14 de abril 2012    /   IDEAS
por
 

De cómo los suecos confundieron pedos de arenques con submarinos rusos

14 de abril 2012    /   IDEAS     por          
Compártelo twitter facebook whatsapp
thumb image

¡Yorokobu gratis en formato digital!

Lee gratis la revista Abril/Mayo haciendo clic aquí.

El arenque es un pez común en el Mar Báltico, donde se pueden encontrar ejemplares de tamaños considerables. Y cuando les da por soltar aires esto también puede generar un ruido considerable. Precisamente este sonido fue clasificado durante años por la Armada sueca como si fueran motores de submarinos, dando lugar a un amago de conflicto diplomático entre Suecia y Rusia en 1994, ya que el primer ministro de la época, Carl Bildt (quien actualmente es el ministro de Relaciones Exteriores de Suecia), escribió una airada carta a Boris Yeltsin pidiéndole explicaciones sobre intrusiones en sus aguas territoriales.

Algunos tipos de arenque utilizan los gases para “hablar” entre ellos sin alertar a otros peces. Cuando el pez se tira la ventosidad, las burbujas que emanan emiten un sonido de alta frecuencia sólo audible para los de su especie. Los peces utilizan el sonido para agruparse y formar bancos protegidos en la noche que les ayudan a mantenerse a salvo de los depredadores.

Los científicos han llamado al fenómeno Fast Repetitive Tick (FRT) y según Robert Batty, investigador de la Asociación Escocesa de Ciencias del Mar (y uno de los pocos que ha logrado grabar el proceso) “se parece mucho a una persona que se tira una pedorreta metálica en tono alto”.

Sin embargo, el gas no es causado por el proceso digestivo, sino por el aire que toman los peces al subir a la superficie y que luego emiten a través de una pequeña abertura cerca de su ano. Así que, técnicamente, no es una flatulencia por su definición formal; simplemente un airecito con sonido.

Robert Batty, junto con Ben Wilson y Larry Dill, hicieron el descubrimiento después de estudiar el arenque del Pacífico (Clupea pallasii) y del Atlántico (Clupea harengus) en Canadá y Escocia y con él ganaron el premio The Ig® Nobel en el apartado de Biología de 2004.

Sin embargo, a mediados de los 80 no se conocía este mecanismo aerofágico de los arenques, así que la Armada sueca paso varios años identificando estos ruidos con intrusiones hostiles de submarinos espías soviéticos. Desde la década de 1980 Suecia realizó numerosas cacerías contra presuntos intrusos submarinos en sus aguas territoriales, pero nunca logró sacar ninguno a la superficie.

El colapso de la antigua Unión Soviética condujo a una fuerte disminución de la actividad submarina en aguas de Suecia, pero los incidentes se reanudaron en junio de 1993. Durante la Guerra Fría al menos se podría dar una explicación probable a estas incursiones, pero en ese momento era más difícil encontrar una buena razón para ellas.

Así que tras contratar al biólogo Magnus Wahlberg, de la universidad del Sur de Dinamarca, y elaborar análisis y experimentos de muchos tipos, al final demostraron que estos sonidos no fueron realizados por enemigos hostiles bajo el agua, sino efectivamente por peces tirándose ventosidades.

Además, también se descubrió que otros falsos positivos en aguas de las costas cercanas a la costa habían sido provocados por visones y otros mamíferos acuáticos retozando bulliciosamente en las aguas, que habían dejando testimonio de su presencia en los delicados sistemas de detección de la Marina, que también los traducía por movimientos de submarinos enemigos.

Se calcula en 3.000 millones de coronas (324 millones de euros o 54.000 millones de las antiguas pesetas, aproximadamente) lo que los suecos invirtieron entre maniobras, instrumental y bombardeos para cazar a estos “submarinos enemigos” durante estos años, persiguiendo sonidos que sólo eran burbujas de aire.

Fuentes y Fotos: National Geographic, The Guardian, Improbable Research y Fair Fax

¡Yorokobu gratis en formato digital!

Lee gratis la revista Abril/Mayo haciendo clic aquí.

El arenque es un pez común en el Mar Báltico, donde se pueden encontrar ejemplares de tamaños considerables. Y cuando les da por soltar aires esto también puede generar un ruido considerable. Precisamente este sonido fue clasificado durante años por la Armada sueca como si fueran motores de submarinos, dando lugar a un amago de conflicto diplomático entre Suecia y Rusia en 1994, ya que el primer ministro de la época, Carl Bildt (quien actualmente es el ministro de Relaciones Exteriores de Suecia), escribió una airada carta a Boris Yeltsin pidiéndole explicaciones sobre intrusiones en sus aguas territoriales.

Algunos tipos de arenque utilizan los gases para “hablar” entre ellos sin alertar a otros peces. Cuando el pez se tira la ventosidad, las burbujas que emanan emiten un sonido de alta frecuencia sólo audible para los de su especie. Los peces utilizan el sonido para agruparse y formar bancos protegidos en la noche que les ayudan a mantenerse a salvo de los depredadores.

Los científicos han llamado al fenómeno Fast Repetitive Tick (FRT) y según Robert Batty, investigador de la Asociación Escocesa de Ciencias del Mar (y uno de los pocos que ha logrado grabar el proceso) “se parece mucho a una persona que se tira una pedorreta metálica en tono alto”.

Sin embargo, el gas no es causado por el proceso digestivo, sino por el aire que toman los peces al subir a la superficie y que luego emiten a través de una pequeña abertura cerca de su ano. Así que, técnicamente, no es una flatulencia por su definición formal; simplemente un airecito con sonido.

Robert Batty, junto con Ben Wilson y Larry Dill, hicieron el descubrimiento después de estudiar el arenque del Pacífico (Clupea pallasii) y del Atlántico (Clupea harengus) en Canadá y Escocia y con él ganaron el premio The Ig® Nobel en el apartado de Biología de 2004.

Sin embargo, a mediados de los 80 no se conocía este mecanismo aerofágico de los arenques, así que la Armada sueca paso varios años identificando estos ruidos con intrusiones hostiles de submarinos espías soviéticos. Desde la década de 1980 Suecia realizó numerosas cacerías contra presuntos intrusos submarinos en sus aguas territoriales, pero nunca logró sacar ninguno a la superficie.

El colapso de la antigua Unión Soviética condujo a una fuerte disminución de la actividad submarina en aguas de Suecia, pero los incidentes se reanudaron en junio de 1993. Durante la Guerra Fría al menos se podría dar una explicación probable a estas incursiones, pero en ese momento era más difícil encontrar una buena razón para ellas.

Así que tras contratar al biólogo Magnus Wahlberg, de la universidad del Sur de Dinamarca, y elaborar análisis y experimentos de muchos tipos, al final demostraron que estos sonidos no fueron realizados por enemigos hostiles bajo el agua, sino efectivamente por peces tirándose ventosidades.

Además, también se descubrió que otros falsos positivos en aguas de las costas cercanas a la costa habían sido provocados por visones y otros mamíferos acuáticos retozando bulliciosamente en las aguas, que habían dejando testimonio de su presencia en los delicados sistemas de detección de la Marina, que también los traducía por movimientos de submarinos enemigos.

Se calcula en 3.000 millones de coronas (324 millones de euros o 54.000 millones de las antiguas pesetas, aproximadamente) lo que los suecos invirtieron entre maniobras, instrumental y bombardeos para cazar a estos “submarinos enemigos” durante estos años, persiguiendo sonidos que sólo eran burbujas de aire.

Fuentes y Fotos: National Geographic, The Guardian, Improbable Research y Fair Fax

Compártelo twitter facebook whatsapp
Penes digitalizados: un condón inteligente que te chivará lo buen (o mal) copulador que eres
¿Qué significa la victoria del partido pirata en Berlín?
¿Eres una persona elegante?
Ellos estuvieron a punto de acabar con Europa
 
Especiales
 
facebook twitter whatsapp
Opiniones 12
  • 54.000 millones por unos pedillos no está mal….aqui en España el Gobierno gasta bsatante más por unos cuantos pedorros….

  • Ni pedos ni arenques. Esta historia no es un «hoax» pero está muy cerca de serlo. Cierto que los suecos buscaban submarinos rusos, pero lo que detectaba el radar de superficie y el sonar bajo las aguas del Báltico sur, que por cierto ocurría a menudo en las costas del sur de Suecia, cerca de Karlskrona, eran FOCAS y así años después se demostró.

    Además, la sospecha que se trataba de pequeños submarinos rusos, algunos minis, tenía su base porque uno de ellos, de tamaño normal, encalló en el sur de Suecia (no recuerdo si hubo dos porque escribo esto de memoria), y tuvo que venir la Armada rusa a recogerlo. Otro salió a flote entre las islas del archipiélago de Estocolmo. Busca el tema en la wiki que encontrarás hasta fotos del capitán y el buque.

    En los 90 no existía, ni siquiera hoy existe, un sonar tan sofisticado que consiga detectar e identificar las microscópicas y posibles burbujas de aire de los arenques, que no las producen en su intestino sino en sus agallas, y tampoco son las que producen los ultrasonidos, sino el movimiento de miles de ellos bajo el agua.

    Tampoco hay en Suecia los llamado «fiordos». Esos están en Noruega porque el fiordo es la desembocadura de un rio de montaña donde llega el agua de nieve o glaciar y en Suecia no hay. Lo que hay en Suecia son costas con agua del Báltico que tienen abundantes islas, islotes y escollos, los llamados «skærgård» (archipiélago) donde en algunos es muy difícil navegar. Tampoco hay «visones» retozando en aguas marinas. Tus «visiones» serían más bien «nutrias», que son las que retozan en las aguas de los cientos de lagos de agua dulce suecos, algunos cerca de la costas.

    En fin Daniel, no sé de dónde has traducido esta historia, pero aunque la intención sea buena hay demasiados fallos de documentación. Yo la conozco porque la viví en primera persona e in situ (hablo el sueco) en los 90, cuando no había internet y los periodistas teníamos que mandar las crónicas por télex o teléfono. Hilsen /Saludos

  • Hola Kalle, yo no creo que sea fake. Como pone el texto al final, también descubrieron que el ruido procedia de mamíferos acuáticos, como bien dices. Pero también eran arenques.

    La causa de los peces la descubrió, Magnus Wahlberg (Head of Research and Outreach, Adjunct Professor at Fjord & Bælt and University of Southern Denmark). Incluso le dieron un Ig Nobel por ello. Está en las fuentes:

    http://www.improbable.com/2011/10/12/thursday-whales-herring-farts-in-copenhagen/

    También lo afirman National Geographic y The Guardian, como puedes ver en las demás fuentes que estaban puestas al final.

    • A veces es muy difícil ver dónde está la broma o el doble sentido del humor nórdico. El de los daneses es muy fino, casi como el de los gallegos en Spain. El de los noruegos es más infantil y el de los suecos es para tontos. Por estos lares dicen, cuando explicas algo a un sueco, «que se lo repiten otra vez», porque lo cierto es que nunca entienden nada.

      Entre estos tres países hay rivalidades de todo tipo, pero los tres son primos hermanos, aparte de los finlandeses, y nunca llegan a las manos aunque sí lo hicieron varias veces en su historia. Y a la hora de sacarle la punta a cosas que suceden por estos lares, ninguno se corta un pelo.

      Mira el título del enlace que me indicas; «Research that makes people LAUGH and then THINK». Para cualquier nórdico esto ya indicaría que todo lo que se lea a continuación es una deformación de la realidad, una broma, una «parida» con aires de seriedad y con algunos datos ciertos que nos hacen dudar, pero que todo sirve para hacer reír. Que alguno, como The Guardian, haya picado y publicado la historia es lo mismo que has hecho tú. Han traducido y sin conocer la idiosincrasia nórdica, no han caído que esto es un producto sacado de la fantasía de un danés para reírse sin mala intención de lo suecos.

      Por cierto, yo mismo he explotado durante años en la radio la historia danesa de prohibir a los gallos cantar antes de una hora determinada. Es una historia cierta, pero aderezada con un poco de coña y aplicando términos burocráticos, te queda de maravilla para que la gente sonría y a la vez se asombre. Algún día la pondré en mi web.

      ¡Ah! que no se me olvide. Me han dicho que no he sido el borde de siempre en mi comentario anterior, que hubiera sido normal ponerte a parir porque en esto del periodismo no paso ni una. Debe ser porque era domingo y recién levantado. Saludos

      • Con todos los respetos Kalle, desde luego que no conocemos la idiosincracia humorística de los nórdicos; pero sí conocemos la de los Premios IG Nobel.

        «Research that makes people LAUGH and then THINK» es el lema de estos galardones desde 1991, el link era de la página de los organizadores y donde está el estudio del infiel danés junto con todos los premiados en todas las ediciones.

        http://www.improbable.com/ig/

        Creo que si los miras, la mayoría de los estudios también te parecerán coñas marineras increíbles, pero eso no quita que sean trabajos científicos verdaderos hechos por investigadores de todo el mundo, con la suficiente seriedad para poder ser publicados en revistas científicas.

        • Daniel, que son muchos años de oficio. Claro que conozco los IG Nobel y los estudios o investigaciones chorras que premian. Lo que quiero decirte es que la noticia mezcla con ironía las investigaciones sobre los arenques y sus «pedos» con la historia de lo submarinos rusos. Nada más.

      • Ostras pues yo me había tragado la historia a pies juntillas, llevaba tiempo buscándola para traducirla correctamente, estoy empezando con el sueco y lo del humor no lo pillo., que os voy a contar.
        Ahora lo de los gallos, si que no me lo trago, se puede encontrar esa historia en castellano?
        Gracias y Agur, vänliga hälsingar 🙂

  • Comentarios cerrados.