El pasado fin de semana se celebró en IrĆŗn ExpoGrow, catalogada por sus organizadores como āla mayor feria de cannabis de la historiaā. MĆ”s allĆ” del tamaƱo de la exposición, acorde con la edad dorada que estĆ” viviendo el cƔƱamo en nuestro paĆs, un poderoso artilugio cegó a los visitantes con su luz, que se veĆa desde la entrada.
Se trata del considerado como uno de los mejores jardines hidropónicos de rotación del mercado, el Gi Grow Rotative Garden, un instrumento que cabrĆa en un zulo de apenas 2 metros de arista y que es capaz de cultivar hasta 336 plantas de una tacada, un novedoso montaje que anticipa cómo podrĆa ser el cultivo de especies vegetales en el futuro, cuando nuestros ecosistemas se agoten y dejen paso a la producción hidropónica en masa en interiores.
No por nada, la empresa canadiense que la comercializa (cuesta entre 3.000 y 6.000 euros segĆŗn su tamaƱo) la define como āla mejor mĆ”quina sobre la faz de la Tierraā.
SegĆŗn sus creadores, el Gi Grow Rotative GardenĀ es una respuesta a la agricultura urbana y comercial a escala industrial, totalmente capaz de hacer crecer de 48 a 336 plantas cultivadas en cubos de lana de roca mientras giran todo el dĆa. Todas las plantas de cultivo ven la luz en perpendicular y los nutrientes son inyectados mientras la mĆ”quina estĆ” en movimiento, como en una cadena de montaje.
El secreto del Gi Grow estĆ” en la posición de la luz que se encuentra lo suficientemente cerca de las plantas para que crezcan bien, pero no tan cerca como para que las hojas se chamusquen. AsĆ la planta recibe la energĆa mĆ”xima de luz (lĆŗmenes) de las lĆ”mparas en todo momento, logrando la eficiencia mĆ”xima de cultivo.
La segunda constante es la gravedad. Se ha descubierto que si las plantas estƔn continuamente girando las hormonas de crecimiento se distribuyen uniformemente por toda la planta, aumentando las tasas de crecimiento por varias veces la de una planta estacionaria.
El Fardominium encuentran su mÔxima expresión en la versión hiper escalable del sistema, el Omega Garden Carousel (OGC), gigantescos depósitos con forma de silo nuclear donde brazos robóticos se encargan del cuidado y recolección guiados por inteligencia artificial, en un sistema parecido a los bancos de datos bajo tierra o parkings asistidos de última generación.
Puede parecer cosa de locos pensar en una humanidadĀ emponzoƱadaĀ de cannabis, pero estos sistemas que buscan la economĆa de escalas para lograr la mayor producción a menor coste estĆ”n abriendo la puerta a un sistema de agricultura en interiores que puede ser de una importancia capital ante la escasez de alimentos en el mundo.
Sobre todo cuando llegue el momento en que nuestras materias alimenticias cambien los soleados invernaderos por futuristas cúpulas bajo tierra, donde la dimensión plana adopte el volumen necesario para hacer frente a la falta de suelo y agua por la sobreexplotación del planeta.
SĆ, ahora es el cannabis; pero gracias a esta especie vegetal la tecnologĆa se perfecciona y se adelanta a su tiempo para poder aplicarse a cualquier otro tipo de variedad alimenticia. Al fin y al cabo todas son plantas y, ya sea la fuente el sol o una luz que las haga crecer, los principios de cultivo son los mismos.
El pasado fin de semana se celebró en IrĆŗn ExpoGrow, catalogada por sus organizadores como āla mayor feria de cannabis de la historiaā. MĆ”s allĆ” del tamaƱo de la exposición, acorde con la edad dorada que estĆ” viviendo el cƔƱamo en nuestro paĆs, un poderoso artilugio cegó a los visitantes con su luz, que se veĆa desde la entrada.
Se trata del considerado como uno de los mejores jardines hidropónicos de rotación del mercado, el Gi Grow Rotative Garden, un instrumento que cabrĆa en un zulo de apenas 2 metros de arista y que es capaz de cultivar hasta 336 plantas de una tacada, un novedoso montaje que anticipa cómo podrĆa ser el cultivo de especies vegetales en el futuro, cuando nuestros ecosistemas se agoten y dejen paso a la producción hidropónica en masa en interiores.
No por nada, la empresa canadiense que la comercializa (cuesta entre 3.000 y 6.000 euros segĆŗn su tamaƱo) la define como āla mejor mĆ”quina sobre la faz de la Tierraā.
SegĆŗn sus creadores, el Gi Grow Rotative GardenĀ es una respuesta a la agricultura urbana y comercial a escala industrial, totalmente capaz de hacer crecer de 48 a 336 plantas cultivadas en cubos de lana de roca mientras giran todo el dĆa. Todas las plantas de cultivo ven la luz en perpendicular y los nutrientes son inyectados mientras la mĆ”quina estĆ” en movimiento, como en una cadena de montaje.
El secreto del Gi Grow estĆ” en la posición de la luz que se encuentra lo suficientemente cerca de las plantas para que crezcan bien, pero no tan cerca como para que las hojas se chamusquen. AsĆ la planta recibe la energĆa mĆ”xima de luz (lĆŗmenes) de las lĆ”mparas en todo momento, logrando la eficiencia mĆ”xima de cultivo.
La segunda constante es la gravedad. Se ha descubierto que si las plantas estƔn continuamente girando las hormonas de crecimiento se distribuyen uniformemente por toda la planta, aumentando las tasas de crecimiento por varias veces la de una planta estacionaria.
El Fardominium encuentran su mÔxima expresión en la versión hiper escalable del sistema, el Omega Garden Carousel (OGC), gigantescos depósitos con forma de silo nuclear donde brazos robóticos se encargan del cuidado y recolección guiados por inteligencia artificial, en un sistema parecido a los bancos de datos bajo tierra o parkings asistidos de última generación.
Puede parecer cosa de locos pensar en una humanidadĀ emponzoƱadaĀ de cannabis, pero estos sistemas que buscan la economĆa de escalas para lograr la mayor producción a menor coste estĆ”n abriendo la puerta a un sistema de agricultura en interiores que puede ser de una importancia capital ante la escasez de alimentos en el mundo.
Sobre todo cuando llegue el momento en que nuestras materias alimenticias cambien los soleados invernaderos por futuristas cúpulas bajo tierra, donde la dimensión plana adopte el volumen necesario para hacer frente a la falta de suelo y agua por la sobreexplotación del planeta.
SĆ, ahora es el cannabis; pero gracias a esta especie vegetal la tecnologĆa se perfecciona y se adelanta a su tiempo para poder aplicarse a cualquier otro tipo de variedad alimenticia. Al fin y al cabo todas son plantas y, ya sea la fuente el sol o una luz que las haga crecer, los principios de cultivo son los mismos.
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