ÂżCĂłmo le explicarĂas a un guiri quĂ© es tener buena o mala sombra? Parece fácil. Algo tiene buena sombra si es agradable, simpático, gracioso… o sea, bueno. Y tiene mala sombra si es desagradable, antipático, sin gracia… en definitiva, malo.
Esa serĂa la explicaciĂłn más somera, porque luego vienen los matices. HabrĂa que decirle que es mucho más usado en sentido negativo que en positivo y que vaya a pedir explicaciones de esto a la vida, que es muy perra y muy mala. Esto Ăşltimo, claro, lo diremos si nos hemos levantado con la vena pesimista de verlo todo negro.
La cuestiĂłn es que quizá no nos resulte tan sencillo explicar de dĂłnde procede este modismo. Iribarren recurre a las palabras de Rafael Salillas en su libro Hampa (Madrid, 1898), quien sitĂşa su origen en los calĂ©s españoles, en concreto en AndalucĂa.
«Muchas locuciones parecen de representaciĂłn gitana y caracterizadas por el nomadismo», decĂa don Rafael. En su opiniĂłn, y como consecuencia de esa vida nĂłmada atribuida a los gitanos, la buena y la mala sombra constituyen «divisiones estacionales, siendo buena la de la primavera, la del verano y la del otoño… y mala la del invierno».
HabrĂa que decir que cuando uno no tiene techo que lo cobije, dormir en la calle es más llevadero en estaciones donde el frĂo no apriete. Y habrĂa que relacionarlo tambiĂ©n con el concepto de cobijo. Una sombra bajo la que resguardarse del calor sofocante del verano, por ejemplo.
AsĂ, lo bueno, lo resalado, la gracia… se relacionan metafĂłricamente con el bienestar que da una sombra en pleno mes de agosto a la hora de la siesta, por poner un ejemplo gráfico. Si no la encuentras y el mediodĂa te pilla andando por el desierto de AlmerĂa, no es que tengas malasombra, es que eres un inconsciente. Pero esa ya es otra historia.
El Diccionario de dichos y frases hechas, de Alberto Buitrago JimĂ©nez, afina un poco más y nos dice que ‘tener mala sombra’ tambiĂ©n puede significar’ tener mala idea’, ‘malas intenciones’, ‘ser desagradable’ y ‘tener mala suerte’. La locuciĂłn tendrĂa su porquĂ© en los conjuros que realizaban los gitanos, que asocian la sombra con la influencia de esta en la suerte de aquel al que protege. De ahĂ tambiĂ©n la expresiĂłn «me cago en tu sombra».
Incluso aventura que podrĂa tener relaciĂłn con la creencia de que hay árboles que dan sombra buena y otros cuya sombra es «venenosa», cosa con la que coincide JosĂ© MarĂa Iribarren, que incluso da un ejemplo de esta Ăşltima: la sombra del manzanillo.
Sin embargo, hay otros estudios que no parecen muy de acuerdo con la exclusividad andaluza y gitana de la expresión. Se basan en que el concepto de buena o mala sombra aparece también en otras lenguas y culturas que no son calés, como el caso del árabe, aunque tampoco descartan que esos usos puedan ser calcos del caló.
Y si retomamos el rollo esotĂ©rico que apuntábamos un poco más arriba sobre los conjuros, en muchas culturas se asocia el tĂ©rmino sombra con el de ‘espectro’ o ‘fantasma’, haciendo referencia a los ancestros ya fallecidos que acompañan a una persona, y que pueden marcar y definir su vida, haciĂ©ndole tener buena o mala sombra, mal genio, mal ángel…
Para profundizar más, os aconsejo leer el artĂculo “Una propuesta sobre el origen de la expresiĂłn buena sombra“, de Lorenza Ruggieri, publicado en la revista electrĂłnica Tonos.
Yo, que soy miedosa, prefiero dejar espĂritus aparte y quedarme con la versiĂłn gitana de la cosa, que tiene mucho más aquel. Vosotros… elegid lo que queráis, ¡faltarĂa más!