Alexander Luria era el mejor neuropsicólogo de Rusia y su caso mĆ”s famoso fue un periodista. Si el jefe de redacción daba indicaciones, todos tomaban notas, excepto Shereshevsky. Cuando le increparon, el chico lo repitió palabra por palabra. Asustado, el jefe le rogó que visitara a un psicólogo, y Luria comprobó que tenĆa hipermnesia. PodĆa recordar todo lo que ocurrĆa, fórmulas y pĆ”ginas enteras, incluso aƱos despuĆ©s: su cerebro no era normal.
Los cerebros normales necesitan un periodo de consolidación de los recuerdos. Durante el sueño, los contenidos relevantes se reciclan y consolidan. Los circuitos que conectan el hipocampo y la corteza se recombinan mientras dormimos. Una función esencial del sueño es seleccionar qué recordar y qué olvidar. Cada fase del sueño es importante para consolidar un tipo de información.
La fase de sueƱo NREM inicia el proceso del dormir. Al principio, las ondas son rƔpidas y el sueƱo, superficial. Luego, el sueƱo se hace profundo y las ondas cerebrales mƔs lentas. Esta etapa es importante para consolidar habilidades sensoriales (distinguir seƱales visuales) y habilidades motoras (bailar, practicar deportes).
La fase REM se caracteriza por movimientos oculares muy rĆ”pidos y ensoƱaciones muy vĆvidas, casi una pelĆcula. Esta fase aumenta su duración cuando estudiamos. Sirve para guardar conocimientos abstractos y tambiĆ©n episodios muy emocionales.
El cerebro dirige
La pelĆcula del sueƱo parece montada por un director excĆ©ntrico, tipo David Lynch. Este director, obviamente, es nuestro cerebro.
La amĆgdala es una estructura pequeƱa, escondida en el interior del lóbulo temporal. Es la encargada de marcar los contenidos emocionales, es la mĆŗsica que da el tono emocional. ĀæPor quĆ© el argumento del sueƱo nos parece surrealista o absurdo? Los protagonistas son eventos destacables del dĆa. Si estĆ”n cargados de emoción, tienen probabilidades de ser elegidos en el casting.
En paralelo, cada neurona puede combinarse con miles de millones. Las neuronas activas pueden llamar a antiguas amigas. Los neurocientĆficos dicen que las neuronas son muy ruidosas. Por este motivo, se activan muchas conexiones adyacentes. Son actores secundarios que rellenan nuestros sueƱos. Y asĆ, junto a eventos del dĆa, aparecen personas o escenas familiares que hace tiempo no veĆamos.
Entonces, ĀæquĆ© significan nuestras ensoƱaciones? No hay que prestar tanta atención al argumento āesa historia intrigante que Freud intentaba descifrarā, ya que es debido a la presencia del azar en el proceso. Unos contenidos emocionales llaman a otros episodios de tono emocional similar.
Lo esencial es la emoción predominante, el tema de la pelĆcula.
Si el sueƱo es una comedia, probablemente viva usted un momento feliz. Si es de terror, el miedo estĆ” presente durante el dĆa. Si es un thriller, puede haber ansiedad. Todo el montaje ocurre de forma inconsciente e involuntaria. La mayorĆa de las veces, no lo recordamos al despertar. En este aspecto, Freud tenĆa razón. La pelĆcula se rueda sin pĆŗblico, en el inconsciente. ĀæNadie la ve? Si la escena es muy intensa, el cerebro nos despierta antes de tiempo. Ya hay un espectador en la sala. Nuestra consciencia.
SueƱo y memoria
En realidad, todas las fases parecen interaccionar de forma mucho mÔs compleja y contribuir a la consolidación. Incluso la alternancia entre las fases de ondas lentas y el sueño REM juega un papel en los recuerdos de las experiencias. Por ello se dice que el procesamiento de la memoria es dependiente del sueño.
En resumen, el cerebro se ocupa de mantener viva la información importante. Imaginemos un profesional que, tras una noche sin dormir, no recuerda ninguna de sus tareas pendientes. El sueño cumple este objetivo, sintetizar lo relevante. Estos datos se repasan, se resumen y estÔn disponibles al despertar.
AdemÔs, el dormir cumple muchas otras funciones, relacionadas con la higiene neuronal. Dormir poco, menos de entre 5 y 8 horas, constantemente, se asocia con un incremento de la mortalidad. No tema dormir, no perderÔ el tiempo, pues mientras usted descansa su cerebro trabaja de muy diferentes formas. El sueño favorece la creatividad y la resolución de problemas.
La literatura ha recogido muchos sueƱos famosos que reflejan esta función. Por encargo del poeta Lord Byron, Mary Shelley tenĆa que escribir un relato. Tras una pesadilla, nació Frankenstein. El poeta Samuel Coleridge soñó un largo poema sobre Kubla Khan, lo que maravillaba a Borges. En el campo de la quĆmica, MendelĆ©yev confesó que se le habĆa ocurrido la tabla periódica durante un sueƱo.
Por cierto, ĀæquĆ© fue del periodista Shereshevsky? No tuvo una carrera brillante. Su cerebro tenĆa demasiadas conexiones extraƱas. Una mancha le recordaba una fórmula; un nĆŗmero tenĆa sabor o forma y se convertĆa en un hombre con bigote. Todos los sentidos se interconectaban y las informaciones se mezclaban. Esta sinestesia le impedĆa pensar bien, centrarse en el presente. CarecĆa de un cerebro normal, como el nuestro, que ejecutase la tarea de seleccionar lo importante.
Durante un tiempo, ofreció espectĆ”culos circenses en locales de MoscĆŗ. Aun asĆ, el pobre seguĆa sin saber cómo deshacerse de lo accesorio. Una simple tos le distraĆa, ya que no podĆa olvidar nada. No dejó de visitar a Luria y, al final, acabó conduciendo un taxi. Olvidar lo accesorio tambiĆ©n es esencial para vivir el presente.
JosĆ© T.Boyano, Profesor Asociado de PsicologĆa. Orientador Educativo, Universidad de MĆ”laga
Este artĆculo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.