20 de diciembre 2011    /   IDEAS
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DiseƱar nuevas preguntas y buscar menos respuestas

20 de diciembre 2011    /   IDEAS     por          
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¿A qué se asemejaría el universo si estuviera cabalgando sobre el final de un haz de luz a la velocidad de la luz? ¿Por qué estoy firmemente convencido de lo que creo? ¿A qué se podría parecer el ADN en un formato 3D? 

Einstein, Arno Penzias, James Watson y Francis Crick son algunos de los ejemplos de lo que ha supuesto para la humanidad que estas personas se cuestionaran y se plantearan nuevas preguntas. Brillantes, atractivas y diferentes, consiguiendo un sorprendente impacto en la creación de nuevo conocimiento.

Y así un sin fin de ejemplos a lo largo de la historia que demuestran que las grandes innovaciones han surgido de grandes preguntas. ¿Por qué entonces seguimos cuestionÔndonos lo mismo de siempre? ¿Por qué ponemos mÔs esfuerzos y recursos en conseguir respuestas que en plantearnos las preguntas correctas?

El sistema educativo occidental se centra mÔs en la memorización y repetición de respuestas que en el arte de buscar nuevas posibilidades. De manera muy aislada se nos pide cuestionarnos algo. Los exÔmenes, las pruebas de aptitud, van mÔs enfocadas a encontrar las respuestas correctas.

Por no hablar del ritmo profesional en el que nos vemos envueltos, el cual no nos da la oportunidad de participar en conversaciones de reflexión para explorar preguntas catalizadoras antes de llegar a la toma de decisiones. Los lĆ­deres o managers creen que a ellos se les valora y remunera por problemas fijos mĆ”s que por fomentar o promover nuevos pensamientos. El famoso ā€œno pienses ejecuta, que en dos dĆ­as cerramos el Qā€. ĀæRealmente este enfoque os estĆ” dando resultados?

Con esta actitud y sin apenas darnos cuenta estamos frustrando nuestra capacidad creativa, y ahora mÔs que nunca, no podemos dejar que esto suceda. Por tanto, yo os invito, animo y pido encarecidamente que con vuestro próximo desafío empresarial o personal os toméis el tiempo necesario para buscar nuevas preguntas. Os aseguro que no os arrepentiréis. Y el tiempo invertido, ademÔs de haber merecido la pena, no habrÔ cambiado el curso de vuestra frenética actividad.

Estas nuevas preguntas nos ayudarÔn a generar curiosidad en la audiencia, estimularÔn la conversación reflexiva, sacarÔn a la luz supuestos subyacentes, invitarÔn a la creatividad y a las nuevas posibilidades, generarÔn energía y avance, ayudarÔn a crear nuevos canales de atención y focos de investigación, y por supuesto evocarÔn mÔs preguntas.

La clave estarÔ en el diseño de las mismas, y para ello deberemos tener en cuenta que una pregunta brillante consta de tres dimensiones, la construcción, el alcance y las presunciones o supuestos. Al estudiar y entender las tres dimensiones de las preguntas mejoraremos drÔsticamente nuestra capacidad de generar ideas y el impacto de las mismas.

Termino con las palabras de Einstein: ā€œsi yo tuviera una hora para resolver un problema y mi vida dependiera de la solución, yo gastarĆ­a los primeros 55 minutos para determinar la pregunta apropiada, porque una vez supiera la pregunta correcta, yo podrĆ­a resolver el problema en menos de cinco minutosā€. Da que pensar.

Carmen Bustos. Socia fundadora de Soulsight.

 

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¿A qué se asemejaría el universo si estuviera cabalgando sobre el final de un haz de luz a la velocidad de la luz? ¿Por qué estoy firmemente convencido de lo que creo? ¿A qué se podría parecer el ADN en un formato 3D? 

Einstein, Arno Penzias, James Watson y Francis Crick son algunos de los ejemplos de lo que ha supuesto para la humanidad que estas personas se cuestionaran y se plantearan nuevas preguntas. Brillantes, atractivas y diferentes, consiguiendo un sorprendente impacto en la creación de nuevo conocimiento.

Y así un sin fin de ejemplos a lo largo de la historia que demuestran que las grandes innovaciones han surgido de grandes preguntas. ¿Por qué entonces seguimos cuestionÔndonos lo mismo de siempre? ¿Por qué ponemos mÔs esfuerzos y recursos en conseguir respuestas que en plantearnos las preguntas correctas?

El sistema educativo occidental se centra mÔs en la memorización y repetición de respuestas que en el arte de buscar nuevas posibilidades. De manera muy aislada se nos pide cuestionarnos algo. Los exÔmenes, las pruebas de aptitud, van mÔs enfocadas a encontrar las respuestas correctas.

Por no hablar del ritmo profesional en el que nos vemos envueltos, el cual no nos da la oportunidad de participar en conversaciones de reflexión para explorar preguntas catalizadoras antes de llegar a la toma de decisiones. Los lĆ­deres o managers creen que a ellos se les valora y remunera por problemas fijos mĆ”s que por fomentar o promover nuevos pensamientos. El famoso ā€œno pienses ejecuta, que en dos dĆ­as cerramos el Qā€. ĀæRealmente este enfoque os estĆ” dando resultados?

Con esta actitud y sin apenas darnos cuenta estamos frustrando nuestra capacidad creativa, y ahora mÔs que nunca, no podemos dejar que esto suceda. Por tanto, yo os invito, animo y pido encarecidamente que con vuestro próximo desafío empresarial o personal os toméis el tiempo necesario para buscar nuevas preguntas. Os aseguro que no os arrepentiréis. Y el tiempo invertido, ademÔs de haber merecido la pena, no habrÔ cambiado el curso de vuestra frenética actividad.

Estas nuevas preguntas nos ayudarÔn a generar curiosidad en la audiencia, estimularÔn la conversación reflexiva, sacarÔn a la luz supuestos subyacentes, invitarÔn a la creatividad y a las nuevas posibilidades, generarÔn energía y avance, ayudarÔn a crear nuevos canales de atención y focos de investigación, y por supuesto evocarÔn mÔs preguntas.

La clave estarÔ en el diseño de las mismas, y para ello deberemos tener en cuenta que una pregunta brillante consta de tres dimensiones, la construcción, el alcance y las presunciones o supuestos. Al estudiar y entender las tres dimensiones de las preguntas mejoraremos drÔsticamente nuestra capacidad de generar ideas y el impacto de las mismas.

Termino con las palabras de Einstein: ā€œsi yo tuviera una hora para resolver un problema y mi vida dependiera de la solución, yo gastarĆ­a los primeros 55 minutos para determinar la pregunta apropiada, porque una vez supiera la pregunta correcta, yo podrĆ­a resolver el problema en menos de cinco minutosā€. Da que pensar.

Carmen Bustos. Socia fundadora de Soulsight.

 

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