Forensic Architecture es una rara avis que se define a sà misma como una agencia de investigación especializada en visualizar violaciones de derechos humanos cometidas por el Estado. Su objetivo es generar pruebas y estudios (en forma de vÃdeos, materiales interactivos, reconstrucciones digitales o visualizaciones de datos) para ser usados en juicios, comisiones de la verdad o informes de derechos humanos, entre otros espacios públicos, con la intención de exponer la verdad.
«Cuando ocurre un crimen, los instrumentos forenses suelen ser monopolio del Estado», reflexiona Camps. «De alguna manera, Forensic Architecture busca invertir esta dimensión del estudio forense», dice Camps.
El reciente escándalo sobre la manipulación de los datos personales que llevó a cabo la consultora Cambridge Analytica para influenciar a los votantes del Brexit y las elecciones presidenciales en Estados Unidos, utilizando millones de perfiles de Facebook, nos ha vuelto a todos un poco paranoicos con los datos personales de nuestra vida digital. Camps opina que esa desconfianza no es mala.
Tras trabajar varios años en empresas de tecnologÃa en Nueva York, Camps acabó «quemado del mundo start-up», de su falta de pensamiento crÃtico. QuerÃa explorar formas creativas de usar los datos desligadas de su uso comercial. En Forensic Architecture encontró ese equilibrio.
«Ha habido un cambio de etapa en la percepción pública del papel que juegan las grandes empresas de tecnologÃa», reflexiona Camps. «TenÃan esta imagen muy positiva, prÃstina, y jugaban mucho con la idea del idealismo; de una manera que ahora nos damos cuenta de que era un poco perversa».
Las consecuencias legales de las acciones de estas grandes empresas están todavÃa por ver, pero por lo menos ahora parece que sus actos no pueden quedar impunes, opina Camps.
Forensic Architecture es una rara avis que se define a sà misma como una agencia de investigación especializada en visualizar violaciones de derechos humanos cometidas por el Estado. Su objetivo es generar pruebas y estudios (en forma de vÃdeos, materiales interactivos, reconstrucciones digitales o visualizaciones de datos) para ser usados en juicios, comisiones de la verdad o informes de derechos humanos, entre otros espacios públicos, con la intención de exponer la verdad.
«Cuando ocurre un crimen, los instrumentos forenses suelen ser monopolio del Estado», reflexiona Camps. «De alguna manera, Forensic Architecture busca invertir esta dimensión del estudio forense», dice Camps.
El reciente escándalo sobre la manipulación de los datos personales que llevó a cabo la consultora Cambridge Analytica para influenciar a los votantes del Brexit y las elecciones presidenciales en Estados Unidos, utilizando millones de perfiles de Facebook, nos ha vuelto a todos un poco paranoicos con los datos personales de nuestra vida digital. Camps opina que esa desconfianza no es mala.
Tras trabajar varios años en empresas de tecnologÃa en Nueva York, Camps acabó «quemado del mundo start-up», de su falta de pensamiento crÃtico. QuerÃa explorar formas creativas de usar los datos desligadas de su uso comercial. En Forensic Architecture encontró ese equilibrio.
«Ha habido un cambio de etapa en la percepción pública del papel que juegan las grandes empresas de tecnologÃa», reflexiona Camps. «TenÃan esta imagen muy positiva, prÃstina, y jugaban mucho con la idea del idealismo; de una manera que ahora nos damos cuenta de que era un poco perversa».
Las consecuencias legales de las acciones de estas grandes empresas están todavÃa por ver, pero por lo menos ahora parece que sus actos no pueden quedar impunes, opina Camps.
Muy interesante, no lo conocÃa y creo q debe seguir …
Moltes grà cies
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