El Ćŗnico motivo por el que una mujer desearĆa ser hombre es para poder hacer pis de pie. No saben ellos la suerte que tienen de no tener que arrimar sus inmaculadas (y peludas, segĆŗn el caso) posaderas a esos pozos de inmundicia y mal olor que solemos llamar WC pĆŗblicos cada vez que la vejiga les recuerde que ha llegado al lĆmite de su capacidad.
Por no hablar de si las ganas de orinar te entran en el campo y debes buscar refugio tras algún tupido arbusto. Mucho esconderte buscando discreción para que las salpicaduras de tierra y pis en tu calzado acaben delatÔndote.
Uno de estos inventos es elĀ GoGirl. Digamos que es la versión de diseƱo de un posible cruce entre un embudo y la cuƱa hospitalaria. Fabricado en silicona, el GoGirl viene enrollado en un tubo para que la usuaria pueda guardarlo cómodamente en su bolso. Su diseƱo ergonómico, dicen en su web, permite que el cono en cuestión se adapte perfectamente a la anatomĆa femenina impidiendo posibles escapes.
Para mujeres que disfrutan practicando deporte al aire libre, esta falda puede convertirse en una gran aliada. Porque una buena carrera no estÔ exenta de un apretón de vejiga (y de las incómodas incontinencias urinarias), la Gotta Go Skirt esconde bajo sus faldones un sencillo sistema por el que poder orinar everywhere sin necesidad de esconderse.
Un pantalón corto con una escotilla de velcro se esconde bajo la falda. De esa manera, en caso de sentir la llamada de la naturaleza, basta con abrir la tira y dejar que el cuerpo haga el resto. Puedes hacerlo de pie o puedes agacharte (la mujer, como el hombre, es un animal de costumbres), pero recuerda llevar siempre algún kleenex para limpiarte cuando acabes. Por bolsillos no serÔ.
Se trata en realidad de un dispositivo de silicona que va pegado a la braga. Y allà se guarda, plegadito, hasta que las ganas de ir al baño le obliguen a salir del nido. Entonces solo basta con desplegarlo y su forma telescópica permitirÔ dejar salir la orina sin mancharse la ropa.
Hasta dibujitos en el aire vamos a poder hacer gracias a este invento. Como los tĆos, pero sin perder ni un Ć”pice de nuestra feminidad. ĀæAcaso hay algo mĆ”s sexy que un tanga, le cuelgue por delante lo que le cuelgue?
Fabricado en materiales biodegradables, se vende en paquetes de tres unidades y dicen sus creadores que son perfectos para asistir a conciertos, por ejemplo. Abres el paquete, desdoblas el embudo de papel, lo ahuecas, lo colocas entre tus piernas apuntando a la taza del vƔter y lo tiras una vez acabada la faena.
El Ćŗnico motivo por el que una mujer desearĆa ser hombre es para poder hacer pis de pie. No saben ellos la suerte que tienen de no tener que arrimar sus inmaculadas (y peludas, segĆŗn el caso) posaderas a esos pozos de inmundicia y mal olor que solemos llamar WC pĆŗblicos cada vez que la vejiga les recuerde que ha llegado al lĆmite de su capacidad.
Por no hablar de si las ganas de orinar te entran en el campo y debes buscar refugio tras algún tupido arbusto. Mucho esconderte buscando discreción para que las salpicaduras de tierra y pis en tu calzado acaben delatÔndote.
Uno de estos inventos es elĀ GoGirl. Digamos que es la versión de diseƱo de un posible cruce entre un embudo y la cuƱa hospitalaria. Fabricado en silicona, el GoGirl viene enrollado en un tubo para que la usuaria pueda guardarlo cómodamente en su bolso. Su diseƱo ergonómico, dicen en su web, permite que el cono en cuestión se adapte perfectamente a la anatomĆa femenina impidiendo posibles escapes.
Para mujeres que disfrutan practicando deporte al aire libre, esta falda puede convertirse en una gran aliada. Porque una buena carrera no estÔ exenta de un apretón de vejiga (y de las incómodas incontinencias urinarias), la Gotta Go Skirt esconde bajo sus faldones un sencillo sistema por el que poder orinar everywhere sin necesidad de esconderse.
Un pantalón corto con una escotilla de velcro se esconde bajo la falda. De esa manera, en caso de sentir la llamada de la naturaleza, basta con abrir la tira y dejar que el cuerpo haga el resto. Puedes hacerlo de pie o puedes agacharte (la mujer, como el hombre, es un animal de costumbres), pero recuerda llevar siempre algún kleenex para limpiarte cuando acabes. Por bolsillos no serÔ.
Se trata en realidad de un dispositivo de silicona que va pegado a la braga. Y allà se guarda, plegadito, hasta que las ganas de ir al baño le obliguen a salir del nido. Entonces solo basta con desplegarlo y su forma telescópica permitirÔ dejar salir la orina sin mancharse la ropa.
Hasta dibujitos en el aire vamos a poder hacer gracias a este invento. Como los tĆos, pero sin perder ni un Ć”pice de nuestra feminidad. ĀæAcaso hay algo mĆ”s sexy que un tanga, le cuelgue por delante lo que le cuelgue?
Fabricado en materiales biodegradables, se vende en paquetes de tres unidades y dicen sus creadores que son perfectos para asistir a conciertos, por ejemplo. Abres el paquete, desdoblas el embudo de papel, lo ahuecas, lo colocas entre tus piernas apuntando a la taza del vƔter y lo tiras una vez acabada la faena.