En la lista de las intrigas del mundo hay una que se repite siempre a lo largo de la historia. ĀæDe dónde vienen las ideas? ĀæCómo se crea una obra? Ferran AdriĆ investiga este asunto. El chef se ha propuesto averiguar quĆ© procesos creativos utilizaron para que elBulli elevara la gastronomĆa hasta territorios donde nunca la quisieron: el arte y la innovación.
Todo lo que el equipo de elBulli ha descubierto durante tres aƱos de reflexión se expone a partir de maƱana, 29 de octubre, en la muestra āFerran AdriĆ . Auditando el proceso creativoā, en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid. Una muestra, que convertida en un plato, serĆa algo asĆ como āhumo deconstruido de sesada condensadaā.
Humo que da forma al pensamiento.
Deconstrucción que despiezarĆa el pasado.
Sesada que aglutinarĆa investigación, reflexión y conocimiento.
Y condensado para que en un solo plato cupiesen 25 aƱos.
En mil metros cuadrados estĆ”n las conclusiones del chef sobre la creatividad. En el edificio de la Gran VĆa de Madrid donde Ā«hace 88 aƱos se estableció la primera conexión telefónica entre EspaƱa y EEUUĀ», segĆŗn contó Almudena Bermejo, directora del Espacio Fundación Telefónica, en la presentación de la muestra.
«Somos gente normal que hemos tenido la suerte de trabajar con gente extraordinaria», indicó Adrià . «Si nosotros lo hicimos, lo puede hacer cualquiera. Somos gente normal que trabaja mucho».
Pero esa āgente normalā se guĆa por una filosofĆa de trabajo que no se da en todos los talleres ni oficinas del mundo. Entre los principios inamovibles del chef estĆ”n:
āUna exigencia desmesurada
āBuscar cada dĆa tus propios lĆmites
āUna pasión descomunal
Ese esfuerzo y exigencia llegaba en elBulli hasta sus Ćŗltimas consecuencias. Tanto que, segĆŗn AdriĆ , Ā«acabó convirtiĆ©ndose en un rĆ©gimen militarĀ». Ā«Si alguien llegaba un minuto tarde, sabĆa que al dĆa siguiente no tenĆa que volverĀ».

Al chef le faltan horas para trabajar. Nunca rompe su jornada de trabajo para comer, y siempre estĆ” a la hora de abrir y cerrar. EstĆ” convencido de que Ā«los lĆderes son los primeros en llegar y los Ćŗltimos en irseĀ».
El espĆritu mercenario tampoco cabe en su laboratorio. AdriĆ siempre habla de pasión, ansias de cambiar el mundo y ambición por descubrir cosas nuevas. En su libro de instrucciones solo cabe una actitud positiva y el esfuerzo por ser feliz. Ā«Yo entiendo la vida como algo lĆŗdico y esto es lo que mostramos en esta exposiciónĀ».
Ferran Adrià quiere que esta muestra sea «un espejo donde cada persona se mire y se cuestione sus procesos creativos», explicó. «Queremos que el señor del bar de la esquina entienda que tiene que ser creativo».
El principio de la creatividad se remonta al pasado. Hay que estudiar todo lo que se hizo antes para poder construir algo nuevo. Lo saben los grandes. No solo AdriĆ . Y cada uno lo dice a su manera.
ā Isaac Newton lo formuló asĆ: āSi he logrado ver mĆ”s lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantesā.
ā Juan Mari Arzak rumió la idea durante la presentación de āAuditando el proceso creativoā y la escribió en una pequeƱa libreta que llevaba encima: Ā«Aprender del pasado para construir el futuroĀ».
ā Y en palabras de AdriĆ : Ā«El respeto por el pasado es una de nuestras grandes guĆas creativasĀ».

El chef catalĆ”n mezcla bien pasado, presente y futuro. Y no cae en el miope mito de la juventud. Todos tienen mucho que aportar: Ā«Para nosotros ha sido fundamental que tres generaciones de cocineros hablemos constantemente. La generación de Juan Mari [Arzak], la mĆa y la de Andoni Aduriz (ā¦). Los jóvenes tienen mucha ilusión y los mayores tienen mucha experienciaĀ».
Es tan raro escuchar la palabra āmiedoā de la boca de AdriĆ como atravesar un agujero negro. Da igual lo encapotado que estĆ© el cielo. El chef siempre anima y es capaz de movilizar a un batallón de acabados. Ā«Las tĆ©cnicas creativas que utilizĆ”bamos eran las mĆ”s sencillasĀ», especificó. Ā«A Frank Gehry, Jean Nouvel o Andoni Aduriz les he visto emplear tĆ©cnicas muy sencillasĀ».
A AdriĆ le obsesiona la experimentación y le espanta la monotonĆa. Por eso nunca perpetuaba platos. Cada temporada era algo asĆ como el estreno de una nueva función. Cambiaban los actores (cocineros), la vajilla (instrumentos) y el menĆŗ (la obra). elBulli publicaba sus recetas para obligarse a no repetir jamĆ”s y asĆ llegó hasta los 1846 platos.
«Hay que invertir en I+D. En elBulli dedicÔbamos mÔs del 20% de nuestro presupuesto a investigar», declaró. Y al dinero hay que sumar el tiempo. El equipo dedicaba seis meses al año a crear el menú de la siguiente temporada.

En sus investigaciones no habĆa lĆmites. Iban a ferias de otras industrias, como la automoción, para buscar maquinaria y herramientas con las que experimentar. TambiĆ©n metieron a quĆmicos y fĆsicos en su cocina. En su laboratorio buscaban lo imposible, como una espuma caliente o una espuma de humo.
La creatividad, para AdriĆ , tiene mucho que ver con hacer. Ā«El departamento de FĆsica de Harvard nos invitó a cerrar el aƱo acadĆ©mico 2007-2008. Fuimos allĆ y pensamos en crear un curso juntos. Al aƱo siguiente hicimos el primer curso de ciencia y cocina en el mundoĀ», relató. Ā«En EEUU no piensan las cosas. Las hacen. Lo que les interesa es la eficaciaĀ».
En la exposición āAuditando el proceso creativoā, la mĆ”s extensa que se ha hecho hasta ahora sobre elBulli, AdriĆ hace una depuración de todo lo vivido en los Ćŗltimos 25 aƱos y extrae todo lo que aprendieron sobre creatividad e innovación. Pero, ademĆ”s, y aunque Ć©l no lo mencione, hay mucho de arte. Arte tal y como lo entendĆa William Morris, el artesano y escritor britĆ”nico que decĆa queā¦
Quien intenta hacer cosas bellas, se respeta a sĆ mismo.
Quien las da a conocer, respeta a los demƔs.
Y a partir de ahĆ se completa el cĆrculo de la creación artĆstica.
Algunas frases de Ferran AdriĆ :





Disclosure: Brands&Roses, compaƱĆa editora de Yorokobu, ha participado en el proyecto ‘Ferran AdriĆ . Auditando el proceso creativo’.
Fotos: Fernando Maquieria.
Estilo de las citas: Notegraphy.