Cuenta la leyenda que, antes de que hombres y mujeres navegaran por tierras lejanas, hadas, duendes, elfos y demĆ”s seres mĆ”gicos disfrutaban de una vida tranquila en el Viejo Continente. Amantes de los bosques y los animales, convivĆan con los humanos que, por miedo a la Madre Naturaleza, levantaban ciudades y fortines.
La vida de las criaturas fantĆ”sticas corrĆa cada vez mĆ”s peligro y, decididas a encontrar un nuevo espacio verde, se embarcaron hacia el Nuevo Mundo. Doce tribus de seres mĆ”gicos surcaron el ocĆ©ano AtlĆ”ntico y, con ellas, doce joyas, guardadas en doce cofres, recuerdo de aquellas tierras que dejaban atrĆ”s.
En la tierra prometida, no estuvieron solos. Elfos y leprechauns convivieron con los nativos del Nuevo Mundo. La paz terminó cuando los humanos del Viejo Continente desembarcaron en aquel continente. Temerosos de volver a sufrir como en Europa, los seres mÔgicos se volvieron invisibles a ojos de los hombres.

Las criaturas fantĆ”sticas se juraron que solo volverĆan a aparecer cuando los seres humanos hicieran las paces con ellas. Pero esto no serĆa posible si antes no se producĆa algĆŗn acercamiento. La mejor forma de conseguirlo, pensaron, era atraer a los hombres con las joyas.
Las gemas fueron escondidas en pequeƱos cofres y enterradas a varios metros de profundidad. Solo los humanos buenos, amables y alegres podrĆan encontrar las doce piedras preciosas.
Esta leyenda vuelve a estar ahora en boca de muchos. Siguiendo los pasos de El Secreto, el libro que escribió Bryan Preiss en 1982, cazatesoros de todos los puntos de Estados Unidos y CanadÔ se han lanzado a la búsqueda de los doce cofres. Según las normas del autor, aquel que encuentre un cofre -y la llave que contiene en su interior -recibirÔ una preciada gema.
Una tarea que resulta complicada pues, para encontrarlos, el aventurero debe descifrar el lugar que representan cada uno de los doce cuadros que contiene el libro y unirlos, despuƩs, con uno de los doce versos.

Desde que Preiss publicó su historia, sólo se han hallado dos cofres. El primero fue el resultado de la investigación de tres adolescentes que, en 1983, descubrieron el tesoro de Grant Park, en Chicago. En 2004, una pareja de abogados de Cleveland desenterraron el segundo, una pequeƱa caja en el Greek Cultural Garden de Cleveland. El escritor, como habĆa prometido, les entregó las gemas.
El juego pareció terminar en 2005, cuando Preiss falleció en un accidente de trĆ”fico. Solo Ć©l conocĆa la ubicación exacta de todos los tesoros, pero su viuda aĆŗn tiene las joyas y, como cuenta James Renner, periodista obsesionado con el libro, Ā«si descubres uno, puedes contactar con ella para intercambiarlo por la gemaĀ».

Hace un par de meses, este reportero y productor de cine estadounidense confesaba en un artĆculo que harĆa un documental para mostrar su aventura en la bĆŗsqueda de los diez cofres restantes. PedĆa a los internautas su ayuda, en caso de que hubieran desenterrado uno o tuvieran planes de hacerlo, para que lo grabaran e incluirlo posteriormente en el metraje.
Renner forma parte del grupo de cazatesoros que, gracias a internet, ha podido localizar, o al menos tener indicios de dónde pueden encontrarse, los diez cofres que faltan. Ā«La comunidad online Quest4Treasure ha descubierto la localización de once de los doce cofres. Algunos se han perdido, debido a la construcción de proyectos y a huracanes, pero otros todavĆa esperan a ser desenterradosĀ».

Nueva York, Florida, Milwaukee o Charleston son algunas de las ciudades que albergan tesoros, aunque desenterrarlos no resulta sencillo. En Milwaukee, por ejemplo, el cofre estĆ” escondido cerca del ayuntamiento, pero las polĆticas para excavar en suelo pĆŗblico se han vuelto, con los aƱos, mĆ”s restrictivas.
Es el caso, tambiĆ©n, de Houston. Ā«La llave que habĆa allĆ estĆ” casi desaparecida. Cavaron en el lugar donde estaba enterrada para hacer un nuevo zooĀ», explica Renner.
En el libro, Preiss informa a cada intrépido lector de la profundidad a la que se hallan los cofres, a un metro aproximadamente de la superficie. Cada joya estÔ valorada en unos 747 euros, aunque, para los cazatesoros que andan detrÔs de las gemas de Preiss, la propia aventura ya vale su peso en oro. Que la búsqueda prosiga.
Las imĆ”genes de este artĆculo son propiedad, por orden de aparición, de Fate Denied, Big-Ashb, USACE HQ y The Secret
El autor es Byron preiss no bryan
”Lectura interactiva!
Hola chicos mi nombre es farouk me gustarĆa saber mĆ”s información sobre Ć©l secreto
Hola buenas tengo en formación sobre 3 cajas y enviado mÔs de 68 correo y mi toman por tonto qe hago
Gracias
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