20 de julio 2017    /   CREATIVIDAD
por
fotografia  Loowatt

En el WC del futuro no tendrĂ¡s que tirar de la cadena

20 de julio 2017    /   CREATIVIDAD     por        fotografia  Loowatt
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Loowatt

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Desde el origen de los tiempos, la principal preocupaciĂ³n del ser humano ha sido encontrar comida. El problema era deshacerse de los desechos generados despuĂ©s de ingerirla.

Durante la etapa nĂ³mada, la soluciĂ³n era sencilla: se abandonaba el lugar una temporada y se regresaba a Ă©l transcurrido cierto tiempo. Cuando esto sucedĂ­a, a su vuelta encontraban que esa zona, antes insalubre, se habĂ­a vuelto mĂ¡s frondosa y tenĂ­a mĂ¡s vegetaciĂ³n.

El ser humano no tardĂ³ en vincular ambos fenĂ³menos. Mientras que un exceso de desechos resultaba desagradable e insalubre, una buena gestiĂ³n de los residuos podĂ­a ser beneficiosa para el campo.

Sin embargo, a medida que los asentamientos humanos fueron creciendo, el volumen de residuos aumentaba y la capacidad de gestionarlos menguaba. El resultado era que lo insalubre de las heces superaba con mucho a sus beneficios.

Por esa razĂ³n, a lo largo de la historia se han inventado diversas formas de deshacerse de los residuos humanos. Desde letrinas a pozos negros e incluso canalizaciones de alcantarillado. A pesar de ello, en pleno siglo XXI, hay lugares que aĂºn no disponen de servicios sanitarios.

Mientras que la telefonĂ­a mĂ³vil ha llegado a casi cualquier lugar del mundo, hay territorios en los que no hay servicios. En ocasiones por falta de agua y en otras, por exceso. Cuando llega la Ă©poca de las lluvias torrenciales, los pozos negros se desbordan y anegan casas, calles y cultivos.

Concienciada por este problema, la Bill & Melinda Gates Foundation puso en marcha el Reinvent The Toilet Chalenge, un proyecto que busca mejorar la calidad de vida de las personas a travĂ©s de la innovaciĂ³n y la investigaciĂ³n en los servicios sanitarios y los inodoros.

Para ello, la fundaciĂ³n ayuda a financiar iniciativas que desarrollen sistemas que, ademĂ¡s de facilitar la eliminaciĂ³n de residuos humanos permitan recuperar energĂ­a, agua y nutrientes de las heces.

Pero no solo eso. Los inodoros promovidos por la Bill & Melinda Gates Foundation deben funcionar sin necesidad de corriente elĂ©ctrica o agua y su coste de uso no debe superar los 0,05 cĂ©ntimos diarios para que sean fĂ¡ciles de instalar en paĂ­ses en desarrollo.

A aquellas se suma una Ăºltima exigencia: previendo que en el futuro el agua escasee, la FundaciĂ³n Gates quiere asegurarse de que las propuestas no son solo soluciones para paĂ­ses del llamado Tercer Mundo. Por lo tanto, el sistema debe resultar Ăºtil para todo tipo de paĂ­ses, rentas y territorios.

Una de las personas que recibiĂ³ una ayuda de la FundaciĂ³n Gates es Virginia Gardiner. Esta licenciada en Literatura Comparada ha creado Loowatt, una empresa que ha diseñado un inodoro que no precisa de agua para funcionar.

DespuĂ©s de depositar los excrementos, un dispositivo los recubre con un plĂ¡stico, los envasa al vaciĂ³ y los deposita en un compartimento estanco que es retirado por la propia compañía una vez a la semana, o antes, en caso de que sea necesario.

El contenido es llevado a la planta de gestiĂ³n de residuos de Loowatt que, tras procesarlos, obtiene biogĂ¡s y fertilizantes a partir de ellos.

Las familias interesadas en el inodoro de Loowatt deben pagar 12 libras como depĂ³sito por tener el aparato en su domicilio. Cantidad que es devuelta si el usuario ya no quisiera tenerlo por mĂ¡s tiempo. A esas doce libras hay que añadirle tres libras al mes para cubrir el servicio de recogida de residuos.

A pesar de que la propuesta de Loowatt aĂºn estĂ¡ en pleno desarrollo, ya hay lugares de Madagascar que lo utilizan. Si bien es cierto que el sistema de gestiĂ³n de residuos no consigue explotar todo el potencial de las heces humanas, los habitantes de esos lugares han visto como su calidad de vida mejoraba.

AdemĂ¡s de una mayor higiene en su entorno y un descenso de las enfermedades en el lugar, ya no temen caerse en un pozo negro y morir asfixiados por los gases o que las inundaciones desborden los pozos. AdemĂ¡s, ahora tienen compost y abonos para sus campos.

SegĂºn los expertos, los inodoros sin agua serĂ¡n el futuro a la hora de solucionar el problema de los excrementos humanos en los paĂ­ses en desarrollo. La razĂ³n principal es que en esos lugares un sistema como el que se usa en occidente es impensable.

A la falta de agua, se suman los costes para construir el alcantarillado. Si ademĂ¡s no se quiere que los desechos acaben en el mar o en los rĂ­os, tambiĂ©n hay que construir plantas de gestiĂ³n de residuos. Unas inversiones en infraestructuras inasumibles para los gobiernos de esos paĂ­ses.

Lo mĂ¡s llamativo de todo esto es que en el futuro es probable que este sistema de inodoros sin agua, lejos de exportarse a los paĂ­ses en desarrollo, sea el que acabe imponiĂ©ndose en occidente.

Para empezar, Loowatt ya ha comenzado a utilizarlos en eventos masivos y festivales de mĂºsica de Estados Unidos e Inglaterra. Para que te vayas acostumbrando.

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Desde el origen de los tiempos, la principal preocupaciĂ³n del ser humano ha sido encontrar comida. El problema era deshacerse de los desechos generados despuĂ©s de ingerirla.

Durante la etapa nĂ³mada, la soluciĂ³n era sencilla: se abandonaba el lugar una temporada y se regresaba a Ă©l transcurrido cierto tiempo. Cuando esto sucedĂ­a, a su vuelta encontraban que esa zona, antes insalubre, se habĂ­a vuelto mĂ¡s frondosa y tenĂ­a mĂ¡s vegetaciĂ³n.

El ser humano no tardĂ³ en vincular ambos fenĂ³menos. Mientras que un exceso de desechos resultaba desagradable e insalubre, una buena gestiĂ³n de los residuos podĂ­a ser beneficiosa para el campo.

Sin embargo, a medida que los asentamientos humanos fueron creciendo, el volumen de residuos aumentaba y la capacidad de gestionarlos menguaba. El resultado era que lo insalubre de las heces superaba con mucho a sus beneficios.

Por esa razĂ³n, a lo largo de la historia se han inventado diversas formas de deshacerse de los residuos humanos. Desde letrinas a pozos negros e incluso canalizaciones de alcantarillado. A pesar de ello, en pleno siglo XXI, hay lugares que aĂºn no disponen de servicios sanitarios.

Mientras que la telefonĂ­a mĂ³vil ha llegado a casi cualquier lugar del mundo, hay territorios en los que no hay servicios. En ocasiones por falta de agua y en otras, por exceso. Cuando llega la Ă©poca de las lluvias torrenciales, los pozos negros se desbordan y anegan casas, calles y cultivos.

Concienciada por este problema, la Bill & Melinda Gates Foundation puso en marcha el Reinvent The Toilet Chalenge, un proyecto que busca mejorar la calidad de vida de las personas a travĂ©s de la innovaciĂ³n y la investigaciĂ³n en los servicios sanitarios y los inodoros.

Para ello, la fundaciĂ³n ayuda a financiar iniciativas que desarrollen sistemas que, ademĂ¡s de facilitar la eliminaciĂ³n de residuos humanos permitan recuperar energĂ­a, agua y nutrientes de las heces.

Pero no solo eso. Los inodoros promovidos por la Bill & Melinda Gates Foundation deben funcionar sin necesidad de corriente elĂ©ctrica o agua y su coste de uso no debe superar los 0,05 cĂ©ntimos diarios para que sean fĂ¡ciles de instalar en paĂ­ses en desarrollo.

A aquellas se suma una Ăºltima exigencia: previendo que en el futuro el agua escasee, la FundaciĂ³n Gates quiere asegurarse de que las propuestas no son solo soluciones para paĂ­ses del llamado Tercer Mundo. Por lo tanto, el sistema debe resultar Ăºtil para todo tipo de paĂ­ses, rentas y territorios.

Una de las personas que recibiĂ³ una ayuda de la FundaciĂ³n Gates es Virginia Gardiner. Esta licenciada en Literatura Comparada ha creado Loowatt, una empresa que ha diseñado un inodoro que no precisa de agua para funcionar.

DespuĂ©s de depositar los excrementos, un dispositivo los recubre con un plĂ¡stico, los envasa al vaciĂ³ y los deposita en un compartimento estanco que es retirado por la propia compañía una vez a la semana, o antes, en caso de que sea necesario.

El contenido es llevado a la planta de gestiĂ³n de residuos de Loowatt que, tras procesarlos, obtiene biogĂ¡s y fertilizantes a partir de ellos.

Las familias interesadas en el inodoro de Loowatt deben pagar 12 libras como depĂ³sito por tener el aparato en su domicilio. Cantidad que es devuelta si el usuario ya no quisiera tenerlo por mĂ¡s tiempo. A esas doce libras hay que añadirle tres libras al mes para cubrir el servicio de recogida de residuos.

A pesar de que la propuesta de Loowatt aĂºn estĂ¡ en pleno desarrollo, ya hay lugares de Madagascar que lo utilizan. Si bien es cierto que el sistema de gestiĂ³n de residuos no consigue explotar todo el potencial de las heces humanas, los habitantes de esos lugares han visto como su calidad de vida mejoraba.

AdemĂ¡s de una mayor higiene en su entorno y un descenso de las enfermedades en el lugar, ya no temen caerse en un pozo negro y morir asfixiados por los gases o que las inundaciones desborden los pozos. AdemĂ¡s, ahora tienen compost y abonos para sus campos.

SegĂºn los expertos, los inodoros sin agua serĂ¡n el futuro a la hora de solucionar el problema de los excrementos humanos en los paĂ­ses en desarrollo. La razĂ³n principal es que en esos lugares un sistema como el que se usa en occidente es impensable.

A la falta de agua, se suman los costes para construir el alcantarillado. Si ademĂ¡s no se quiere que los desechos acaben en el mar o en los rĂ­os, tambiĂ©n hay que construir plantas de gestiĂ³n de residuos. Unas inversiones en infraestructuras inasumibles para los gobiernos de esos paĂ­ses.

Lo mĂ¡s llamativo de todo esto es que en el futuro es probable que este sistema de inodoros sin agua, lejos de exportarse a los paĂ­ses en desarrollo, sea el que acabe imponiĂ©ndose en occidente.

Para empezar, Loowatt ya ha comenzado a utilizarlos en eventos masivos y festivales de mĂºsica de Estados Unidos e Inglaterra. Para que te vayas acostumbrando.

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Opiniones 2
  • En España ya hay restaurantes de comida rĂ¡pida con inodoros en los que no sale agua tras utilizarlos. Suelen ser los tĂ­picos meaderos en baños de tĂ­os. En pro del planeta estĂ¡ bien, al encargado/a de la limpieza quizĂ¡ no le haga tanta gracia. Es un progreso en cualquier caso đŸ˜‰

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