13 de diciembre 2013    /   ENTRETENIMIENTO
por
 

El fotolibro revive y los espaƱoles tienen mucho que ver con ello

13 de diciembre 2013    /   ENTRETENIMIENTO     por          
CompƔrtelo twitter facebook whatsapp
thumb image

”Yorokobu gratis en formato digital!

Lee gratis la revista Junio/JulioĀ haciendo clic aquĆ­.

ā€œThe photobook is here to stayā€. El fotolibro ha llegado para quedarse. Lo dice Martin Parr a su paso por Madrid, donde ha venido a presentar Los inconformistas, su libro nĆŗmero 65. Nada del otro mundo, comparado con los 12.000 volĆŗmenes que guarda, religiosamente ordenados por paĆ­ses, en su casa de Bristol. ā€œHemos asistido a un retorno del fotolibro en la Ćŗltima dĆ©cada y eso continuarĆ”. Cada vez mĆ”s personas estĆ”n entusiasmadas con los fotolibrosā€, asegura Parr, que en su frase usa ā€œrevivalā€, una palabra que rezuma nostalgia.

El gurú del género no es el único que augura larga vida al fotolibro. Horacio FernÔndez, comisario y director de PhotoEspaña entre 2004 y 2006, se expresa con palabras idénticas.

ā€œEl fotolibro ha llegado para quedarseā€, afirma desde una mesa del CafĆ© Comercial, un lugar histórico para las tertulias. ā€œDeja-vuā€, como dirĆ­a Ralph Gibson. ā€œHoy asistimos a una bĆŗsqueda de pĆŗblico y de comunicación por parte de los fotógrafos. Antes solo habĆ­a una vĆ­a comercial para mostrar las fotos: las revistas y la publicidad. Esta generación ha intentado hacer visible su trabajo de otra forma, con fotolibros, fanzines… Seguramente habrĆ” una bajada, siempre hay subidas y bajadas en la montaƱa rusa del arte, como en los aƱos 80 y 90, cuando casi no se producĆ­an fotolibros, y eso que se hacĆ­an cosas de mucha calidadā€, matiza Horacio.

ā€œLibros de fotografĆ­a se han hecho desde que la tecnologĆ­a lo permitió. Lo que sucede ahora es que se les estĆ” dando mĆ”s protagonismo y se estĆ”n viendo las posibilidades de este medioā€. Palabra de Eloi Gimeno, el diseƱador que ha contribuido a crearĀ Karma, de Ɠscar Monzón, considerado el mejor primer fotolibro del aƱo en Paris Photo 2013. ā€œEl libro se quedarĆ”, pero posiblemente el interĆ©s de coleccionistas y de personas dispuestas a pagar grandes cantidades de dinero por libros nuevos acabarĆ” desapareciendo. Como en todo, el tiempo pone las cosas en su sitioā€, aƱade Eloi.

El libro de Ɠscar Monzón ha sido coeditado por la francesa RVB y por Dalpine, una distribuidora de libros online que ha contribuido de forma decisiva a impulsar la cultura de los fotolibro en EspaƱa. ā€œEs una tendencia que ha ido afianzĆ”ndose a lo largo de varios aƱos. Los fotógrafos confĆ­an cada vez mĆ”s en este formato para dar a conocer su trabajo y que este llegue a un pĆŗblico mĆ”s amplioā€, reflexionan los fundadores, JosĆ© Manuel SuĆ”rez y Sonia Berger.

El interƩs por el fotolibro se extiende por Europa y los espaƱoles se estƔn llevando una buena tajada. AdemƔs de Karma, el libro de Carlos Spottorno, The Pigs, acaba de recibir el Photobook Award 2013 al mejor libro de fotografƭa del aƱo en Kassel, Alemania.

The Pigs cover
Portada de TheĀ Pigs de Carlos Spottorno

ā€œThe Pigs es una obra con fuerte contenido polĆ­tico. No es un asunto ni personal ni poĆ©tico. Yo utilizo todas las herramientas que mejor domino -la fotografĆ­a, el diseƱo y la comunicación de masas- para hacer activismo polĆ­tico, para analizar la deriva histórica de los nĆŗcleos de poder, la manipulación periodĆ­stica y los estereotipos. Y por supuesto, para invitar a la autocrĆ­tica. Porque a pesar de todo, no todo es culpa de los demĆ”sā€, explica Spottorno.

No es el primer año que los fotógrafos españoles llaman la atención de críticos y expertos internacionales. En 2012, también lo lograron Cristina de Middel y JuliÔn Barón. Ambos quedaron finalistas en Paris Photo. The afronauts, que también fue nominado para la prestigiosa Deutsche Börse, se agotó en dos meses y sus ejemplares llegaron a costar 2.000 dólares en eBay, un ejemplo de la locura que puede llegar a desatar la autoedición bien empleada. Hoy el nombre de Cristina estÔ muy cotizado. En 2012 llegó a hacer 25 exposiciones en toda Europa y periódicos como el New York Times y The Guardian han confiado en ella.

C.E.N.S.U.R.A., de JuliĆ”n Barón, tambiĆ©n se ha convertido en un libro de referencia internacional aunque su autor no canta victoria para la industria. ā€œEs cierto, se puede decir que son buenas noticias. Pero es pronto para hacer balance, todavĆ­a queda mucho camino por recorrerā€, asegura Barón.

1hbaron
Censura de JuliÔn Barón

ĀæEstamos antes un momento dulce de la fotografĆ­a espaƱola? ā€œAgridulce, dirĆ­a yo. Es muy difĆ­cil trabajar en estas circunstancias, tanto para los propios fotógrafos como para los que estamos a su servicio, es decir los editores, diseƱadores, comisarios, crĆ­ticos… Por otro lado, es maravilloso ver que vale la pena y que hay tanto reconocimiento internacional para lo que se crea en este paĆ­sā€, seƱala Moritz Neumüller, responsable del MĆ”ster de FotografĆ­a de Autor del IED.

ā€œDonde yo vivo no hay demasiada dulzura. Todo es trabajo, trabajo, trabajo y pocos resultados satisfactorios a todos los niveles. En EspaƱa se ha derrotado la cultura, la educación, lo socialā€, apunta Barón con cierto desconsuelo. ā€œSi algo hay aquĆ­ es temperamento, cabezonerĆ­a y capacidad de sacrificio. Es un topicazo, pero creo que se nota en el resultado de los proyectos de muchos fotógrafos espaƱolesā€, agrega Monzón. Es la visión desde dentro de los que no han parado de trabajar en la Ćŗltima dĆ©cada, ā€œlos eternos caminantesā€, como algunos definen a los fotógrafos de Blank Paper, un colectivo que acaba de cumplir 10 aƱos.

Entre ellos estÔ Ricardo Cases, que con su Paloma al aire ha removido la fotografía española dentro y fuera de nuestro país. Su trabajo sobre el culto evangélico en los EE UU ha sido aclamado por Time LightBox.

Sin olvidar a Antonio Xoubanova, cuyo Casa de CampoĀ ha sido publicado por Mack, la prestigiosa editorial britĆ”nica. ā€œPara mĆ­ ha sido una muy buena experiencia trabajar con un editor que ha hecho muchos de mis libros favoritos. He aprendido muchas cosas y le han dado muy buena visibilidad al trabajo. Es el mejor contexto que podĆ­a tener. Esto te anima a seguir trabajandoā€, seƱala Xoubanova.

Casa de Campo de Antonio M. Xoubanova
Casa de Campo de Antonio M. Xoubanova

No son los Ćŗnicos. El colectivo NoPhoto es otro ejemplo de “cabezonerĆ­a”, por citar las palabras de Monzón. Sin embargo, el balance que hace uno de sus fundadores es mĆ”s optimista. ā€œEra mas fĆ”cil de lo que parecĆ­a, solo habĆ­a que conseguir que los buenos fotógrafos que siempre ha habido se atrevieran a salir fuera a enseƱar lo que estaban haciendoā€. AsĆ­ explica Juan Valbuena el reconocimiento internacional que por fin ha llegado a los autores espaƱoles.

ā€œDesde finales de los 90, hay circunstancias que han ayudado de un modo evidente y que han creado una pequeƱa red local en torno a la fotografĆ­a, formada por festivales, colectivos, instituciones, comisarios, galerĆ­as, editoriales, escuelas, librerĆ­as y consumidores. Para mĆ­ solo falta una buena revista de tirada nacional con un buen editor grĆ”fico y un par de crĆ­ticos. De ese modo, ya estarĆ­amos todos y nos podrĆ­amos poner a crecerā€, aƱade Valbuena, que este aƱo ha lanzado Phree, una editorial ā€œespecializada en fotografĆ­a documental en primera personaā€.

ā€œAquĆ­ estĆ” llegando ahora lo que en otros paĆ­ses empezó hace muchos aƱos. En EspaƱa ha habido un fuerte retraso cultural por el paternalismo de las instituciones. Pero hay otro elemento: si los espaƱoles estĆ”n triunfando es porque no han parado de trabajar en la Ćŗltima dĆ©cadaā€, alega Fosi Vegue, director de la escuela Blank Paper.

Txema Salvans, ganador del tercer Concurso Fotolibro Iberoamericano de la editorial mexicana RM con The waiting game,Ā atribuye ese ā€˜descubrimiento’ de la fotografĆ­a espaƱola a varios factores: una nueva generación de fotógrafos jóvenes, que dominan la tecnologĆ­a y son capaces de enviar fuera los trabajos; y el hecho de que la idea del proyecto como trabajo fotogrĆ”fico se ha instaurado de una manera definitiva. Expertos receptivos y amantes del fotolibro, como Martin Parr, han hecho el resto. ā€œEstĆ” claro que se estĆ” alimentando un caldo de cultivo y una forma de ver las imĆ”genes totalmente nueva y eso provoca la creación de nuevos proyectosā€, resume Fosi Vegue.

twg2013
The Wainting Game de Txema Salvans

A todo esto se ha sumado el tema de la crisis en EspaƱa. ā€œNos ha dado visibilidad en otros paĆ­ses, aunque no sea por lo que nos gustarĆ­a. Y ahora cuando ves un proyecto sobre EspaƱa hecho por espaƱoles, ya te interesa. Pero este es otro asunto. Por fin los espaƱoles hemos empezado a fotografiar lo propio. Excepto Cristina GarcĆ­a Rodero y unos pocos mĆ”s, en general casi no habĆ­a trabajos sobre el territorio. Y al final estos proyectos acaban teniendo mucha fuerzaā€, seƱala Salvans. ā€œLo que estĆ” triunfando es el libro espaƱol con mucho carĆ”cter y con un lenguaje propio, como los de Cristóbal Hara. Este es el paĆ­s de BuƱuel y de Ortega y Gasset: lo hemos mamado y ahora lo vomitamosā€, analiza Vegue.

El resultado se refleja en una amplia producción de libros. ā€œCuando dirigĆ­ PhotoEspaƱa, era difĆ­cil encontrar a fotógrafos jóvenes con proyectos interesantes. Pero a partir de 2009, la cosa explota. El próximo 17 de diciembre inauguro una exposición de fotolibros en el Reina SofĆ­a y muchos (y buenos) estĆ”n hechos por espaƱoles entre 2009 y 2013ā€, afirma Horacio FernĆ”ndez. ā€œUna vez mĆ”s corroboro que las crisis son buenas para la creaciónā€, bromea.

Su anĆ”lisis mordaz va mĆ”s allĆ”: ā€œAhora seguramente tendremos una sobredosis de reconocimiento a esta generación. Veremos festivales dedicados a la fotografĆ­a espaƱola y a curadores rancios que intentarĆ”n apuntarse el mĆ©ritoā€, asegura Horacio. Por supuesto, no se refiere a la exposición sobre fotografĆ­a espaƱola que se inauguró el 13 diciembre en Le Bal, en ParĆ­s. Un homenaje a Ricardo Cases, Antonio Xoubanova, Aleix Plademunt y Ɠscar Monzón.

ā€œLo que hay ahora mismo en EspaƱa son fotógrafos y artistas con mucho talento, que han sabido encontrar imĆ”genes que interesan al pĆŗblico. La clave estĆ” en las personas, en la calidad de sus miradas y en su capacidad de superar las dificultades. Es el caso de Ricardo Cases, JuliĆ”n Barón, la gente de Nophoto… Es una generación brillante, que todavĆ­a tiene mucho que dar de sĆ­ y que seguramente formarĆ” a la siguiente generaciónā€, seƱala Horacio. ā€œEs una respuesta espontĆ”nea y desde abajo que perderĆ” toda la fuerza e interĆ©s cuando se fagocite. Nos estĆ”n comprandoā€, advierte Eloi Gimeno.

La palabra crisis se repite una y otra vez en el discurso de fotógrafos y comisarios. ā€œPor un lado la crisis nos ha obligado a salir fuera de EspaƱa para encontrar algo de reconocimiento y espacio de crecimiento, ya que EspaƱa estĆ” en un momento muy delicado desde el punto de vista de la cultura. Eso no ha sido fĆ”cil para todo el mundo, porque cuando no se tiene trabajo ni dinero, es complicado participar en el juego internacional, que es caro y exigenteā€, seƱala Spottorno. ā€œPor otro lado la crisis nos ha hecho detenernos a reflexionar. Hay mucha gente fotografiando este momento tan peculiar, lo que de alguna manera genera un ā€˜corpus’ que en algĆŗn momento deberĆ” ser estudiadoā€, aƱade.

Karma de Oscar Monzón
Karma de Ɠscar Monzón

Horacio FernÔndez cuenta que en Gran Bretaña el arte después del pop art tuvo una etapa ruinosa durante mucho tiempo, al igual que la literatura y el cine. Una tendencia que se rompió en la época de Thatcher, cuando hubo una explosión de creatividad.

ā€œOtro ejemplo es Holanda, donde no se hace arte plĆ”stico de calidad desde hace mucho tiempo. Lo han matado las subvenciones. Todos los aƱos los artistas tienen la obligación de entregar al Estado una obra de arte, que se acumulan porque nadie las quiere: ni siquiera los hospitales o las empresas como meros objetos decorativos. ĀæPor quĆ©? Porque son malas. Hoy cuesta trabajo nombrar a un solo artista holandĆ©s decente. El mundo de las subvenciones crea monitos amaestrados. Y las crisis eliminan estas figuras: gana el que resiste, el que tiene mĆ”s cosas que decirā€, asegura.

ā€œAunque siempre es delicado relacionar crisis y creatividad, lo cierto es que en muchos aspectos es directamente proporcional. La necesidad de opinar, de comunicar posiciones respecto a la situación social es mĆ”s acuciante. Parece natural que se multipliquen las propuestas y que el contexto actual sea un escenario recurrenteā€, destaca Alejandro Castellote, curador independiente y director del MĆ”ster Latinoamericano de FotografĆ­a en el Centro de la Imagen de Lima.

ā€œLa crisis y los despidos en medios de comunicación, periódicos en su mayorĆ­a, han provocado que fotógrafos que llevaban mucho tiempo experimentando con la fotografĆ­a en sus huecos libres, hayan podido dedicar todo su tiempo y energĆ­as a profundizar en la fotografĆ­aā€, asegura Olmo GonzĆ”lez, fotógrafo y apasionado del gĆ©nero. Ejemplo de esto son Ɠscar Monzón y Antonio Xoubanova, que antes de trabajar por cuenta ajena estuvieron en El Mundo. ā€œUn dĆ­a me llamaron por telĆ©fono y me dijeron que no iba a trabajar mĆ”s, y eso fue todo. A la postre puedo decir que es el mayor favor que me han hecho nunca, porque gracias a esto he podido dedicar a mi proyecto el tiempo que necesitabaā€, cuenta Ɠscar.

Pero ¿qué futuro le espera al fotolibro? EstÔ claro que la autoedición ha contribuido a su crecimiento y difusión. Es un hecho que la mayoría de los libros que aparecen en las listas internacionales de lo mejor del año son autopublicados. ¿Es el camino lógico en estÔ década?

The Pigs - Book
Foto: Carlos Spottorno de su obra The Pigs

ā€œEs una consecuencia de la informĆ”tica. La facilidad de los programas de edición y de impresión simplifican la autoediciónā€, seƱala Horacio FernĆ”ndez. ā€œLos formalistas decĆ­an que las nuevas tĆ©cnicas crean nuevas formas artĆ­sticas al cabo de un tiempo. Es un juguete muy bueno y es lógico que se produzcan libros derivados de estas tĆ©cnicas. Luego habrĆ” que limpiar. El tiempo se ocuparĆ” de eso y el propio artista tambiĆ©n, comparando su libro con el de otrosā€.

Los fundadores del Photobook Club de Madrid, que organizan varias actividades mensuales para fomentar la cultura del fotolibro, creen que hay un exceso de autopublicaciones. ā€œEs por falta de cómplices que asuman riesgos y faciliten el camino, que conozcan el medio, no solo la parte tĆ©cnica, sino todos los procesos a posteriori: la distribución, la difusión y promoción del libro. Un sĆ­ntoma de todo eso es el Ć©xito reciente en los premios europeos de fotolibros hechos por fotógrafos, editores y diseƱadores espaƱoles. Estos libros son publicados, distribuidos y promocionados por editoriales de fuera de EspaƱa o en coediciones, lo cual da cierta esperanzaā€.

Para Olmo GonzĆ”lez, es bastante probable que se conviertan en objetos de coleccionista, con tiradas cortas y caras. ā€œPero siempre habrĆ” espacio para libros accesibles en cuanto a precio, y seguramente la tendencia sea hacerlos accesibles tambiĆ©n en cuanto al contenido. Ahora mismo llaman la atención internacional libros de fotografĆ­a cuyo lenguaje queda bastante alejado de la poblaciónā€, asegura.

Y aquĆ­ estĆ” el quid de la cuestión: la endogamia de un soporte que muchas veces no consigue salir del mismo cĆ­rculo de siempre. ā€œHay libros hechos por fotógrafos para fotógrafos, comisarios, galerĆ­as o festivalesā€, advierte Fosi Vegue. ā€œCada vez pienso mĆ”s que la fotografĆ­a deberĆ­a ser un grito contra todo lo que estĆ” pasando en el mundo. Para mĆ­ el paradigma sigue siendo Oliviero Toscani con sus vallas publicitarias y su capacidad de comunicarse con todo el mundo. O como Ai Weiwei, aquel fotógrafo chino que usa la fotografĆ­a como arma polĆ­tica y se arriesga muchoā€, aƱade.

paloma-al-aire-ricardo-cases-6
Paloma al aire de Ricardo Cases

Salir de esa endogamia parece haberse convertido en una necesidad para algunas personas del medio, como Juan Valbuena. ā€œEs lo que PHREE intenta con cada libro que hacemos. Por eso reivindicamos el papel de la fotografĆ­a documental en papel. Creemos que la foto que maneja como referente una realidad tiene códigos compartidos con mĆ”s personas y, por tanto, puede comunicar mejor y ser mĆ”s relevanteā€.

JuliĆ”n Barón tambiĆ©n cree que es importante trabajar en este sentido. ā€œLo hago todos los dĆ­as, sin descanso. Una de las estrategias para que nuestra visión del mundo a travĆ©s de la imagen llegue a mas pĆŗblico es la educación y que no existan trabas para el acceso a la cultura. Sin educación estamos muertosā€, apunta. ā€œTendrĆ­a que haber una gran enciclopedia y libros de fotografĆ­a en todos los colegios y las bibliotecas. Porque a veces llega mĆ”s una foto que muchas pĆ”ginas de libros de historiaā€, aƱade Fosi Vegue.

El Ć©xito de un fotolibro no depende tanto de las ventas, sino de la intención con la que se crea la obra. ā€œPor ejemplo, si yo hago un libro con fotos de la boda de mi hermano, lo considero un Ć©xito si le gusta a los novios y serĆ­a un exitazo si le gusta a toda la familia. Si, en cambio, lo que se persigue es hacer un superventas, habrĆ­a que utilizar un lenguaje mĆ”s asequible y no quejarse de que la gente no te entiendeā€, seƱala el Photobook Club Madrid.

Hay quien cree que una feria del fotolibro ayudarĆ­a a afianzar este gĆ©nero, una carencia queĀ FIEBRE,Ā organizada por la escuela Blank Paper, intenta suplir. Otros, como Valbuena, vislumbran ā€œun futuro hĆ­brido, con productos en papel que tengan continuidad en pantallas, tipo web asociadas con información ampliada, y al revĆ©sā€. Y por quĆ© no, un fotolibro digital que dialogue e interactĆŗe con las tabletas. ā€œYa hay algunos artistas que utilizan códigos QR para que puedas escuchar una entrevista mientras miras el libro. Pero los QR son muy feos y tecnológicamente obsoletos. SerĆ”n sustituidos por otros códigos mas inteligentesā€, prevĆ© Moritz Neumüller.

ā€œMe gusta pensar que en un futuro serĆ” posible hacer tiradas de 10.000 ejemplares. Esto bajarĆ­a los costes de producción y los preciosā€, seƱala Xoubanova. Hoy las tiradas de los fotolibros van desde los 100 ejemplares a los 4.000, en el mejor de los casos. Del libro de Salvans se han hecho 2.000 ejemplares. ā€œĀæTĆŗ te imaginas 2.000 ejemplares en un cómic, en un libro de niƱos, en literatura? SerĆ­a un negocio ruinosoā€, dice el autor, que acepta que no todo el mundo puede conectar con este lenguaje.

ā€œNosotros de alguna manera somos frikis en eso de la fotografĆ­a. La porción de personas que se interesan por nuestro trabajo aĆŗn es muy pequeƱa (…) Pero yo no me siento solo en este mundo, ni necesito a mĆ”s gente a mi alrededor. Nunca he estado tan bien como ahora. Estamos en el mejor de los momentosā€, aƱade Salvans.

ĀæEntonces podemos jubilar el concepto de foto Ćŗnica y de instante decisivo? ā€œHoy las fotos tienen mĆ”s sentido como series. Eso ayuda a solucionar el problema clĆ”sico de la fotografĆ­a con el tiempo, porque una foto solo muestra un instante congelado. El cine superó este escollo a la perfección, con la sucesión de imĆ”genes y un discurso. Los fotolibros son hoy lo que en su dĆ­a fue el cineā€, concluye Horacio FernĆ”ndez.

”Yorokobu gratis en formato digital!

Lee gratis la revista Junio/JulioĀ haciendo clic aquĆ­.

ā€œThe photobook is here to stayā€. El fotolibro ha llegado para quedarse. Lo dice Martin Parr a su paso por Madrid, donde ha venido a presentar Los inconformistas, su libro nĆŗmero 65. Nada del otro mundo, comparado con los 12.000 volĆŗmenes que guarda, religiosamente ordenados por paĆ­ses, en su casa de Bristol. ā€œHemos asistido a un retorno del fotolibro en la Ćŗltima dĆ©cada y eso continuarĆ”. Cada vez mĆ”s personas estĆ”n entusiasmadas con los fotolibrosā€, asegura Parr, que en su frase usa ā€œrevivalā€, una palabra que rezuma nostalgia.

El gurú del género no es el único que augura larga vida al fotolibro. Horacio FernÔndez, comisario y director de PhotoEspaña entre 2004 y 2006, se expresa con palabras idénticas.

ā€œEl fotolibro ha llegado para quedarseā€, afirma desde una mesa del CafĆ© Comercial, un lugar histórico para las tertulias. ā€œDeja-vuā€, como dirĆ­a Ralph Gibson. ā€œHoy asistimos a una bĆŗsqueda de pĆŗblico y de comunicación por parte de los fotógrafos. Antes solo habĆ­a una vĆ­a comercial para mostrar las fotos: las revistas y la publicidad. Esta generación ha intentado hacer visible su trabajo de otra forma, con fotolibros, fanzines… Seguramente habrĆ” una bajada, siempre hay subidas y bajadas en la montaƱa rusa del arte, como en los aƱos 80 y 90, cuando casi no se producĆ­an fotolibros, y eso que se hacĆ­an cosas de mucha calidadā€, matiza Horacio.

ā€œLibros de fotografĆ­a se han hecho desde que la tecnologĆ­a lo permitió. Lo que sucede ahora es que se les estĆ” dando mĆ”s protagonismo y se estĆ”n viendo las posibilidades de este medioā€. Palabra de Eloi Gimeno, el diseƱador que ha contribuido a crearĀ Karma, de Ɠscar Monzón, considerado el mejor primer fotolibro del aƱo en Paris Photo 2013. ā€œEl libro se quedarĆ”, pero posiblemente el interĆ©s de coleccionistas y de personas dispuestas a pagar grandes cantidades de dinero por libros nuevos acabarĆ” desapareciendo. Como en todo, el tiempo pone las cosas en su sitioā€, aƱade Eloi.

El libro de Ɠscar Monzón ha sido coeditado por la francesa RVB y por Dalpine, una distribuidora de libros online que ha contribuido de forma decisiva a impulsar la cultura de los fotolibro en EspaƱa. ā€œEs una tendencia que ha ido afianzĆ”ndose a lo largo de varios aƱos. Los fotógrafos confĆ­an cada vez mĆ”s en este formato para dar a conocer su trabajo y que este llegue a un pĆŗblico mĆ”s amplioā€, reflexionan los fundadores, JosĆ© Manuel SuĆ”rez y Sonia Berger.

El interƩs por el fotolibro se extiende por Europa y los espaƱoles se estƔn llevando una buena tajada. AdemƔs de Karma, el libro de Carlos Spottorno, The Pigs, acaba de recibir el Photobook Award 2013 al mejor libro de fotografƭa del aƱo en Kassel, Alemania.

The Pigs cover
Portada de TheĀ Pigs de Carlos Spottorno

ā€œThe Pigs es una obra con fuerte contenido polĆ­tico. No es un asunto ni personal ni poĆ©tico. Yo utilizo todas las herramientas que mejor domino -la fotografĆ­a, el diseƱo y la comunicación de masas- para hacer activismo polĆ­tico, para analizar la deriva histórica de los nĆŗcleos de poder, la manipulación periodĆ­stica y los estereotipos. Y por supuesto, para invitar a la autocrĆ­tica. Porque a pesar de todo, no todo es culpa de los demĆ”sā€, explica Spottorno.

No es el primer año que los fotógrafos españoles llaman la atención de críticos y expertos internacionales. En 2012, también lo lograron Cristina de Middel y JuliÔn Barón. Ambos quedaron finalistas en Paris Photo. The afronauts, que también fue nominado para la prestigiosa Deutsche Börse, se agotó en dos meses y sus ejemplares llegaron a costar 2.000 dólares en eBay, un ejemplo de la locura que puede llegar a desatar la autoedición bien empleada. Hoy el nombre de Cristina estÔ muy cotizado. En 2012 llegó a hacer 25 exposiciones en toda Europa y periódicos como el New York Times y The Guardian han confiado en ella.

C.E.N.S.U.R.A., de JuliĆ”n Barón, tambiĆ©n se ha convertido en un libro de referencia internacional aunque su autor no canta victoria para la industria. ā€œEs cierto, se puede decir que son buenas noticias. Pero es pronto para hacer balance, todavĆ­a queda mucho camino por recorrerā€, asegura Barón.

1hbaron
Censura de JuliÔn Barón

ĀæEstamos antes un momento dulce de la fotografĆ­a espaƱola? ā€œAgridulce, dirĆ­a yo. Es muy difĆ­cil trabajar en estas circunstancias, tanto para los propios fotógrafos como para los que estamos a su servicio, es decir los editores, diseƱadores, comisarios, crĆ­ticos… Por otro lado, es maravilloso ver que vale la pena y que hay tanto reconocimiento internacional para lo que se crea en este paĆ­sā€, seƱala Moritz Neumüller, responsable del MĆ”ster de FotografĆ­a de Autor del IED.

ā€œDonde yo vivo no hay demasiada dulzura. Todo es trabajo, trabajo, trabajo y pocos resultados satisfactorios a todos los niveles. En EspaƱa se ha derrotado la cultura, la educación, lo socialā€, apunta Barón con cierto desconsuelo. ā€œSi algo hay aquĆ­ es temperamento, cabezonerĆ­a y capacidad de sacrificio. Es un topicazo, pero creo que se nota en el resultado de los proyectos de muchos fotógrafos espaƱolesā€, agrega Monzón. Es la visión desde dentro de los que no han parado de trabajar en la Ćŗltima dĆ©cada, ā€œlos eternos caminantesā€, como algunos definen a los fotógrafos de Blank Paper, un colectivo que acaba de cumplir 10 aƱos.

Entre ellos estÔ Ricardo Cases, que con su Paloma al aire ha removido la fotografía española dentro y fuera de nuestro país. Su trabajo sobre el culto evangélico en los EE UU ha sido aclamado por Time LightBox.

Sin olvidar a Antonio Xoubanova, cuyo Casa de CampoĀ ha sido publicado por Mack, la prestigiosa editorial britĆ”nica. ā€œPara mĆ­ ha sido una muy buena experiencia trabajar con un editor que ha hecho muchos de mis libros favoritos. He aprendido muchas cosas y le han dado muy buena visibilidad al trabajo. Es el mejor contexto que podĆ­a tener. Esto te anima a seguir trabajandoā€, seƱala Xoubanova.

Casa de Campo de Antonio M. Xoubanova
Casa de Campo de Antonio M. Xoubanova

No son los Ćŗnicos. El colectivo NoPhoto es otro ejemplo de “cabezonerĆ­a”, por citar las palabras de Monzón. Sin embargo, el balance que hace uno de sus fundadores es mĆ”s optimista. ā€œEra mas fĆ”cil de lo que parecĆ­a, solo habĆ­a que conseguir que los buenos fotógrafos que siempre ha habido se atrevieran a salir fuera a enseƱar lo que estaban haciendoā€. AsĆ­ explica Juan Valbuena el reconocimiento internacional que por fin ha llegado a los autores espaƱoles.

ā€œDesde finales de los 90, hay circunstancias que han ayudado de un modo evidente y que han creado una pequeƱa red local en torno a la fotografĆ­a, formada por festivales, colectivos, instituciones, comisarios, galerĆ­as, editoriales, escuelas, librerĆ­as y consumidores. Para mĆ­ solo falta una buena revista de tirada nacional con un buen editor grĆ”fico y un par de crĆ­ticos. De ese modo, ya estarĆ­amos todos y nos podrĆ­amos poner a crecerā€, aƱade Valbuena, que este aƱo ha lanzado Phree, una editorial ā€œespecializada en fotografĆ­a documental en primera personaā€.

ā€œAquĆ­ estĆ” llegando ahora lo que en otros paĆ­ses empezó hace muchos aƱos. En EspaƱa ha habido un fuerte retraso cultural por el paternalismo de las instituciones. Pero hay otro elemento: si los espaƱoles estĆ”n triunfando es porque no han parado de trabajar en la Ćŗltima dĆ©cadaā€, alega Fosi Vegue, director de la escuela Blank Paper.

Txema Salvans, ganador del tercer Concurso Fotolibro Iberoamericano de la editorial mexicana RM con The waiting game,Ā atribuye ese ā€˜descubrimiento’ de la fotografĆ­a espaƱola a varios factores: una nueva generación de fotógrafos jóvenes, que dominan la tecnologĆ­a y son capaces de enviar fuera los trabajos; y el hecho de que la idea del proyecto como trabajo fotogrĆ”fico se ha instaurado de una manera definitiva. Expertos receptivos y amantes del fotolibro, como Martin Parr, han hecho el resto. ā€œEstĆ” claro que se estĆ” alimentando un caldo de cultivo y una forma de ver las imĆ”genes totalmente nueva y eso provoca la creación de nuevos proyectosā€, resume Fosi Vegue.

twg2013
The Wainting Game de Txema Salvans

A todo esto se ha sumado el tema de la crisis en EspaƱa. ā€œNos ha dado visibilidad en otros paĆ­ses, aunque no sea por lo que nos gustarĆ­a. Y ahora cuando ves un proyecto sobre EspaƱa hecho por espaƱoles, ya te interesa. Pero este es otro asunto. Por fin los espaƱoles hemos empezado a fotografiar lo propio. Excepto Cristina GarcĆ­a Rodero y unos pocos mĆ”s, en general casi no habĆ­a trabajos sobre el territorio. Y al final estos proyectos acaban teniendo mucha fuerzaā€, seƱala Salvans. ā€œLo que estĆ” triunfando es el libro espaƱol con mucho carĆ”cter y con un lenguaje propio, como los de Cristóbal Hara. Este es el paĆ­s de BuƱuel y de Ortega y Gasset: lo hemos mamado y ahora lo vomitamosā€, analiza Vegue.

El resultado se refleja en una amplia producción de libros. ā€œCuando dirigĆ­ PhotoEspaƱa, era difĆ­cil encontrar a fotógrafos jóvenes con proyectos interesantes. Pero a partir de 2009, la cosa explota. El próximo 17 de diciembre inauguro una exposición de fotolibros en el Reina SofĆ­a y muchos (y buenos) estĆ”n hechos por espaƱoles entre 2009 y 2013ā€, afirma Horacio FernĆ”ndez. ā€œUna vez mĆ”s corroboro que las crisis son buenas para la creaciónā€, bromea.

Su anĆ”lisis mordaz va mĆ”s allĆ”: ā€œAhora seguramente tendremos una sobredosis de reconocimiento a esta generación. Veremos festivales dedicados a la fotografĆ­a espaƱola y a curadores rancios que intentarĆ”n apuntarse el mĆ©ritoā€, asegura Horacio. Por supuesto, no se refiere a la exposición sobre fotografĆ­a espaƱola que se inauguró el 13 diciembre en Le Bal, en ParĆ­s. Un homenaje a Ricardo Cases, Antonio Xoubanova, Aleix Plademunt y Ɠscar Monzón.

ā€œLo que hay ahora mismo en EspaƱa son fotógrafos y artistas con mucho talento, que han sabido encontrar imĆ”genes que interesan al pĆŗblico. La clave estĆ” en las personas, en la calidad de sus miradas y en su capacidad de superar las dificultades. Es el caso de Ricardo Cases, JuliĆ”n Barón, la gente de Nophoto… Es una generación brillante, que todavĆ­a tiene mucho que dar de sĆ­ y que seguramente formarĆ” a la siguiente generaciónā€, seƱala Horacio. ā€œEs una respuesta espontĆ”nea y desde abajo que perderĆ” toda la fuerza e interĆ©s cuando se fagocite. Nos estĆ”n comprandoā€, advierte Eloi Gimeno.

La palabra crisis se repite una y otra vez en el discurso de fotógrafos y comisarios. ā€œPor un lado la crisis nos ha obligado a salir fuera de EspaƱa para encontrar algo de reconocimiento y espacio de crecimiento, ya que EspaƱa estĆ” en un momento muy delicado desde el punto de vista de la cultura. Eso no ha sido fĆ”cil para todo el mundo, porque cuando no se tiene trabajo ni dinero, es complicado participar en el juego internacional, que es caro y exigenteā€, seƱala Spottorno. ā€œPor otro lado la crisis nos ha hecho detenernos a reflexionar. Hay mucha gente fotografiando este momento tan peculiar, lo que de alguna manera genera un ā€˜corpus’ que en algĆŗn momento deberĆ” ser estudiadoā€, aƱade.

Karma de Oscar Monzón
Karma de Ɠscar Monzón

Horacio FernÔndez cuenta que en Gran Bretaña el arte después del pop art tuvo una etapa ruinosa durante mucho tiempo, al igual que la literatura y el cine. Una tendencia que se rompió en la época de Thatcher, cuando hubo una explosión de creatividad.

ā€œOtro ejemplo es Holanda, donde no se hace arte plĆ”stico de calidad desde hace mucho tiempo. Lo han matado las subvenciones. Todos los aƱos los artistas tienen la obligación de entregar al Estado una obra de arte, que se acumulan porque nadie las quiere: ni siquiera los hospitales o las empresas como meros objetos decorativos. ĀæPor quĆ©? Porque son malas. Hoy cuesta trabajo nombrar a un solo artista holandĆ©s decente. El mundo de las subvenciones crea monitos amaestrados. Y las crisis eliminan estas figuras: gana el que resiste, el que tiene mĆ”s cosas que decirā€, asegura.

ā€œAunque siempre es delicado relacionar crisis y creatividad, lo cierto es que en muchos aspectos es directamente proporcional. La necesidad de opinar, de comunicar posiciones respecto a la situación social es mĆ”s acuciante. Parece natural que se multipliquen las propuestas y que el contexto actual sea un escenario recurrenteā€, destaca Alejandro Castellote, curador independiente y director del MĆ”ster Latinoamericano de FotografĆ­a en el Centro de la Imagen de Lima.

ā€œLa crisis y los despidos en medios de comunicación, periódicos en su mayorĆ­a, han provocado que fotógrafos que llevaban mucho tiempo experimentando con la fotografĆ­a en sus huecos libres, hayan podido dedicar todo su tiempo y energĆ­as a profundizar en la fotografĆ­aā€, asegura Olmo GonzĆ”lez, fotógrafo y apasionado del gĆ©nero. Ejemplo de esto son Ɠscar Monzón y Antonio Xoubanova, que antes de trabajar por cuenta ajena estuvieron en El Mundo. ā€œUn dĆ­a me llamaron por telĆ©fono y me dijeron que no iba a trabajar mĆ”s, y eso fue todo. A la postre puedo decir que es el mayor favor que me han hecho nunca, porque gracias a esto he podido dedicar a mi proyecto el tiempo que necesitabaā€, cuenta Ɠscar.

Pero ¿qué futuro le espera al fotolibro? EstÔ claro que la autoedición ha contribuido a su crecimiento y difusión. Es un hecho que la mayoría de los libros que aparecen en las listas internacionales de lo mejor del año son autopublicados. ¿Es el camino lógico en estÔ década?

The Pigs - Book
Foto: Carlos Spottorno de su obra The Pigs

ā€œEs una consecuencia de la informĆ”tica. La facilidad de los programas de edición y de impresión simplifican la autoediciónā€, seƱala Horacio FernĆ”ndez. ā€œLos formalistas decĆ­an que las nuevas tĆ©cnicas crean nuevas formas artĆ­sticas al cabo de un tiempo. Es un juguete muy bueno y es lógico que se produzcan libros derivados de estas tĆ©cnicas. Luego habrĆ” que limpiar. El tiempo se ocuparĆ” de eso y el propio artista tambiĆ©n, comparando su libro con el de otrosā€.

Los fundadores del Photobook Club de Madrid, que organizan varias actividades mensuales para fomentar la cultura del fotolibro, creen que hay un exceso de autopublicaciones. ā€œEs por falta de cómplices que asuman riesgos y faciliten el camino, que conozcan el medio, no solo la parte tĆ©cnica, sino todos los procesos a posteriori: la distribución, la difusión y promoción del libro. Un sĆ­ntoma de todo eso es el Ć©xito reciente en los premios europeos de fotolibros hechos por fotógrafos, editores y diseƱadores espaƱoles. Estos libros son publicados, distribuidos y promocionados por editoriales de fuera de EspaƱa o en coediciones, lo cual da cierta esperanzaā€.

Para Olmo GonzĆ”lez, es bastante probable que se conviertan en objetos de coleccionista, con tiradas cortas y caras. ā€œPero siempre habrĆ” espacio para libros accesibles en cuanto a precio, y seguramente la tendencia sea hacerlos accesibles tambiĆ©n en cuanto al contenido. Ahora mismo llaman la atención internacional libros de fotografĆ­a cuyo lenguaje queda bastante alejado de la poblaciónā€, asegura.

Y aquĆ­ estĆ” el quid de la cuestión: la endogamia de un soporte que muchas veces no consigue salir del mismo cĆ­rculo de siempre. ā€œHay libros hechos por fotógrafos para fotógrafos, comisarios, galerĆ­as o festivalesā€, advierte Fosi Vegue. ā€œCada vez pienso mĆ”s que la fotografĆ­a deberĆ­a ser un grito contra todo lo que estĆ” pasando en el mundo. Para mĆ­ el paradigma sigue siendo Oliviero Toscani con sus vallas publicitarias y su capacidad de comunicarse con todo el mundo. O como Ai Weiwei, aquel fotógrafo chino que usa la fotografĆ­a como arma polĆ­tica y se arriesga muchoā€, aƱade.

paloma-al-aire-ricardo-cases-6
Paloma al aire de Ricardo Cases

Salir de esa endogamia parece haberse convertido en una necesidad para algunas personas del medio, como Juan Valbuena. ā€œEs lo que PHREE intenta con cada libro que hacemos. Por eso reivindicamos el papel de la fotografĆ­a documental en papel. Creemos que la foto que maneja como referente una realidad tiene códigos compartidos con mĆ”s personas y, por tanto, puede comunicar mejor y ser mĆ”s relevanteā€.

JuliĆ”n Barón tambiĆ©n cree que es importante trabajar en este sentido. ā€œLo hago todos los dĆ­as, sin descanso. Una de las estrategias para que nuestra visión del mundo a travĆ©s de la imagen llegue a mas pĆŗblico es la educación y que no existan trabas para el acceso a la cultura. Sin educación estamos muertosā€, apunta. ā€œTendrĆ­a que haber una gran enciclopedia y libros de fotografĆ­a en todos los colegios y las bibliotecas. Porque a veces llega mĆ”s una foto que muchas pĆ”ginas de libros de historiaā€, aƱade Fosi Vegue.

El Ć©xito de un fotolibro no depende tanto de las ventas, sino de la intención con la que se crea la obra. ā€œPor ejemplo, si yo hago un libro con fotos de la boda de mi hermano, lo considero un Ć©xito si le gusta a los novios y serĆ­a un exitazo si le gusta a toda la familia. Si, en cambio, lo que se persigue es hacer un superventas, habrĆ­a que utilizar un lenguaje mĆ”s asequible y no quejarse de que la gente no te entiendeā€, seƱala el Photobook Club Madrid.

Hay quien cree que una feria del fotolibro ayudarĆ­a a afianzar este gĆ©nero, una carencia queĀ FIEBRE,Ā organizada por la escuela Blank Paper, intenta suplir. Otros, como Valbuena, vislumbran ā€œun futuro hĆ­brido, con productos en papel que tengan continuidad en pantallas, tipo web asociadas con información ampliada, y al revĆ©sā€. Y por quĆ© no, un fotolibro digital que dialogue e interactĆŗe con las tabletas. ā€œYa hay algunos artistas que utilizan códigos QR para que puedas escuchar una entrevista mientras miras el libro. Pero los QR son muy feos y tecnológicamente obsoletos. SerĆ”n sustituidos por otros códigos mas inteligentesā€, prevĆ© Moritz Neumüller.

ā€œMe gusta pensar que en un futuro serĆ” posible hacer tiradas de 10.000 ejemplares. Esto bajarĆ­a los costes de producción y los preciosā€, seƱala Xoubanova. Hoy las tiradas de los fotolibros van desde los 100 ejemplares a los 4.000, en el mejor de los casos. Del libro de Salvans se han hecho 2.000 ejemplares. ā€œĀæTĆŗ te imaginas 2.000 ejemplares en un cómic, en un libro de niƱos, en literatura? SerĆ­a un negocio ruinosoā€, dice el autor, que acepta que no todo el mundo puede conectar con este lenguaje.

ā€œNosotros de alguna manera somos frikis en eso de la fotografĆ­a. La porción de personas que se interesan por nuestro trabajo aĆŗn es muy pequeƱa (…) Pero yo no me siento solo en este mundo, ni necesito a mĆ”s gente a mi alrededor. Nunca he estado tan bien como ahora. Estamos en el mejor de los momentosā€, aƱade Salvans.

ĀæEntonces podemos jubilar el concepto de foto Ćŗnica y de instante decisivo? ā€œHoy las fotos tienen mĆ”s sentido como series. Eso ayuda a solucionar el problema clĆ”sico de la fotografĆ­a con el tiempo, porque una foto solo muestra un instante congelado. El cine superó este escollo a la perfección, con la sucesión de imĆ”genes y un discurso. Los fotolibros son hoy lo que en su dĆ­a fue el cineā€, concluye Horacio FernĆ”ndez.

CompƔrtelo twitter facebook whatsapp
Los clƔsicos de la literatura en tiempos de WhatsApp
La memoria de Granada a golpe de rótulo
En una situación de vida o muerte… ĀæpodrĆ­as confiar en tus seres queridos?
No al maltrato al polĆ­tico
 
Especiales
 
facebook twitter whatsapp
Opiniones 8
  • Comentarios cerrados.