No es que te ocurra con mucha frecuencia, pero siempre hay momentos en la vida en los que, a pesar de que debes fijar la atención en aquello que estĆ”s haciendo o que te estĆ”n contando, la mente toma su propia decisión y decide que eso no va con ella. Y asĆ, importĆ”ndole un pimiento que te la estĆ©s jugando, decide buscarse su propio entretenimiento. Y cuando llega la hora de hacer resumen, Ā”ay, amigo!, ni idea de lo que te estaban diciendo o estabas haciendo. Eso sĆ, las musaraƱas te han llevado a parajes idĆlicos que nadie creerĆa. Pero a ver cómo lo explicas.
Porque eso, grosso modo, es lo que significa estar pensando en las musaraƱas: o sea, andar distraĆdo, embelesado o absorto. Y las musaraƱas a las que se refiere el dicho son, efectivamente, esos pequeƱos mamĆferos tan parecidos a los ratoncillos que suelen encontrarse en las huertas y en el campo. La mĆ”s conocida es la que se conoce como musgaƱo, que es insectĆvora y se mueve muy rĆ”pido. Aunque, debido a que viven ocultas bajo la tierra, por extensión se llama tambiĆ©n musaraƱa a cualquier tipo de insecto, sabandija o animal pequeƱo.
No suponen ninguna amenaza para las labores agrĆcolas, por lo que quizĆ” de ahĆ y de lo entretenido que encontraban algunos verlos moverse con tanta rapidez, se le dijera la expresión a aquellos campesinos que se dedicaban a observarlas sin hacer su trabajo, indicando que hacĆan cosas improductivas e insignificantes, abandonando sus obligaciones.
Para el diccionario, ademĆ”s del animalillo, es tambiĆ©n una nubecilla que se te pone en los ojos, cosa que tambiĆ©n podrĆa causar distracción y embelesamiento. Si no, que se lo digan a Heidi.
Antiguamente, se decĆa mirar las musaraƱas. Y ya aparecĆa en El Quijote y en Cuento de cuentos de Quevedo, por poner dos ejemplos. Pero segĆŗn Iribarren, la expresión pensar en las musaraƱas debe de ser relativamente moderna ya que no la citan como tal ni Covarrubias ni Correas. āY es posibleā, nos dice, āque se dijese, burlescamente, por estar pensando en las musasā. QuizĆ” porque fonĆ©ticamente son muy parecidas. Y por esa expresión distraĆda que se nos pone a todos cuando esperamos la llegada de la inspiración.
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