Seis dólares y una idea sencilla fue todo lo que necesitó Alec Brownstein para conseguir una entrevista con los mejores creativos de Nueva York.
El pasado verano, Brownstein compró enlaces patrocinados para que su nombre apareciera junto a búsquedas de directores creativos de renombre como David Droga, Tony Granger, Gerry Graf, Ian Reichenthal y Scott Vitrone.
A modo de ejemplo, si un día David Droga decidía buscarse a sí mismo en Google, aparecía un enlace patrocinado con el siguiente mensaje:
“Hola David Droga. Buscarse a uno mismo en Google es muy divertido. Contratarme a mí, también”, con un link a su site personal, alecbrownstein.com.
“Se me ocurrió cuando buscaba en Google a los creativos con quien más me interesaba trabajar. Me di cuenta de que al introducir sus nombres no aparecía ningún enlace patrocinado. Siendo alguien que se busca en Google frecuentemente pensé que un anuncio llamaría la atención enseguida”, según cuenta Brownstein a Yorokobu.
Cuatro de los 5 ejecutivos le concedieron una entrevista y acabó con dos ofertas de trabajo. Al final optó por Y&R, donde sigue trabajando en la actualidad. Todo por un precio estimado de 6 dólares.
“Después de lanzar la campaña el verano pasado, tardé más o menos un mes en recibir respuestas. Curiosamente, todos los creativos que me contactaron me dijeron que habían sido avisados del anuncio por otras personas”.
Seis dólares y una idea sencilla fue todo lo que necesitó Alec Brownstein para conseguir una entrevista con los mejores creativos de Nueva York.
El pasado verano, Brownstein compró enlaces patrocinados para que su nombre apareciera junto a búsquedas de directores creativos de renombre como David Droga, Tony Granger, Gerry Graf, Ian Reichenthal y Scott Vitrone.
A modo de ejemplo, si un día David Droga decidía buscarse a sí mismo en Google, aparecía un enlace patrocinado con el siguiente mensaje:
“Hola David Droga. Buscarse a uno mismo en Google es muy divertido. Contratarme a mí, también”, con un link a su site personal, alecbrownstein.com.
“Se me ocurrió cuando buscaba en Google a los creativos con quien más me interesaba trabajar. Me di cuenta de que al introducir sus nombres no aparecía ningún enlace patrocinado. Siendo alguien que se busca en Google frecuentemente pensé que un anuncio llamaría la atención enseguida”, según cuenta Brownstein a Yorokobu.
Cuatro de los 5 ejecutivos le concedieron una entrevista y acabó con dos ofertas de trabajo. Al final optó por Y&R, donde sigue trabajando en la actualidad. Todo por un precio estimado de 6 dólares.
“Después de lanzar la campaña el verano pasado, tardé más o menos un mes en recibir respuestas. Curiosamente, todos los creativos que me contactaron me dijeron que habían sido avisados del anuncio por otras personas”.
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