30 de noviembre 2012    /   ENTRETENIMIENTO
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Cuando una afición se convierte en profesión

30 de noviembre 2012    /   ENTRETENIMIENTO     por          
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Mariana Alija y Armando Orbón se hacen llamar Alija. Hace siete años se aficionaron a subir fotos a un banco de imÔgenes. Con el tiempo, se dieron cuenta que esta afición podría convertirse en su profesión y abandonaron sus respectivos trabajos. Hoy cuentan con mÔs de 3.000 ficheros subidos y 70.000 trabajos vendidos.

ā€œEscuchamos hablar por primera vez de iStockphoto y el microstock en una pĆ”gina web, donde compramos nuestra primera cĆ”mara digitalā€, dice Mariana Alija, ā€œ A partir de entonces, empezamos hacer fotografĆ­as y a subirlas compulsivamente en el banco de imĆ”genes sin pensar que pudieran tener demasiada repercusiónā€.

Un año mÔs tarde y con mÔs de un centenar de imÔgenes subidas, la pareja asistió al
iStockalypse de Barcelona, una gran cita para todos los colaboradores de esta plataforma en la que se intercambian conocimientos, experiencias y se realizan talleres, entre otras actividades. Allí se les ofreció la posibilidad de participar de manera mÔs activa en iStockphoto, convirtiéndose en inspectores, figura responsable de filtrar los archivos subidos a la plataforma para asegurar que estos cumplan con los estÔndares de calidad marcados por la compañía.

Fue justo en ese momento cuando se plantearon si debían dejar o no sus respectivos trabajos. Mariana por aquél entonces trabajaba como diseñadora en una empresa de productos para el hogar y Armando trabajaba como consultor tecnológico. Finalmente, optaron por dedicarse plenamente a una de sus mayores aficiones, la fotografía.

Después de llevar 7 años colaborando con el banco de imÔgenes, afirman que su trabajo se ha convertido en una especie de adicción, les cuesta apartarse del ordenador y podrían pasarse días enteros sin desconectar subiendo y retocando fotos. Por ello, se ponen unas horas límites en las cuales apagan su centro de trabajo para dar una vuelta y salir con los amigos.

Todo este esfuerzo y dedicación tiene su recompensa al ver sus trabajos publicados en
revistas, anuncios, webs, blogs, etc. Como por ejemplo la imagen que se utilizó en una de las campañas de Natura o en la portada de Snipe, la revista londinense sobre música, arte y cultura.

 

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Mariana Alija y Armando Orbón se hacen llamar Alija. Hace siete años se aficionaron a subir fotos a un banco de imÔgenes. Con el tiempo, se dieron cuenta que esta afición podría convertirse en su profesión y abandonaron sus respectivos trabajos. Hoy cuentan con mÔs de 3.000 ficheros subidos y 70.000 trabajos vendidos.

ā€œEscuchamos hablar por primera vez de iStockphoto y el microstock en una pĆ”gina web, donde compramos nuestra primera cĆ”mara digitalā€, dice Mariana Alija, ā€œ A partir de entonces, empezamos hacer fotografĆ­as y a subirlas compulsivamente en el banco de imĆ”genes sin pensar que pudieran tener demasiada repercusiónā€.

Un año mÔs tarde y con mÔs de un centenar de imÔgenes subidas, la pareja asistió al
iStockalypse de Barcelona, una gran cita para todos los colaboradores de esta plataforma en la que se intercambian conocimientos, experiencias y se realizan talleres, entre otras actividades. Allí se les ofreció la posibilidad de participar de manera mÔs activa en iStockphoto, convirtiéndose en inspectores, figura responsable de filtrar los archivos subidos a la plataforma para asegurar que estos cumplan con los estÔndares de calidad marcados por la compañía.

Fue justo en ese momento cuando se plantearon si debían dejar o no sus respectivos trabajos. Mariana por aquél entonces trabajaba como diseñadora en una empresa de productos para el hogar y Armando trabajaba como consultor tecnológico. Finalmente, optaron por dedicarse plenamente a una de sus mayores aficiones, la fotografía.

Después de llevar 7 años colaborando con el banco de imÔgenes, afirman que su trabajo se ha convertido en una especie de adicción, les cuesta apartarse del ordenador y podrían pasarse días enteros sin desconectar subiendo y retocando fotos. Por ello, se ponen unas horas límites en las cuales apagan su centro de trabajo para dar una vuelta y salir con los amigos.

Todo este esfuerzo y dedicación tiene su recompensa al ver sus trabajos publicados en
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Opiniones 3
  • Felicidades. Estoy convencida de que una de las claves de la felicidad es hacer tu profesión de tu pasión. Me parece preocupante cada vez que veo o leo en las redes sociales a la gente amargĆ”ndose porque es lunes o dando botes de alegrĆ­a porque llega el viernes. SĆ­, vale, el fin de semana es descanso y eso le gusta a todo el mundo, pero si empezar la semana y volver al trabajo supone un trauma y es motivo de amargura.. creo que esto es un indicador de que algo no va bien.

    Felicidades a las personas valientes que saben elegir el momento justo para dejar atrƔs el tedio y la rutina y lanzarse en nuevos proyectos mƔs entusiasmantes.

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