Como si Marty McFly y Doc de Regreso al Futuro IIĀ chocasen el DeLorean con el Pursuit Special de Mad Max a ritmo de cumbia.
Para descifrar esta analogĆa personal, basta con mirar sus dibujos. Ā«Es un mundo regresivo que contiene algunas de mis obsesiones: rap, un toque de sexo, mucha joda, unos grafitis por ahĆ y bastante egotripĀ», dice el ilustrador.
Coches, dinosaurios, graffitis, tatuajes carceleros, cumbia y carteles de peluqueros africanos son elementos reiterativos en sus dibujos. «Me influyen muchas cosas, no puedo vivir sin referencias».
Loubet nació en 1987 y creció cerca de Bernay, en Normandia, en el campo. Ā«Era un lugar vacĆo, hĆŗmedo, verde y soporĆferoĀ». Aprendió a dibujar mientras se aburrĆa en clase, pero logró vivir solo de eso porque, dice, llega a final de mes con poca cosa. Luego se mudó unas cuantas veces. Y entre mudanza y mudanza, el amor le llevó a Buenos Aires en 2007 y ya se quedó (aunque ahora estĆ” en Francia, vagabundeando de casa en casa, mientras arregla su visado para regresar a Argentina).
No tiene baile favorito. «Estoy obsesionado con cosas como el kuduru, el twerk, el slackness, el krunk o el pool dance». Dice que no baila muy bien, pero tiene una prioridad: «Pasarlo bien con la gente adecuada y mucha locura».
Como si Marty McFly y Doc de Regreso al Futuro IIĀ chocasen el DeLorean con el Pursuit Special de Mad Max a ritmo de cumbia.
Para descifrar esta analogĆa personal, basta con mirar sus dibujos. Ā«Es un mundo regresivo que contiene algunas de mis obsesiones: rap, un toque de sexo, mucha joda, unos grafitis por ahĆ y bastante egotripĀ», dice el ilustrador.
Coches, dinosaurios, graffitis, tatuajes carceleros, cumbia y carteles de peluqueros africanos son elementos reiterativos en sus dibujos. «Me influyen muchas cosas, no puedo vivir sin referencias».
Loubet nació en 1987 y creció cerca de Bernay, en Normandia, en el campo. Ā«Era un lugar vacĆo, hĆŗmedo, verde y soporĆferoĀ». Aprendió a dibujar mientras se aburrĆa en clase, pero logró vivir solo de eso porque, dice, llega a final de mes con poca cosa. Luego se mudó unas cuantas veces. Y entre mudanza y mudanza, el amor le llevó a Buenos Aires en 2007 y ya se quedó (aunque ahora estĆ” en Francia, vagabundeando de casa en casa, mientras arregla su visado para regresar a Argentina).
No tiene baile favorito. «Estoy obsesionado con cosas como el kuduru, el twerk, el slackness, el krunk o el pool dance». Dice que no baila muy bien, pero tiene una prioridad: «Pasarlo bien con la gente adecuada y mucha locura».