25 de noviembre 2013    /   IDEAS
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El negocio del miedo

25 de noviembre 2013    /   IDEAS     por          
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Nadie se ha hecho rico vaticinando que dentro de veinte años el mundo será un lugar maravilloso. El miedo vende y mueve mucho dinero. Crear la amenaza a la vez que la solución, ahí está la clave, y es una fórmula que se remonta a Nostradamus…

(Opinión)

Desde que existen registros escritos son muchas las ocasiones en que se ha preconizado, si no el fin de la Humanidad, por lo menos algún hecho o epidemia o catástrofe que cambiaría para siempre el curso de nuestras vidas. Podemos afirmar con alivio, que seguimos vivos. Repasemos algunas de esas amenazas que afortunadamente nunca se cumplieron, pero que engrosaron (y engrosan) muchas cuentas corrientes.

Pandemias

La gripe aviar es un negocio redondo, con la adquisición de cientos de miles de vacunas a las farmacéuticas como Glaxo, o Baxter, cuyas acciones se disparan en Bolsa cada vez que surge un nuevo brote. Vacunas que hasta la fecha se han revelado ineficaces por la propia naturaleza mutante del virus.

En los años ochenta se preconizaba que en el cambio de siglo más de la mitad de la población mundial estaría infectada mortalmente del virus del SIDA. Pero sigue muriendo mucha más gente de malaria todos los años que de VIH.

La superpoblación

Malthus en el siglo XVIII creó la teoría y ecuación que lleva su nombre, malthusianismo, que predecía una superpoblación que acabaría con los nutrientes y que conduciría a su colapso demográfico. Como pasó el tiempo y la cosa no se cumplía, un tipo más sensato llamado Verhulst incluyó en la ecuación de Malthus un factor de corrección, que se ajusta más a la realidad (ahora se conoce como “Ecuación de Verhulst-Malthus). No somos 100.000 millones de habitantes.

Transgénicos

Greenpeace lanzó una feroz campaña apoyada por científicos muy relevantes, diciendo que el cultivo de los transgénicos acabaría con la vida tal y como la conocemos. Contaminaciones genéticas, desastres medioambientales sin fin… Un par de décadas después, muchos de esos científicos han rectificado y cambiado de acera, y han admitido que los transgénicos son parte de la solución, no del problema.

Probablemente usted ha ingerido durante la última semana al menos cinco productos con ingredientes transgénicos. Y ni se ha enterado ni se ha querido enterar.

El Comunismo

Hoy felizmente recluido en el país más capitalista del mundo, que es China, u observado con la curiosidad con que se observa un zoo en Cuba, o con el inevitable aura de exotismo que rodea a Corea del Norte y su simpático líder Kim Jong-un. En aras de defender al mundo contra la amenaza roja se han gastado ingentes sumas de dinero y se han legitimado regímenes corruptos y dictatoriales.

Meteoritos

Cuanto más potentes son los telescopios más oscuras son las amenazas del espacio exterior. Gran parte de la tecnología militar que se destina a la supuesta amenaza de colisión con cuerpos estelares, en realidad será utilizada contra las naciones enemigas, en cualquiera de las infinitas guerras que quedan por librar. Todo ello incrementa los presupuestos militares.

Tercera Guerra Mundial: apocalipsis nuclear

Antes de a caída del Telón de Acero, uno se despertaba día sí día también con alguna ominosa noticia que predecía el inminente choque nuclear entre la URSS y EE UU, que pulsarían aquellos botones rojos de sus maletines nucleares. Quienes vivíamos en Madrid, cercana a la base norteamericana de Torrejón de Ardoz, calculábamos con aprensión el alcance de la onda expansiva de las temibles ojivas soviéticas.

La religión

De todas estas amenazas son las religiosas las que más han calado. Una religión no funciona sin el miedo de sus practicantes. Sin miedo no hay negocio y toda creencia se basa en un poderoso entramado financiero, léase repúblicas islámicas del golfo Pérsico, Vaticano o Israel, por mencionar las que más pasta mueven en todo el mundo precisamente a base de inocular miedo a los suyos (y a quienes les rodean).

Calentamiento global

Cuidado, que aquí los lectores me pueden despellejar, pero Al Gore hizo un flaco favor a la causa con su documental tendencioso, manipulado y falsario An inconvenient truth, que he visionado varias veces y que está plagado de errores de bulto que el propio Al Gore ha reconocido ante la avalancha de críticas. Hay mucho dinero en juego, y el mercado de compra venta de emisiones de CO2 entre países para cumplir con el protocolo de Kioto es una de las consecuencias más vergonzosas de todo esto. En este caso el peligro es real, pero el negocio también.

Hay más amenazas rentables, como los virus informáticos, la contaminación química, el terrorismo global, el creciente peligro de ser atacados y desvalijados en nuestras casas, o el uso de fertilizantes en los cultivos. Así compraremos software antivirus, armas, sistemas de alarma y alimentos orgánicos.

En fin, que entre unas cosas y otras, deberíamos llevar muertos mucho tiempo y yo no habría podido escribir este artículo ni ustedes leerlo.

Nadie se ha hecho rico vaticinando que dentro de veinte años el mundo será un lugar maravilloso. El miedo vende y mueve mucho dinero. Crear la amenaza a la vez que la solución, ahí está la clave, y es una fórmula que se remonta a Nostradamus…

(Opinión)

Desde que existen registros escritos son muchas las ocasiones en que se ha preconizado, si no el fin de la Humanidad, por lo menos algún hecho o epidemia o catástrofe que cambiaría para siempre el curso de nuestras vidas. Podemos afirmar con alivio, que seguimos vivos. Repasemos algunas de esas amenazas que afortunadamente nunca se cumplieron, pero que engrosaron (y engrosan) muchas cuentas corrientes.

Pandemias

La gripe aviar es un negocio redondo, con la adquisición de cientos de miles de vacunas a las farmacéuticas como Glaxo, o Baxter, cuyas acciones se disparan en Bolsa cada vez que surge un nuevo brote. Vacunas que hasta la fecha se han revelado ineficaces por la propia naturaleza mutante del virus.

En los años ochenta se preconizaba que en el cambio de siglo más de la mitad de la población mundial estaría infectada mortalmente del virus del SIDA. Pero sigue muriendo mucha más gente de malaria todos los años que de VIH.

La superpoblación

Malthus en el siglo XVIII creó la teoría y ecuación que lleva su nombre, malthusianismo, que predecía una superpoblación que acabaría con los nutrientes y que conduciría a su colapso demográfico. Como pasó el tiempo y la cosa no se cumplía, un tipo más sensato llamado Verhulst incluyó en la ecuación de Malthus un factor de corrección, que se ajusta más a la realidad (ahora se conoce como “Ecuación de Verhulst-Malthus). No somos 100.000 millones de habitantes.

Transgénicos

Greenpeace lanzó una feroz campaña apoyada por científicos muy relevantes, diciendo que el cultivo de los transgénicos acabaría con la vida tal y como la conocemos. Contaminaciones genéticas, desastres medioambientales sin fin… Un par de décadas después, muchos de esos científicos han rectificado y cambiado de acera, y han admitido que los transgénicos son parte de la solución, no del problema.

Probablemente usted ha ingerido durante la última semana al menos cinco productos con ingredientes transgénicos. Y ni se ha enterado ni se ha querido enterar.

El Comunismo

Hoy felizmente recluido en el país más capitalista del mundo, que es China, u observado con la curiosidad con que se observa un zoo en Cuba, o con el inevitable aura de exotismo que rodea a Corea del Norte y su simpático líder Kim Jong-un. En aras de defender al mundo contra la amenaza roja se han gastado ingentes sumas de dinero y se han legitimado regímenes corruptos y dictatoriales.

Meteoritos

Cuanto más potentes son los telescopios más oscuras son las amenazas del espacio exterior. Gran parte de la tecnología militar que se destina a la supuesta amenaza de colisión con cuerpos estelares, en realidad será utilizada contra las naciones enemigas, en cualquiera de las infinitas guerras que quedan por librar. Todo ello incrementa los presupuestos militares.

Tercera Guerra Mundial: apocalipsis nuclear

Antes de a caída del Telón de Acero, uno se despertaba día sí día también con alguna ominosa noticia que predecía el inminente choque nuclear entre la URSS y EE UU, que pulsarían aquellos botones rojos de sus maletines nucleares. Quienes vivíamos en Madrid, cercana a la base norteamericana de Torrejón de Ardoz, calculábamos con aprensión el alcance de la onda expansiva de las temibles ojivas soviéticas.

La religión

De todas estas amenazas son las religiosas las que más han calado. Una religión no funciona sin el miedo de sus practicantes. Sin miedo no hay negocio y toda creencia se basa en un poderoso entramado financiero, léase repúblicas islámicas del golfo Pérsico, Vaticano o Israel, por mencionar las que más pasta mueven en todo el mundo precisamente a base de inocular miedo a los suyos (y a quienes les rodean).

Calentamiento global

Cuidado, que aquí los lectores me pueden despellejar, pero Al Gore hizo un flaco favor a la causa con su documental tendencioso, manipulado y falsario An inconvenient truth, que he visionado varias veces y que está plagado de errores de bulto que el propio Al Gore ha reconocido ante la avalancha de críticas. Hay mucho dinero en juego, y el mercado de compra venta de emisiones de CO2 entre países para cumplir con el protocolo de Kioto es una de las consecuencias más vergonzosas de todo esto. En este caso el peligro es real, pero el negocio también.

Hay más amenazas rentables, como los virus informáticos, la contaminación química, el terrorismo global, el creciente peligro de ser atacados y desvalijados en nuestras casas, o el uso de fertilizantes en los cultivos. Así compraremos software antivirus, armas, sistemas de alarma y alimentos orgánicos.

En fin, que entre unas cosas y otras, deberíamos llevar muertos mucho tiempo y yo no habría podido escribir este artículo ni ustedes leerlo.

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Opiniones 9
  • No he pasado de la entradilla y sin embargo no puedo evitar ya responder.

    Casos como el de Alejandro Jodorowsky, Eckar Toole o Wayne Dyer son claros a la hora de hablar de conseguir riqueza hablando de lo maravilloso que será el mundo no ya en 20 años, sino mañana mismo.

    Curioso es que todos ellos compartan un lazo de unión, que es el de ese mundo magnífico a través de uno mismo.

    Por otra parte y creo que sigue la línea del artículo que estoy deseando leer tal como avanzas…, se trata de un problema de riqueza ¿qué riqueza? A las tres personas que he mencionado creo que no les ha afectado la crisis de igual manera que a muchas familias con todos sus componentes en paro. A pesar de ello, seguramente ellos no piensen en la riqueza material como primer pensamiento.

    Continuo leyendo el artículo sin tampoco poder evitar pensar en lo ya expresado. La cultura del miedo. El miedo a perder nuestro trabajo, nuestra identidad cultural, la posibilidad de tener aquello que deseamos (ains….. Capitalismo querido) y otras tantas muchas cosas.
    Cuando la seguridad va de dentro hacia afuera y no al revés, ya que hablamos de humo, más o menos denso pero humo al fin y al cabo.

  • El artículo no está mal, pero me habría gustado ver algo más a pie de calle.

    Me refiero al miedo por envejecer y hacerlo con estilo y como no ya solo mujeres, sino en la última década, el metrosexualismo se ha abierto muchas puertas en pos de ser más y mejor aceptados por nuestro entornó, para aquel miedo tan “típico” de no morir sólo (ya que al final uno se pone guapo para acabar encontrando a alguien con quién envejecer y tal…)

    No hablemos del miedo con el que se ha jugado en este país con la vivienda. “¿Si no compro estoy tirando el dinero? ¿Y el día de mañana donde voy a vivir?” Cuando otros países europeos llevan ya muchos años con esta inercia de alquiler. Pero aquí se aboga nuevamente a la miseria como en el anterior caso, que es el de vivir debajo de un puente, cuando Carpanta hace muchos años que ya no visita ningún kiosko.

    Miedo a triunfar
    Puede parecer muy ambiguo y basto. Pero si tratáramos con delicadeza la palabra de triunfo quizás habría que otorgársela a aquella persona que es feliz haciendo lo que hace. No ir a la universidad es un fracaso en muchos casos, magisterio, en fin… Todos sabemos lo que es la idea generalizada de aquello. Se ofrecen masters, súper cursos en el extranjero, grandes centros de estudio, universidades, etc… Para qué no acabes siendo barrendero, que es un ejemplo muy manido pero que incluso a la fuerza, encontraríamos a alguno que disfrute de sus labores, no sé.
    El miedo a no haber hecho nada con tu vida, podríamos llamarlo.

    Y la lista sigue. El ejemplo del comunismo que has puesto es muy bueno, porque ahora entre emos, raperos y demás, con un problema de Bullyng como el que hay, otro miedo interesante es el de ser aceptado por tu entorno (aunque lo eh dicho a otro nivel), supongo que es un principio de lo que acaba deswmbocando en actitudes “más maduras”.

    • Con mucho gusto, querido Yopispo.

      Quizá palomitas para microondas en esa sesión de cine familiar, quizá una sopa enlatada (prácticamente todas incluyen derivados transgénicos), cereales para el desayuno, carne de cualquier animal que haya ingerido a su vez grano con alteraciones genéticas… o numerosos refrescos edulcorados que utilizan fructosa de maíz, que son casi todos.

      Nada grave, créeme 😉

  • Desaofortunada trivialización, llamar “simpático líder Kim Jong-un.” a un dictador que le hace un flaco favor a sus congéneres. Porque tras esa, juventud y ese contacto con el exterior como el que ha tenido formándose fuera, es de todo menos simpático. Cruel o similar es más adecuado, incluso en modo Irónico.

    • Ay, Aitor… lo desafortunado es no conocer en toda su amplitud el sentido de la palabra “ironía”. Y creo que en el contexto del artículo a nadie le cabrá duda de que “simpático” significa todo lo contrario.

      Pero hay que reconocer que el peinado del joven líder… ¡mola!

      :-)))

    • No le des más vueltas, era una gracia literaria acorde a un tópico muy manido para este artículo, como ya dije, todo el artículo es un tópico que no va más allá de la superficie (lo de las religiones telita 😉 ).

  • Comentarios cerrados.