Quienes ven en el Quijote un rollo monumental insoportable y tedioso es posible que les cueste entender que un escritor, Jose Barroso, haya visto en la obra cumbre de la literatura española un argumento con el que construir una novela negra. Pero la cosa no solo no es imposible, sino que, además, funciona.
El enigma Quijote es la última novela de este escritor malagueño afincado en Granada, publicada por Pie de Página, donde la obra de Cervantes sirve de hilo conductor para resolver un crimen. Un acercamiento a la gran obra cervantina desde una perspectiva menos ortodoxa y más lúdica.
«Reconozco el punto transgresor por usar como telón de fondo una obra con ese halo sacrosanto y mÃstico, pero mantengo el máximo respeto y admiración por la obra de Cervantes», afirma Barroso.
En realidad, la novela del malagueño es una invitación a releer las aventuras del hidalgo manchego, porque las referencias al original son constantes. «El Quijote ha inspirado a multitud de artistas en muy variadas disciplinas. El enigma Quijote no deja de ser una ventana por la que asomarse a las aventuras del hidalgo de la Mancha y, quizás, acercar la historia a nuevas generaciones», explica Barroso. «Personalmente creo que cada vez que tomamos prestada esta obra para una nueva creación, estamos engrandeciendo su leyenda».
La idea de convertir el Quijote en una novela de misterio no llegó de repente, comenta Barroso, sino tras un proceso largo. Hacia 2013, leyó varias novelas que tenÃan La divina comedia como telón de fondo. Esto le hizo reflexionar sobre el hecho de que son muchas las obras que juegan con la obra de Dante, pero apenas las hay con la de Cervantes.
Ahà estaba el germen. Pero todavÃa necesitarÃa varios años para bosquejar un guion. «A partir de ese momento, mis viajes por la Mancha fueron sumando la magia necesaria para componer la novela».
«Si investigamos un poco, podemos recomponer buena parte de su vida y descubrir una experiencia vital apasionante», explica Jose Barroso.
«El manco de Lepanto –que no era manco–, fue prófugo de la justicia, recaudador de impuestos, soldado, secretario de un cardenal, esclavo, mercenario, espÃa, acusado varias veces de asesinato, excomulgado, encarcelado… Una vida asà deja muchas trazas ocultas y no siempre es sencilla de documentar. En algún momento, el mito del Quijote superó a su autor y relegó a Cervantes a un segundo plano. Por extraño que parezca, la obra se convierte en universal y su autor en un misterio».
Todas las pistas que los protagonistas de El enigma Quijote siguen para resolver el misterio son ciertos. Todos aparecen en la novela de Cervantes. «Cierto es que hay pasajes que se han interpretado y otros a los que se ha buscado un significado oculto, pero todo aparece en el Quijote», confirma el malagueño.
Cualquiera puede comprobarlo porque todos están referenciados. Pistas, frases con doble sentido o «los pasos que hay que seguir»… Cervantes los dejó ahÃ, a la vista de todo el mundo, esperando a ser descubiertos.
Tan solo la trama que lleva a los protagonistas de la novela a dar con estos hallazgos, gracias a las pistas ocultas en diferentes localizaciones de La Mancha, es inventada. Quien no lo crea, que acuda al Quijote y lo compruebe. Y, de paso, que aproveche para hacer turismo por esas localidades cervantinas que han inspirado a Barroso para escribir su novela. Ha llegado la hora de perderle el respeto al Quijote.
Quienes ven en el Quijote un rollo monumental insoportable y tedioso es posible que les cueste entender que un escritor, Jose Barroso, haya visto en la obra cumbre de la literatura española un argumento con el que construir una novela negra. Pero la cosa no solo no es imposible, sino que, además, funciona.
El enigma Quijote es la última novela de este escritor malagueño afincado en Granada, publicada por Pie de Página, donde la obra de Cervantes sirve de hilo conductor para resolver un crimen. Un acercamiento a la gran obra cervantina desde una perspectiva menos ortodoxa y más lúdica.
«Reconozco el punto transgresor por usar como telón de fondo una obra con ese halo sacrosanto y mÃstico, pero mantengo el máximo respeto y admiración por la obra de Cervantes», afirma Barroso.
En realidad, la novela del malagueño es una invitación a releer las aventuras del hidalgo manchego, porque las referencias al original son constantes. «El Quijote ha inspirado a multitud de artistas en muy variadas disciplinas. El enigma Quijote no deja de ser una ventana por la que asomarse a las aventuras del hidalgo de la Mancha y, quizás, acercar la historia a nuevas generaciones», explica Barroso. «Personalmente creo que cada vez que tomamos prestada esta obra para una nueva creación, estamos engrandeciendo su leyenda».
La idea de convertir el Quijote en una novela de misterio no llegó de repente, comenta Barroso, sino tras un proceso largo. Hacia 2013, leyó varias novelas que tenÃan La divina comedia como telón de fondo. Esto le hizo reflexionar sobre el hecho de que son muchas las obras que juegan con la obra de Dante, pero apenas las hay con la de Cervantes.
Ahà estaba el germen. Pero todavÃa necesitarÃa varios años para bosquejar un guion. «A partir de ese momento, mis viajes por la Mancha fueron sumando la magia necesaria para componer la novela».
«Si investigamos un poco, podemos recomponer buena parte de su vida y descubrir una experiencia vital apasionante», explica Jose Barroso.
«El manco de Lepanto –que no era manco–, fue prófugo de la justicia, recaudador de impuestos, soldado, secretario de un cardenal, esclavo, mercenario, espÃa, acusado varias veces de asesinato, excomulgado, encarcelado… Una vida asà deja muchas trazas ocultas y no siempre es sencilla de documentar. En algún momento, el mito del Quijote superó a su autor y relegó a Cervantes a un segundo plano. Por extraño que parezca, la obra se convierte en universal y su autor en un misterio».
Todas las pistas que los protagonistas de El enigma Quijote siguen para resolver el misterio son ciertos. Todos aparecen en la novela de Cervantes. «Cierto es que hay pasajes que se han interpretado y otros a los que se ha buscado un significado oculto, pero todo aparece en el Quijote», confirma el malagueño.
Cualquiera puede comprobarlo porque todos están referenciados. Pistas, frases con doble sentido o «los pasos que hay que seguir»… Cervantes los dejó ahÃ, a la vista de todo el mundo, esperando a ser descubiertos.
Tan solo la trama que lleva a los protagonistas de la novela a dar con estos hallazgos, gracias a las pistas ocultas en diferentes localizaciones de La Mancha, es inventada. Quien no lo crea, que acuda al Quijote y lo compruebe. Y, de paso, que aproveche para hacer turismo por esas localidades cervantinas que han inspirado a Barroso para escribir su novela. Ha llegado la hora de perderle el respeto al Quijote.
No, por favor, no degradéis a Cervantes. Vamos a tener al Shakespeare ese hasta en la sopa.
Hola, Luis:
No creo que sea degradar a Cervantes, sino todo lo contrario. Es homenajearle e invitar a releer su novela.
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