el paso de los minutos y, a veces, de las horas.
ImÔgenes: markchadwickart,  goldsardine,  pedrosimoes7 y Sharon Drummond