En la historia del cine son muchas las pelĂculas de ciencia ficciĂłn en las que un artefacto de aspecto femenino revoluciona los deseos y los pensamientos de todos los hombres que pululan a su alrededor…
Ya en 1927 Fritz Lang rodĂł su incombustible MetrĂłpolis, en la que Brigitte Helm encarnaba a MarĂa, una especie de androide femenino crucial en el desarrollo del argumento, y verdadera protagonista de la cinta, cuyo cartel oficial aĂşn reverbera en nuestras retinas.
Pero esta tendencia se ha vuelto especialmente intensa en los últimos años. La brillante Eva (Kike Maillo, 2011), además de ser una peli española estupenda, elegante y sorprendente, plantea dilemas muy sutiles entre el protagonista (Daniel Brühl) y la ciencia de la robótica.
Lo interesante es que en este filme el robot sexual es por primera vez un hombre, no una mujer. Y además hay una lĂnea de diálogo esclarecedora. Mecha (Jude Law) dice algo asĂ como: «Ninguna mujer que haya probado a un androide sexual masculino querrá volver a tener sexo con un hombre».
De casi todas estas pelĂculas se extrae una conclusiĂłn que los desarrolladores de IA y los expertos en neurociencia y robĂłtica deberĂan tener en cuenta: la Ăşnica posibilidad de que los robots no acaben con nosotros es dotarlos de emociones; solo asĂ podrán sentir empatĂa por unos primates evolucionados pero siempre inferiores a ellos. Tendremos que aprender a pasar el test de Turing inverso, es decir, habremos de ser capaces de simular que somos máquinas para poder sobrevivir en un mundo de máquinas.
Mientras tanto… ÂżPara cuándo un humano entrenado para dar placer a un robot?
Me ofrezco voluntario, desde estas páginas, y con ánimo de aprender…
En la historia del cine son muchas las pelĂculas de ciencia ficciĂłn en las que un artefacto de aspecto femenino revoluciona los deseos y los pensamientos de todos los hombres que pululan a su alrededor…
Ya en 1927 Fritz Lang rodĂł su incombustible MetrĂłpolis, en la que Brigitte Helm encarnaba a MarĂa, una especie de androide femenino crucial en el desarrollo del argumento, y verdadera protagonista de la cinta, cuyo cartel oficial aĂşn reverbera en nuestras retinas.
Pero esta tendencia se ha vuelto especialmente intensa en los últimos años. La brillante Eva (Kike Maillo, 2011), además de ser una peli española estupenda, elegante y sorprendente, plantea dilemas muy sutiles entre el protagonista (Daniel Brühl) y la ciencia de la robótica.
Lo interesante es que en este filme el robot sexual es por primera vez un hombre, no una mujer. Y además hay una lĂnea de diálogo esclarecedora. Mecha (Jude Law) dice algo asĂ como: «Ninguna mujer que haya probado a un androide sexual masculino querrá volver a tener sexo con un hombre».
De casi todas estas pelĂculas se extrae una conclusiĂłn que los desarrolladores de IA y los expertos en neurociencia y robĂłtica deberĂan tener en cuenta: la Ăşnica posibilidad de que los robots no acaben con nosotros es dotarlos de emociones; solo asĂ podrán sentir empatĂa por unos primates evolucionados pero siempre inferiores a ellos. Tendremos que aprender a pasar el test de Turing inverso, es decir, habremos de ser capaces de simular que somos máquinas para poder sobrevivir en un mundo de máquinas.
Mientras tanto… ÂżPara cuándo un humano entrenado para dar placer a un robot?
Me ofrezco voluntario, desde estas páginas, y con ánimo de aprender…
Lo primero de todo, me ha gustado mucho tu post. Extenso, pero sin ser pesado, con muchos detalles. Además, es un tema del que se suele hablar poco.
Sin embargo, sĂ me gustarĂa comentar que la elecciĂłn de un robot con rasgos femeninos no es casual, pero no por machismo inconsciente del autor (o autora) al escribir la historia. El autor (o autora) lo hace a propĂłsito, generalmente como crĂtica a los seres humanos que la crean. En caso de Ex Machina es el más claro (SPOILERS): el inventor es un sociĂłpata, y que cree sĂłlo robots femeninas es sĂłlo un ejemplo más de ello.
Lo primero de todo, me ha gustado mucho tu post. Extenso, pero sin ser pesado, con muchos detalles. Además, es un tema del que se suele hablar poco.
Sin embargo, sĂ me gustarĂa comentar que la elecciĂłn de un robot con rasgos femeninos no es casual, pero no por machismo inconsciente del autor (o autora) al escribir la historia. El autor (o autora) lo hace a propĂłsito, generalmente como crĂtica a los seres humanos que la crean. En caso de Ex Machina es el más claro (SPOILERS): el inventor es un sociĂłpata, y que cree sĂłlo robots femeninas es sĂłlo un ejemplo más de ello.
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