Suena menos a ciencia ficción pero el resultado puede ser igualmente impresionante. Es lo que se puede comprobar echando un vistazo a la cuenta @fromwhereidrone, que salpica Instagram de fotografÃas cenitales, en escorzo, con perspectiva. A veces retratan playas paradisÃacas, pero llama más la atención cuando se encuentra la misma belleza en un aparcamiento, una ciudad envuelta en nubes o una solitaria carretera.
FromwhereIdrone era un hashtag que se convirtió en una cuenta de Instagram que se convirtió en una web. Su creador, Dirk Dallas, explica que empezó a hacer fotografÃas con drones y al subirlas sustituyó el manido #fromwhereIstand por #fromwhereIdrone.
Tampoco es que fuera ajeno a las alturas. Dallas llevaba surcando los cielos desde los 18 años, pero era un vuelo ciego. Sus aviones y helicópteros teledirigidos eran una fuente de distracción, pero se espachurraban contra la tierra con cierta facilidad. «Eran complicados de volar», se excusa. En cualquier caso estos vuelos experimentales solÃan tener como último destino el mecánico, con el consiguiente desembolso de dinero.
Pero desde 2014 este fotógrafo ha dejado de estrellar aviones. Ayuda el hecho de que los drones tengan un sistema de vuelo por GPS «mucho más fácil», pero la mayor medida de seguridad es que Dallas ya no concibe estos aparatos como una manera de hacer acrobacias y giros imposibles. «Actualmente veo mis drones como una manera de hacer mi cámara volar y conseguir nuevas vistas» confirma. Desde entonces sigue surcando los cielos, con más seguridad y menos piruetas, buscando una nueva perspectiva. Un nuevo punto de vista.
Suena menos a ciencia ficción pero el resultado puede ser igualmente impresionante. Es lo que se puede comprobar echando un vistazo a la cuenta @fromwhereidrone, que salpica Instagram de fotografÃas cenitales, en escorzo, con perspectiva. A veces retratan playas paradisÃacas, pero llama más la atención cuando se encuentra la misma belleza en un aparcamiento, una ciudad envuelta en nubes o una solitaria carretera.
FromwhereIdrone era un hashtag que se convirtió en una cuenta de Instagram que se convirtió en una web. Su creador, Dirk Dallas, explica que empezó a hacer fotografÃas con drones y al subirlas sustituyó el manido #fromwhereIstand por #fromwhereIdrone.
Tampoco es que fuera ajeno a las alturas. Dallas llevaba surcando los cielos desde los 18 años, pero era un vuelo ciego. Sus aviones y helicópteros teledirigidos eran una fuente de distracción, pero se espachurraban contra la tierra con cierta facilidad. «Eran complicados de volar», se excusa. En cualquier caso estos vuelos experimentales solÃan tener como último destino el mecánico, con el consiguiente desembolso de dinero.
Pero desde 2014 este fotógrafo ha dejado de estrellar aviones. Ayuda el hecho de que los drones tengan un sistema de vuelo por GPS «mucho más fácil», pero la mayor medida de seguridad es que Dallas ya no concibe estos aparatos como una manera de hacer acrobacias y giros imposibles. «Actualmente veo mis drones como una manera de hacer mi cámara volar y conseguir nuevas vistas» confirma. Desde entonces sigue surcando los cielos, con más seguridad y menos piruetas, buscando una nueva perspectiva. Un nuevo punto de vista.
Muy interesante! ya lo estoy siguiendo 🙂
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