8 de septiembre 2016    /   ENTRETENIMIENTO
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Tu dentadura no serĂ¡ televisada

8 de septiembre 2016    /   ENTRETENIMIENTO     por          
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SonreĂ­r nunca ha sido tan caro. En el podio de la belleza mediĂ¡tica se encumbran la piel bronceada, el corte de pelo y —trompetas— los dientes perfectos. Todos los artistas los lucen, incluso quienes no los necesitan. Pareciera que nos hemos acostumbrado a que las celebridades nos deslumbren con ese blanco dental, quĂ­mico y cegador. Hasta Morgan Freeman, ya entrado en añitos, puede lucir una dentadura panorĂ¡mica hecha de tablas de surf fosforecentemente blancas (Pantone Bright White). Porque si un adulto normal tiene 32 dientes, un actor de Hollywood tiene muchos mĂ¡s.

freeman

Foto: s_bukley / Shutterstock.com

MĂ¡s dientes que un tiburĂ³n. Esa proliferaciĂ³n odontolĂ³gica suele ser la norma y tambiĂ©n lo es nuestro aprecio por la sonrisa perfecta como sĂ­mbolo de belleza y juventud. Por eso cuando se quiere caracterizar a un personaje iconoclasta, estrambĂ³tico o simplemente estĂºpido, se lo representa con una mala dentadura. El pĂºblico lo acepta, aunque no sea la realidad de todos los dĂ­as. Pero es lo que ve en pantalla. Tanto que si en ella aparece alguien con los dientes un poco amarilleados y torcidos, pues, ya se sabe que es el malo.

buscemi

Foto: s_bukley / Shutterstock.com

Las dentaduras postizas cinematogrĂ¡ficas han estado presentes desde siempre en la comedia, pero en los dramas resultan algo mĂ¡s nuevas. Una de las mĂ¡s logradas fue la del entrañable John Laroche (Chris Cooper) en Adaptation. De hecho, Merryl Streep se enamora de Ă©l aunque a Laroche le falten todos los dientes delanteros. Pero otros actores ya han nacido con dentaduras torcidas y por tanto no precisan ni prĂ³tesis ni nada. A esos se los denomina ‘actores de carĂ¡cter’.

SegĂºn Costhelper.com, una dentadura cosmĂ©tica como la de Morgan Freeman o la de George Clooney, que es mucho mĂ¡s joven, puede costar entre 20.000 y 72.000 euros. Y mucho mĂ¡s si el dentista es un astro por derecho propio. Ahora bien, si uno no cuenta con tanto dinero, siempre puede conformarse con unas fundas dentales o un blanqueo hollywoodense. O no sonreĂ­r cuando le cuentan un chiste.

jonnhy-rotten

Foto: DFP Photographic / Shutterstock.com

Eric Fugier, Arthur Glosman o Joseph Goodman encabezan la lista de odontĂ³logos mĂ¡s conocidos de Hollywood. Y allĂ­ residen, pues tratan a celebridades de la talla de Bruce Willis, Paris Hilton o Katy Perry. Pero ademĂ¡s de sanar y embellecer, algunos de estos odontĂ³logos tambiĂ©n se dedican a afear: a crear dentaduras falsas especialmente desagradables para el cine.

El dentista Rick Glassman, uno de los enumerados en la famosa lista, fue quien le hizo a Brad Pitt su prĂ³tesis para El Club de la lucha. El director del filme necesitaba que la boca de Pitt pareciera efectivamente destrozada por las peleas. Glass mantuvo Ă©xito y continuĂ³ diseĂ±Ă¡ndolas, por ejemplo, la del capitĂ¡n Jack, que Johnny Depp utilizarĂ­a en las tres entregas de la saga Piratas del Caribe.

Pero para quienes se encuentran fuera del circuito del glamour, los dentistas tienen soluciones mĂ¡s realistas. Las bocas de estas personas normales y corrientes se mejoran con prĂ³tesis removibles o fijas, parciales o totales, duras y flexibles. Los materiales son diversos y la variedad es amplia. Siempre ha habido remiendos bucales, pero no siempre tan sofisticados. HabĂ­a que arreglĂ¡rselas con lo que se tenĂ­a a mano: madera, marfil, goma vulcanizada e incluso con dientes humanos.

Mujer-con-dientes-de-oro

En Europa del Este y Asia Menor, el gusto en lo que respecta a los dientes es mĂ¡s clĂ¡sico: prefieren el oro y la plata. QuizĂ¡ fue ese gusto lo que inspirĂ³ a raperos, mĂºsicos y boxeadores. Ya se sabe que el oro siempre ha sido un sĂ­mbolo de riqueza.

Y de rebeldĂ­a. Los raperos, que siempre han sido partidarios de espeluznar con lo que sale de sus bocotas, cuando ya han conseguido un Ă©xito o dos, lo hacen con sus piezas de joyerĂ­a dental: los ‘grillz’ (grill en inglĂ©s significa ‘radiador de  coche’). Estas fundas de oro encastadas de diamantes, probablemente cubren dentaduras dañadas o irregulares, pero ademĂ¡s son una declaraciĂ³n de rebeldĂ­a contra la belleza americana estĂ¡ndar. Y un sĂ­mbolo de Ă©xito para el gueto.

dentaduras

Otros rebeldes son los britĂ¡nicos. Pero mientras los medios norteamericanos son devastadores cuando se trata de la salud bucal, como ocurriĂ³ con Nicky Minaj, la prensa europea no parece ser tan quisquillosa. Los britĂ¡nicos, famosos en el mundo angloparlante por sus dientes podridos, no son tan tiquismiquis.

El-diente-de-Amy-Winehouse

Desde la famosa dentadura del cantante de la banda The Pogues, Shane McGowan, hasta el piño perdido de Amy Winehouse, el mundo de la mĂºsica ve esta actitud como parte del oficio de provocar: sexo, dientes y rockn’roll. Los de Bowie no fueron una excepciĂ³n, sĂ³lo que en sus Ăºltimos años el cantante se reinventĂ³ una vez mĂ¡s con su sonrisa inmaculada. El Duke debiĂ³ de pasar demasiado tiempo en Estados Unidos.

bowie

Una foto de Rosana Prada, reproducida bajo lic. CC

Tal es la naturalidad de los ingleses a la hora de hablar de sus dientes que en la BBC, Sir Paul McCartney llegĂ³ a contarle esto a su anfitriĂ³n, Ronnie Wood:

— Mi padre me aconsejĂ³ que cuando llegara a los 21 años, me hiciera extraer todos los dientes y me comprara una dentadura postiza —dijo Sir Paul.

— ¡Eso es exactamente lo que hizo mi madre! —respondiĂ³ alegremente el guitarrista de los Stones.

Es triste imaginar a un Ronnie Wood sin dientes tocando con los Rolling Stones. Pero algunos traviesos del Photoshop hicieron el ejercicio. Dejaron volar su imaginaciĂ³n con otros artistas y plasmaron cĂ³mo se verĂ­an estos sin dentaduras.

Amy Pohler

Justin-Timberlake

Como suele ocurrir, las celebridades marcan el camino y el mercado los sigue. AsĂ­ es como se popularizaron las sonrisas perfectas y los precios de dentaduras como las de Freeman subieron a alturas celestiales. Hace unas semanas, John Lydon (alias Johnny Rotten, exlĂ­der de los Sex Pistols) dijo en una entrevista: «PaguĂ© mucho dinero para arreglarme los dientes. Y una semana despuĂ©s de colocĂ¡rmelos, porque son todos falsos, me rompĂ­ este con un hueso de cereza. Entonces me dije: a la mierda con esto, no volverĂ© a hacerme esa operaciĂ³n en las encĂ­as nunca mĂ¡s».

Hoy Lydon, punk eterno y lĂ­der de Public Image Limited (un nombre genial para la banda de un mĂºsico desdentado) ya estĂ¡ dando batalla de nuevo. QuizĂ¡ hasta comience una nueva revoluciĂ³n antidentistas. Pero no la veremos por la tele, ya se sabe que sin dientes, la revoluciĂ³n nunca serĂ¡ televisada.

 

SonreĂ­r nunca ha sido tan caro. En el podio de la belleza mediĂ¡tica se encumbran la piel bronceada, el corte de pelo y —trompetas— los dientes perfectos. Todos los artistas los lucen, incluso quienes no los necesitan. Pareciera que nos hemos acostumbrado a que las celebridades nos deslumbren con ese blanco dental, quĂ­mico y cegador. Hasta Morgan Freeman, ya entrado en añitos, puede lucir una dentadura panorĂ¡mica hecha de tablas de surf fosforecentemente blancas (Pantone Bright White). Porque si un adulto normal tiene 32 dientes, un actor de Hollywood tiene muchos mĂ¡s.

freeman

Foto: s_bukley / Shutterstock.com

MĂ¡s dientes que un tiburĂ³n. Esa proliferaciĂ³n odontolĂ³gica suele ser la norma y tambiĂ©n lo es nuestro aprecio por la sonrisa perfecta como sĂ­mbolo de belleza y juventud. Por eso cuando se quiere caracterizar a un personaje iconoclasta, estrambĂ³tico o simplemente estĂºpido, se lo representa con una mala dentadura. El pĂºblico lo acepta, aunque no sea la realidad de todos los dĂ­as. Pero es lo que ve en pantalla. Tanto que si en ella aparece alguien con los dientes un poco amarilleados y torcidos, pues, ya se sabe que es el malo.

buscemi

Foto: s_bukley / Shutterstock.com

Las dentaduras postizas cinematogrĂ¡ficas han estado presentes desde siempre en la comedia, pero en los dramas resultan algo mĂ¡s nuevas. Una de las mĂ¡s logradas fue la del entrañable John Laroche (Chris Cooper) en Adaptation. De hecho, Merryl Streep se enamora de Ă©l aunque a Laroche le falten todos los dientes delanteros. Pero otros actores ya han nacido con dentaduras torcidas y por tanto no precisan ni prĂ³tesis ni nada. A esos se los denomina ‘actores de carĂ¡cter’.

SegĂºn Costhelper.com, una dentadura cosmĂ©tica como la de Morgan Freeman o la de George Clooney, que es mucho mĂ¡s joven, puede costar entre 20.000 y 72.000 euros. Y mucho mĂ¡s si el dentista es un astro por derecho propio. Ahora bien, si uno no cuenta con tanto dinero, siempre puede conformarse con unas fundas dentales o un blanqueo hollywoodense. O no sonreĂ­r cuando le cuentan un chiste.

jonnhy-rotten

Foto: DFP Photographic / Shutterstock.com

Eric Fugier, Arthur Glosman o Joseph Goodman encabezan la lista de odontĂ³logos mĂ¡s conocidos de Hollywood. Y allĂ­ residen, pues tratan a celebridades de la talla de Bruce Willis, Paris Hilton o Katy Perry. Pero ademĂ¡s de sanar y embellecer, algunos de estos odontĂ³logos tambiĂ©n se dedican a afear: a crear dentaduras falsas especialmente desagradables para el cine.

El dentista Rick Glassman, uno de los enumerados en la famosa lista, fue quien le hizo a Brad Pitt su prĂ³tesis para El Club de la lucha. El director del filme necesitaba que la boca de Pitt pareciera efectivamente destrozada por las peleas. Glass mantuvo Ă©xito y continuĂ³ diseĂ±Ă¡ndolas, por ejemplo, la del capitĂ¡n Jack, que Johnny Depp utilizarĂ­a en las tres entregas de la saga Piratas del Caribe.

Pero para quienes se encuentran fuera del circuito del glamour, los dentistas tienen soluciones mĂ¡s realistas. Las bocas de estas personas normales y corrientes se mejoran con prĂ³tesis removibles o fijas, parciales o totales, duras y flexibles. Los materiales son diversos y la variedad es amplia. Siempre ha habido remiendos bucales, pero no siempre tan sofisticados. HabĂ­a que arreglĂ¡rselas con lo que se tenĂ­a a mano: madera, marfil, goma vulcanizada e incluso con dientes humanos.

Mujer-con-dientes-de-oro

En Europa del Este y Asia Menor, el gusto en lo que respecta a los dientes es mĂ¡s clĂ¡sico: prefieren el oro y la plata. QuizĂ¡ fue ese gusto lo que inspirĂ³ a raperos, mĂºsicos y boxeadores. Ya se sabe que el oro siempre ha sido un sĂ­mbolo de riqueza.

Y de rebeldĂ­a. Los raperos, que siempre han sido partidarios de espeluznar con lo que sale de sus bocotas, cuando ya han conseguido un Ă©xito o dos, lo hacen con sus piezas de joyerĂ­a dental: los ‘grillz’ (grill en inglĂ©s significa ‘radiador de  coche’). Estas fundas de oro encastadas de diamantes, probablemente cubren dentaduras dañadas o irregulares, pero ademĂ¡s son una declaraciĂ³n de rebeldĂ­a contra la belleza americana estĂ¡ndar. Y un sĂ­mbolo de Ă©xito para el gueto.

dentaduras

Otros rebeldes son los britĂ¡nicos. Pero mientras los medios norteamericanos son devastadores cuando se trata de la salud bucal, como ocurriĂ³ con Nicky Minaj, la prensa europea no parece ser tan quisquillosa. Los britĂ¡nicos, famosos en el mundo angloparlante por sus dientes podridos, no son tan tiquismiquis.

El-diente-de-Amy-Winehouse

Desde la famosa dentadura del cantante de la banda The Pogues, Shane McGowan, hasta el piño perdido de Amy Winehouse, el mundo de la mĂºsica ve esta actitud como parte del oficio de provocar: sexo, dientes y rockn’roll. Los de Bowie no fueron una excepciĂ³n, sĂ³lo que en sus Ăºltimos años el cantante se reinventĂ³ una vez mĂ¡s con su sonrisa inmaculada. El Duke debiĂ³ de pasar demasiado tiempo en Estados Unidos.

bowie

Una foto de Rosana Prada, reproducida bajo lic. CC

Tal es la naturalidad de los ingleses a la hora de hablar de sus dientes que en la BBC, Sir Paul McCartney llegĂ³ a contarle esto a su anfitriĂ³n, Ronnie Wood:

— Mi padre me aconsejĂ³ que cuando llegara a los 21 años, me hiciera extraer todos los dientes y me comprara una dentadura postiza —dijo Sir Paul.

— ¡Eso es exactamente lo que hizo mi madre! —respondiĂ³ alegremente el guitarrista de los Stones.

Es triste imaginar a un Ronnie Wood sin dientes tocando con los Rolling Stones. Pero algunos traviesos del Photoshop hicieron el ejercicio. Dejaron volar su imaginaciĂ³n con otros artistas y plasmaron cĂ³mo se verĂ­an estos sin dentaduras.

Amy Pohler

Justin-Timberlake

Como suele ocurrir, las celebridades marcan el camino y el mercado los sigue. AsĂ­ es como se popularizaron las sonrisas perfectas y los precios de dentaduras como las de Freeman subieron a alturas celestiales. Hace unas semanas, John Lydon (alias Johnny Rotten, exlĂ­der de los Sex Pistols) dijo en una entrevista: «PaguĂ© mucho dinero para arreglarme los dientes. Y una semana despuĂ©s de colocĂ¡rmelos, porque son todos falsos, me rompĂ­ este con un hueso de cereza. Entonces me dije: a la mierda con esto, no volverĂ© a hacerme esa operaciĂ³n en las encĂ­as nunca mĂ¡s».

Hoy Lydon, punk eterno y lĂ­der de Public Image Limited (un nombre genial para la banda de un mĂºsico desdentado) ya estĂ¡ dando batalla de nuevo. QuizĂ¡ hasta comience una nueva revoluciĂ³n antidentistas. Pero no la veremos por la tele, ya se sabe que sin dientes, la revoluciĂ³n nunca serĂ¡ televisada.

 

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