‘FariƱa’, tus datos en Facebook y otras patadas en la espinilla de la libertad

”Yorokobu gratis en formato digital!
En 1944, el periodista Santiago Nadal consiguió escaparse de la censura franquista trasvasando unos hechos aplicables a EspaƱa fuera de nuestras fronteras. Consiguió salirse con la suya tras la publicación de su artĆculo en la portada de la revistaĀ DestinoĀ hasta queĀ el gobernador civil Antonio Correa Veglison se cayó del guindo y lo mandó al campo de concentración de Nanclares de Oca.
El relato de lo que ocurrió estĆ” aquĆ, pero lo que mĆ”s dolió a Nadal no fueron los palos y el frĆo, sino que, salvo Josep PlĆ”, nadie intentó echarle un cable.Ā Ā«Nadie pareció mover un dedo por aquelĀ periodista que habĆa desafiado a la censuraĀ y, con ello, la aparente fortaleza inamovible del rĆ©gimenĀ».
Las cosas han cambiado y, ahora, en 2018, sà parece que hay quien se mueve por derechos fundamentales sobre el alambre, como ocurre en el caso Fariña.
Extrayendo FariƱa de ‘El Quijote’ palabra por palabra
Las cosas ocurrieron asĆ: el pasado mes de enero, el exalcalde de O Grove (Pontevedra), JosĆ© Alfredo Bea Gondar, demandó al periodista Nacho Carretero y a la editorialĀ Libros del KOĀ por supuesta vulneración de su derecho al honor. Una jueza de Collado Villalba, Alejandra Pontana, adoptó la medida mĆ”s lesiva para la editorial: el secuestro del libro y la prohibición de la impresión y comercialización de nuevos ejemplares.
En un sorpresivoĀ āo no tan sorpresivoā giro de los acontecimientos, el secuestro del libro contribuyó a que su difusión aumentase exponencialmente. La mayorĆa de las reacciones al acontecimientoĀ no daban crĆ©dito a lo que sucedĆa. No se secuestraba un libro en EspaƱa desde hacĆa aproximadamente una dĆ©cada. Sin embargo, no quedaba mĆ”s remedio que acatar la decisión judicial.
Entre las mĆŗltiples reacciones, tambiĆ©n estuvo la del exalcalde de O Grove, el demandante, que escupió unas indignantes declaraciones en las que se permitĆa amenazarĀ al autor. El afable polĆtico declaraba que no habĆa leĆdo el libro y celebraba el secuestro deĀ FariƱaĀ como un Ā«aviso a navegantesĀ». AdemĆ”s, en un alarde de misericordia, afirmaba queĀ Ā«si no fuera creyente y tuviera un revólver, buscaba al autor y le pegaba un tiroĀ».
Esas declaraciones fueron el espaldarazo definitivo para que el Gremio de LibrerĆas de Madrid se animase a protestar contra este secuestro de manera mĆ”s activa.
Como explica Fernando Valverde, secretario del gremio, Ā«unos colegas del Ć”mbito de la comunicación se pusieron en contacto con nosotros y nos propusieron desarrollar una acción a travĆ©s de una herramienta tecnológica que han desarrollado y que permite queĀ FariƱaĀ se pueda leer a travĆ©s de ElĀ QuijoteĀ». Un motor de bĆŗsqueda rastrea en el texto deĀ FariƱaĀ las palabras coincidentes con el texto del libro de CervantesĀ y la aplicación las ordena de manera que el resultado obtenido es el texto de la propia novela secuestrada. Ā«De esta manera y a travĆ©s de una acción ingeniosa, el gremio denuncia y pone en evidencia el ridĆculo de una sentencia en la era digital:Ā es posible ordenar el secuestro de un libro, pero no se puede secuestrar la palabraĀ».
Evidentemente, la intención del gremio no es que nadie lea de esa manera el libro de Carretero. «Es posible hacerlo, pero la acción señala que a través de la mÔs universal de nuestras obras literarias cualquier libro puede ser rescatado de las garras de la censura».
Finding FariƱaĀ ha tenido mĆ”s de 57.000 visitas y en solo 6 dĆas se ha convertido en una creativa manera de burlar a la censura judicial.
En tiempos anteriores a la democracia, la censura se ejercĆa de otra manera yĀ tambiĆ©n de otra manera se ejercĆan las maneras de burlarla. AsĆ lo explica Gabriela de Lima Grecco, investigadora del departamento de Historia ContemporĆ”nea de la Universidad Autónoma de Madrid.
Una de ellas pasaba por el clÔsico «venga ya, me avala un amigo vuestro». Como explica De Lima en su texto Burlando la censura franquista: ¿Corrupción o resistencia?, «fue relevante la autoridad de algunos escritores o personalidades importantes encargados de redactar los prólogos de las ediciones» de algunos libros. Un ejemplo fue «el de Camilo José Cela quien, posiblemente, para tener mÔs fÔcil la aprobación de una nueva edición de su novela La familia de Pascual Duarte en 1945, solicitó la escritura de un prólogo a Gregorio Marañón».
Otro relato interesante al respecto āesta vez hablamos de cineā es el que rodea aĀ Bienvenido Mr. MarshallĀ y de la sorpresa que supuso que, en esta ocasión, Berlanga no sufriera los rigores de la censura con mucha dureza. Lo explicaba Javier Pulido enĀ eldiario.es.
«¿Cómo es posible que la censura simpatizara con una de las pelĆculas mĆ”s polĆticas de la historia del cine espaƱol? Por motivos completamente ajenos a Berlanga, el filme se encontraba en perfecta sintonĆa con el antiamericanismo del franquismo mĆ”s reaccionario, que no habĆa sido capaz de digerir la derrota de Hitler en la II Guerra Mundial y seguĆa escocido con la intervención estadounidense en el conflicto. Los hermanos JoaquĆn y Alberto Reig, productores de Uninci, no solo vivieron y trabajaron en la Alemania nazi, sino que comulgaban polĆticamente con sus ideas. Al igual que las autoridades franquistas, no podĆan verse reflejados en algunos de los personajes de Villar del RĆo, como ese arrogante hidalgo don Luis que defiende el honor de sus antepasados o el pĆ”rroco que identifica los valores norteamericanos con el pecadoĀ».
Otros temas relativos a la censura publicados anteriormente
La dictadura de lo polĆticamente correcto se ceba con el arte
El corto de animación que prohibió Franco y otros dibujos para niños que fueron censurados
ĀæHa llegado el momento de volar Facebook?
Es posible que hayas leĆdo algo. El valor de Facebook cayó alrededor de 35.000 millones de euros en solo 24 horas. A ver si puedes decirlo sin atragantarte: treinta y cinco mil millruhf de mflihvckdfn…
La cosa va de cómo Facebook trata tus datos. Y ya te lo digo yo para fastidiar el final: mal.
Cambridge Analytica es una empresa britĆ”nica especializada en usar ingentes cantidades de datos para crear estrategias y campaƱas para marcas y polĆticos. Adivinad para quiĆ©n trabajaron en Estados Unidos en las pasadas elecciones. SĆ, ese. Adivinad de dónde sacaron los datos de 50 millones de personas. SĆ, de esa red social.
Cambridge Analytica utilizó todos esos perfiles para Ā«saber cuĆ”l debĆa ser el contenido, tema y tono de un mensaje para cambiar la forma de pensar de los votantes de forma casi individualizadaĀ».
AdemĆ”s, Ā«desarrolló noticias falsas que luego replicó a travĆ©s de redes sociales, blogs y mediosĀ», segĆŗn Christopher Wylie,Ā cientĆfico de datos y exempleado de Cambridge Analytica.
BBCĀ explica aquĆĀ las claves para entender por quĆ© te va a resultar mejor fiarte del Dioni que de Mark Zuckerberg.
Hay campañas como #DeleteFacebook instando a los usuarios a huir de Facebook como de la peste bubónica. El fundador de Whatsapp también dice que ya ha llegado el momento. En España, hay medios que también piensan que es lo mejor y, por supuesto, hay manuales para hacerlo.
De hecho,Ā este artĆculo deĀ The OutlineĀ afirma que no guardes aĆŗn el sable de cortar cabezas y sigas con otros servicios que tratan tus datos sin ningĆŗn tipo de decencia.
Sabiendo todo esto, tú sabrÔs lo que haces con tu vida. Pero no vuelvas a casa mÔs tarde de las 11, que tu madre se queda nerviosa.
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En 1944, el periodista Santiago Nadal consiguió escaparse de la censura franquista trasvasando unos hechos aplicables a EspaƱa fuera de nuestras fronteras. Consiguió salirse con la suya tras la publicación de su artĆculo en la portada de la revistaĀ DestinoĀ hasta queĀ el gobernador civil Antonio Correa Veglison se cayó del guindo y lo mandó al campo de concentración de Nanclares de Oca.
El relato de lo que ocurrió estĆ” aquĆ, pero lo que mĆ”s dolió a Nadal no fueron los palos y el frĆo, sino que, salvo Josep PlĆ”, nadie intentó echarle un cable.Ā Ā«Nadie pareció mover un dedo por aquelĀ periodista que habĆa desafiado a la censuraĀ y, con ello, la aparente fortaleza inamovible del rĆ©gimenĀ».
Las cosas han cambiado y, ahora, en 2018, sà parece que hay quien se mueve por derechos fundamentales sobre el alambre, como ocurre en el caso Fariña.
Extrayendo FariƱa de ‘El Quijote’ palabra por palabra
Las cosas ocurrieron asĆ: el pasado mes de enero, el exalcalde de O Grove (Pontevedra), JosĆ© Alfredo Bea Gondar, demandó al periodista Nacho Carretero y a la editorialĀ Libros del KOĀ por supuesta vulneración de su derecho al honor. Una jueza de Collado Villalba, Alejandra Pontana, adoptó la medida mĆ”s lesiva para la editorial: el secuestro del libro y la prohibición de la impresión y comercialización de nuevos ejemplares.
En un sorpresivoĀ āo no tan sorpresivoā giro de los acontecimientos, el secuestro del libro contribuyó a que su difusión aumentase exponencialmente. La mayorĆa de las reacciones al acontecimientoĀ no daban crĆ©dito a lo que sucedĆa. No se secuestraba un libro en EspaƱa desde hacĆa aproximadamente una dĆ©cada. Sin embargo, no quedaba mĆ”s remedio que acatar la decisión judicial.
Entre las mĆŗltiples reacciones, tambiĆ©n estuvo la del exalcalde de O Grove, el demandante, que escupió unas indignantes declaraciones en las que se permitĆa amenazarĀ al autor. El afable polĆtico declaraba que no habĆa leĆdo el libro y celebraba el secuestro deĀ FariƱaĀ como un Ā«aviso a navegantesĀ». AdemĆ”s, en un alarde de misericordia, afirmaba queĀ Ā«si no fuera creyente y tuviera un revólver, buscaba al autor y le pegaba un tiroĀ».
Esas declaraciones fueron el espaldarazo definitivo para que el Gremio de LibrerĆas de Madrid se animase a protestar contra este secuestro de manera mĆ”s activa.
Como explica Fernando Valverde, secretario del gremio, Ā«unos colegas del Ć”mbito de la comunicación se pusieron en contacto con nosotros y nos propusieron desarrollar una acción a travĆ©s de una herramienta tecnológica que han desarrollado y que permite queĀ FariƱaĀ se pueda leer a travĆ©s de ElĀ QuijoteĀ». Un motor de bĆŗsqueda rastrea en el texto deĀ FariƱaĀ las palabras coincidentes con el texto del libro de CervantesĀ y la aplicación las ordena de manera que el resultado obtenido es el texto de la propia novela secuestrada. Ā«De esta manera y a travĆ©s de una acción ingeniosa, el gremio denuncia y pone en evidencia el ridĆculo de una sentencia en la era digital:Ā es posible ordenar el secuestro de un libro, pero no se puede secuestrar la palabraĀ».
Evidentemente, la intención del gremio no es que nadie lea de esa manera el libro de Carretero. «Es posible hacerlo, pero la acción señala que a través de la mÔs universal de nuestras obras literarias cualquier libro puede ser rescatado de las garras de la censura».
Finding FariƱaĀ ha tenido mĆ”s de 57.000 visitas y en solo 6 dĆas se ha convertido en una creativa manera de burlar a la censura judicial.
En tiempos anteriores a la democracia, la censura se ejercĆa de otra manera yĀ tambiĆ©n de otra manera se ejercĆan las maneras de burlarla. AsĆ lo explica Gabriela de Lima Grecco, investigadora del departamento de Historia ContemporĆ”nea de la Universidad Autónoma de Madrid.
Una de ellas pasaba por el clÔsico «venga ya, me avala un amigo vuestro». Como explica De Lima en su texto Burlando la censura franquista: ¿Corrupción o resistencia?, «fue relevante la autoridad de algunos escritores o personalidades importantes encargados de redactar los prólogos de las ediciones» de algunos libros. Un ejemplo fue «el de Camilo José Cela quien, posiblemente, para tener mÔs fÔcil la aprobación de una nueva edición de su novela La familia de Pascual Duarte en 1945, solicitó la escritura de un prólogo a Gregorio Marañón».
Otro relato interesante al respecto āesta vez hablamos de cineā es el que rodea aĀ Bienvenido Mr. MarshallĀ y de la sorpresa que supuso que, en esta ocasión, Berlanga no sufriera los rigores de la censura con mucha dureza. Lo explicaba Javier Pulido enĀ eldiario.es.
«¿Cómo es posible que la censura simpatizara con una de las pelĆculas mĆ”s polĆticas de la historia del cine espaƱol? Por motivos completamente ajenos a Berlanga, el filme se encontraba en perfecta sintonĆa con el antiamericanismo del franquismo mĆ”s reaccionario, que no habĆa sido capaz de digerir la derrota de Hitler en la II Guerra Mundial y seguĆa escocido con la intervención estadounidense en el conflicto. Los hermanos JoaquĆn y Alberto Reig, productores de Uninci, no solo vivieron y trabajaron en la Alemania nazi, sino que comulgaban polĆticamente con sus ideas. Al igual que las autoridades franquistas, no podĆan verse reflejados en algunos de los personajes de Villar del RĆo, como ese arrogante hidalgo don Luis que defiende el honor de sus antepasados o el pĆ”rroco que identifica los valores norteamericanos con el pecadoĀ».
Otros temas relativos a la censura publicados anteriormente
La dictadura de lo polĆticamente correcto se ceba con el arte
El corto de animación que prohibió Franco y otros dibujos para niños que fueron censurados
ĀæHa llegado el momento de volar Facebook?
Es posible que hayas leĆdo algo. El valor de Facebook cayó alrededor de 35.000 millones de euros en solo 24 horas. A ver si puedes decirlo sin atragantarte: treinta y cinco mil millruhf de mflihvckdfn…
La cosa va de cómo Facebook trata tus datos. Y ya te lo digo yo para fastidiar el final: mal.
Cambridge Analytica es una empresa britĆ”nica especializada en usar ingentes cantidades de datos para crear estrategias y campaƱas para marcas y polĆticos. Adivinad para quiĆ©n trabajaron en Estados Unidos en las pasadas elecciones. SĆ, ese. Adivinad de dónde sacaron los datos de 50 millones de personas. SĆ, de esa red social.
Cambridge Analytica utilizó todos esos perfiles para Ā«saber cuĆ”l debĆa ser el contenido, tema y tono de un mensaje para cambiar la forma de pensar de los votantes de forma casi individualizadaĀ».
AdemĆ”s, Ā«desarrolló noticias falsas que luego replicó a travĆ©s de redes sociales, blogs y mediosĀ», segĆŗn Christopher Wylie,Ā cientĆfico de datos y exempleado de Cambridge Analytica.
BBCĀ explica aquĆĀ las claves para entender por quĆ© te va a resultar mejor fiarte del Dioni que de Mark Zuckerberg.
Hay campañas como #DeleteFacebook instando a los usuarios a huir de Facebook como de la peste bubónica. El fundador de Whatsapp también dice que ya ha llegado el momento. En España, hay medios que también piensan que es lo mejor y, por supuesto, hay manuales para hacerlo.
De hecho,Ā este artĆculo deĀ The OutlineĀ afirma que no guardes aĆŗn el sable de cortar cabezas y sigas con otros servicios que tratan tus datos sin ningĆŗn tipo de decencia.
Sabiendo todo esto, tú sabrÔs lo que haces con tu vida. Pero no vuelvas a casa mÔs tarde de las 11, que tu madre se queda nerviosa.