26 de septiembre 2014    /   DIGITAL
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La red social sin publicidad y porno-friendly que no comercia con tus datos

26 de septiembre 2014    /   DIGITAL     por          
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«Tu red social pertenece a los anunciantes (…) Eres el producto que compran y venden…(Una red social) no es una herramienta para engañar, coaccionar y manipular sino para conectarse, crear y celebrar la vida. Tú no eres un producto». Es parte del Manifiesto con el que Ello, la que red social gratuita y sin publicidad y que algunos quieren ver como el anti-Facebook, presenta su versión pública en beta.
En Ello, al igual que en ocurriera con Diaspora (la ‘malograda’ red social que se presentó en 2010 como gran alternativa a Facebook con la privacidad de los usuarios como bandera), la publicidad no tiene cabida. Sus creadores consideran poco ético el funcionamiento de las redes sociales «manejadas por anunciantes que emplean sus armas de vendedores», para recabar toda la información de lo que los usuarios hacen en estos sitios. «Bajo el pretexto de un servicio gratuito, los usuarios de estas redes pagan un alto precio en forma de falta de privacidad y publicidad intrusiva», añaden en su web.
Y Ello, aseguran, no cambiará en lo que a esto se refiere. No ocurrirá lo que pasó con Twitter, Facebook y demás, que comenzaron como plataformas sin anuncios, pero que con el tiempo cambiaron su política de privacidad para poder vender información de sus usuarios y «bombardearles» con publicidad. «Si esto ocurriera perderíamos gran parte de la comunidad Ello. Incluidos nosotros mismos, porque nos molesta la publicidad más que a cualquiera».
Sin publicidad, y después de obtener un crédito inicial de 435.000 dólares de una firma de capital riesgo (todo un logro a día de hoy, teniendo en cuenta que pocos son los inversores que apuestan por el social media precisamente por considerar poco probable que alguien pueda toser a Zuckerberg), Ello necesitaba ingeniárselas para conseguir nuevas fórmulas de financiación. Fue así cómo sus creadores decidieron que, aunque las funciones básicas serían gratuitas, la red ofrecería servicios Premium que los usuarios interesados puedan comprar para personalizar su presencia en Ello y, de paso, contribuir con ‘la causa’. ¿Será suficiente? En declaraciones a The Guardian, los responsables del site al menos confían en que este modelo de negocio les permita, al menos, «mantener la cabeza fuera del agua…»
Lo que comenzó como una red social privada creada por «un grupo de siete reconocidos artistas y programadores» se ha acabado abriendo al público debido a las numerosas peticiones que aquellos recibían de gente que quería formar parte de la red. Aunque para pertenecer a Ello aún es necesario conocer a alguien dentro de la red. Eso o solicitar una invitación en la home. En la última semana, llegaron a recibir hasta 31.000 peticiones a la hora.
Muchos de esos solicitantes, probablemente, se haya sentido atraídos por la escrupulosa política de privacidad de la que Ello presume y con la que pretende evitar situaciones derivadas del abuso de otras redes. Los datos recabados, aseguran, únicamente sirven para mejorar la experiencia de los usuarios («por ejemplo, si recibimos muchas visitas de Holanda, nos planteamos la posibilidad de traducir nuestra página de ayuda al holándes»). Afirman, además, que los datos recabados (mediante una versión especial de Google Analytics) son anónimos. «Podemos saber cómo usa la gente Ello en general, pero no lo que estás haciendo tú en particular».
Que uno de sus creadores y CEO, Paul Budnitz, califique a Ello como una red social que no tiene ningún problema con el porno («siempre que no anime a la gente a hacerse daño o tenga algo que ver con niños») contrasta, también, con la política de Facebook en lo referente a contenido para adultos. Aunque en sus Reglas, Ello deja claro la necesidad de avisar al resto de usuarios cuando se pretenda subir contenido de este tipo.
Cuando apenas su versión beta acaba de dar sus primeros paso nos preguntamos, ¿será Ello un mero aspirante más o conseguirá convertirse realmente en un competidor serio para la red social de Zuckerberg? 

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«Tu red social pertenece a los anunciantes (…) Eres el producto que compran y venden…(Una red social) no es una herramienta para engañar, coaccionar y manipular sino para conectarse, crear y celebrar la vida. Tú no eres un producto». Es parte del Manifiesto con el que Ello, la que red social gratuita y sin publicidad y que algunos quieren ver como el anti-Facebook, presenta su versión pública en beta.
En Ello, al igual que en ocurriera con Diaspora (la ‘malograda’ red social que se presentó en 2010 como gran alternativa a Facebook con la privacidad de los usuarios como bandera), la publicidad no tiene cabida. Sus creadores consideran poco ético el funcionamiento de las redes sociales «manejadas por anunciantes que emplean sus armas de vendedores», para recabar toda la información de lo que los usuarios hacen en estos sitios. «Bajo el pretexto de un servicio gratuito, los usuarios de estas redes pagan un alto precio en forma de falta de privacidad y publicidad intrusiva», añaden en su web.
Y Ello, aseguran, no cambiará en lo que a esto se refiere. No ocurrirá lo que pasó con Twitter, Facebook y demás, que comenzaron como plataformas sin anuncios, pero que con el tiempo cambiaron su política de privacidad para poder vender información de sus usuarios y «bombardearles» con publicidad. «Si esto ocurriera perderíamos gran parte de la comunidad Ello. Incluidos nosotros mismos, porque nos molesta la publicidad más que a cualquiera».
Sin publicidad, y después de obtener un crédito inicial de 435.000 dólares de una firma de capital riesgo (todo un logro a día de hoy, teniendo en cuenta que pocos son los inversores que apuestan por el social media precisamente por considerar poco probable que alguien pueda toser a Zuckerberg), Ello necesitaba ingeniárselas para conseguir nuevas fórmulas de financiación. Fue así cómo sus creadores decidieron que, aunque las funciones básicas serían gratuitas, la red ofrecería servicios Premium que los usuarios interesados puedan comprar para personalizar su presencia en Ello y, de paso, contribuir con ‘la causa’. ¿Será suficiente? En declaraciones a The Guardian, los responsables del site al menos confían en que este modelo de negocio les permita, al menos, «mantener la cabeza fuera del agua…»
Lo que comenzó como una red social privada creada por «un grupo de siete reconocidos artistas y programadores» se ha acabado abriendo al público debido a las numerosas peticiones que aquellos recibían de gente que quería formar parte de la red. Aunque para pertenecer a Ello aún es necesario conocer a alguien dentro de la red. Eso o solicitar una invitación en la home. En la última semana, llegaron a recibir hasta 31.000 peticiones a la hora.
Muchos de esos solicitantes, probablemente, se haya sentido atraídos por la escrupulosa política de privacidad de la que Ello presume y con la que pretende evitar situaciones derivadas del abuso de otras redes. Los datos recabados, aseguran, únicamente sirven para mejorar la experiencia de los usuarios («por ejemplo, si recibimos muchas visitas de Holanda, nos planteamos la posibilidad de traducir nuestra página de ayuda al holándes»). Afirman, además, que los datos recabados (mediante una versión especial de Google Analytics) son anónimos. «Podemos saber cómo usa la gente Ello en general, pero no lo que estás haciendo tú en particular».
Que uno de sus creadores y CEO, Paul Budnitz, califique a Ello como una red social que no tiene ningún problema con el porno («siempre que no anime a la gente a hacerse daño o tenga algo que ver con niños») contrasta, también, con la política de Facebook en lo referente a contenido para adultos. Aunque en sus Reglas, Ello deja claro la necesidad de avisar al resto de usuarios cuando se pretenda subir contenido de este tipo.
Cuando apenas su versión beta acaba de dar sus primeros paso nos preguntamos, ¿será Ello un mero aspirante más o conseguirá convertirse realmente en un competidor serio para la red social de Zuckerberg? 

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Opiniones 6
  • Centralizada y privativa… no gracias.
    Teniendo cosas abiertas, libres y descentralizadas (cualquiera puede montar su servidor y unirlo a la red) como Pump.io, no veo para que tanta publicidad a esta… cosa.

  • Más de lo mismo. Otra red social centralizada (nadie puede montarse su propio Ello) y privativa (¿dónde está el código?). Otra red social con aire buenrrollista en la que tenemos que confiar. ¿Y qué nos garantiza su palabra? ¿Ese manifiesto? Luego añaden un “El manifiesto se puede alterar sin previo aviso al usuario” y asunto resuelto. ¿Alguien se acuerda de App.net? Sin código no hay confianza.
    Al margen de mi desencanto, un par de correcciones. Diaspora* tiene poco que ver con Ello precisamente porque es libre y descentralizada: cualquiera puede crearse su propio nodo. Y aunque el ‘malograda’ esté entrecomillado, no está de más deciros que después de cuatro años y miles de gurús diciendo que fracasó, se usa, y se usa más de lo que muchos se pensarían.

  • Y yo les pregunto si son conscientes de que a nadie le interesa que sea centralizada y cerrada? Claro salvo a los pocos que le dan importancia a eso y saben cómo hacerlo.
    No digo que sean válidos sus puntos, pero son como el predicador que grita en la plaza y nadie le presta atención.
    Post excandalo NSA… cambió algo? Y es más, la gente de a pie, el usuario común ni se enteró, o nunca comprendió ni le interesó.

    • Corrigo: quise decir que “no digo que no sean válidos”.
      Es decir pienso que lo son, pero eso ni cerca está se hacer relevante o no a una red social.

  • No entiendo este odio a la publicidad. La publicidad es buena, lo que esta mal son los formatos y los usos que se le dan como forma de ingresos básicos para un negocio.
    En Wittpic amamos la publicidad, pero odiamos su evolución en internet. Facebook es el mayor “billboard dinámico” de la historia y Google el mayor traficante de datos del mundo.
    Por eso la creatividad de la publicidad que se hace en Wittpic la hacen los propios usuarios…y la enseñan a sus colegas y además, por hacerlo, reciben premios de los anunciantes. win-win-win

  • Comentarios cerrados.