Personajes como Willie Nelson o Whoopi Goldberg aprovechan el tirón de la legalización (o semilegalización) de la hierba en más de veinte estados de EEUU para meterse en el negocio. La marihuana es la planta más defendida de la naturaleza, su potencial psicoactivo le ha cosechado millones de adeptos, pero es quizás la ilegalidad el factor que más ha contribuido a aportarle un gran prestigio cultural. El cannabis es el vegetal que mejor funciona como causa de lucha. Sin embargo, al lado del activismo de tintes más libertarios se empiezan a fraguar oportunidades empresariales que ya mueven ingentes cantidades de dinero verde.
Las agencias estadÃsticas New Frontier y ArcView Market Research emitieron un informe sobre las cifras de venta de la marihuana legal durante 2015: el montante ascendió a 5.700 millones de dólares. Además, decenas de miles de personas trabajan y pagan impuestos procedentes del cultivo, el procesamiento y la venta de cannabis. El crecimiento se produce a pesar de las lagunas y contradicciones legales que existen entre los estados y el gobierno federal y que, entre otras cosas, provocan que muchos bancos se nieguen a trabajar con empresas relacionadas con la planta y que gran parte de los beneficios sigan corriendo en metálico por el paÃs.
En la web, Dogg asegura haber seleccionado personalmente sus cepas favoritas y las cataloga asÃ: «Una fuente común de la paz, el amor y el alma que nos conecta a todos». Sus paquetes de cogollos, comestibles o concentrados (el THC en todo su espesor) se comercializan en tiendas de Colorado.
Willie’s Reserve es su marca de productos. Con ella va un mensaje ecológico. Rechaza de plano que las grandes empresas intenten acaparar la producción. El cantante aboga por usar este cultivo para impulsar las granjas de pequeños propietarios.
Nelson fue de los primeros en tomar la iniciativa de hacer negocio, pero se le habÃan adelantado los herederos de otro aspirador compulsivo: Bob Marley. Su familia sacó Marley Natural, una firma que explota comercialmente una cepa de origen jamaicano. Los descendientes del cantante reggae promocionan distintas variedades de cogollos que se diferencian por sus etiquetas, como Marley Green, Gold, Red y Black. Cada una tiene un perfil psicoactivo diferente y se destina a una categorÃa especial de fumador. Además, venden lociones y jabones de cuidado corporal.
Para que una marca funcione, ayuda tener una historia que contar. La cantante Melissa Etheridge sufrió cáncer de mama y el cannabis le ayudó a aguantar el sufrimiento de la quimioterapia. Fumando burlaba las náuseas y lograba concitar el hambre, un relato que ha aprovechado para crear Etheridge Farms Line, una marca que comercializará todo tipo de productos relacionados con la planta verde incluidos vinos.
Personajes como Willie Nelson o Whoopi Goldberg aprovechan el tirón de la legalización (o semilegalización) de la hierba en más de veinte estados de EEUU para meterse en el negocio. La marihuana es la planta más defendida de la naturaleza, su potencial psicoactivo le ha cosechado millones de adeptos, pero es quizás la ilegalidad el factor que más ha contribuido a aportarle un gran prestigio cultural. El cannabis es el vegetal que mejor funciona como causa de lucha. Sin embargo, al lado del activismo de tintes más libertarios se empiezan a fraguar oportunidades empresariales que ya mueven ingentes cantidades de dinero verde.
Las agencias estadÃsticas New Frontier y ArcView Market Research emitieron un informe sobre las cifras de venta de la marihuana legal durante 2015: el montante ascendió a 5.700 millones de dólares. Además, decenas de miles de personas trabajan y pagan impuestos procedentes del cultivo, el procesamiento y la venta de cannabis. El crecimiento se produce a pesar de las lagunas y contradicciones legales que existen entre los estados y el gobierno federal y que, entre otras cosas, provocan que muchos bancos se nieguen a trabajar con empresas relacionadas con la planta y que gran parte de los beneficios sigan corriendo en metálico por el paÃs.
En la web, Dogg asegura haber seleccionado personalmente sus cepas favoritas y las cataloga asÃ: «Una fuente común de la paz, el amor y el alma que nos conecta a todos». Sus paquetes de cogollos, comestibles o concentrados (el THC en todo su espesor) se comercializan en tiendas de Colorado.
Willie’s Reserve es su marca de productos. Con ella va un mensaje ecológico. Rechaza de plano que las grandes empresas intenten acaparar la producción. El cantante aboga por usar este cultivo para impulsar las granjas de pequeños propietarios.
Nelson fue de los primeros en tomar la iniciativa de hacer negocio, pero se le habÃan adelantado los herederos de otro aspirador compulsivo: Bob Marley. Su familia sacó Marley Natural, una firma que explota comercialmente una cepa de origen jamaicano. Los descendientes del cantante reggae promocionan distintas variedades de cogollos que se diferencian por sus etiquetas, como Marley Green, Gold, Red y Black. Cada una tiene un perfil psicoactivo diferente y se destina a una categorÃa especial de fumador. Además, venden lociones y jabones de cuidado corporal.
Para que una marca funcione, ayuda tener una historia que contar. La cantante Melissa Etheridge sufrió cáncer de mama y el cannabis le ayudó a aguantar el sufrimiento de la quimioterapia. Fumando burlaba las náuseas y lograba concitar el hambre, un relato que ha aprovechado para crear Etheridge Farms Line, una marca que comercializará todo tipo de productos relacionados con la planta verde incluidos vinos.