Mientras los mayores se mataban, los niƱos dibujaban

”Yorokobu gratis en formato digital!
Eran niños cuando la guerra estalló. Las diferencias entre las dos Españas de principios del XX se materializaban en una contienda a la que el apellido fratricida suele escoltar como un latiguillo. Aunque los chiquillos de entonces no llegaban a entender qué es lo que desencadenó todo aquello (algunos mayores, tampoco), sà eran conscientes de sus consecuencias. Sus dibujos lo demuestran.
La mayorĆa tenĆa entre 10 y 14 aƱos, aunque tambiĆ©n se conservan dibujos de algunos mĆ”s pequeƱos. Entre ellos habĆa igual nĆŗmero de niƱas que de niƱos. Y, para todos, dibujar se convirtió en una especie de terapia con la que canalizar el horror sufrido desde el comienzo del conflicto.
Desde la sublevación militar de julio del 1936, los cuĆ”queros se prestaron a ayudar a la población civil de ambos bandos. Fueron ellos quienes decidieron recopilar los dibujos de todos aquellos niƱos de la guerra. MĆ”s de 1.000 viajaron hasta Estados Unidos donde fueron expuestos e incluso vendidos a coleccionistas, segĆŗn la Biblioteca Nacional. Algunos mĆ”s se quedaron en EspaƱa. De ellos, 1.172 se conservan en la citada institución, la mayorĆa de ellos ya estĆ”n digitalizados y en 2006 formaron parte de la exposición A pesar de todo dibujan: la Guerra Civil vista por los niƱos.Ā
AdemĆ”s de servir de descarga para los autores, las situaciones dibujadas por aquellos niƱos se han convertido en valiosos documentos grĆ”ficos de la Ć©poca. Y en su momento, incluso, de propaganda de los distintos bandos. No son pocos los dibujos que recogen los sĆmbolos y consignas propias de cada uno de las partes contendientes, resultado del adoctrinamiento al que los pequeƱos no eran inmunes.


Ā«Las imĆ”genes de niƱos indefensos ante la crueldad del enemigo se utilizaron como propaganda para legitimar principios y movilizar a la opinión pĆŗblica y a los gobiernos extranjeros en favor de la causa por la que se combatĆaĀ», explican desde Biblioteca Nacional.
Las escenas que recogen situaciones vividas antes de la guerra muestran a niƱos jugando, recibiendo a sus padres cuando regresaban del trabajo, ayudando a sus madres a realizar las Ā«labores del hogarĀ», a la familia merendando en el campoā¦




Los refugios habilitados para los que se quedaron sin casa o los comedores para paliar los problemas de abastecimiento son temas recurrentes en los dibujos. TambiĆ©n los desplazamientos a zonas mĆ”s seguras a las que muchos fueron obligados, solos o en compaƱĆa de familiares.



Y, por supuesto, la nueva vida en las colonias infantiles que se instalaron en la retaguardia republicana y en los paĆses que acogieron a muchos de estos niƱos. Estas podĆan ser de dos tipos: las familiares, en las que el niƱo se integraba en una nueva familia, o las colectivas, en cada una de las cuales podĆan residir deĀ 20 a 50 niƱos. La vida cotidiana en ellas se refleja en muchos de los dibujos que hoy se conservan en la Biblioteca Nacional.


Aunque si hay un tema recurrente en ellos ese no es otro que la violencia. En ocasiones ejercida desde el aire. Ā«En la Guerra Civil espaƱola se emplearon por primera vez los bombardeos aĆ©reos de manera premeditada contra ciudades desprotegidas, en las que las principales vĆctimas eran las personas mĆ”s indefensas. A los niƱos los aviones les causaban admiración por el poder que emanaba de ellos, pero su capacidad para matar tambiĆ©n les provocaba terrorĀ».


Colonia Escolar madrileña Balneario de Bellús
”Yorokobu gratis en formato digital!
Eran niños cuando la guerra estalló. Las diferencias entre las dos Españas de principios del XX se materializaban en una contienda a la que el apellido fratricida suele escoltar como un latiguillo. Aunque los chiquillos de entonces no llegaban a entender qué es lo que desencadenó todo aquello (algunos mayores, tampoco), sà eran conscientes de sus consecuencias. Sus dibujos lo demuestran.
La mayorĆa tenĆa entre 10 y 14 aƱos, aunque tambiĆ©n se conservan dibujos de algunos mĆ”s pequeƱos. Entre ellos habĆa igual nĆŗmero de niƱas que de niƱos. Y, para todos, dibujar se convirtió en una especie de terapia con la que canalizar el horror sufrido desde el comienzo del conflicto.
Desde la sublevación militar de julio del 1936, los cuĆ”queros se prestaron a ayudar a la población civil de ambos bandos. Fueron ellos quienes decidieron recopilar los dibujos de todos aquellos niƱos de la guerra. MĆ”s de 1.000 viajaron hasta Estados Unidos donde fueron expuestos e incluso vendidos a coleccionistas, segĆŗn la Biblioteca Nacional. Algunos mĆ”s se quedaron en EspaƱa. De ellos, 1.172 se conservan en la citada institución, la mayorĆa de ellos ya estĆ”n digitalizados y en 2006 formaron parte de la exposición A pesar de todo dibujan: la Guerra Civil vista por los niƱos.Ā
AdemĆ”s de servir de descarga para los autores, las situaciones dibujadas por aquellos niƱos se han convertido en valiosos documentos grĆ”ficos de la Ć©poca. Y en su momento, incluso, de propaganda de los distintos bandos. No son pocos los dibujos que recogen los sĆmbolos y consignas propias de cada uno de las partes contendientes, resultado del adoctrinamiento al que los pequeƱos no eran inmunes.


Ā«Las imĆ”genes de niƱos indefensos ante la crueldad del enemigo se utilizaron como propaganda para legitimar principios y movilizar a la opinión pĆŗblica y a los gobiernos extranjeros en favor de la causa por la que se combatĆaĀ», explican desde Biblioteca Nacional.
Las escenas que recogen situaciones vividas antes de la guerra muestran a niƱos jugando, recibiendo a sus padres cuando regresaban del trabajo, ayudando a sus madres a realizar las Ā«labores del hogarĀ», a la familia merendando en el campoā¦




Los refugios habilitados para los que se quedaron sin casa o los comedores para paliar los problemas de abastecimiento son temas recurrentes en los dibujos. TambiĆ©n los desplazamientos a zonas mĆ”s seguras a las que muchos fueron obligados, solos o en compaƱĆa de familiares.



Y, por supuesto, la nueva vida en las colonias infantiles que se instalaron en la retaguardia republicana y en los paĆses que acogieron a muchos de estos niƱos. Estas podĆan ser de dos tipos: las familiares, en las que el niƱo se integraba en una nueva familia, o las colectivas, en cada una de las cuales podĆan residir deĀ 20 a 50 niƱos. La vida cotidiana en ellas se refleja en muchos de los dibujos que hoy se conservan en la Biblioteca Nacional.


Aunque si hay un tema recurrente en ellos ese no es otro que la violencia. En ocasiones ejercida desde el aire. Ā«En la Guerra Civil espaƱola se emplearon por primera vez los bombardeos aĆ©reos de manera premeditada contra ciudades desprotegidas, en las que las principales vĆctimas eran las personas mĆ”s indefensas. A los niƱos los aviones les causaban admiración por el poder que emanaba de ellos, pero su capacidad para matar tambiĆ©n les provocaba terrorĀ».


Colonia Escolar madrileña Balneario de Bellús
Hola Gema,
Precioso artĆculo. Te escribo porque en la exposición que va itinerante, desde el invierno de 2014 por EspaƱa y por Rusia, en espaƱol y ruso con catĆ”logo incluido en ambas lenguas, llamada “los niƱos de la guerra cuentan su vida, cuentan tu historia, organizada por Archivo Guerra y Exilio (AGE), tambiĆ©n hay tremendos dibujos realizados por los peques.
Nos gustarĆa hablar contigo.
Abrazos
dolores.cabra.age@gmail.com
tf. 607798292
Dolores Cabra
Secretaria General de AGE
Gracias, Gema. Muy hermoso artĆculo. “La barbarie de la civilización”. CuĆ”nta claridad pueden dibujar los niƱos…
ĀæConoce usted la pagina http://www.llapispaperibombes? La exposicion itinerante de la Universidad de Alicante abunda en este tema.
Merece la pena darle un vistazo.
Estos dibujos tienen la capacidad de trasladarnos a nuestra propia infancia y conectarnos con la infancia de quienes los dibujaron.
Tan interesantes nos parecieron los dibujos que montamos una exposición para los jóvenes de ahora que siguen dibujando. Para acceder a ella consultar la web http://www.llapispaperibombes.com
Maravilloso artĆculo, se agradece. Es curioso como en casi todos los dibujos aparecen los aviones soltando bombas, da una idea de lo que significaron los bombardeos de terror. Mi madre nos contaba que su primer recuerdo era bajar a los refugios del metro de Barcelona durante los bombardeos.
Espeluznante ver la guerra a travƩs de los ojos de seres tan inocentes
Hola buenas tardes,
Soy una vecina de Masarrochos y les escribo porque he visto varios dibujos de los niƱos que estuvieron en la colonia escolar durante la guerra civil.
Bien actualmente estamos obteniendo presupuesto para la rehabilitación del refugio de la guerra civil en Massarrojos y nos gustarĆa, para la inauguración poder contar con ellos para exponerlos.
Si es posible, por favor haganmelo saber y que condiciones piden para ello.
Agradeciendo de antemano su pronta y grata atención, les saludo muy atentamente.
Lola Domènech i Francés.
Comentarios cerrados.