10 de septiembre 2013    /   CREATIVIDAD
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Grand Theft Democracy: Un paĆ­s de videojuego

10 de septiembre 2013    /   CREATIVIDAD     por          
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Hay un lugar construido en pĆ­xeles donde solo habitan antihĆ©roes. AsĆ­ son los protagonistas y asĆ­ los secundarios. El videojuego, Grand Theft Auto, transcurre en un ā€œuniverso paródico y cruelā€. Un lugar donde ā€œtodos o casi todos los personajes adolecen de una falta de moral evidente y bastante extremaā€. El guionista de TV y artista Daniel S. Arranz pasó muchas horas en ese mundo. Entonces, para Ć©l, era un juego. Hasta que un dĆ­a, de pronto, el mundo fuera de ese mundo, la vida fuera del ordenador, empezaba a dar muestras de arriesgadas similitudes.

grandtheftauto
Imagen de Grand Theft Auto V Trailer 2

ā€œNuestros lĆ­deres, a fuerza de hacer ruedas de prensa en televisiones de plasma, habĆ­an dejado de ser personas para convertirse en personajesā€, dice el ilustrador. ā€œY no precisamente personajes de cuentoā€.

La vida de su país, España, se había convertido en una Grand Theft Democracy. Pensó que ese título era el que mejor describía lo que sentía y lo empezó a dibujar en una serie de ilustraciones que mimetizan la estética del juego.

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El escenario de Daniel SÔnchez se convirtió en una Grand Theft Democracy el día que se acabaron todas sus vidas. Había trabajado 13 años como guionista y, durante los últimos seis años, lo había hecho como autónomo. La sentencia estaba dictada. No tenía prestación por desempleo. Pero la realidad a veces queda demasiado grande y SÔnchez acudió al INEM para preguntar si había alguna prestación por los años cotizados como trabajador por cuenta ajena.

ā€œNo hubo suerteā€, indica el guionista. ā€œEsas cotizaciones desaparecen del sistema si no se usan durante cinco aƱos. Me llega la declaración de la renta y me exige, con una precisión sorprendente, la misma cantidad de dinero que me queda en el banco. Como tengo dos hijos –el mayor de ellos, de tres aƱos– estoy obligado a explorar cada posibilidad, asĆ­ que voy a la oficina de Asuntos Sociales para pedir algĆŗn tipo de ayudaā€.

[pullquote]”Cuando uno se considera vĆ­ctima de una estafa, lo primero que siente es ira, luego tristeza y despuĆ©s la necesidad de contarlo a los cuatro vientos”[/pullquote]

De nuevo, no hubo suerte. ā€œEn este caso porque la madre de mis hijos gana mĆ”s de 500€ al mesā€, explica. ā€œAl parecer, el gobierno establece que con poco mĆ”s de 500€ mensuales pueden vivir dos adultos y dos niƱos sin necesidad alguna de ayudaā€.

Daniel S. Arranz continĆŗa: ā€œLe pregunto a la trabajadora: ĀæMe estĆ”s diciendo que, despuĆ©s de contribuir al Estado con miles y miles de euros durante aƱos, ahora que yo necesito algo para dar de comer a mis hijos, el estado no me va a ayudar? ”¿Ni con cien euros al mes?! Ella asiente comprensiva ante mi indignación –lo que, de algĆŗn modo, lo hace aĆŗn mĆ”s duro– y lo deja perfectamente claro: No te van a dar nadaā€.

El ilustrador se vio impotente ante las reglas del juego. ā€œA partir de ese momento me sentĆ­ vĆ­ctima de una estafa. Y uno, cuando se considera vĆ­ctima de una estafa, lo primero que siente es ira, luego tristeza y despuĆ©s la necesidad de contarlo a los cuatro vientos y seƱalar a aquellos que le han estafadoā€.

Arranz, hasta entonces, habĆ­a acudido a las citas que, durante los Ćŗltimos aƱos, han convertido a masas humanas en una protesta. No le gustaba el destino que estaba tomando la educación y la sanidad. Pero ese dĆ­a pensó que su voz, en una manifestación, se diluĆ­a entre ecos. ā€œTenĆ­a que hacer algo por mi cuentaā€, expone. ā€œPor intrascendente que yo sea como individuo, tenĆ­a, y tengo, la necesidad de decir tan claro como pueda que EspaƱa hoy por hoy es un rĆ­o revuelto y los que nos dirigen son pescadores. Y asĆ­ es como nacen estos dibujosā€.

espe

El madrileƱo empezó a dibujar hace aƱos. Entonces lo hacĆ­a por gusto. Hoy, no. ā€œCuando estoy enfrascado en una de esas ilustraciones, siento que estoy haciendo algo que necesito hacer, pero no hay placer en elloā€.

Desde tiempos remotos es conocido el efecto terapĆ©utico de las artes y la literatura. SĆ”nchez se aferró al dibujo. Dice que le ha salvado de un agujero en el estómago. ā€œNos encontramos, casi cada dĆ­a, con alguna nueva noticia que pone a prueba nuestra capacidad de aguanteā€, relata. ā€œUna de las Ćŗltimas fue la destrucción de los discos duros de los ordenadores de BĆ”rcenas. Leo las explicaciones que da el PP para justificar la destrucción fĆ­sica de esos discos, que forman parte de una investigación en marcha, y me tengo que poner a dibujar rĆ”pidamente o sĆ© que me saldrĆ” una Ćŗlcera. Llega el momento en el que casi desearĆ­a que, puestos a reĆ­rse de nosotros, al menos lo hagan con mĆ”s disimuloā€.

Pero el efecto es expansivo. El arte no solo alivia a quien lo hace. ā€œSoy un firme convencido de que la creatividad es una de las herramientas mĆ”s poderosas que tenemos a la hora de luchar contra aquello que consideramos injustoā€, comenta.

[pullquote align=”right”]”El arte que producimos (y tambiĆ©n el que no producimos) servirĆ” para que nos juzguen las generaciones posterioresā€[/pullquote]

El guionista saca el Guernica a la pista. ā€œEs una pintura que nace como protesta pero, con el paso de los aƱos, la denuncia va convirtiĆ©ndose en testimonio y en advertencia. Gracias a ella somos muchos los que descubrimos en nuestra niƱez la historia del terrible bombardeo y gracias a ella no olvidamos una parte muy oscura de nuestra historiaā€.

ā€œEso demuestra el enorme poder reivindicativo, tanto presente como futuro, que tiene una obra de arte. Y por supuesto –salta a la luz con mis dibujos– uno nunca debe esperar a ser un genio de la talla de Picasso para poder protestarā€, continĆŗa el ilustrador. ā€œCreo que cualquier obra artĆ­stica que se haga con vocación reivindicativa tiene un enorme valor porque, como sociedad, el arte que producimos (y tambiĆ©n el que no producimos) servirĆ” para que nos juzguen las generaciones posterioresā€.

La pregunta, llegados este punto, no tiembla.

– Daniel, Āæcómo piensas que tus dibujos pueden ayudar a mejorar este paĆ­s?
– Mis dibujos no van a cambiar la situación actual porque estamos viviendo una Ć©poca de hechos consumados. No hay debate alguno. Ni sobre transparencia, ni sanidad, ni educación, ni impuestos, ni corrupción polĆ­tica… Nada. La polĆ­tica, gracias al concepto de ā€œmayorĆ­a absolutaā€, ha hecho legal la ausencia de democracia. Si no hay debate, si no hay intercambio de ideas, si el presidente del gobierno puede defender su supuesta honradez en una rueda de prensa ficticia desde el interior de una tele de plasma… ĀæquĆ© pueden lograr unos dibujos? Nada. Al menos no hoy.

Arranz recuerda una escena en la que ā€œUnamuno dijo a MillĆ”n Astray en la Universidad de Salamanca aquello de VencerĆ©is, pero no convencerĆ©isā€ y la remata con una pregunta retórica: ā€œĀæsupuso algĆŗn cambio en el gobierno?ā€. ā€œNoā€, se contesta a sĆ­ mismo. ā€œPero hoy nos da fuerzas pensar que ese profesor tuvo el coraje de decir aquello (y bien que pagó el precio). Y yo siento la necesidad de dejar claro que somos millones de ciudadanos los que no nos creemos que privatizar la sanidad y encarecer la educación sean cosas que se hacen por nuestro bien. Y todos nosotros vamos a combatirles con aquello que menos les importa: la cultura. Con escritos, carteles, dibujos, gifs animados, vĆ­deos, mĆŗsica, campaƱas publicitarias o caricaturas. Tienen que saber que vencerĆ”n, pero no convencerĆ”nā€.

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Hay un lugar construido en pĆ­xeles donde solo habitan antihĆ©roes. AsĆ­ son los protagonistas y asĆ­ los secundarios. El videojuego, Grand Theft Auto, transcurre en un ā€œuniverso paródico y cruelā€. Un lugar donde ā€œtodos o casi todos los personajes adolecen de una falta de moral evidente y bastante extremaā€. El guionista de TV y artista Daniel S. Arranz pasó muchas horas en ese mundo. Entonces, para Ć©l, era un juego. Hasta que un dĆ­a, de pronto, el mundo fuera de ese mundo, la vida fuera del ordenador, empezaba a dar muestras de arriesgadas similitudes.

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Imagen de Grand Theft Auto V Trailer 2

ā€œNuestros lĆ­deres, a fuerza de hacer ruedas de prensa en televisiones de plasma, habĆ­an dejado de ser personas para convertirse en personajesā€, dice el ilustrador. ā€œY no precisamente personajes de cuentoā€.

La vida de su país, España, se había convertido en una Grand Theft Democracy. Pensó que ese título era el que mejor describía lo que sentía y lo empezó a dibujar en una serie de ilustraciones que mimetizan la estética del juego.

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El escenario de Daniel SÔnchez se convirtió en una Grand Theft Democracy el día que se acabaron todas sus vidas. Había trabajado 13 años como guionista y, durante los últimos seis años, lo había hecho como autónomo. La sentencia estaba dictada. No tenía prestación por desempleo. Pero la realidad a veces queda demasiado grande y SÔnchez acudió al INEM para preguntar si había alguna prestación por los años cotizados como trabajador por cuenta ajena.

ā€œNo hubo suerteā€, indica el guionista. ā€œEsas cotizaciones desaparecen del sistema si no se usan durante cinco aƱos. Me llega la declaración de la renta y me exige, con una precisión sorprendente, la misma cantidad de dinero que me queda en el banco. Como tengo dos hijos –el mayor de ellos, de tres aƱos– estoy obligado a explorar cada posibilidad, asĆ­ que voy a la oficina de Asuntos Sociales para pedir algĆŗn tipo de ayudaā€.

[pullquote]”Cuando uno se considera vĆ­ctima de una estafa, lo primero que siente es ira, luego tristeza y despuĆ©s la necesidad de contarlo a los cuatro vientos”[/pullquote]

De nuevo, no hubo suerte. ā€œEn este caso porque la madre de mis hijos gana mĆ”s de 500€ al mesā€, explica. ā€œAl parecer, el gobierno establece que con poco mĆ”s de 500€ mensuales pueden vivir dos adultos y dos niƱos sin necesidad alguna de ayudaā€.

Daniel S. Arranz continĆŗa: ā€œLe pregunto a la trabajadora: ĀæMe estĆ”s diciendo que, despuĆ©s de contribuir al Estado con miles y miles de euros durante aƱos, ahora que yo necesito algo para dar de comer a mis hijos, el estado no me va a ayudar? ”¿Ni con cien euros al mes?! Ella asiente comprensiva ante mi indignación –lo que, de algĆŗn modo, lo hace aĆŗn mĆ”s duro– y lo deja perfectamente claro: No te van a dar nadaā€.

El ilustrador se vio impotente ante las reglas del juego. ā€œA partir de ese momento me sentĆ­ vĆ­ctima de una estafa. Y uno, cuando se considera vĆ­ctima de una estafa, lo primero que siente es ira, luego tristeza y despuĆ©s la necesidad de contarlo a los cuatro vientos y seƱalar a aquellos que le han estafadoā€.

Arranz, hasta entonces, habĆ­a acudido a las citas que, durante los Ćŗltimos aƱos, han convertido a masas humanas en una protesta. No le gustaba el destino que estaba tomando la educación y la sanidad. Pero ese dĆ­a pensó que su voz, en una manifestación, se diluĆ­a entre ecos. ā€œTenĆ­a que hacer algo por mi cuentaā€, expone. ā€œPor intrascendente que yo sea como individuo, tenĆ­a, y tengo, la necesidad de decir tan claro como pueda que EspaƱa hoy por hoy es un rĆ­o revuelto y los que nos dirigen son pescadores. Y asĆ­ es como nacen estos dibujosā€.

espe

El madrileƱo empezó a dibujar hace aƱos. Entonces lo hacĆ­a por gusto. Hoy, no. ā€œCuando estoy enfrascado en una de esas ilustraciones, siento que estoy haciendo algo que necesito hacer, pero no hay placer en elloā€.

Desde tiempos remotos es conocido el efecto terapĆ©utico de las artes y la literatura. SĆ”nchez se aferró al dibujo. Dice que le ha salvado de un agujero en el estómago. ā€œNos encontramos, casi cada dĆ­a, con alguna nueva noticia que pone a prueba nuestra capacidad de aguanteā€, relata. ā€œUna de las Ćŗltimas fue la destrucción de los discos duros de los ordenadores de BĆ”rcenas. Leo las explicaciones que da el PP para justificar la destrucción fĆ­sica de esos discos, que forman parte de una investigación en marcha, y me tengo que poner a dibujar rĆ”pidamente o sĆ© que me saldrĆ” una Ćŗlcera. Llega el momento en el que casi desearĆ­a que, puestos a reĆ­rse de nosotros, al menos lo hagan con mĆ”s disimuloā€.

Pero el efecto es expansivo. El arte no solo alivia a quien lo hace. ā€œSoy un firme convencido de que la creatividad es una de las herramientas mĆ”s poderosas que tenemos a la hora de luchar contra aquello que consideramos injustoā€, comenta.

[pullquote align=”right”]”El arte que producimos (y tambiĆ©n el que no producimos) servirĆ” para que nos juzguen las generaciones posterioresā€[/pullquote]

El guionista saca el Guernica a la pista. ā€œEs una pintura que nace como protesta pero, con el paso de los aƱos, la denuncia va convirtiĆ©ndose en testimonio y en advertencia. Gracias a ella somos muchos los que descubrimos en nuestra niƱez la historia del terrible bombardeo y gracias a ella no olvidamos una parte muy oscura de nuestra historiaā€.

ā€œEso demuestra el enorme poder reivindicativo, tanto presente como futuro, que tiene una obra de arte. Y por supuesto –salta a la luz con mis dibujos– uno nunca debe esperar a ser un genio de la talla de Picasso para poder protestarā€, continĆŗa el ilustrador. ā€œCreo que cualquier obra artĆ­stica que se haga con vocación reivindicativa tiene un enorme valor porque, como sociedad, el arte que producimos (y tambiĆ©n el que no producimos) servirĆ” para que nos juzguen las generaciones posterioresā€.

La pregunta, llegados este punto, no tiembla.

– Daniel, Āæcómo piensas que tus dibujos pueden ayudar a mejorar este paĆ­s?
– Mis dibujos no van a cambiar la situación actual porque estamos viviendo una Ć©poca de hechos consumados. No hay debate alguno. Ni sobre transparencia, ni sanidad, ni educación, ni impuestos, ni corrupción polĆ­tica… Nada. La polĆ­tica, gracias al concepto de ā€œmayorĆ­a absolutaā€, ha hecho legal la ausencia de democracia. Si no hay debate, si no hay intercambio de ideas, si el presidente del gobierno puede defender su supuesta honradez en una rueda de prensa ficticia desde el interior de una tele de plasma… ĀæquĆ© pueden lograr unos dibujos? Nada. Al menos no hoy.

Arranz recuerda una escena en la que ā€œUnamuno dijo a MillĆ”n Astray en la Universidad de Salamanca aquello de VencerĆ©is, pero no convencerĆ©isā€ y la remata con una pregunta retórica: ā€œĀæsupuso algĆŗn cambio en el gobierno?ā€. ā€œNoā€, se contesta a sĆ­ mismo. ā€œPero hoy nos da fuerzas pensar que ese profesor tuvo el coraje de decir aquello (y bien que pagó el precio). Y yo siento la necesidad de dejar claro que somos millones de ciudadanos los que no nos creemos que privatizar la sanidad y encarecer la educación sean cosas que se hacen por nuestro bien. Y todos nosotros vamos a combatirles con aquello que menos les importa: la cultura. Con escritos, carteles, dibujos, gifs animados, vĆ­deos, mĆŗsica, campaƱas publicitarias o caricaturas. Tienen que saber que vencerĆ”n, pero no convencerĆ”nā€.

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Opiniones 7
  • Tal vez haya un dia en el que la palabra venza a estos dictadores, entre todos podemos. esto solo es el principio miles de nosotros sabemos en lo que se esta convirtiendo el pais puede que nos ganen en mayoria pero nunca conseguiran lo que quieren si se lo impedimos entre todos…v de vendeta no nos manipularsn nuestras mentes

  • Muy grande el talento de este chico. Le deseo suerte y firmeza en sus principios.
    Y apuesto a que si tuviese un buen enfoque de venta…
    Saludos.

  • Comentarios cerrados.