El arte en forma de garabato del Señor Hamburguesa

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Jon Burgerman es inglés aunque ahora vive en Nueva York. Se pasa la vida haciendo garabatos y dibujos, actuaciones, intervenciones artísticas y lo que le caiga entre manos. Ahora, además, le ha dado por hacer bolsos de cartón en una satírica versión de la alta costura. “Son ligeros, fáciles de reciclar y hacen sonreír a la gente, ¿qué más quieres?”, comenta el británico con sorna.
Burgerman trata de hacer todo con humor. Sus muñecos, algo locos y desproporcionados, son fruto muchas veces del azar, pero también de una práctica constante en forma de bucle. Cuando se ven sus garabatos, muchos podrían pensar eso de que cualquiera podría hacerlo y él es muy consciente. “A veces dibujo siguiendo un solo trazo, una especie de extensión de mis pensamientos. Es un estilo abierto y honesto en el que se aprecia cómo se han hecho las cosas y trato de animar a hacer algo en respuesta” explica.
Estudió Bellas Artes en Nottingham graduándose como uno de los mejores de su clase y ha conseguido llevar sus personajes por medio mundo. Ha expuesto en Asia, Europa y EE UU, ha creado muñecos, trabajado para marcas comerciales y da conferencias explicando su proceso de trabajo y, a pesar de lo que indique su apellido, le encantan las ensaladas.
Trata de obtener la inspiración de todo lo que le rodea. “Aquí en Nueva York hay gente loquísima y brillante al mismo tiempo y yo, como una abeja que recolecta néctar en un jardín, trato de hacer lo mismo con toda esta gente. Quiero conectar con todos a través de mi trabajo.”
Burgerman no descansa. Acaba de estar en Holanda y Londres dando conferencias sobre improvisación en el trabajo y cuando regrese a la gran manzana comenzará a preparar más proyectos para los dos próximos años. Que aproveche.
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Burgerman trata de hacer todo con humor. Sus muñecos, algo locos y desproporcionados, son fruto muchas veces del azar, pero también de una práctica constante en forma de bucle. Cuando se ven sus garabatos, muchos podrían pensar eso de que cualquiera podría hacerlo y él es muy consciente. “A veces dibujo siguiendo un solo trazo, una especie de extensión de mis pensamientos. Es un estilo abierto y honesto en el que se aprecia cómo se han hecho las cosas y trato de animar a hacer algo en respuesta” explica.
Estudió Bellas Artes en Nottingham graduándose como uno de los mejores de su clase y ha conseguido llevar sus personajes por medio mundo. Ha expuesto en Asia, Europa y EE UU, ha creado muñecos, trabajado para marcas comerciales y da conferencias explicando su proceso de trabajo y, a pesar de lo que indique su apellido, le encantan las ensaladas.
Trata de obtener la inspiración de todo lo que le rodea. “Aquí en Nueva York hay gente loquísima y brillante al mismo tiempo y yo, como una abeja que recolecta néctar en un jardín, trato de hacer lo mismo con toda esta gente. Quiero conectar con todos a través de mi trabajo.”
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