The Silence of Dogs in Cars(Hoxtorn Mini Press) es el último proyecto de Usborne. Una serie de fotografÃas donde los perros son los protagonistas. «Este proyecto es tanto sobre perros como sobre humanos», explica el fotógrafo, «es sobre el animal dentro de nosotros, esa parte de nosotros que está tácita, cruda, atrapada».
La idea parte de dos experiencias infantiles traumáticas: una, el miedo que sintió al quedarse solo en el interior de un coche; la otra, un documental en el que algunas personas maltrataban terriblemente a un perro.
Lo peor para su mente infantil no fue solo la visión de esas imágenes, sino pensar que el animal no podÃa responder. «Debo decir que yo era un niño muy querido y nunca abandonado y, sin embargo, está claro que ambas experiencias surgieron del mismo lugar en lo profundo de mi ser: el miedo a estar solo y no ser escuchado».
https://www.instagram.com/p/B89P5DhHB_f/
Todas las fotos de Dogs in cars son nocturnas. «Es más cinematográfico, más Hitchcock», aclara Usborne. «Ofrece más espacio para los sueños y los mundos paralelos. El dÃa, además, se asocia más a dejar perros abandonados en coches ardiendo bajo el sol».
La oscuridad, por otro lado, le permite volver a experimentar aquellos miedos que sintió de niño. «Lo que no esperaba era ver tantas reacciones sutiles de los perros: algunos tristes, otros expectantes, algunos enojados, otros abatidos… Fue como si al abrir una caja de lápices de color gris me sorprendiera ver tantas sombras en su interior».
Los perros que le sirven de modelo no aparecen en books de fotos animales. Usborne los descubre por la calle mientras pasea a los suyos. Habla con los propietarios y les pregunta si querrÃan colaborar en un proyecto artÃstico un tanto peculiar. Casi todos aceptan.
The Silence of Dogs in Cars(Hoxtorn Mini Press) es el último proyecto de Usborne. Una serie de fotografÃas donde los perros son los protagonistas. «Este proyecto es tanto sobre perros como sobre humanos», explica el fotógrafo, «es sobre el animal dentro de nosotros, esa parte de nosotros que está tácita, cruda, atrapada».
La idea parte de dos experiencias infantiles traumáticas: una, el miedo que sintió al quedarse solo en el interior de un coche; la otra, un documental en el que algunas personas maltrataban terriblemente a un perro.
Lo peor para su mente infantil no fue solo la visión de esas imágenes, sino pensar que el animal no podÃa responder. «Debo decir que yo era un niño muy querido y nunca abandonado y, sin embargo, está claro que ambas experiencias surgieron del mismo lugar en lo profundo de mi ser: el miedo a estar solo y no ser escuchado».
https://www.instagram.com/p/B89P5DhHB_f/
Todas las fotos de Dogs in cars son nocturnas. «Es más cinematográfico, más Hitchcock», aclara Usborne. «Ofrece más espacio para los sueños y los mundos paralelos. El dÃa, además, se asocia más a dejar perros abandonados en coches ardiendo bajo el sol».
La oscuridad, por otro lado, le permite volver a experimentar aquellos miedos que sintió de niño. «Lo que no esperaba era ver tantas reacciones sutiles de los perros: algunos tristes, otros expectantes, algunos enojados, otros abatidos… Fue como si al abrir una caja de lápices de color gris me sorprendiera ver tantas sombras en su interior».
Los perros que le sirven de modelo no aparecen en books de fotos animales. Usborne los descubre por la calle mientras pasea a los suyos. Habla con los propietarios y les pregunta si querrÃan colaborar en un proyecto artÃstico un tanto peculiar. Casi todos aceptan.