
El guardián del sueño está preocupado. La tecnología está tentando a muchas personas a no ir a dormir cuando cae la noche. Puede incluso que se meta en la cama con ellas. O hasta que les despierte a media noche. Un estudio de la National Sleep Foundation (NSF), en EEUU, asegura que las pantallas están estirando las horas de vigilia de muchos individuos y, en consecuencia, afectando a su rendimiento al día siguiente.
“Los teléfonos móviles y los ordenadores están haciendo nuestra vida más productiva y agradable, pero, a la vez, estamos abusando de ellos hasta tal punto que nos roban horas de sueño por la noche y reducen nuestra productividad a la mañana siguiente”, según una declaración de Russell Rosenberg, vicepresidenta del NSF, recogida por Reuters.
Este organismo hizo una investigación para averiguar el uso que hacen los estadounidenses de la tecnología y ver cómo afecta a sus hábitos de descanso. El 95% de las personas consultadas utilizan algún dispositivo electrónico antes de ir a dormir y el 66% cree que, durante la semana, no duerme las horas necesarias para sentirse descansado. Algo que afecta, según la NSF, a su trabajo, humor, hábitos de conducción, salud, vida sexual…
Pero el sueño no solo se reduce por ver una serie en TV o jugar a la Wii o escribir unos mails. Una vez en la cama el sueño puede verse alterado por el efecto que provocan las luces de las pantallas.
El director del departamento del Sueño en la Harvard Medical School, Charles Czeisler, indica, según Reuters, que la exposición a la luz artificial antes de ir a la cama aumenta el estado de alerta y disminuye la secreción de melatonina (la hormona que produce el sueño).
Las preferencias de dispositivos varían en función de la edad. Las personas de 46 a 64 años suelen sustituir la TV por la cama. La mayor parte de los adolescentes entre 13 y 18, y el 28% de los jóvenes entre 19 y 29 años prefieren jugar a videojuegos.
Dice Czeisler que lo que más le preocupa es “lo poco que están durmiendo los adolescentes entre 13 y 18 años. Los chavales están durmiendo entre una hora y media y dos horas menos cada noche que lo que dormían hace un siglo. Esto significa que están perdiendo unas 50 horas de sueño al mes”.
Zzzz…
Imagen de Jenny Lee Silver reproducida bajo licencia CC.

El guardián del sueño está preocupado. La tecnología está tentando a muchas personas a no ir a dormir cuando cae la noche. Puede incluso que se meta en la cama con ellas. O hasta que les despierte a media noche. Un estudio de la National Sleep Foundation (NSF), en EEUU, asegura que las pantallas están estirando las horas de vigilia de muchos individuos y, en consecuencia, afectando a su rendimiento al día siguiente.
“Los teléfonos móviles y los ordenadores están haciendo nuestra vida más productiva y agradable, pero, a la vez, estamos abusando de ellos hasta tal punto que nos roban horas de sueño por la noche y reducen nuestra productividad a la mañana siguiente”, según una declaración de Russell Rosenberg, vicepresidenta del NSF, recogida por Reuters.
Este organismo hizo una investigación para averiguar el uso que hacen los estadounidenses de la tecnología y ver cómo afecta a sus hábitos de descanso. El 95% de las personas consultadas utilizan algún dispositivo electrónico antes de ir a dormir y el 66% cree que, durante la semana, no duerme las horas necesarias para sentirse descansado. Algo que afecta, según la NSF, a su trabajo, humor, hábitos de conducción, salud, vida sexual…
Pero el sueño no solo se reduce por ver una serie en TV o jugar a la Wii o escribir unos mails. Una vez en la cama el sueño puede verse alterado por el efecto que provocan las luces de las pantallas.
El director del departamento del Sueño en la Harvard Medical School, Charles Czeisler, indica, según Reuters, que la exposición a la luz artificial antes de ir a la cama aumenta el estado de alerta y disminuye la secreción de melatonina (la hormona que produce el sueño).
Las preferencias de dispositivos varían en función de la edad. Las personas de 46 a 64 años suelen sustituir la TV por la cama. La mayor parte de los adolescentes entre 13 y 18, y el 28% de los jóvenes entre 19 y 29 años prefieren jugar a videojuegos.
Dice Czeisler que lo que más le preocupa es “lo poco que están durmiendo los adolescentes entre 13 y 18 años. Los chavales están durmiendo entre una hora y media y dos horas menos cada noche que lo que dormían hace un siglo. Esto significa que están perdiendo unas 50 horas de sueño al mes”.
Zzzz…
Imagen de Jenny Lee Silver reproducida bajo licencia CC.
Al leer el titular pensé que el artículo iba a ir de vibradores y robots sexuales de última generación… ¡Habéis perdido un lector! jajaja.
No, en serio: este asunto –como el de “internet (o Google) nos está volviendo imbéciles”– suena mucho últimamente en todos los medios. Supongo que será porque el río agua lleva. Preocupante. Sobre todo para las futuras generaciones. ¡¡Vamos a la cama que hay que descansar!!
¡¡¡Horror!!! Me acabas de dar un susto de muerte. Perderte como lector. ¡¡Ah!!
Afortunadamente parece que ha sido una falsa alarma… : )
Jaja!!! Pues sí. Ahora que lo dices… me acabas de dar una idea para otro post. Tecnología de última generación para espacios privados.
El tema aquí es observar. No juzgar. Está claro que las cosas están cambiando (nosotros también venimos con la cancioncilla de Google y los idiotas desde el año pasado). Pensamos distinto y hacemos otras cosas. Párate a pensarlo. Si no tuvieras TV, ordenador, consolas… quizá dormirías más. ¿Nunca te has perdonado un par de horitas de sueño por ver dos capítulos de una serie o pegarte una charlita por chat? Aunque a lo mejor los antiguos hacían otras cosas que no tenían nada que ver con dormir. Aunque aquí lo mío es reproducir lo que dicen los expertos e investigadores. Y Charles Czeisler dice que los niños se iban a la cama en vez de jugar a videojuegos.
Muchas gracias por tu comentario.
iPad + Orfidal = Love
Clear, inmrfoative, simple. Could I send you some e-hugs?
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